Y el final de ese verano 2015 de las novias fue a todo fuego ysexo. El martes 27 de enero Estela y Ernesto se iban de sus inolvidablesvacaciones en Mar del Plata para Buenos Aires, ya que justo ese día su hijamayor, la potra de Belinda, cumplía años y se lo festejarían como siempre. Peroel lunes a la tardecita, sabiendo que al día siguiente Telita se iba, MaríaTeresa la llamó y la invitó a cenar junto con su hermana María Beatriz al aparthotel donde habían pasado aquella luna de miel. Tere le dijo que las dosquerían agasajarla con una buena picada antes de irse, pero tenían otrasorpresa que claro no le avisaron, pero que Estela ya se enteraría. Le dijo quesí, arreglaron todo y las dos hermanas Vanucci la pasaron a buscar en el autode Bea el lunes a la noche.
María Teresa bajó del auto, subió a su departamento y tocó eltimbre. Estela estaba vestida bien infartante con el conjunto de charol decampera y pollera con guantes y todo, tacos bien altos, la cartera de charol,con un exquisito perfume y muy pero muy maquillada. Además, aunque no sabía siiba a haber algo más, la delgada linda pelirroja se puso tremenda ropainterior. Y Teresa, otra vez elegante con la campera y pollera de cuero negra,guantes, cartera y botas con taco alto, con una enorme cantidad de pintura enla cara y un perfume fortísimo. Estela se despidió de su marido, las tressalieron y ya en el pasillo Estela se agarró a María Teresa del brazo, muymimosa. Subieron al auto, saludando a Beatriz que también estaba de cuero perode tapado. Estela se sentó atrás con Teresa y durante el viaje ambas se dijeroncosas dulces y se hicieron mimos y besos chiquititos en la boca. Aunque fuerasólo una cena, la madre de Belinda estaba igual de pegajosa con las chicas.Pero ni pensaba lo que vendría después...
Llegaron al hotel, se pusieron cómodas en la habitación; porejemplo Estela se sacó los guantes, los guardó en la cartera, sacó la crema delas manos y se puso invadiendo elambiente con el rico aroma, lo cual excitó a las dos, que ya se habían quitadosus guantes y carteras pero estaban de cuero bellísimas. Y nomás las gordotasle regalaron una espectacular cena con rosas, mantel de charol y una granpicada como siempre, con mucha cerveza como para que ella se pusiera bien borracha,aunque tomó despacio para disfrutar y sabiendo que se iba en pocas horas. Peroigual disfrutó nomás el queso, el fiambre, el jamón crudo, el leberwurst, lossandwichitos triples de miga, las aceitunitas, la cerveza y luego, un buen flancon dulce de leche. Las tres charlaron, se rieron, disfrutaron la picada. Yrecordaron alguna que otra anécdota de sus locuras pero ahí para no tentarse.Pero Bea y Tere ya estaban superpreparadas. Las hermanas Vanucci, robustas,gordinflonas, elegantes, mimosas ydecididas a todo, estaban listas para darle una que Estela ni se esperaba.
Y entonces, después de la cena de regalo, María Teresa y MaríaBeatriz la llevaron a Estela a otra habitación ya lista para una noche deplacer, hasta con más botellas de alcohol para terminar de emborracharla, y esoque la pelirroja ya estaba un poco tomada. Pero las dos gordotas hermanas ledijeron que se pusiera cómoda y se relajara, y le dieron nomás más cerveza. Yluego pasaron a un fuerte champagne, que Teli tomó con locura porque leencanta; mientras, las pelirrojas estaban tomadas, estimuladas con algunapastilla y la miraban muy enamoradas y ya casi excitadas. Y Estela no pudo másy se tentó. Ya completamente borracha, se quitó la campera de charol y les dijocosas dulces. Y ellas aprovecharon para ir sacándose algo y también decirlecositas y mimarla, mientras no paraban de darle champagne. Estela intuía que encualquier momento iban a desatarse con tuttti y se le iban a ir encima, con loque a ella le encanta porque son grandotas y pesan más de 200 kilos entre lasdos.
