¡Bienvenidos sean todos!
Ha pasado un buen tiempo desde que publiqué algo, así que estoy muy feliz de haber vuelto a la escritura! Un agradecimiento muy grande a Martina que contribuyó a esta historia. Tengo un par más en la cabeza dando vueltas, incluso varias personas me han acercado sus ideas así que ya van a ir saliendo otros relatos. Incluso si te gustaría compartirme alguna experiencia, morbo, fantasía o anécdota, click en el sobrecito y mensaje directo!
Dejo link a mis otros relatos:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3027607/La-ultima-vez-que-estuve-en-un-vestuario.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3028052/Cuando-la-tension-sexual-esta-para-todos-en-el-aire.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3030459/A-veces-es-mejor-no-golpear-antes-de-entrar-dedicado.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3031931/Mirando-a-mi-otro-yo-soft.html
Y sin más preámbulos:
El día había llegado; por fin iba a poder ponerme el vestido que tanto estaba esperando poder sentirlo calzar sobre mi piel... Sobrio, fino, elegante pero sugerente, dejando entrever toda mi espalda hasta casi la línea de la cintura. Había hecho mucho ejercicio estos meses, me sentía una reina total, aunque siempre estuve conforme con la imagen que tengo. Decidí comenzar el ritual nuevamente al llegar de mi trabajo, quitarme mis ropas comunes del día a día, los zapatos del trabajo, la camisa y el traje... Volver a sentir la suavidad de la ropa interior me fascinaba, era literalmente un ritual... primero la ropa interior, luego las medias, para después ponerme el vestido dejándolo caer sobre mis hombros, para que mi piel se estremeciera con el roce de la seda; finalmente, los zapatos de tacón, un poco de pintalabios y un reflejo del espejo que me mostraba más hermosa y radiante que nunca. Estaba lista para que me vean entrar por el salón vestida de dama.Esos meses de espera pasaron rápido, entre los quehaceres, la rutina y la ansiedad, la fecha del casamiento de mis amigos se me vino encima como un tren, el cual obviamente estaba esperando. Esa noche junté mis fuerzas, me vestí de punta en blanco perfumada como Cleopatra y me decidí a encarar al salón destilando sensualidad. La entrada fue una completa sorpresa; para muchos era la primera vez que me veían así, otros ya me habían visto en intimidad, en mis primeros atisbos de querer dejar salir quién soy. Casi fue como una especie de juego, o así lo había sentido esa vez con Sergio y Mateo, obviamente que por separado, cuando me vieron por primera vez vestido como la mujer que soy. Esa noche iba a comprobar que no era tan inocente la cosa...
La fiesta fue un espectáculo, mucha buena comida, mucho alcohol del bueno, tanto que nunca me había percatado de lo cerca que tenía a Sergio cuando no estaba Mateo bailándome pegado. Estábamos todos de festejo y ebrios, pero el roce de la ropa cada vez me daba más y más escalofríos... En un tema lento, me animé a pegarme contra Mateo y a menearle suavemente mientras tomaba su cara... No pude creer lo que sentía, estaba muy erecto y su pija emanaba mucho calor desde su traje... Tuve que contenerme las ganas de agarrársela en medio de la pista de baile y lo más excitante de todo es que Sergio nos miraba a unos metros, copa de vino en mano.
Esa situación quedó ahí, dado que los festejos siguieron en torno al matrimonio que estaba casándose. Conforme fue pasando la fiesta, uno a uno se fueron retirando hasta que quedaron mis amigos y yo, entre unos pares de personas más que no conocía. Sergio me dice "Te llevo Martu? De paso lo tiramos a Mateo en el camino" muy sonrientemente. Iba a pasar, esas miradas no podían significar otra cosa. Claramente dije que sí.
