Primera parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3365527/Fernando-de-la-calle---Parte-I.html
Segunda parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3366295/Fernando-de-la-calle---Parte-II.html
...No pasan 5 minutos que siento un ruido en la puerta...
Papá: Gonza, abrime que estoy cargando bolsas
LA PUTA MADRE! Qué hago ahora?
VESTITE RÁPIDO! - le dije a Fernando - y seguime la corriente que no me van a joder mucho.
Yo: Ya voy pa! Pará que no encuentro la llave que la tengo en algún lugar de la mochila.
Y cuando vi que el tipo quedó más o menos vestido fui a abrirle a mis viejos.
Yo: Vine con un amigo de la facultad del año pasado, le robaron la mochila con todos los documentos en la terminal cuando se estaba por ir para la casa de los padres en Salto. Lo dejé bañarse y le presté ropa, porque estuvo todo el día en la calle, así que traten de no cagarle más el día!
Mis viejos como son re buena onda lo invitaron a quedarse a cenar, total mi hermano no volvía a la noche.
Todo transcurrió sin mucha cosa, resulta que él tenía una vida bastante más interesante de lo que parecía, y con un poco de exageraciones, pasó como estudiante de ingeniería sin problema alguno (mis viejos no están ni ahí con lo que yo hago, así que se los puede engañar bastante fácil con eso jaja). Después de un largo rato, mis viejos le ofrecieron quedarse, y él no pudo decir que no. Además los dos sabíamos lo que iba a pasar si se quedaba a dormir.
Cuando llegó la hora, nos fuimos para el cuarto, nos encerramos, y nos quedamos mirando tele hasta que dejamos de escuchar a mis viejos.
El: Boludo, tenés una familia hermosa, cuidala, no sabés lo afortunado que sos pendejo!
Yo: Lo sé, y vos podrías ser parte de ella si no fuéramos tan cagones.
El: Pará, te estás yendo de mambo. Mirá que no quiero romance ni nada de eso. La pasé bien, pero no da como para ir más lejos.
Yo: Y si nos escapamos por ahí? Si nos vamos para algún lugar donde no nos conozca nadie? Tipo otro país o algo de eso?
El: Faa, pendejo, estás delirando. Me parece que te hizo mal tragar tanta pija. Ya te me estás enamorando.
Yo: Me vas a decir que vos no sentiste nada?
El: No te voy a mentir, me gustó, pero no da para ir más lejos. Tenemos realidades distintas. Yo tengo dos hijos, y si algún día tengo mi lugar quiero llevármelos, tengo ganas de formar una familia pero con una mujer, no con un loco. No me gustan los hombres. No quiero ser grosero contigo porque te portaste bien conmigo, pero esto tiene que quedar acá, no podemos ir más lejos, sabés que no podemos.
Por alguna razón eso me puso re triste mal. No sé qué me estaba pasando. Conozco muchísima gente, tuve novias, conocí pila de pibes por ahí, compañeros de estudio, de trabajo. Pero la forma en la que me pegó este flaco fue demasiado fuerte. Y eso que lo había conocido hace un par de horas. No puedo ser tan boludo. No sirvo para los chongos, por eso me quedo solo. La cosa es que me agarró tremendo bajón del momento, y él lo notó, así que me dijo: "Vení, dale, recostate en mi pecho, yo sé que querés, y a mí me gusta, solo que no quiero que te enamores ni nada, porque no puedo permitírmelo."
Yo: Podemos hacerlo seguido aunque sea? Me gustás demasiado, te juro que puedo darte lo que quieras, pero quiero conocerte más, quiero pasar más tiempo contigo!
El: Mejor nos quedamos así. Tenemos toda la noche, hagamos lo que vos quieras sin pensar mucho, dale? No te quiero ilusionar, no puedo hacer estas cosas.
Yo: Bueno, querés hacer algo ahora? (yo con la pija re al mango mal)
El: Obvio pendejo, sabés como te quiero chupar el orto?
