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Cara de Puta 3 - Violada en mi propia casa

Mi nombre es Perla Blackheart y este es mi nuevo relato. Para quienes no han leido los anteriores, les recomiendo que lo hagan para que entiendan un poco mas de que va este. Y para quienes si los han leido, muchas gracias y ojala este valga la pena su espera. Es un relato bastante fuerte, espero no sea demasiado guarro para algunos de ustedes. 
*Este relato quizas ya lo leyeron aqui, porque alguien me lo copió y lo subio como suyo a este foro, pero originalmente es mio. Espero les guste.


Eran las 5 de la tarde, me encontraba nuevamente conduciendo mi auto por las calles de New Mexico rumbo a mi casa. El dia, como ya era costumbre cada verano, era un infierno de calor. Habiamos tenido lluvias en los dias anteriores y para lo unico que habian servido era para poner la temperatura aun mas caliente, agregandole un dejo de humedad que no se quitaba con nada. La humedad, el trafico y los estúpidos conductores tortuga me habian puesto de mal humor, y lo peor es que aún me faltaban unas cuantas millas para llegar a mi casa. Me sentia sofocada y con ganas de matar a alguien. 
Puse una canción de Korn en el stereo de mi auto y subí el volumén a lo maximo, lo mismo que el aire acondicionado, intentando hacer mi viaje menos molesto.
Para colmo no habia encontrado la manera de vengarme de mi odioso vecino. Como les habia contado en relatos anteriores, habia descubierto a mi vecino espiandome por la ventana de mi casa. El mismo odioso vecino adolescente regordete que un par de semanas antes me habia fotografiado teniendo relaciones con mi esposo en la sala de mi casa, y habia tenido el descaro de mandarme las imagenes a mi celular.


 Y encima de todo me habia llamado Cara de Puta. No se porque eso me habia molestado tanto, incluso aún mas que las fotos. Mi esposo en ocasiones me llamaba puta al calor de la excitación. Puta, perra puta, pequeña puta, pinche puta, putita, y todas las variantes que se le ocurrieran. Como otros muchos matrimonios, lo usabamos para excitarnos mas en la intimidad. Era parte de nuestros juegos sexuales. parte de nuestro cachondeo intimo. El era al unico al que yo le permitía llamarme así. Incluso algunas de las pinches viejas odiosas de mi trabajo, con las cuales no tenia amistad con ninguna de ellas, sabia que a espaldas mias habian llegado a llamarme puta o bitch. De alguna forma todos ellos tenian una razon para llamarme asi. Mi esposo lo hacia para excitarme, y mis compañeras de trabajo porque seguramente me odiaban como yo a ellas.


 Pero que un estúpido chaval de 15 años sin ni siquiera conocerme me llamara de esa forma, por alguna razón habia logrado molestarme de la peor manera. Y de la peor manera tenia que ser mi venganza.
Con mi mente llena de pensamientos oscuros, finalmente llegué a mi hogar. Ni bien bajaba de mi auto, cuando encontré al chaval en el patio frontal de su casa, mirandome y sonriendome como si nada hubiera pasado. Como si fueramos los grandes amigos. Era ya la tercera o cuarta vez que lo topaba a la hora que yo llegaba a casa. Seguramente habia calculado a que horas llegaba yo y procuraba estar fuera de su casa para 'recibirme'.


 Me encaminé a toda prisa a la puerta de mi casa, con la espalda y el culo sudados tratando de escapar del calor. Ni bien dí un par de pasos cuando el chaval se acercó a mi, con expresión de apenado.


-”Oiga, quería pedirle una disculpa por.....” -comenzó a decir mi odioso vecino.
-”Chinga tu madre!” -le contesté, cortando de tajo sus palabras y metiendome a mi casa, dejandolo con la palabra en la boca enfrente de mi casa.