Nos subimos al auto, Sergio iba adelante y yo me subí atrás completamente adrede. Mateo se subió detrás de mí a lo que socarronamente Sergio le comentó "hoy me toca hacer de remisero? Que suerte la de ustedes eh!" A lo que nosotros reímos casi al unísono. Arrancó el auto y de ahí en más, fue pura fogosidad. Mateo empezó a besarme casi automáticamente, mientras me tocaba por el vestido y me lamía el cuello. "Qué bien que te queda la seda, desde ese día que me quedó fijado tu vestido en mis ojos" me dijo, a lo que yo sólo pude suspirar y ver por el espejo cómo Sergio miraba todo. Bajé mi mano a su entrepierna y estaba aún más dura y grande que antes!! Se dieron cuenta de lo que me excitaba, ya que dudo seriamente que haya podido disimular mi "mmmm" de placer al tocarlo. Ni lo dudé, saqué su pija y empecé a chupársela casi sin respirar... Quien gemía ahora era Mateo, aunque luego de unos minutos me di cuenta que Sergio también estaba tocándose por encima del pantalón... Se la chupé con todas mis ganas, me la comí hasta el fondo, me ahogué, me reí, lo miré fijamente y se la volví a chupar hasta que se detuvo el auto. Era la casa de Sergio. Se hizo un silencio y nos dijo "me parece que me están dejando un poco afuera de todo esto, pasamos a mi casa?" No hubo necesidad de contestar.
Entramos casi como un vendaval. Esta vez estaba más decidida y fui a encararlo a Sergio directamente. "Voy a recompensar tu espera" le dije relamiéndome... Al sacar su verga quedé impresionada... No sólo era más gorda y larga, sino que le faltaba ponerse dura y ya era enorme!! Me hubiera encantado vérsela flácida para contemplar cómo creía eso... Empecé a chupársela, pasándole mis labios y mi lengua por toda esa tremenda pija... Entre tanto fuego lo miro a Mateo mientras yo me apoyaba la verga de su amigo en la boca y le digo... "vení sonso, ya nos conocemos suficiente y creo que tenés unas ganas que las siento desde acá"... Seguí peteando desaforadamente a Sergio mientras pajeaba la hermosa verga de Mateo, la cual me sorprendía lo dura que estaba, aún más que en el auto... No era la única excitada hasta el límite de los tres... Fui a buscar a mi cartera un poco de lubricante y protección... Los miré a los dos y con mi mejor cara de perra les dije "voy a necesitar un poco de ésto porque sino ustedes dos me van a arruinar... y quiero que me acaben toda". Sergio dio el paso adelante y se puso frente a mi boca... Yo ya estaba en cuatro patas, tan entregada que la pija de Mateo entró sin ningún problema... No podía gemir de lo llena que tenía la boca de carne... Me estaba cogiendo como nunca, hasta me hizo morderle la verga a Sergio, que lanzó un gemido tan fuerte que me hizo acabar un poco... No podía resistirme más, necesitaba sentirlo adentro. Me di vuelta de un salto para chupársela aún más desaforadamente que en el auto. Su verga estaba ENORME, una vena gigante la cruzaba de la base a la cabeza... Sentía que iba a llenarme de leche en cualquier momento... Hasta que me penetró Sergio. Pude sentir en poco tiempo el orgasmo más fuerte e intenso que haya vivido, tanto que después de pocos minutos ya me había acabado dos veces encima... Mis gemidos eran salvajes... Mateo me agarraba del pelo y Sergio me cogía el orto de una manera... Duro pero gentil, rudo pero suave... Me agarraba con mucha firmeza y sus movimientos eran precisos... Gemí a más no poder hasta que sentí cómo las dos vergas se inflaban casi al mismo tiempo, dejándome rebalsando tanto la boca como la cola a la vez... Caí jadeante en el piso... agotada... extasiada... los miré, nos miramos, se miraron entre ellos y echamos a reír. "Jamás me hubiera imaginado que te verías así como mujer" Suspiró Sergio, a lo que Mateo retrucó "Si no querés imaginártelo, mirá sus curvas, mirá esa cola, sus piernas... Me encantaría verte así todos los días" Casi que se mordía al hablar... "Es hermosa boludo, ya no puedo verla más como un hombre y me calienta aún más que así sea!" Ahí fue cuando supe que recién había comenzado la noche, entrada casi la mañana.