Y le empecé a sacar la poca ropa que tenía, nos quedamos los dos en bolas, mirandonos de frente, aun abrazados, rozando los cuerpos, las pijas, los huevos, en un enrredo de piernas, queriamos meternos uno dentro del otro, mientras nos comiamos la boca! Su barba me pinchaba, pero me encantaba, lo sentia muy masculino, ese aliento a vino (mi viejo lo invitó con una copa, sabiendo que iría a pasar la noche) que me calienta afull, su cuerpo mucho mas grande que el mio, mas macizo, agarrándome y apretándome mientras me frotaba contra él. Me estaba encantando, y quería seguir así toda la noche.
Nos empezamos a pajear nuevamente, estuvimos un buen rato, él ahora sabía que yo era aguantador, y que me gustaba que él también lo fuera. Yo lo pajeaba lento, despacito, suavecito, con una sola mano subiendo y bajando mientras la babita de la punta de su chota me lubricaba la mano y a su vez su poronga, mientras con la otra mano le acariciaba los huevos, el culo, la espalda, el cuello, volvia a la espalda, luego al culo, y nuevamente a los huevos.
El mientras tanto me abria el culo con las dos manos, me metía los dedos, me agarraba fuerte de la cintura, me sentía toda una puta, y eso me calentaba más. Saber que él estaba usando mi cuerpo me calentaba muchisimo.
Yo: No puedo más, abrite de piernas que te voy a chupar la pija
El: Dale putito, cometela toda
Y me la mandé sin dudar. Se la chupaba con muchísimas ganas.
El: Querés hacer un buen 69? Nunca probé una pija.
Yo: Uuuuuuhh seeeeee, dale, ponete así (y le indiqué cómo ponernos los dos de costado para más comodidad)
El loco estaba re compenetrado, pero se notaba que nunca en su vida habia tocado y menos chupado una pija. Era demasiado bruto, metía dientes sin querer y la verdad que lo hacia horrible jajaja, pero como se la metia toda en la boca mientras me agarraba del culo, y como yo estaba re metido chupandole toda su pija y jugando con sus huevos, con toda la cara en su entrepierna, yo estaba por las nueves. Eso si, los dos teniamos las pijas re duras, habia mucha calentura en el ambiente, y ya estabamos los dos todos transpirados. El olor a macho que salia de ese cuarto era tremendo. Si bien yo estaba en la gloria, estaba medio nervioso pensando que si haciamos mucho ruido podian venir mis viejos, y si nos encontraban así no habia forma de pilotearla, así que cada tanto parábamos para escuchar si había algún ruido afuera, y seguíamos. La típica cuando estás re perseguido!
El: Te quiero coger pendejo. Me entregás ese orto?
Yo: Uy sí dale, rompeme el orto que no puedo más
El loco me agarró entre sus brazos y me puso boca abajo. Yo sentía como su verga re dura me rozaba el cuerpo mientras me movía. Yo todo inerte, dejándome poseer por ese macho semental que rendía y rendía. Yo me acomodé, me crucé de brazos abrazando una almohada, y él se encargó de todo: me separó las piernas, se me puso encima, me abrazó con fuerza, y me empezó a frotar el ojete con su verga re al mango, toda babosa y lubricada. Estuvo puerteándome un rato hasta que me la empezó a meter, para lo cual lo ayudé y me abrí las nalgas todo lo que pudo, lo cual facilitó pero igual fue un poco dificil. De todos modos, yo tenía a mi macho arriba mío, abrazándome con ganas, mientras me cogía despacito, me la iba metiendo de a poco hasta que logró entrar lo suficiente como para poder bombear tranquilo. Y así paso, me estuvo garchando un buen rato boca abajo, mientras me abrazaba por el cuello y me respiraba fuerte al oído. En una me la saca, me agarra, me da vuelta, y se pone en posición misionero. Primero se me puso arriba, me comió la boca mientras me rozaba toda la verga y los huevos contra mi verga y mis huevos. Pero eso duró poco, porque en cuanto quise abrirme de piernas para dejarlo entrar más, me ensartó la verga en el orto y me empezó a dar como si fuera un preso que hacía años no la ponía. Me daba con unas ganas! A él le estaba re gustando, no sé por qué no lo admitía. Creo que mirarme lo calentaba aún más, y yo lo miraba a él. Su cara de depravado relamiéndose los labios mientras daba vuelta los ojos y me miraba fijo de a rato era muy excitante. Lo veía de frente, con esos brazos fuertes, ese lomo bastante bien formado, medio flaco pero todavía fornido, y yo no podía más de la calentura, así que me empecé a pajear con tremendas ganas. Costaba un poco con todo el traqueteo, pero finalmente llegué al climax.