 Finalmente entré a la casa, recibiendo una oleada de aire fresco. Como era usúal, mi esposo habia llegado antes que yo y tenia el aire acondicionado a todo poder para hacerme mas agradable mi recibimiento. Detallitos que me hacian amarlo mas. Y tambien como ya era mis costumbre, me deshice de mis zapatos de un par de patadas, lanzadolos lejos de mi, para luego quitarme la blusa y mis jeans, dejandolos tirados en el pasillo mientras me dirigia a el shower, quedandome solo en brassiere y mi sucia y apestosa pantaleta. El maldito calor me hacia empapar todo el cuerpo de sudor, siendo mi vagina la que mas sufría por los embates de este horroroso clima de verano. Una ducha fria me haria volver a la vida. De pronto, algo me detuvo en seco.


No habia ningun ruido en casa. Estaba totalmente en silencio. No sonido de musica, ni de television. Solo el murmullo del aire acondicionado. Eso era extraño. Mi esposo lo primero que llegaba haciendo era prender el acondicionado y despues la tv. Estaba absorta en ese pensamiento cuando de repente una mano me tomó por las espaldas, mientras otra me tapaba la boca. Traté de defenderme, moviendome bruscamente tratando de escapar del agarre al que me tenia el sujeto pero mis esfuerzos eran inutiles, el era mucho mas fuerte que yo.


 Trataba inutilmente de soltarme de su amarre, al mismo tiempo que logré verlo de reojo. Era mas o menos de mi estatura, delgado o por lo que se alcanzaba a ver tenia varios tatuajes en brazos y cuerpo. Su rostro lo ocultaba bajo uno de esos que llaman pasa montañas en las peliculas de asaltantes de bancos y asi. Solo eran visibles sus ojos y su boca.


 Con un movimiento rapido, el sujeto me derribó al suelo poniendo uno de sus pies entre mis piernas. No lo vi venir, asi que caí con todo mi peso al suelo de manera estrepitosa. El golpe me dejó sin aire, y al tratar de incorporarme recibi una bofetada que me hizo ver estrellas. Saboreé el amargo sabor de mi propia sangre en mis labios y senti estar a punto de desvanecerme. El intruso me tenia en sus manos. Aprovechando la ventaja, el tipo me bajó mis panties por mis piernas, quitandomelas completamente.
Traté de detenerlo y evitar que me bajara las panties, por lo cual recibí de nuevo otra fuerte bofetada.


 -”¡No quiero que grites ni digas nada, perra!” -el intruso rugió hacia mi. metiendo mis pantaletas en mi boca. Despues de un dia completo de sudor y residuos vaginales, el sabor de mi ropa interior era horrible y sentir mi boca completamente ocupada por ella casi me hizo vomitar de asco.
Estaba tan ocupada en mis intentos por evitar mi vomito, que no noté cuando el intruso se bajó los jeans, me abrió las piernas y sin miramientos, me ensartó su miembro en mi vagina de un solo empujón!


 -”Mmmjjjjhhhhhh! Mjjjmmmmmhhh!! -traté de gritar al sentir su duro miembro abrir mis labios vaginales e irse hasta el fondo de forma brutal, pero la pantaleta en mi boca me lo impidió.


El intruso al sentir como su pene topaba con el fondo de mi vagina, sacó su miembro y nuevamente arremetió contra mi, como si intentara llegar hasta mi mismo útero y partirme en dos. Sus estocadas eran brutales, salvajes, con rabia. Traté de levantar mis brazos para detenerlo, consiguiendo esta vez una ración de bofetadas. Estubo dandome de estocadas que aunque fueron por un corto tiempo, cada vez eran mas profundas y dolorosas. El intruso se separó de mi, levantandose y dandome un leve respiro, pero poco me duró el gusto puesto que me tomó por mi abundante cabello y con fuerza me comenzó a arrastrar. Con mis manos trataba de, si no detenerlo, por lo menos aminorar el dolor que el jalón en mi cabello me provocaba. Tomé sus manos con las mias para de esa forma lograr que me arrastrara colgada a sus manos y no por la presión en mi cabello.


Llegamos a la sala de la casa, con el de píe y yo detras de el en el suelo victima de su jalón de cabellos. Al llegar a la sala, el intruso siguió arrastrandome por todo el piso, no solamente tratando de provocarme dolor, si no tambien con la intención de humillarme. El dolor en mi cuero cabelludo era insoportable. Sentia como mis lagrimas resbalaban por mi rostro, lagrimas negras producto de el maquillaje y sombra de mis ojos. Finalmente dejó de arrastrame, y depositandome en el piso de la sala, se acercó a mi como si quisiera decirme algo. Fue ahi cuando pude ver que tenía una navaja en su mano, la cual acercó a mi rostro y lentamente me habló.


