Hechos reales
Estaba como practicante de medicina, en uno de los hospitales del interior. De a poco empece a conocer el personal con quien estaría trabajando durante 2 meses.
Estaba ella, una chica de 30 años, delgada, trigueña y alta para mi gusto, tiene unos pechos medianamente marcados, no eran grandes ni pequeños sino suficiente para sostener con una mano y bien paradas, la cola siempre marcada ya que se dedicaba al gym después del trabajo. Vale decir que me excitan los uniformes y su cuerpo resaltaba. Ella tan alegre que siempre hace bromas y comentarios picantes típicas, típicas en el sentido que es la conversación a diario que tiene con sus compañeras.
Uno de tantos días en donde no hubo muchos ingresos, ella me tira una indirecta en donde me decía: eres un bebe, si pudiera te tendría en mis brazos.
a lo que respondí: me gustaría no solo estar entre tus brazos, y guiñándole el ojo me retire silenciosamente, ella dibujo una cara de asombro, porque no esperaba esa respuesta, claro hasta el momento me mostré como una persona tímida a los comentarios que me hacían ella y sus compañera/os.
Con el pasar del tiempo las indirectas eran el pan de cada día entre nosotros, jugando a quien se ponía colorado de forma rápida.
Un día estando ella sola en el oficce de enfermería, esta llenando unas historia clínica, me acerque por la espalda y le dije al oído: me excita tanto tu uniforme, que no me imagino sin ella, y lo siguiente que hice es morderle con los labios el lóbulo de la oreja.
Después de eso me aleje rápido a la pieza de los residentes, justo que se encontraba la mayoría de los residentes en cirugía, no me percate que ella me siguió hasta ahí, me tomo del hombre y me empujo contra la pared, haciendo seña que no hable y cerrando la puerta me beso con unas ganas, metiéndome la lengua hasta el fondo, es la impresión que tuve. De repente se arrodillo y me hizo un pete, era una profesional ya que jugaba con la punta. y a veces la embocaba hasta el fondo.
No puedo describir el placer de verla arrodillada, mirándome a los ojos y vestida de enfermera, verle sus pequeños pechos bien contorneado. y por medio de un espejo que casualmente estaba instalado al frente puede ver ese culito como se abría cuando en un momento se coloco de cuclillas, pude acabar como los dioses. ella se levanto y tragando el néctar del placer, prosiguió con su labor.
Estaba como practicante de medicina, en uno de los hospitales del interior. De a poco empece a conocer el personal con quien estaría trabajando durante 2 meses.
Estaba ella, una chica de 30 años, delgada, trigueña y alta para mi gusto, tiene unos pechos medianamente marcados, no eran grandes ni pequeños sino suficiente para sostener con una mano y bien paradas, la cola siempre marcada ya que se dedicaba al gym después del trabajo. Vale decir que me excitan los uniformes y su cuerpo resaltaba. Ella tan alegre que siempre hace bromas y comentarios picantes típicas, típicas en el sentido que es la conversación a diario que tiene con sus compañeras.
Uno de tantos días en donde no hubo muchos ingresos, ella me tira una indirecta en donde me decía: eres un bebe, si pudiera te tendría en mis brazos.
a lo que respondí: me gustaría no solo estar entre tus brazos, y guiñándole el ojo me retire silenciosamente, ella dibujo una cara de asombro, porque no esperaba esa respuesta, claro hasta el momento me mostré como una persona tímida a los comentarios que me hacían ella y sus compañera/os.
Con el pasar del tiempo las indirectas eran el pan de cada día entre nosotros, jugando a quien se ponía colorado de forma rápida.
Un día estando ella sola en el oficce de enfermería, esta llenando unas historia clínica, me acerque por la espalda y le dije al oído: me excita tanto tu uniforme, que no me imagino sin ella, y lo siguiente que hice es morderle con los labios el lóbulo de la oreja.
Después de eso me aleje rápido a la pieza de los residentes, justo que se encontraba la mayoría de los residentes en cirugía, no me percate que ella me siguió hasta ahí, me tomo del hombre y me empujo contra la pared, haciendo seña que no hable y cerrando la puerta me beso con unas ganas, metiéndome la lengua hasta el fondo, es la impresión que tuve. De repente se arrodillo y me hizo un pete, era una profesional ya que jugaba con la punta. y a veces la embocaba hasta el fondo.
No puedo describir el placer de verla arrodillada, mirándome a los ojos y vestida de enfermera, verle sus pequeños pechos bien contorneado. y por medio de un espejo que casualmente estaba instalado al frente puede ver ese culito como se abría cuando en un momento se coloco de cuclillas, pude acabar como los dioses. ella se levanto y tragando el néctar del placer, prosiguió con su labor.
0 comentarios - la Enfermera mas bella!!!