Yo: Esta vez me acabo yo primero, no aguanto más
El: Vos dale bebe, largala toda y después te lleno yo el culo de leche
Yo: Uy sí dale, dámela toda
El: Acá tenés pendejo
Y nos acabamos los dos al mismo tiempo. Era una de leche derramada por todos lados! Mi leche saltó por todos lados, en mi cuerpo, en su cuerpo, en la cama, en el sopi... La suya solo me entró en el ojete, me recorrió todo lo que pudo, con esa sensación de calentura que te deja por dentro, y luego comenzó a chorrearme todo el culo, manchando la cama, lo cual no me importó porque no me iba a dar cuenta hasta el día siguiente...
Y así nos quedamos, él se me vino encima y nos quedamos abrazados, pegados, cuerpo con cuerpo el uno al otro. Nos sentíamos muy bien así. Y ninguno de los dos dijo para moverse.
Lo próximo que recuerdo es que yo estaba acostado entre su pecho y su axila, él con ese brazo abierto, y el otro sobre mi cabeza. Miro el celular para ver la hora... Nos habíamos quedado dormidos! Eran las 4 de la mañana, y había tremendo silencio. Así que me moví, me quedé de frente y empecé a tocarle la poronga, como amasándosela, alternaba entre la poronga, esta vez blandita, pequeña, suavecita, y sus huevos, lisos y peluditos a la vez. De tanto tocarlo, se ve que en su sueño le gustaba lo que estaba pasando, porque me apretó fuerte y la verga la empezó a crecer en mi mano. Yo sentía como que la pija le latía. Vieron cuando mueven la pija cuando la tienen parada? Como que la hacen "saltar"? Bueno, así. Y lo empecé a pajear suavecito, luego fuerte, hasta que le quedó re dura. Y bajé por debajo de las sábanas y le hice tremendo pete, lo que lo hizo despertar, y se despatarró en la cama para hacerme lugar. Así estuve peteándolo mientras lo pajeaba y le chupaba las bolas, hasta que sin decirme nada me largó toda la leche en la boca. Esta vez me aseguré de tragármela toda, y la disfruté como una puta. Se la segui chupando hasta que se le empezó a bajar, y fui subiendo de a poco mientras le pasaba la lengua por la pelvis, por la panza, por el pecho, por el cuello, y así hasta su boca. Nos quedamos chapando un rato, hasta que me empezó a pajear él a mí. Y me dejé. Y así como me tocó, me acabé al toque. Era un circulo vicioso de acabadas, del que no podía ni quería salir.
Y así nos quedamos, tapados, desnudos, todos enlechados, abrazados, y antes de quedarnos dormidos le dije: "Creo que te amo. Quiero quedarme para siempre así". Y me respondió con un "Yo también bebe. Me encantás", y me agarró de la cabeza, se la llevó a su pecho, y así nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente me levanté, vi la hora y me di cuenta que mis viejos ya se habían ido, y estábamos solos nuevamente, pero como no quería seguir enroscándome en algo que sabía que se iba a terminar ahí, me fui a pegar un baño. A los pocos minutos siento que entra en la ducha, me agarra de atrás y me empieza a enjabonar la espalda. Me dio vuelta, me comió la boca, me toqueteó todo, me frotó contra su cuerpo, me puso contra la pared, me pegó una buena garchada mientras me hizo la paja, nos acabamos al mismo tiempo, nos terminamos de bañar, y mientras yo me puse a hacer el desayuno, él se vistió y se tiró en mi cama.
