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Estela, María Teresa y sus maridos, una orgía de novela

Buenas chicos y chicas, ya estoy de vuelta de Mar del Plata. Y quéles traigo: sí, otra de las número 1 del sexo, Estela y María Teresa, quecerraron a todo dar su verano de excitación, mimos y sexo, con sus maridos o,más todavía, entre ellas. O con todo, como hicieron el sábado 2 de febrero enel depto de Estelita, cuando con una gran cena despidieron sus vacaciones en laFeliz.
 
Ya conté de las aventuras que como cada verano tienen las noviaspelirrojas entre sí, también de las mías con Estela, de las de María Teresa consus amigas en Pinamar o con su matrimonio amigo en Mardel. Y claro, para notener más líos ocultándose de sus maridos para coger con lo que viniera, lasmujeres decidieron juntarse con buena picada en lo de Estela. Allá fueron Juan Carlosy María Teresa, vestida súper elegante con ropa de cuero negra, tacos, carterade cuero, sombrero  y muy maquillada, contres docenas de sandwiches de miga. Y allá los esperaban Ernesto con Estela,que para no ser menos vistió fino conjunto de charol negro, tacos altos y muymaquillada y perfumada, caliente como nunca. Incluso los hombres estabansospechosamente demasiado lindos, vestidos, superperfumados.
 
Apenas llegaron, María Teresa ni se inmutó por el marido de Estelay tras abrazarla, le dio un buen besote en la boca roja con brillito de suamiga. Los cuatro se sentaron, Estela preparó todo y disfrutaron picada dequesos y fiambres, aceitunas y los sandwiches. Tere pegadita a Estela le dabaal jamón crudo, salame y al queso roquefort, mientras le hacía mimitos en lasmanos a Teli. Y ésta le acariciaba la pollera de cuero a la gordota, que leconvidaba sandwich de miga. Mientras, Juan y ernesto, que ya hicieron lo suyotantas veces, también estaban medio pegoteaditos comiendo fiambre y haciendo algunacosita fuerte por debajo de la mesa. Teresa ni sabía que su marido se habíapuesto ropa interior de ella para andar con el marido de Estela.
 
Pasó la picada, la cerveza, los postres y más cerveza. Porquetodos empezaron, un poco por placer y mucho para entrar en clima, a tomar más dela cuenta. Las mujeres mimosas, el cuero de María Teresa que Estela letoqueteaba, el charol de Teli que María Teresa hervía, los hombres a los mimos mediotomaditos. Y cuando las mujeres entraron en borrachera, se empezaron atoquetear delante de los hombres pero mal. Estela, así de una, le pasó bien sumano suave y encremadita por la vagina de María Teresa, recubierta por lapollera de cuero, y por respuesta la gordota le metió la mano por su pollera decharol y le tironeó la bombacha fina. Estela le tocó de nuevo la pollera decuero en medio de las piernas, y María Teresa le acarició suave y excitada lacola de su amiga. Y acto seguido, las damas (¿damas?) les hicieron toqueteoseróticos a los hombres. Juan Carlos besuqueó a Estela en la boca y le tocó lastetas, María Teresa a los mimos y manoseo de pene con Ernesto, a los tipos seles paró el pene, a las mujeres se les excitó adentro de su orificio.
 
Qué les parece cómo siguió la cosa. Sí, orgía total. Ya no huboque ocultarse, ni las mujeres su locura, ni los hhombres la suya, ni lacalentura por la pareja del otro. Totalmente borrachos, estimulados por los sandwichitos,los postres y más, Estela, ernesto, María Teresa y Juan Carlos se dieron como enla guerra, cogiendo como si se terminara el mundo. Se terminaron de excitar, sequitaron la ropa los unos a los otros y explotaron en bolas. María Teresa, locacon el charol de Estela, apenas la vio en ropita la estampó contra una pared yle pasó las manos por todos lados, y cuando Estela se sacó su bombacha y su corpiño,primero la azotó con látigo de cuero y luego la violó con juguetes de sucartera, haciéndola gemir, gritar y acabar flujo, dándole por vagina y  cola. Luego, Estela fue agarrada por JuanCarlos, que la llevó a su pieza y tras sacarse su ropa de mujer, la penetróviolento por su vagina y le dio hasta llenarla de abundante semen. Mientras, Ernestose agarró a Tere y se la dio completamente pasado arriba de la mesa de la cena,ni importándole tirar lo poco que quedaba. La frotó adentro y la llenó de semenpor cola, y luego se la dio por la vagina en el sofá y la volvió a empapar desemen espeso, Teresa pegaba alaridos de placer con el pene del tipo que lacogió semanas atrás. Apenas terminaron las parejas, las mujeres fueroncepilladas por sus maridos, con violencia, furia y mucho semen.
 
Y el postre: la locura igualitaria, chicos. María Teresa se lallevó a Estela a su cama y le dio de nuevo, se le zambulló, la penetró concosas de su cartera, hasta el DNI lo que pudo, y Estelita loca de placerdisfrutó la potencia y salvajismo de su amiga, y las dos se chuparon,manosearon y bebieron todo su amor y su flujo a rabiar. Y por su lado, JuanCarlos se volvió a poner su corpiño y bombacha, le sacó a su mujer el lápiz de labiosde su cartera, se pintó los labios fuerte de rojo y se apareció así  a Ernesto, que en calzón enloqueció, no sé siconfundió a Juan con Estela, lo agarró, sujetó, manoseó, se quitó el calzón, lepasó el pene erecto a su amigote por el cuerpo y tras excitarlo, el marido deTere se sacó la ropa de mujer, Ernesto  lopuso en el sofá, y loco de placer y calentura se la dio como si fuera Estela.Una noche que siguió en continuado hasta el amanecer, cuando los cuatrocompletamente idos se acostaron despatarrados donde les dio su borrachera portodo el depto. Felices los cuatro, satisfechos, las mujeres con las mujeres,los hombres entre sí, cada uno se sacó el gusto con la mujer del otro, con lasuya, cada mujer con el hombre y el salchichón que quiso. Verano, vacaciones,que le llaman. Por supuesto, con la actuación estelar de Estela y María Teresa,las diosas del sexo total.
 

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