-”Escuchame bien puta. Vas hacer lo que yo te diga, y si tratas de escapar, de gritar o hacer algo contra mi......te cortaré la lengua y te desfiguraré el rostro. Escuchaste bien? QUE SI ESCUCHASTE BIEN, PUTA!!?? -me dijo gritando al final, a lo cual asentí con varios movimientos de cabeza.
-”Ahora.....voy a sacarte tus calzones del hocico, pero si intentas gritar te los meteré de nuevo y hare que te los comas, entendido?“ -me dijo, a lo cual de nuevo le contesté con movimientos de cabeza.
Senti como abría mi boca y sacaba mis panties con sus dedos. Estaba completamente empapada de mi propia saliva, la cual al sentir mi boca abierta, escurrió libremente formando un grueso hilo hasta el suelo. Tomandola en su mano, me la pasó por la cara embarrandome de saliva y maquillaje mi ya de por si sucio rostro.


-”Por favor....pleasee....dejeme ir, no me haga nada. Le juro que no diré nada de esto a nadie” -le dije llorando en cuanto senti mi boca libre de mi ropa interior.
-”QUE TE CALLES!” Ahora escúchame perra, vas a hacer todo lo que digo, y si no lo haces, te arrepentirás” -gruñó, empujando la fría navaja con más fuerza contra mi cuello.
-”Respóndeme puta!” -gritó en mi cara. Asentí, gimiendo suavemente.
Acercándose más a mi oreja, susurró -”Voy a cogerte tan fuerte por el culo que no podrás caminar cuando haya terminado”


Me levantó nuevamente tomandome por el cabello, por lo cual logré mirarlo como estaba con su miembro de fuera de sus jeans. Mis ojos se agrandaron cuando noté el tamaño de su verga. Era grande y llena de gruesas venas, con una cabeza enorme. Seguramente me iba a destrozar el culo y temí que jamás volvería a caminar tal y como me habia amenazado. Él sonrió cuando se dio cuenta de lo que estaba mirando.


Me acostó en el piso boca arriba, y moviendose entre mis piernas, me las abrió evitando que las cerrara. Escupió su mano y procedió a ensalivarse la punta de su verga. Sabia lo que seguía a continuación y cerré mis ojos. Comenzó a empujar su verga contra mi ano con todas sus fuerzas, golpeándolo e intentando entrar en mi. De repente, un dolor agudo recorrió mi cuerpo al sentir como su miembro penetraba mi recto, nuevamente de forma brutal.


-”¡AYYYYY! ¡MIERDA! Me lastimaaaas pendejo! Sacala, sacalaaa por favooor!” -grité sofocada por el dolor. Sentia mi ano arder tal si me hubieran introducido chile. Recibí como respuesta una nueva bofetada.
-”Por favor, déjame ir" -susurré con lagrimas en los ojos.
 Él no tenía intención de dejarme ir. En todo caso, mi suplica lo hizo emocionarse aún más.
-”Si no tratas de correr, no te lastimaré” -fue su respuesta.
-”Todavía vas a ...?” -lo interrumpí cuando comenzó a quitarse primero la camisa.
 Él me soltó las muñecas y tomandome por mi pequeña cintura, empezo un mete y saca en mi adolorido ano.
-”Sí, todavía voy a follarte” -terminó su frase. “Pero si me obedeces, seré gentil”
Sonrió y se trepó sobre mi, inmovilizándome y besándome apasionadamente. Cogida por sorpresa, comenzé a luchar nuevamente, haciendo todo lo posible para alejarlo de mi. Pero no sirvió, era demasiado pesado.
-”Espera, no ...” -dije antes de que pudiera protestar más. El deslizó sus dedos en mi boca, obligándone a chuparselos, y luego lentamente comenzó a empujar de nuevo su longitud dentro de mi recto. Gimió ruidosamente cuando mi culo apretado y caliente le apretó la verga.