Comimos, le di su ropa, algo de plata, y finalmente llegó el momento de despedirnos.
Yo: Yo sé que fueron solo unas horas, pero te juro que la pasé demasiado bien. No quiero que te vayas, te voy a extrañar mucho.
El: Lo sé pendejo, me pasa algo parecido, pero me tengo que ir. No me puedo quedar acá para siempre, tengo mi vida, y vos la tuya, y por más que quiéramos nunca vamos a poder tener algo.
Yo: Qué tengo que hacer para que te quedes cerca? Quiero poder verte seguido.
El: No tengo ni donde vivir. No tengo laburo, no tengo nada. Por eso me voy para Salto, allá me las arreglo, pero no quiero estar más acá. No tengo nada que hacer acá bebé.
Yo: Y cuando yo me vaya a vivir solo, te vendrías conmigo? Podemos hacer de cuenta que somos compañeros de piso, y así estaríamos re tranqui. No tenés que pagar un peso.
El: Y ser un mantenido? Naaa, gracias, prefiero ser pobre pero no deberle nada a nadie.
Yo: Vos no entendés que lo hago porque quiero? No me estarías debiendo nada. Lo único que te pido a cambio es que te quedes conmigo, que durmamos juntos todas las noches, que te dejes hacer los gustos y solamente me aguantes la cabeza. Lo demás me encargo yo.
El: Ves? Vos lo que querés es un novio, y yo no estoy para eso. Vos querés que yo sea tu macho, pero yo quiero una mujer, no quiero estar en pareja con vos pendejo. Si en algún momento me recompongo, podemos vernos seguido, pero vivir juntos no. Me parece que tenés un problema que tendías que tratarte, porque tampoco me conocés tanto. No sabés ni quien soy, y me diste todo. Me estás ofreciendo una vida nueva a cambio de nada? No tengo nada para darte.
Yo: Vos no entendés que yo no quiero nada más que a vos? Me gustas, no sé que me pasó con vos, pero me pegaste fuerte, y no quiero que te vayas. Puedo aguantar que no vivamos juntos, pero por favor no te me vayas lejos, por lo menos no te vayas y me dejes sin saber si te voy a volver a ver.
El: Por qué sos tan arrastrado loco? No tengo nada que pueda darte, por más de que no me me pidas nada a cambio.
Yo: Bueno, pero te gustaría hacerlo? Hacé de cuenta que pudieras pagarme, te quedarías?
El: No sé pendejo, tengo otras prioridades ahora. Hacemos esto mirá, yo me voy a Salto un tiempo, y apenas pueda volver, te juro que te vengo a buscar.
Yo: Cómo se que no me estás cagando y me lo decís solo para sacarme de encima?
El: Porque me gustastes pendejo, nadie hizo lo que vos hiciste por mí. Y la verdad que me gustó lo que hicimos.
Yo: En serio? Vas a volver por mí?
El: Te lo prometo pendejo. Vos esperame que te voy a venir a buscar...
Y luego de un abrazo y un beso abrió la puerta y se fue... Quedé mirándolo hasta que dobló la esquina, y sin mirar para atrás se perdió en la calle.
Y esa fue la última vez que nos vimos, aunque estoy seguro que hace poco lo vi de lejos, pero si era él, no me vio, o se hizo el boludo.
Y por acá quedaría la historia de Fernando, el tipo que conocí en la calle, que me pegó fuerte, y fue el primero que me rompió el orto y el corazón.
Lo siento si terminó medio bajón la historia, pero juro que la conté tal cual pasó. Igual tengo muchas más, no tan bajoneras como esta, que estoy ansioso por compartir con ustedes poringueros!!
Por ahora me despido!
Abrazo grande poringuerosssss!
