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Se me dio con la Veterana (Cap 8 )

Hola Comunidad!! Perdón por tardar tanto en volver a escribir, pero tuve un inicio de año difícil y no tenía tiempo. Acá les dejo un nuevo relato de mi historia con Nancy. Saludos!!!

Después de pasar mis primeros exámenes, al fin pude volver a mi ciudad a pasar unos días con la familia y amigos, y con Nancy obviamente. Lo primero que hice fue caerle de sorpresa en el cyber, cuando me vio entrar esbozó una gran sonrisa al igual que yo, pero tuvimos que controlar nuestras emociones porque había mucha gente en el cyber.

Pasé por una computadora y me escribe por MSN diciéndome que pase al baño. Esperé unos minutos y fui. A los 5 segundos entra ella y se me tira encima, nos empezamos a besar y a tocar y ella rápidamente saca mi verga, se agacha y me la empieza a chupar con devoción. Me dijo que no teníamos mucho tiempo y que quería chupármela. Empezó lamiendo la cabeza, su lengua se movía como una víbora, recorría mi pija de arriba abajo y cuando llegaba a la punta la lamía con intensidad. Una vez que la mojó toda se la empezó a meter en la boca, fue entrando centímetro por centímetro hasta que no le entró más. Me hizo una garganta profunda que me mató, me dejó con una sensibilidad notable. Me la chupó un poco más y le acabé en la boca. Se tragó toda la leche que más pudo y un poco se cayó al piso. Ella se recompuso rápidamente, se arregló un poco y volvió a atender. Yo limpié todo y salí como si nada. Pero me había aflojado las piernas la muy yegua jajaja,

Como ella no me esperaba había hecho planes para esa noche, y yo aproveché y me junté a comer con mis amigos. Al día siguiente pasé por el cyber nuevamente y arreglamos para vernos a la noche. Me pasó a buscar en el auto y fuimos a su casa. Pusimos un poco de música, abrimos unas latas de cervezas y mientras tomábamos y bailábamos nos fuimos poniendo cachondos. Empezó el franeleo, las manos iban y venían y los besos se volvían cada vez más calientes.

Poco a poco nos fuimos desnudando, habíamos quedado sólo en bóxer yo y en culotte ella cuando se sentó en el sillón, abrió las piernas y se señaló la concha para que se la chupe. Me arrodillé en el piso, quedando en medio de sus piernas, y me zambullí en esa concha semi húmeda. Empecé lamiendola de a poco, para que se moje más. Mi lengua la recorría por todo el contorno, y sus jugos empezaban a inundar mi boca. Sus gemidos empezaban a subir de volumen mientras la cogía con mi lengua, le metí un dedo también y al poquito tiempo tuvo un orgasmo fuerte, de liberación. Mientras recuperaba el aliento me le tiré encima y la empecé a besar y manosear toda. Yo estaba re caliente y quería cogerla ya mismo.

Puse sus piernas en mis hombros, acerqué mi pija a su concha y se la empecé a meter de a poco. Sentía como se iba mojando con sus jugos cada centímetro de mi verga, sus paredes vaginales se iban abriendo a medida que se la metía hasta que entró. Volábamos de excitación, mi pija le entraba toda y ella me pedía más fuerte. Mis caderas chocaban contra su cuerpo y los embates eran violentos. Ella estaba en trance, sólo quería que la cogiera y yo lo hacía lo más duro que podía. La calentura nos desbordaba, su concha no para de chorrear y a mi la pija me iba a explotar.

Cambiamos de posición y ahora ella me montaba a mi, le gustaba tener el control de la situación. Lo que empezó con movimientos suaves rápidamente se convirtió en una cabalgata desenfrenada. Subía y bajaba sin parar, estaba más extasiada que de costumbre y yo lo disfrutaba sin parar. Le agarraba fuerte de las tetas mientras ella me cogía y gritaba cosas sucias. Un par de bombazos más y acabé dentro de ella. Fue una explosión dentro de su concha que se rebalsó de leche, juntó con la mano ese semen y se lo comió saboreándolo antes de tragarlo.

Quedé muerto en la cama, pero ella seguía con ganas de más así la acosté boca abajo y me puse a chuparle el culo. Se lo cogía con la lengua, ella no paraba de gemir, estaba totalmente desencajada y me pedía más. Mi lengua iba del culo a la concha y volvía sin parar, estuvimos así un ratito hasta que se me volvió poner dura. Se la apoyé entre las nalgas y sin dudarlo me dijo: “metemela en el culo que no aguanto más las ganas pendejo”. Sin perder un segundo apoyé la cabeza en su ano, me la mojé con saliva y empecé a meterla. Si bien se lo había chupado todavía le faltaba dilatación así que me costó un poco meterla toda.

Cuando logré hacerla entrar la dejé un instante hasta que me gritó que la coja. Empecé a bombear y sentía como me apretaba la verga, era genial. A medida que subía la intensidad de la cogida ella se seguía enloqueciendo. Nunca la había visto tan así de sacada, pero para mi era genial. Se la saqué, se puso en cuatro y se la volví a meter. Ver como mi pija entraba en ese culo grande y redondo era una locura. La agarré del pelo y más se calentó. Su culo estaba colorado de tanto chocar contra mi cuerpo, yo sentía que la pija me reventaba en cualquier momento.

Me hizo recostar en la cama, se sentó encima de mí, con la mano llevó mi verga hasta su culo y se la metió de una. Empezó a moverse, tenía el dominio de todo y le gustaba. Yo era su juguete y me lo hacía saber. Sus movimientos eran increíbles, me hacía gozar y delirar. Estuvimos un ratito más así hasta que no pude aguantar y acabé. Nancy la dejó en su culo hasta que perdió dureza y se la sacó. Se recostó a mi lado, me abrazó y me dijo al oído al oído: “Para tu próxima visita te voy a esperar con una sorpresita” y me guiñó el ojo. Obvio que le pregunté de que se trataba pero no me dijo nada. Nos dormimos y al día siguiente volví a mi casa, comí un asado con la familia y a la tarde me volví a Rosario…

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