Si Estela le da al asunto duro y largo, qué te cuento de MaríaTeresa. Aunque cada una está en un lugar distinto, se conectan bien. Y mirá sise conectan bien que estos días estuvieron en su salsa en el departamento deEstela.
La delgada y excitante pelirroja invitó a Teresa una vez más, comoel sábado de la picada donde se dieron, a cenar a Mar del Plata. Estela teníaun plan genial para que la gordota disfrutara como nunca antes, y eso que yallevan años revolcándose. Aunque ni idea, María Teresa se excusó con el marido,lo dejó ahí en Pinamar, se vistió conropa de cuero negra, medias negras, tacos, y muy maquillada y perfumada, concartera fina y hasta sombrero, se fue con dos docenas de sandwiches de migapara allá. Se mandó nomás en el primer micro disponible y se hizo los 100 km aMardel. Llegó, se tomó un remise y a lo de Estela, que por supuesto la esperóelegante con su marido, también muy bien vestido. Ellos prepararon picada, Terellegó, Estela la abrazó y besuqueó, la toqueteó excitadita por su cuero y lahizo subir, y luego de saludar a Ernesto, los tres pasaron una cenaespectacular en el lindo living comedor del matrimonio.
Mientras charlaban y comían fiambre, los de miga y buena cerveza,Estela estaba muy toquetona con María Teresa. Está bien que la gorda y su cuerollamaban los ratones de la anfitriona, pero Teli le pasaba las suaves manos porel cuerpo y alguna que otra parte, además de convidarle sandwichitos y hacerlemimos y besitos. Y Ernesto qué te digo, sentado del otro lado de Tere en lugarde su mujer, también le convidaba y le acariciaba deseoso su pollera negra decuero. Teresa se calentaba, pero no quería explotar ahí en la cena. Luegopostre, luego cafecito y los dos la invitaron a quedarse a dormir.
Pero pará, así nomás no termina la cosa. Tanto ratones, tantosandwichito, tanto toquecito, que Tere se la llevó aparte a Estela y le propusoir a un hotel, diciéndole que estaba caliente. Estela, genial, le dijo que sequedara ahí que la iba a pasar bien. La otra no entendía, coger con su noviadelante del marido, si bien ya se dieron en orgías. Pero Estela lo hizo: lallevó suave y mimándola a su pieza, Ernesto la agarró a Teresa y le empezó atoquetear y mimar todo, Tere mucho no gustó por su amiga, pero al ver que ellale daba para adelante se relajó. "Ponete cómoda mi amor", le dijoEstela, y María Teresa se sacó su ropa de cuero y quedó en blusita delante deErnesto.
Para qué. El marido de Estela, con su mujer ahí adentro, la sujetófuerte a la gordota, le pasó las manos por tetas, vagina, culo, todo, labesuqueó y mimó todo y por instinto, María Teresa se quitó su blusa. Ernestoenloqueció, le sacó el corpiño y la siguió manoseando. Tere jadeaba, peroalcanzó a excusarse con su amiga. "Ay, ah, ah, ay qué lindo, ah , perdonáTeli pero me gusta", decía entre resoplidos mientras Erne le pasaba lasmanos por el culo gordo. Encima Estela le mandó "todo bien, Tere, dalenomás, te queremos". Y María Teresa se quitó nomás la bombacha, se puso enposición y Ernesto se le subió, la penetró duro por su vagina y tras diez devigorosa cogidaza, el hombre con su pene terrible eyaculó semen a borbotones enla vagina de María Teresa, que acabó de lo lindo y se chupó todo y le tragó elsemen al tipo.
Pero ahí nomás vino el plan de Estela que María Teresa ni pensaba. Una sola vez lagorda, tanque, monstruo del sexo, fue garchada, fue con María del Carmen en lacasa de ésta. Esta fue la segunda: mientras Teresa estaba aflojándose de suorgasmo, completamente desnuda y abierta de piernas boca arriba, Estela sequitó todo rápido, agarró su cartera, sacó un juguete forrado en cuero, semetió furiosa en la cama y tras separar bien las piernas de Tere, se lo enchufóy luego se le zambulló encima, dándole con todo. Sí, Estela violó duro a MaríaTeresa, 65 kilos contra 110. Y qué te digo los gemidos de Tere y que lasmujeres acabaron violenta, intensa y fuertemente con lindos alaridos al largarsu flujo. Y ahí no terminó, porque Teresa quiso más y los dos la agarraron, lasacaron de la cama, la pusieron contra un placard y mientras Estela le metíapor atrás lo que había a mano, Ernesto se la cogía por delante con su penachoduro. Por supuesto que eyaculó tremendo semen de nuevo, por supuesto que Teresalargó flujazo, que luego las dos mujeres lo hicieron de nuevo solitas, luegolos tres de nuevo. Una noche marplatense bien feliz para la gordota, y Estelase mandó un plan perfecto e inolvidable para María Teresa y su locura sexual.