Y así fue nomás. Las mujeres se calentaron, se sacaron todo, Estelalas ligas y las medias negras, tomaron un montón más, juguetearon a ver quiénse quitaba lo último y fue Estela que se sacó el corpiño, con ayuda de Bea, ysolita se quitó despacito la bombacha negra con encaje para comenzar adisfrutar. Y de ahí para adelante, Bea y Tere enfurecieron y le hicieronabsolutamente de todo, aplastándola primero contra la pared y luego en sandwichcon todo su peso, hasta dejarla media nocaut. Y ahí aprovecharon y se la dieroncon todo. Teresa le manoseó los pechos y el pubis y le enchufó un juguete largopor la vagina lleno de semen, mientras Beatriz le hacía lo mismo por atrásmetiéndole un salchichón en la cola. Las dos la besuqearon y manosearon toda,la penetraron mil veces, la retorcieron a más no poder, encima superborrachas yempastilladas con alguna cosita para la potencia sexual. Después cada una se lohizo individualmente repasándola de punta a punta a pesar de que Estela estabaa la miseria, aparte de hacerla masturbar y filmarla y sacarle fotos; una lohacía y la otra registraba todo. Luego las geniales gordazas la obligaron ahacerles ella de todo, lo que Teli hizo sin ningún problema, y las registró alas dos dándose con todo a sí mismas y luego, entre ellas. Y para rematar(porque no paraban) volvieron a darle aplastándola bien con sus 100 y pico dekilos por donde se les cantó, aparte de decirle todas las porquerías que podíancon su voz totalmente ida por la borrachera, igual que la pelirroja que lespedía más y más.
Y terminaron casi a las 5 de la mañana, a Estela qué le importabaque a las 7 salía con su marido para Buenos Aires. Las tres se bañaron, sevolvieron a vestir y las mujeronas la llevaron a Estelita en el auto, despaciopor el pedo que tenían, hasta el departamento, donde la dejaron dándole cadauna un enorme beso en la boca. Una espectacular sorpresa de sus amigas con lasque Teli cerró un verano a puro sexo y placer. Después tuvo suerte, porque sumarido entendió que ella había pasado una noche de festejo con las chicas y nodijo nada de su borrachera y sus ojeras. Al contrario, Ernesto dulce la sentóen el auto porque no se podía mover, le puso el cinturón de seguridad, cerrótodo y la llevó a su casa en Olivos. Y Estela durmió profundamente en el viaje,recordando todo el sexo que había hecho con Teresa y Beatriz, satisfechaampliamente por la gran sorpresa de sus divinas amigas.
María Teresa bajó del auto, subió a su departamento y tocó eltimbre. Estela estaba vestida bien infartante con el conjunto de charol decampera y pollera con guantes y todo, tacos bien altos, la cartera de charol,con un exquisito perfume y muy pero muy maquillada. Además, aunque no sabía siiba a haber algo más, la delgada linda pelirroja se puso tremenda ropainterior. Y Teresa, otra vez elegante con la campera y pollera de cuero negra,guantes, cartera y botas con taco alto, con una enorme cantidad de pintura enla cara y un perfume fortísimo. Estela se despidió de su marido, las tressalieron y ya en el pasillo Estela se agarró a María Teresa del brazo, muymimosa. Subieron al auto, saludando a Beatriz que también estaba de cuero perode tapado. Estela se sentó atrás con Teresa y durante el viaje ambas se dijeroncosas dulces y se hicieron mimos y besos chiquititos en la boca. Aunque fuerasólo una cena, la madre de Belinda estaba igual de pegajosa con las chicas.Pero ni pensaba lo que vendría después...
Llegaron al hotel, se pusieron cómodas en la habitación; porejemplo Estela se sacó los guantes, los guardó en la cartera, sacó la crema delas manos y se puso invadiendo elambiente con el rico aroma, lo cual excitó a las dos, que ya se habían quitadosus guantes y carteras pero estaban de cuero bellísimas. Y nomás las gordotasle regalaron una espectacular cena con rosas, mantel de charol y una granpicada como siempre, con mucha cerveza como para que ella se pusiera bien borracha,aunque tomó despacio para disfrutar y sabiendo que se iba en pocas horas. Peroigual disfrutó nomás el queso, el fiambre, el jamón crudo, el leberwurst, lossandwichitos triples de miga, las aceitunitas, la cerveza y luego, un buen flancon dulce de leche. Las tres charlaron, se rieron, disfrutaron la picada. Yrecordaron alguna que otra anécdota de sus locuras pero ahí para no tentarse.Pero Bea y Tere ya estaban superpreparadas. Las hermanas Vanucci, robustas,gordinflonas, elegantes, mimosas ydecididas a todo, estaban listas para darle una que Estela ni se esperaba.