Quitando sus dedos ahora limpios de mi boca, se inclinó y me besó bruscamente, moviendo una mano hacia abajo para frotar su clítoris. Gemí y envolví mis piernas alrededor de su cintura, incapaz de luchar contra él por más tiempo.


Esto solo lo incitó más y le tomó todo lo que no tenía para zambullirse dentro y follarme sin sentido. Lentamente, se empujó dentro de mi hasta que me había llenado casi por completo. Gimió ruidosamente. Yo estaba tan apretada que tuvo que esperar hasta que se hubiera adaptado a mi antes de que pudiera comenzar a cogerme en serio.


Su boca se abrió en un gemido silencioso y yo cerré los ojos, mientras él comenzaba a sodomizarme más rápido. No habia ido a el sanitario antes de salir de mi trabajo, por lo que seguramente terminaria sacandome mis heces fecales con su miembro. El hijo de perra estaba llegando hasta lo mas profundo de mi recto y seguía empujando. Cerré los ojos, tratando de soportar esa posible humillación. Gemí, mordiéndome el labio para evitar hacer cualquier sonido.


-”Grita para mí” -gruñó. Abrí los ojos y lo miré.
-”Dime lo que quieres” -su voz era profunda. Cuando no respondi, dejó de moverse.
-”Dime lo que quieres que haga” -esta vez fue una orden.
Me retorcí en vano, tratando de hacerlo moverse. No sirvio. Mis ojos suplicaron, estaba al borde del orgasmo y él lo sabía.
-”Dime lo que quieres que te haga a ti” -repitió. Él sabía que me estaba torturando.
-”Quiero que me cojas" -susurré, avergonzada.
-”Qué fue eso?” -sonrió con suficiencia.
-”¡Cogeme! Cogeme como si fuera una puta, una perra!” -grité con frustración.
-”Ten cuidado con lo que deseas” -sonrió abiertamente y comenzó a moverse dentro de mi otra vez.
Mi mente ahora se apoderó del placer, envolvi mis piernas firmemente alrededor de su cintura, clavando mis uñas en su espalda. Dejó escapar un gruñido casi animal y comenzó a follarme más rápido. Se sentía tan bien alrededor de su pene; mojado, cálido y apretado
-”¡Oh, carajo!" -grité cuando comenzó a golpear realmente contra mi culo, ya no me importaba si podía lastimarme o no.
-”AHHH! OH DIOS SÍ!” - el estaba gimiendo incontrolablemente. Arqueé mi espalda, permitiéndole ir más profundo, mientras un orgasmo alucinante me consumía.
-”Mierda....Si...si..... Asi ….que apretado” -gruñó entre cada empuje mientras me follaba sin piedad. Sabía que no duraría mucho más. Mi culo ahora estaba masajeando su verga con cada empuje mientras otro orgasmo me sacudía, haciéndome gritar.
-”¡SÍ!". Dime lo que quieres!” -me ordenó entre gruñidos. Gemí ruidosamente y arquié mi espalda, empujando mis pechos contra su pecho.
-”DAME MAS¡ MAS FUERTE! ROMPEME EL CULO HIJO DE PUTA!!” -le ordené. Sus gemidos se intensificarón. Estaba cerca del orgasmo.


 En ese momento él sabía que yo ella era suya y el mio.
Al oírme gritar, fue cuando el finalmente cedió, y pude sentir sus bolas apretarse.
-”¡Oh, mierda! ¡Me estoy corriendo!” -gritó pegando su cuerpo contra el mio. Sus ojos se cerraron de golpe al darse cuenta de lo que estaba a punto de suceder. Deseaba sentir su semen llenarme pero quise castigarlo. Traté de alejarme de él para que no se corriera dentro de mi, pero me sostuvo.
-”AHHHHHhhhhhhh! ¡JODER, SÍ!” -gritó mientras enterraba su longitud entera en mi culo y disparaba su enorme carga de leche dentro de mi. La sensación de su semen caliente llenándome se sintió tan bien que fui empujada al borde nuevamente, teniendo un último orgasmo alucinante.
Él colapsó encima de mi, sin moverse, dejando que su verga se ablandara dentro de mi reventado culo.
Cuando él salió de mi y rodó hacia un lado, pude sentir sus jugos mezclados con mis heces salir de mi ano. Jadié, incapaz de moverme.