Ha pasado un buen tiempo desde que publiqué algo, así que estoy muy feliz de haber vuelto a la escritura! Un agradecimiento muy grande a Martina que contribuyó a esta historia. Tengo un par más en la cabeza dando vueltas, incluso varias personas me han acercado sus ideas así que ya van a ir saliendo otros relatos. Incluso si te gustaría compartirme alguna experiencia, morbo, fantasía o anécdota, click en el sobrecito y mensaje directo!
Dejo link a mis otros relatos:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3027607/La-ultima-vez-que-estuve-en-un-vestuario.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3028052/Cuando-la-tension-sexual-esta-para-todos-en-el-aire.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3030459/A-veces-es-mejor-no-golpear-antes-de-entrar-dedicado.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3031931/Mirando-a-mi-otro-yo-soft.html
Y sin más preámbulos:
El día había llegado; por fin iba a poder ponerme el vestido que tanto estaba esperando poder sentirlo calzar sobre mi piel... Sobrio, fino, elegante pero sugerente, dejando entrever toda mi espalda hasta casi la línea de la cintura. Había hecho mucho ejercicio estos meses, me sentía una reina total, aunque siempre estuve conforme con la imagen que tengo. Decidí comenzar el ritual nuevamente al llegar de mi trabajo, quitarme mis ropas comunes del día a día, los zapatos del trabajo, la camisa y el traje... Volver a sentir la suavidad de la ropa interior me fascinaba, era literalmente un ritual... primero la ropa interior, luego las medias, para después ponerme el vestido dejándolo caer sobre mis hombros, para que mi piel se estremeciera con el roce de la seda; finalmente, los zapatos de tacón, un poco de pintalabios y un reflejo del espejo que me mostraba más hermosa y radiante que nunca. Estaba lista para que me vean entrar por el salón vestida de dama.Esos meses de espera pasaron rápido, entre los quehaceres, la rutina y la ansiedad, la fecha del casamiento de mis amigos se me vino encima como un tren, el cual obviamente estaba esperando. Esa noche junté mis fuerzas, me vestí de punta en blanco perfumada como Cleopatra y me decidí a encarar al salón destilando sensualidad. La entrada fue una completa sorpresa; para muchos era la primera vez que me veían así, otros ya me habían visto en intimidad, en mis primeros atisbos de querer dejar salir quién soy. Casi fue como una especie de juego, o así lo había sentido esa vez con Sergio y Mateo, obviamente que por separado, cuando me vieron por primera vez vestido como la mujer que soy. Esa noche iba a comprobar que no era tan inocente la cosa...
La fiesta fue un espectáculo, mucha buena comida, mucho alcohol del bueno, tanto que nunca me había percatado de lo cerca que tenía a Sergio cuando no estaba Mateo bailándome pegado. Estábamos todos de festejo y ebrios, pero el roce de la ropa cada vez me daba más y más escalofríos... En un tema lento, me animé a pegarme contra Mateo y a menearle suavemente mientras tomaba su cara... No pude creer lo que sentía, estaba muy erecto y su pija emanaba mucho calor desde su traje... Tuve que contenerme las ganas de agarrársela en medio de la pista de baile y lo más excitante de todo es que Sergio nos miraba a unos metros, copa de vino en mano.
Esa situación quedó ahí, dado que los festejos siguieron en torno al matrimonio que estaba casándose. Conforme fue pasando la fiesta, uno a uno se fueron retirando hasta que quedaron mis amigos y yo, entre unos pares de personas más que no conocía. Sergio me dice "Te llevo Martu? De paso lo tiramos a Mateo en el camino" muy sonrientemente. Iba a pasar, esas miradas no podían significar otra cosa. Claramente dije que sí.
