Ahora empiezo a contarles locuras de verano de estas novias Estelay María Teresa. Empecemos por 2015, cuando estando en sus típicas vacaciones enMar del Plata, Estela habló con MaríaTeresa y ésta le confirmó que no sólo iba a ir a Pinamar a su depto, sino queiría a visitarla al suyo, para lo cual ella y Ernesto prepararon una buenapicada, tal como hacen todos los años. Y para eso Telita se puso un conjuntonuevo de ropa de charol negra que se había comprado para excitar a su marido y,también, a ella, a quien le había dicho que la iba a esperar “con una ropasorpresa”, que claro no le dijo. Por su parte, Teresa engordó un montón a propósitopara pesar muchos kilos cuando se le revolcara a Estela, comiéndose todo y detodo en su casa hasta llegar de sus habituales 85, 90 kilos a 110 el día de sullegada a la costa.
Ese 7 de enero cuando llegó, Tere se fue a la noche con JuanCarlos, su marido, para el departamento, donde Estela la esperó vestida concharol y supermaquillada y perfumada, elegante igual que Ernesto. María Teresase sorprendió y excitó al verla, no se la esperaba. Ella también estaba muyelegante, vestida con el conjunto de ropa de cuero que su novia le regaló parasu cumpleaños y con muchísima pintura en la cara, cartera finísima al hombro ytacos altos de cuero. Y luego de la superpicada con fiambres, quesos,aceitunas, sandwiches de miga, cerveza y postre, los hombres se quedaron en elcomedor y las mujeres fueron a la habitación, donde ya habían convenido estarun rato para hacerse mimos y armar un gran plan: saldrían esa misma noche parahacer el amor y luego, se alojarían tres días en un apart hotel a unos 20minutos de la casa, obviamente para pasar una pequeña luna de miel conmuchísimo sexo. Las dos salieron nomás, hicieron el amor (Tere se superexcitócon el charol de Estela y demás y la repasó enterita) y luego se fueronjuntitas para el apart con sus equipajes,para pasar tres días de amor y muchosexo.
Y así hicieron nomás. Se hicieron mimos, caricias, dormirjuntitas, besos en la boca y en todo el cuerpo, siesta y estadíasuperplacentera. Y luego, sexo ya de día, a la mañana tras el desayuno en malla, y después encualquier lugar y momento de su hogar. Luego seguían en la playa mientrastomaban sol, lo que a Tere la superexitaba, le pasaba cremita a Estela y latoqueteaba toda estando en malla o después de sacarse la de cada una). Y lasnovias remataban de noche tras una buena picada con mucho fiambre, queso detodo tipo, cerveza y bien borrachas, sacándose Tere su corpiño y bombacha yTeli todo el armazón erótico que preparó: medias negras, portaligas, corpiño ybombacha con encaje. Y María Teresa se le revolcaba a Estela con sus ya 115 ypico de kilos dándole duro por vagina y cola, por las dos vías al mismo tiempo,penetrándola con juguetes, dándole flujo en su boca, masturbándose y pasandonoches (y días, ya que algo de eso hacían de día como conté) de absoluto placerhasta el amanecer.
De esa forma las mujeres pasaron tres días y tres noches paravolverse supersatisfechas y contentísimas a sus casas, donde claro quesiguieron el sexo con sus maridos. Pero sus locuras veraniegas no terminaríanahí.
Ese 7 de enero cuando llegó, Tere se fue a la noche con JuanCarlos, su marido, para el departamento, donde Estela la esperó vestida concharol y supermaquillada y perfumada, elegante igual que Ernesto. María Teresase sorprendió y excitó al verla, no se la esperaba. Ella también estaba muyelegante, vestida con el conjunto de ropa de cuero que su novia le regaló parasu cumpleaños y con muchísima pintura en la cara, cartera finísima al hombro ytacos altos de cuero. Y luego de la superpicada con fiambres, quesos,aceitunas, sandwiches de miga, cerveza y postre, los hombres se quedaron en elcomedor y las mujeres fueron a la habitación, donde ya habían convenido estarun rato para hacerse mimos y armar un gran plan: saldrían esa misma noche parahacer el amor y luego, se alojarían tres días en un apart hotel a unos 20minutos de la casa, obviamente para pasar una pequeña luna de miel conmuchísimo sexo. Las dos salieron nomás, hicieron el amor (Tere se superexcitócon el charol de Estela y demás y la repasó enterita) y luego se fueronjuntitas para el apart con sus equipajes,para pasar tres días de amor y muchosexo.
Y así hicieron nomás. Se hicieron mimos, caricias, dormirjuntitas, besos en la boca y en todo el cuerpo, siesta y estadíasuperplacentera. Y luego, sexo ya de día, a la mañana tras el desayuno en malla, y después encualquier lugar y momento de su hogar. Luego seguían en la playa mientrastomaban sol, lo que a Tere la superexitaba, le pasaba cremita a Estela y latoqueteaba toda estando en malla o después de sacarse la de cada una). Y lasnovias remataban de noche tras una buena picada con mucho fiambre, queso detodo tipo, cerveza y bien borrachas, sacándose Tere su corpiño y bombacha yTeli todo el armazón erótico que preparó: medias negras, portaligas, corpiño ybombacha con encaje. Y María Teresa se le revolcaba a Estela con sus ya 115 ypico de kilos dándole duro por vagina y cola, por las dos vías al mismo tiempo,penetrándola con juguetes, dándole flujo en su boca, masturbándose y pasandonoches (y días, ya que algo de eso hacían de día como conté) de absoluto placerhasta el amanecer.
De esa forma las mujeres pasaron tres días y tres noches paravolverse supersatisfechas y contentísimas a sus casas, donde claro quesiguieron el sexo con sus maridos. Pero sus locuras veraniegas no terminaríanahí.
0 comentarios - Estela y María Teresa, tres días dándose en Mar del Plata