Hace bastantes años, cuando trabaja en el centro, a los 17 años, me tomaba el colectivo siempre a la misma hora, era bastante pajero (y lo sigo siendo) miraba mujeres de cualquier edad (lo mismo al día de hoy) y había una compañera de viaje de bondi, que me llamaba la atención. Desde septiembre a marzo, viajamos todos los días. Ella era una mujer de unos 35 años, morocha y con un cuerpo bien cuidado, pero me llamaban la atención sus pies, como nunca antes me había fijado en eso.
Ella usaba un calzado descubierto, uñas siempre pintadas, me llegue a dar cuenta de que variaba de color cada semana, un anillo en el dedo medio del pie derecho y tatuajes de pájaros volando, en el pie izquierdo, dedos largos y estilizados, tendones marcados. Se notaba que se los cuidaba en spa o algo por el estilo.
Esa desconocida, con la que nunca hable, pero mire mucho, me despertó un fetiche, que al día de hoy mantengo con obsesión. Los pies femeninos.
Pero no cualquier pie. Me gustan los pies cuidados, estéticos, con detalles, con tattos, uñas pintadas o no. Me gusta la mujer que se los cuida y los luce, porque son un arma seductora impresionante.
No me gusta que haya descuidos, uñas feas, suciedad. Me gustan los pies limpios, eso me llevó a tener una "anomalía" en el fetiche. No le gustan los tacos altos, o el calzado descubierto. Prefiero zapatilla o botas, con o sin medias.
Y tengo mis teorías acerca de eso, con el calzado descubierto el pie se luce, pero se ensucia, con tierra, con el andar del día y demás. Y ante un foot massage o un mejor footjob ocasional o besos en los pies, la tierra y la suciedad, no me resulta agradable.
Prefiero las zapas o calzado tipo guillermina, porque para mi desnudar un pie, de una chica que me gusta, es como bajarle la bombacha. Sacar la zapatillas y luego las medias, encontrarse con un pie que se desnuda, que puede estar calentito, sudoroso, con algún aroma, poder disfrutarlo, tocarlo, besarlo, olerlo. Eso me resulta de lo más excitante.
En mi vida me tope con mujeres que le dieron rienda suelta a mi fetiche y lo disfrutaron al máximo, otras que no querían saber nada, otras que si les interesaba, pero sus pies estaban siempre sucios y otras que me dejaron jugar con ellos, solo para darme el gusto, normalmente después del sexo.
En la facultad, conocí a Barbi, una petisa que era casi tan fanática del erotismo del pie como yo, ya detallare nuestros encuentros en otro relato, pero básicamente eran masajes, besos, llegó a usar las mismas medias dos días, para tener "ese olorcito a pata", adoraba que le chupe los dedos, uno por uno, hicimos foot job varias veces.
Mi consejo, cuando encuentren a alguien con sus mismo delirios sexuales, aprovechenlo al máximo, den rienda suelta y prueben todo.
Mi fetiche sigue sumamente vigente al día de hoy y le puedo ir sacando fichas a una mujer, de como es en la cama, mirando sus pies, obviamente todo varía según la personalidad.
El sexo es para disfrutarlo y según yo, para experimentar todo lo posible.
La belleza de una mujer, empieza por sus pies
Ella usaba un calzado descubierto, uñas siempre pintadas, me llegue a dar cuenta de que variaba de color cada semana, un anillo en el dedo medio del pie derecho y tatuajes de pájaros volando, en el pie izquierdo, dedos largos y estilizados, tendones marcados. Se notaba que se los cuidaba en spa o algo por el estilo.
Esa desconocida, con la que nunca hable, pero mire mucho, me despertó un fetiche, que al día de hoy mantengo con obsesión. Los pies femeninos.
Pero no cualquier pie. Me gustan los pies cuidados, estéticos, con detalles, con tattos, uñas pintadas o no. Me gusta la mujer que se los cuida y los luce, porque son un arma seductora impresionante.
No me gusta que haya descuidos, uñas feas, suciedad. Me gustan los pies limpios, eso me llevó a tener una "anomalía" en el fetiche. No le gustan los tacos altos, o el calzado descubierto. Prefiero zapatilla o botas, con o sin medias.
Y tengo mis teorías acerca de eso, con el calzado descubierto el pie se luce, pero se ensucia, con tierra, con el andar del día y demás. Y ante un foot massage o un mejor footjob ocasional o besos en los pies, la tierra y la suciedad, no me resulta agradable.
Prefiero las zapas o calzado tipo guillermina, porque para mi desnudar un pie, de una chica que me gusta, es como bajarle la bombacha. Sacar la zapatillas y luego las medias, encontrarse con un pie que se desnuda, que puede estar calentito, sudoroso, con algún aroma, poder disfrutarlo, tocarlo, besarlo, olerlo. Eso me resulta de lo más excitante.
En mi vida me tope con mujeres que le dieron rienda suelta a mi fetiche y lo disfrutaron al máximo, otras que no querían saber nada, otras que si les interesaba, pero sus pies estaban siempre sucios y otras que me dejaron jugar con ellos, solo para darme el gusto, normalmente después del sexo.
En la facultad, conocí a Barbi, una petisa que era casi tan fanática del erotismo del pie como yo, ya detallare nuestros encuentros en otro relato, pero básicamente eran masajes, besos, llegó a usar las mismas medias dos días, para tener "ese olorcito a pata", adoraba que le chupe los dedos, uno por uno, hicimos foot job varias veces.
Mi consejo, cuando encuentren a alguien con sus mismo delirios sexuales, aprovechenlo al máximo, den rienda suelta y prueben todo.
Mi fetiche sigue sumamente vigente al día de hoy y le puedo ir sacando fichas a una mujer, de como es en la cama, mirando sus pies, obviamente todo varía según la personalidad.
El sexo es para disfrutarlo y según yo, para experimentar todo lo posible.
La belleza de una mujer, empieza por sus pies
5 comentarios - Así nació mi admiración por los pies!