Nos subimos al auto, Sergio iba adelante y yo me subí atrás completamente adrede. Mateo se subió detrás de mí a lo que socarronamente Sergio le comentó "hoy me toca hacer de remisero? Que suerte la de ustedes eh!" A lo que nosotros reímos casi al unísono. Arrancó el auto y de ahí en más, fue pura fogosidad. Mateo empezó a besarme casi automáticamente, mientras me tocaba por el vestido y me lamía el cuello. "Qué bien que te queda la seda, desde ese día que me quedó fijado tu vestido en mis ojos" me dijo, a lo que yo sólo pude suspirar y ver por el espejo cómo Sergio miraba todo. Bajé mi mano a su entrepierna y estaba aún más dura y grande que antes!! Se dieron cuenta de lo que me excitaba, ya que dudo seriamente que haya podido disimular mi "mmmm" de placer al tocarlo. Ni lo dudé, saqué su pija y empecé a chupársela casi sin respirar... Quien gemía ahora era Mateo, aunque luego de unos minutos me di cuenta que Sergio también estaba tocándose por encima del pantalón... Se la chupé con todas mis ganas, me la comí hasta el fondo, me ahogué, me reí, lo miré fijamente y se la volví a chupar hasta que se detuvo el auto. Era la casa de Sergio. Se hizo un silencio y nos dijo "me parece que me están dejando un poco afuera de todo esto, pasamos a mi casa?" No hubo necesidad de contestar.
Entramos casi como un vendaval. Esta vez estaba más decidida y fui a encararlo a Sergio directamente. "Voy a recompensar tu espera" le dije relamiéndome... Al sacar su verga quedé impresionada... No sólo era más gorda y larga, sino que le faltaba ponerse dura y ya era enorme!! Me hubiera encantado vérsela flácida para contemplar cómo creía eso... Empecé a chupársela, pasándole mis labios y mi lengua por toda esa tremenda pija... Entre tanto fuego lo miro a Mateo mientras yo me apoyaba la verga de su amigo en la boca y le digo... "vení sonso, ya nos conocemos suficiente y creo que tenés unas ganas que las siento desde acá"... Seguí peteando desaforadamente a Sergio mientras pajeaba la hermosa verga de Mateo, la cual me sorprendía lo dura que estaba, aún más que en el auto... No era la única excitada hasta el límite de los tres... Fui a buscar a mi cartera un poco de lubricante y protección... Los miré a los dos y con mi mejor cara de perra les dije "voy a necesitar un poco de ésto porque sino ustedes dos me van a arruinar... y quiero que me acaben toda". Sergio dio el paso adelante y se puso frente a mi boca... Yo ya estaba en cuatro patas, tan entregada que la pija de Mateo entró sin ningún problema... No podía gemir de lo llena que tenía la boca de carne... Me estaba cogiendo como nunca, hasta me hizo morderle la verga a Sergio, que lanzó un gemido tan fuerte que me hizo acabar un poco... No podía resistirme más, necesitaba sentirlo adentro. Me di vuelta de un salto para chupársela aún más desaforadamente que en el auto. Su verga estaba ENORME, una vena gigante la cruzaba de la base a la cabeza... Sentía que iba a llenarme de leche en cualquier momento... Hasta que me penetró Sergio. Pude sentir en poco tiempo el orgasmo más fuerte e intenso que haya vivido, tanto que después de pocos minutos ya me había acabado dos veces encima... Mis gemidos eran salvajes... Mateo me agarraba del pelo y Sergio me cogía el orto de una manera... Duro pero gentil, rudo pero suave... Me agarraba con mucha firmeza y sus movimientos eran precisos... Gemí a más no poder hasta que sentí cómo las dos vergas se inflaban casi al mismo tiempo, dejándome rebalsando tanto la boca como la cola a la vez... Caí jadeante en el piso... agotada... extasiada... los miré, nos miramos, se miraron entre ellos y echamos a reír. "Jamás me hubiera imaginado que te verías así como mujer" Suspiró Sergio, a lo que Mateo retrucó "Si no querés imaginártelo, mirá sus curvas, mirá esa cola, sus piernas... Me encantaría verte así todos los días" Casi que se mordía al hablar... "Es hermosa boludo, ya no puedo verla más como un hombre y me calienta aún más que así sea!" Ahí fue cuando supe que recién había comenzado la noche, entrada casi la mañana.
2 comentarios - Deseos profundos.