Segunda parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3366295/Fernando-de-la-calle---Parte-II.html
...No pasan 5 minutos que siento un ruido en la puerta...
Papá: Gonza, abrime que estoy cargando bolsas
LA PUTA MADRE! Qué hago ahora?
VESTITE RÁPIDO! - le dije a Fernando - y seguime la corriente que no me van a joder mucho.
Yo: Ya voy pa! Pará que no encuentro la llave que la tengo en algún lugar de la mochila.
Y cuando vi que el tipo quedó más o menos vestido fui a abrirle a mis viejos.
Yo: Vine con un amigo de la facultad del año pasado, le robaron la mochila con todos los documentos en la terminal cuando se estaba por ir para la casa de los padres en Salto. Lo dejé bañarse y le presté ropa, porque estuvo todo el día en la calle, así que traten de no cagarle más el día!
Mis viejos como son re buena onda lo invitaron a quedarse a cenar, total mi hermano no volvía a la noche.
Todo transcurrió sin mucha cosa, resulta que él tenía una vida bastante más interesante de lo que parecía, y con un poco de exageraciones, pasó como estudiante de ingeniería sin problema alguno (mis viejos no están ni ahí con lo que yo hago, así que se los puede engañar bastante fácil con eso jaja). Después de un largo rato, mis viejos le ofrecieron quedarse, y él no pudo decir que no. Además los dos sabíamos lo que iba a pasar si se quedaba a dormir.
Cuando llegó la hora, nos fuimos para el cuarto, nos encerramos, y nos quedamos mirando tele hasta que dejamos de escuchar a mis viejos.
El: Boludo, tenés una familia hermosa, cuidala, no sabés lo afortunado que sos pendejo!
Yo: Lo sé, y vos podrías ser parte de ella si no fuéramos tan cagones.
El: Pará, te estás yendo de mambo. Mirá que no quiero romance ni nada de eso. La pasé bien, pero no da como para ir más lejos.
Yo: Y si nos escapamos por ahí? Si nos vamos para algún lugar donde no nos conozca nadie? Tipo otro país o algo de eso?
El: Faa, pendejo, estás delirando. Me parece que te hizo mal tragar tanta pija. Ya te me estás enamorando.
Yo: Me vas a decir que vos no sentiste nada?
El: No te voy a mentir, me gustó, pero no da para ir más lejos. Tenemos realidades distintas. Yo tengo dos hijos, y si algún día tengo mi lugar quiero llevármelos, tengo ganas de formar una familia pero con una mujer, no con un loco. No me gustan los hombres. No quiero ser grosero contigo porque te portaste bien conmigo, pero esto tiene que quedar acá, no podemos ir más lejos, sabés que no podemos.
Por alguna razón eso me puso re triste mal. No sé qué me estaba pasando. Conozco muchísima gente, tuve novias, conocí pila de pibes por ahí, compañeros de estudio, de trabajo. Pero la forma en la que me pegó este flaco fue demasiado fuerte. Y eso que lo había conocido hace un par de horas. No puedo ser tan boludo. No sirvo para los chongos, por eso me quedo solo. La cosa es que me agarró tremendo bajón del momento, y él lo notó, así que me dijo: "Vení, dale, recostate en mi pecho, yo sé que querés, y a mí me gusta, solo que no quiero que te enamores ni nada, porque no puedo permitírmelo."
Yo: Podemos hacerlo seguido aunque sea? Me gustás demasiado, te juro que puedo darte lo que quieras, pero quiero conocerte más, quiero pasar más tiempo contigo!
El: Mejor nos quedamos así. Tenemos toda la noche, hagamos lo que vos quieras sin pensar mucho, dale? No te quiero ilusionar, no puedo hacer estas cosas.
Yo: Bueno, querés hacer algo ahora? (yo con la pija re al mango mal)
El: Obvio pendejo, sabés como te quiero chupar el orto?