Despues de un corto tiempo luego de que recobrara el aliento, se puso de pie sobre mi. Mirandome a travez de los agujeros de su mascara. Tomando su ahora flácido pene entre sus dedos, apuntó hacia mi, y sin mas ni mas......comenzó a orinarme en el pecho, moviendo el chorro arriba y abajo para bañarme completamente el cuerpo.
-”Abre la boca” -me ordenó a lo cual ni tarda ni perezosa obedecí.


Redireccionó el chorro de orines, y apuntando hacia mi abierta boca, empezó a llenarmela por completo. Era demasiada la cantidad de orines que me ví obligada a tragarlos para no ahogarme. El sabor amargo y agrio llenó mi boca, siendo esta la primera vez que tomaba orines. El intruso pausaba el chorro, dandome tiempo de tomarlos cuando se me llenaba la boca. Empeze a tragar cada vez mas, saboreandolos, tratando de no ahogarme en el intento. Los ultimos chorros los dejó caer en mi rostro, formando una mascara de orines, lagrimas y maquillaje corrido. No podia verme a mi misma, pero estaba segura que mi aspecto era de dar asco.


Cuando por fin terminó, se agachó sobre mi y me besó apasionadamente, combinando nuestras salivas y quitandose la mascara, para revelar lo que yo sabia desde un principio. Era mi esposo Tommy, y este era otro mas de nuestros juegos sexuales.


-”Fantasia cumplida, baby. Espero te haya gustado” -me dijo tiernamente.
-”Me gustó bastante, aunque se te pasó la mano con las bofetadas. Me partiste el labio” -le respondi.
-”Bueno, dijiste que querias que fuera lo mas real posible y yo solo cumplí” -dijo riendose el muy cabrón, con esa sonrisa que me desarmaba por completo.
-”Okey, pero la proxima me toca a mi y te recibiré vestida de zombie. Asi que ni te quejes de las mordidas que te daré, hijo de puta” -le dije fingiendo enojo.
-”Prometo no enojarme, asi me arranques un brazo a mordidas” -respondió.
-”No es un brazo lo que tengo en mente de arrancarte” -le dije maliciosamente.
TOC TOC! Un par de toquidos a la puerta interrumpieron nuestra conversación. No acostumbrabamos a recibir visitas en la casa, asi que el golpeteó en la puerta nos tomó desprevenidos. Intenté levantarme al tiempo que le hacia señas a Tommy para que se vistiera y fuera a abrir la puerta, a lo que me contestó en señas que no, que lo hiciera yo. Le dije que me pasara algo para limpiarme el rostro.
-”Ve tú, asi sin limpiarte. Quiero ver que cara pone al verte asi, sea quien sea el inoportuno haha!” -me dijo Tommy, alargando un poco mas nuestro juego sexual. Le respondí levantando el dedo medio, o tirandole dedo como dicen en Mexico.
-”Solo espero no sean los testigos de Jehová” -le dije mientras me ponia su camiseta. Una cosa era salir con la cara bañada en fluidos y otra salir con las tetas al aire.


Abrí la puerta y para mi sorpresa, era mi fastidioso vecino adolescente. Su expresión fué de total sorpresa al ver mi cara con el maquillaje corrido, lagrimas negras, saliva embarrada por todo mi rostro inchado por las bofetadas de Tommy y apestando a orines. Totalmente un asco mi cara. En su mano llevaba un bat de baseball metalico. No dije palabra alguna, solo con mi expresión le pregunté que era lo que buscaba.