Y entonces, después de la cena de regalo, María Teresa y MaríaBeatriz la llevaron a Estela a otra habitación ya lista para una noche deplacer, hasta con más botellas de alcohol para terminar de emborracharla, y esoque la pelirroja ya estaba un poco tomada. Pero las dos gordotas hermanas ledijeron que se pusiera cómoda y se relajara, y le dieron nomás más cerveza. Yluego pasaron a un fuerte champagne, que Teli tomó con locura porque leencanta; mientras, las pelirrojas estaban tomadas, estimuladas con algunapastilla y la miraban muy enamoradas y ya casi excitadas. Y Estela no pudo másy se tentó. Ya completamente borracha, se quitó la campera de charol y les dijocosas dulces. Y ellas aprovecharon para ir sacándose algo y también decirlecositas y mimarla, mientras no paraban de darle champagne. Estela intuía que encualquier momento iban a desatarse con tuttti y se le iban a ir encima, con loque a ella le encanta porque son grandotas y pesan más de 200 kilos entre lasdos.
Y así fue nomás. Las mujeres se calentaron, se sacaron todo, Estelalas ligas y las medias negras, tomaron un montón más, juguetearon a ver quiénse quitaba lo último y fue Estela que se sacó el corpiño, con ayuda de Bea, ysolita se quitó despacito la bombacha negra con encaje para comenzar adisfrutar. Y de ahí para adelante, Bea y Tere enfurecieron y le hicieronabsolutamente de todo, aplastándola primero contra la pared y luego en sandwichcon todo su peso, hasta dejarla media nocaut. Y ahí aprovecharon y se la dieroncon todo. Teresa le manoseó los pechos y el pubis y le enchufó un juguete largopor la vagina lleno de semen, mientras Beatriz le hacía lo mismo por atrásmetiéndole un salchichón en la cola. Las dos la besuqearon y manosearon toda,la penetraron mil veces, la retorcieron a más no poder, encima superborrachas yempastilladas con alguna cosita para la potencia sexual. Después cada una se lohizo individualmente repasándola de punta a punta a pesar de que Estela estabaa la miseria, aparte de hacerla masturbar y filmarla y sacarle fotos; una lohacía y la otra registraba todo. Luego las geniales gordazas la obligaron ahacerles ella de todo, lo que Teli hizo sin ningún problema, y las registró alas dos dándose con todo a sí mismas y luego, entre ellas. Y para rematar(porque no paraban) volvieron a darle aplastándola bien con sus 100 y pico dekilos por donde se les cantó, aparte de decirle todas las porquerías que podíancon su voz totalmente ida por la borrachera, igual que la pelirroja que lespedía más y más.
Y terminaron casi a las 5 de la mañana, a Estela qué le importabaque a las 7 salía con su marido para Buenos Aires. Las tres se bañaron, sevolvieron a vestir y las mujeronas la llevaron a Estelita en el auto, despaciopor el pedo que tenían, hasta el departamento, donde la dejaron dándole cadauna un enorme beso en la boca. Una espectacular sorpresa de sus amigas con lasque Teli cerró un verano a puro sexo y placer. Después tuvo suerte, porque sumarido entendió que ella había pasado una noche de festejo con las chicas y nodijo nada de su borrachera y sus ojeras. Al contrario, Ernesto dulce la sentóen el auto porque no se podía mover, le puso el cinturón de seguridad, cerrótodo y la llevó a su casa en Olivos. Y Estela durmió profundamente en el viaje,recordando todo el sexo que había hecho con Teresa y Beatriz, satisfechaampliamente por la gran sorpresa de sus divinas amigas.
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