Y le empecé a sacar la poca ropa que tenía, nos quedamos los dos en bolas, mirandonos de frente, aun abrazados, rozando los cuerpos, las pijas, los huevos, en un enrredo de piernas, queriamos meternos uno dentro del otro, mientras nos comiamos la boca! Su barba me pinchaba, pero me encantaba, lo sentia muy masculino, ese aliento a vino (mi viejo lo invitó con una copa, sabiendo que iría a pasar la noche) que me calienta afull, su cuerpo mucho mas grande que el mio, mas macizo, agarrándome y apretándome mientras me frotaba contra él. Me estaba encantando, y quería seguir así toda la noche.
Nos empezamos a pajear nuevamente, estuvimos un buen rato, él ahora sabía que yo era aguantador, y que me gustaba que él también lo fuera. Yo lo pajeaba lento, despacito, suavecito, con una sola mano subiendo y bajando mientras la babita de la punta de su chota me lubricaba la mano y a su vez su poronga, mientras con la otra mano le acariciaba los huevos, el culo, la espalda, el cuello, volvia a la espalda, luego al culo, y nuevamente a los huevos.
El mientras tanto me abria el culo con las dos manos, me metía los dedos, me agarraba fuerte de la cintura, me sentía toda una puta, y eso me calentaba más. Saber que él estaba usando mi cuerpo me calentaba muchisimo.
Yo: No puedo más, abrite de piernas que te voy a chupar la pija
El: Dale putito, cometela toda
Y me la mandé sin dudar. Se la chupaba con muchísimas ganas.
El: Querés hacer un buen 69? Nunca probé una pija.
Yo: Uuuuuuhh seeeeee, dale, ponete así (y le indiqué cómo ponernos los dos de costado para más comodidad)
El loco estaba re compenetrado, pero se notaba que nunca en su vida habia tocado y menos chupado una pija. Era demasiado bruto, metía dientes sin querer y la verdad que lo hacia horrible jajaja, pero como se la metia toda en la boca mientras me agarraba del culo, y como yo estaba re metido chupandole toda su pija y jugando con sus huevos, con toda la cara en su entrepierna, yo estaba por las nueves. Eso si, los dos teniamos las pijas re duras, habia mucha calentura en el ambiente, y ya estabamos los dos todos transpirados. El olor a macho que salia de ese cuarto era tremendo. Si bien yo estaba en la gloria, estaba medio nervioso pensando que si haciamos mucho ruido podian venir mis viejos, y si nos encontraban así no habia forma de pilotearla, así que cada tanto parábamos para escuchar si había algún ruido afuera, y seguíamos. La típica cuando estás re perseguido!
El: Te quiero coger pendejo. Me entregás ese orto?
Yo: Uy sí dale, rompeme el orto que no puedo más
El loco me agarró entre sus brazos y me puso boca abajo. Yo sentía como su verga re dura me rozaba el cuerpo mientras me movía. Yo todo inerte, dejándome poseer por ese macho semental que rendía y rendía. Yo me acomodé, me crucé de brazos abrazando una almohada, y él se encargó de todo: me separó las piernas, se me puso encima, me abrazó con fuerza, y me empezó a frotar el ojete con su verga re al mango, toda babosa y lubricada. Estuvo puerteándome un rato hasta que me la empezó a meter, para lo cual lo ayudé y me abrí las nalgas todo lo que pudo, lo cual facilitó pero igual fue un poco dificil. De todos modos, yo tenía a mi macho arriba mío, abrazándome con ganas, mientras me cogía despacito, me la iba metiendo de a poco hasta que logró entrar lo suficiente como para poder bombear tranquilo. Y así paso, me estuvo garchando un buen rato boca abajo, mientras me abrazaba por el cuello y me respiraba fuerte al oído. En una me la saca, me agarra, me da vuelta, y se pone en posición misionero. Primero se me puso arriba, me comió la boca mientras me rozaba toda la verga y los huevos contra mi verga y mis huevos. Pero eso duró poco, porque en cuanto quise abrirme de piernas para dejarlo entrar más, me ensartó la verga en el orto y me empezó a dar como si fuera un preso que hacía años no la ponía. Me daba con unas ganas! A él le estaba re gustando, no sé por qué no lo admitía. Creo que mirarme lo calentaba aún más, y yo lo miraba a él. Su cara de depravado relamiéndose los labios mientras daba vuelta los ojos y me miraba fijo de a rato era muy excitante. Lo veía de frente, con esos brazos fuertes, ese lomo bastante bien formado, medio flaco pero todavía fornido, y yo no podía más de la calentura, así que me empecé a pajear con tremendas ganas. Costaba un poco con todo el traqueteo, pero finalmente llegué al climax.