-”Este......esteee...escuché ruidos, y pensé que quizas necesitabas ayuda” -me dijo balbuceando sin apartar la mirada de mi rostro.
-”Ayuda para que o qué?” -le respondí, fingiendo un enojo que la verdad no sentía. Estaba demasiado agotada por los orgasmos de hace un momento, y ni ganas tenia de enfadarme. Y hasta cierto punto, me parecía tierno el que viniera según el a 'rescatarme'.
-”Este.....este.....perdón, creo que me confundí. Pensé que estabas en problemas” -acertó a decirme con genuina pena. La verdad no dudé que nos estuviera espiando por la ventana.
-”No pasa nada, chaval. Vete a tu casa y no estes jodiendo” -le dije al tiempo que cerraba la puerta en su cara. Apenado el vecino dió la vuelta y se dirigió a su casa, sin dirigir la mirada hacia mi.
Antes de cerrar completamente la puerta, le grité: -”HEEEY! A lo que el latoso adolescente volteó hacia mí.
-”Gracias de todas maneras, pequeño cabroncito” -le dije, dedicandole mi horrible sonrisa. Era la primera vez que me veia sonreir y la expresion en su cara fue un agasajo. La misma expresión de sorpresa, desagrado y hasta podria decir de miedo que provocaba en todos los que me veian alguna vez sonreir. Mi sonrisa era horrible y por eso jamás sonreia para nadie. Pero cuando lo hacia, me encantaba la forma en que incomodaba a la gente que tenia la mala fortuna de verme.


El chaval terminó por meterse a su casa a toda prisa, y yo regresé a la mia. Ya Tommy estaba en la puerta del shower con un par de toallas de baño, esperandome para ducharnos.
-”Quien era?” -me preguntó,
-”El vecino, pero se fué al verme la cara” -le respondí mientras me quitaba la playera y me dirigia a la ducha. La cojida me habia dejado agotada y necesitaba un baño para relajarme.
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Ya entrada la noche me encontraba en cama, respondiendo los mensajes que algunos lectores de mis relatos habian tenido el detalle de mandarme. Tommy se encontraba a mi lado, durmiendo profundamente. La cogida lo habia dejado practicamente muerto y habia caido en los brazos de Morfeo. Estaba por apagar mi telefono celular para tambien finalmente dormir, cuando vibró en señal de que habia recibido un mensaje. Lo abrí y pude ver que era de mi odioso vecino adolescente.


-”AHORA VEO PORQUE NUNCA SONRIES. TIENES LA SONRISA MAS HORRIBLE QUE HE VISTO EN MI VIDA” -decia su texto. Pensé en mentarle la madre, pero tomé su comentario mas como un halago en vez de insulto.
-”Nunca sonrío para nadie, pequeño gusano. Asi que deberias estar agradecido” -le contesté.
-”Bueno, eso quiere decir que te empiezo a agradar” -respondió.
-”Quieres agradarme? Quieres caerme bien? Borra las fotos y todo lo que tengas de mi, incluyendo estos textos. Y no vuelvas a espiarme por mi ventana. Hazlo y llevamos la fiesta en paz y nada pasará. Y jamás, nunca de los nuncas, me vuelvas a llamar Cara de Puta. Ok?” -le contesté. La verdad habia pensado en una y mil formas de castigarlo, pero estaba tan cansada que decidí darle la oportunidad de enterrar el hacha de la guerra.
-”Ok, lo haré. Eso signfica que ya somos amigos?” -me contestó el chaval.
-”Amigos? Nunca, ni en tus sueños mas húmedos, hijo de puta. Y ya dejame dormir que estoy muy cansada” -le contesté al chaval, pero agregandole un emoji de una carita sonriente.
-”Okey, que descanses” -me respondió con un emoji igual.


Cerré mi celular y lo puse bajo mi almohada como siempre lo hacia. Por ahora le daba pase libre al mocoso con tal de que dejara de joder. Y en cuanto a Tommy, tenia que idear alguna fantasia sexual para vengarme de la cogida de hoy. Lo iba a dejar seco, pero antes lo tenia que hacer sufrir. Iba a sufrir la venganza de Perla Blackheart, y tenia que ser una mega cogida épica


FIN DE EL RELATO.

5 comentarios - Cara de Puta 3 - Violada en mi propia casa

ToroAmigo +1
Esta buenisomo, gracias por el aportazo
fulanito_bisex +1
mke gusto +10. creo que alguien copio este relato te dejo el link http://www.poringa.net/posts/relatos/3304646/Violada-en-Mi-Propia-Casa.html
Perla_Blackheart +1
Si, lo se. Ya alguien lo habia subido aqui y no me dio credito. Pero originalmente es mio. Gracias