La delgada y excitante pelirroja invitó a Teresa una vez más, comoel sábado de la picada donde se dieron, a cenar a Mar del Plata. Estela teníaun plan genial para que la gordota disfrutara como nunca antes, y eso que yallevan años revolcándose. Aunque ni idea, María Teresa se excusó con el marido,lo dejó ahí en Pinamar, se vistió conropa de cuero negra, medias negras, tacos, y muy maquillada y perfumada, concartera fina y hasta sombrero, se fue con dos docenas de sandwiches de migapara allá. Se mandó nomás en el primer micro disponible y se hizo los 100 km aMardel. Llegó, se tomó un remise y a lo de Estela, que por supuesto la esperóelegante con su marido, también muy bien vestido. Ellos prepararon picada, Terellegó, Estela la abrazó y besuqueó, la toqueteó excitadita por su cuero y lahizo subir, y luego de saludar a Ernesto, los tres pasaron una cenaespectacular en el lindo living comedor del matrimonio.
Mientras charlaban y comían fiambre, los de miga y buena cerveza,Estela estaba muy toquetona con María Teresa. Está bien que la gorda y su cuerollamaban los ratones de la anfitriona, pero Teli le pasaba las suaves manos porel cuerpo y alguna que otra parte, además de convidarle sandwichitos y hacerlemimos y besitos. Y Ernesto qué te digo, sentado del otro lado de Tere en lugarde su mujer, también le convidaba y le acariciaba deseoso su pollera negra decuero. Teresa se calentaba, pero no quería explotar ahí en la cena. Luegopostre, luego cafecito y los dos la invitaron a quedarse a dormir.
Pero pará, así nomás no termina la cosa. Tanto ratones, tantosandwichito, tanto toquecito, que Tere se la llevó aparte a Estela y le propusoir a un hotel, diciéndole que estaba caliente. Estela, genial, le dijo que sequedara ahí que la iba a pasar bien. La otra no entendía, coger con su noviadelante del marido, si bien ya se dieron en orgías. Pero Estela lo hizo: lallevó suave y mimándola a su pieza, Ernesto la agarró a Teresa y le empezó atoquetear y mimar todo, Tere mucho no gustó por su amiga, pero al ver que ellale daba para adelante se relajó. "Ponete cómoda mi amor", le dijoEstela, y María Teresa se sacó su ropa de cuero y quedó en blusita delante deErnesto.
Para qué. El marido de Estela, con su mujer ahí adentro, la sujetófuerte a la gordota, le pasó las manos por tetas, vagina, culo, todo, labesuqueó y mimó todo y por instinto, María Teresa se quitó su blusa. Ernestoenloqueció, le sacó el corpiño y la siguió manoseando. Tere jadeaba, peroalcanzó a excusarse con su amiga. "Ay, ah, ah, ay qué lindo, ah , perdonáTeli pero me gusta", decía entre resoplidos mientras Erne le pasaba lasmanos por el culo gordo. Encima Estela le mandó "todo bien, Tere, dalenomás, te queremos". Y María Teresa se quitó nomás la bombacha, se puso enposición y Ernesto se le subió, la penetró duro por su vagina y tras diez devigorosa cogidaza, el hombre con su pene terrible eyaculó semen a borbotones enla vagina de María Teresa, que acabó de lo lindo y se chupó todo y le tragó elsemen al tipo.
Pero ahí nomás vino el plan de Estela que María Teresa ni pensaba. Una sola vez lagorda, tanque, monstruo del sexo, fue garchada, fue con María del Carmen en lacasa de ésta. Esta fue la segunda: mientras Teresa estaba aflojándose de suorgasmo, completamente desnuda y abierta de piernas boca arriba, Estela sequitó todo rápido, agarró su cartera, sacó un juguete forrado en cuero, semetió furiosa en la cama y tras separar bien las piernas de Tere, se lo enchufóy luego se le zambulló encima, dándole con todo. Sí, Estela violó duro a MaríaTeresa, 65 kilos contra 110. Y qué te digo los gemidos de Tere y que lasmujeres acabaron violenta, intensa y fuertemente con lindos alaridos al largarsu flujo. Y ahí no terminó, porque Teresa quiso más y los dos la agarraron, lasacaron de la cama, la pusieron contra un placard y mientras Estela le metíapor atrás lo que había a mano, Ernesto se la cogía por delante con su penachoduro. Por supuesto que eyaculó tremendo semen de nuevo, por supuesto que Teresalargó flujazo, que luego las dos mujeres lo hicieron de nuevo solitas, luegolos tres de nuevo. Una noche marplatense bien feliz para la gordota, y Estelase mandó un plan perfecto e inolvidable para María Teresa y su locura sexual.
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