Yo: Esta vez me acabo yo primero, no aguanto más
El: Vos dale bebe, largala toda y después te lleno yo el culo de leche
Yo: Uy sí dale, dámela toda
El: Acá tenés pendejo
Y nos acabamos los dos al mismo tiempo. Era una de leche derramada por todos lados! Mi leche saltó por todos lados, en mi cuerpo, en su cuerpo, en la cama, en el sopi... La suya solo me entró en el ojete, me recorrió todo lo que pudo, con esa sensación de calentura que te deja por dentro, y luego comenzó a chorrearme todo el culo, manchando la cama, lo cual no me importó porque no me iba a dar cuenta hasta el día siguiente...
Y así nos quedamos, él se me vino encima y nos quedamos abrazados, pegados, cuerpo con cuerpo el uno al otro. Nos sentíamos muy bien así. Y ninguno de los dos dijo para moverse.
Lo próximo que recuerdo es que yo estaba acostado entre su pecho y su axila, él con ese brazo abierto, y el otro sobre mi cabeza. Miro el celular para ver la hora... Nos habíamos quedado dormidos! Eran las 4 de la mañana, y había tremendo silencio. Así que me moví, me quedé de frente y empecé a tocarle la poronga, como amasándosela, alternaba entre la poronga, esta vez blandita, pequeña, suavecita, y sus huevos, lisos y peluditos a la vez. De tanto tocarlo, se ve que en su sueño le gustaba lo que estaba pasando, porque me apretó fuerte y la verga la empezó a crecer en mi mano. Yo sentía como que la pija le latía. Vieron cuando mueven la pija cuando la tienen parada? Como que la hacen "saltar"? Bueno, así. Y lo empecé a pajear suavecito, luego fuerte, hasta que le quedó re dura. Y bajé por debajo de las sábanas y le hice tremendo pete, lo que lo hizo despertar, y se despatarró en la cama para hacerme lugar. Así estuve peteándolo mientras lo pajeaba y le chupaba las bolas, hasta que sin decirme nada me largó toda la leche en la boca. Esta vez me aseguré de tragármela toda, y la disfruté como una puta. Se la segui chupando hasta que se le empezó a bajar, y fui subiendo de a poco mientras le pasaba la lengua por la pelvis, por la panza, por el pecho, por el cuello, y así hasta su boca. Nos quedamos chapando un rato, hasta que me empezó a pajear él a mí. Y me dejé. Y así como me tocó, me acabé al toque. Era un circulo vicioso de acabadas, del que no podía ni quería salir.
Y así nos quedamos, tapados, desnudos, todos enlechados, abrazados, y antes de quedarnos dormidos le dije: "Creo que te amo. Quiero quedarme para siempre así". Y me respondió con un "Yo también bebe. Me encantás", y me agarró de la cabeza, se la llevó a su pecho, y así nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente me levanté, vi la hora y me di cuenta que mis viejos ya se habían ido, y estábamos solos nuevamente, pero como no quería seguir enroscándome en algo que sabía que se iba a terminar ahí, me fui a pegar un baño. A los pocos minutos siento que entra en la ducha, me agarra de atrás y me empieza a enjabonar la espalda. Me dio vuelta, me comió la boca, me toqueteó todo, me frotó contra su cuerpo, me puso contra la pared, me pegó una buena garchada mientras me hizo la paja, nos acabamos al mismo tiempo, nos terminamos de bañar, y mientras yo me puse a hacer el desayuno, él se vistió y se tiró en mi cama.
Comimos, le di su ropa, algo de plata, y finalmente llegó el momento de despedirnos.
Yo: Yo sé que fueron solo unas horas, pero te juro que la pasé demasiado bien. No quiero que te vayas, te voy a extrañar mucho.
El: Lo sé pendejo, me pasa algo parecido, pero me tengo que ir. No me puedo quedar acá para siempre, tengo mi vida, y vos la tuya, y por más que quiéramos nunca vamos a poder tener algo.
Yo: Qué tengo que hacer para que te quedes cerca? Quiero poder verte seguido.
El: No tengo ni donde vivir. No tengo laburo, no tengo nada. Por eso me voy para Salto, allá me las arreglo, pero no quiero estar más acá. No tengo nada que hacer acá bebé.
Yo: Y cuando yo me vaya a vivir solo, te vendrías conmigo? Podemos hacer de cuenta que somos compañeros de piso, y así estaríamos re tranqui. No tenés que pagar un peso.
El: Y ser un mantenido? Naaa, gracias, prefiero ser pobre pero no deberle nada a nadie.
Yo: Vos no entendés que lo hago porque quiero? No me estarías debiendo nada. Lo único que te pido a cambio es que te quedes conmigo, que durmamos juntos todas las noches, que te dejes hacer los gustos y solamente me aguantes la cabeza. Lo demás me encargo yo.
El: Ves? Vos lo que querés es un novio, y yo no estoy para eso. Vos querés que yo sea tu macho, pero yo quiero una mujer, no quiero estar en pareja con vos pendejo. Si en algún momento me recompongo, podemos vernos seguido, pero vivir juntos no. Me parece que tenés un problema que tendías que tratarte, porque tampoco me conocés tanto. No sabés ni quien soy, y me diste todo. Me estás ofreciendo una vida nueva a cambio de nada? No tengo nada para darte.
Yo: Vos no entendés que yo no quiero nada más que a vos? Me gustas, no sé que me pasó con vos, pero me pegaste fuerte, y no quiero que te vayas. Puedo aguantar que no vivamos juntos, pero por favor no te me vayas lejos, por lo menos no te vayas y me dejes sin saber si te voy a volver a ver.
El: Por qué sos tan arrastrado loco? No tengo nada que pueda darte, por más de que no me me pidas nada a cambio.
Yo: Bueno, pero te gustaría hacerlo? Hacé de cuenta que pudieras pagarme, te quedarías?
El: No sé pendejo, tengo otras prioridades ahora. Hacemos esto mirá, yo me voy a Salto un tiempo, y apenas pueda volver, te juro que te vengo a buscar.
Yo: Cómo se que no me estás cagando y me lo decís solo para sacarme de encima?
El: Porque me gustastes pendejo, nadie hizo lo que vos hiciste por mí. Y la verdad que me gustó lo que hicimos.
Yo: En serio? Vas a volver por mí?
El: Te lo prometo pendejo. Vos esperame que te voy a venir a buscar...
Y luego de un abrazo y un beso abrió la puerta y se fue... Quedé mirándolo hasta que dobló la esquina, y sin mirar para atrás se perdió en la calle.
Y esa fue la última vez que nos vimos, aunque estoy seguro que hace poco lo vi de lejos, pero si era él, no me vio, o se hizo el boludo.
Y por acá quedaría la historia de Fernando, el tipo que conocí en la calle, que me pegó fuerte, y fue el primero que me rompió el orto y el corazón.
Lo siento si terminó medio bajón la historia, pero juro que la conté tal cual pasó. Igual tengo muchas más, no tan bajoneras como esta, que estoy ansioso por compartir con ustedes poringueros!!
Por ahora me despido!
Abrazo grande poringuerosssss!
4 comentarios - Fernando de la calle - Parte III
Y le.dedique una paja