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Me gustan las nenas malas

Concretando como es habitual con unos whatsapps medio frescos que te hacen dudar de la inversión, lugar no tan lejos por lo cual me mande con una ínfima esperanza. Llego a la puerta y la típica que nos ha pasado a todos alguna vez, no contesta más.

Con puteada de por medio ya debía cambiar el plan, error de mi parte no emprender la aventura con una segunda opción.
Hago de la salida algo más social y termino en una barra con un aliado.


Chicas por aquí, ladys por allá.. veo una flaca alta preciosa con cara de zorra traviesa. Uff cómo encaramos esta? Le envío una copa con todo mi súper style, me mira, sonríe y se hace la tímida con la mirada hacia abajo, mi copiloto me dijo: garpaste al pedo.

Para nuestra sorpresa solo fue una cordialidad por que acercó su copa a la barra. "Muy rica tu elección" aproveche a mirar más de cerca y estaba muy buena, le dije que no era habitual mi actuar pero tenía algo que me atraía.. "Te gustan las chicas malas".


En ese momento pensé ¿cómo sabe? e inmediatamente... que hago con esta chica mala?
Charlamos de alcoholes lo cual fue interesante y llevadero, al terminar su copa le ofrecí otra sin embargo me sugirió que esta vez yo la acompañara.. a su casa.


Una vez en el hall apagó la luz y me arrinconó contra la pared, estaba tan cerca que pude apreciar el dulce  olor de su aliento y me percate de la suavidad de sus pechos, sus labios buscaron los míos con un húmedo y suave roce, ya estaba en llamas.


Riendo dijo  "subamos". Entramos a su departamento y comenzó a desabotonar mi camisa primero por los puños y luego con caricias en mi pecho, todo con esa carita de zorrita hermosa, ya con el torso desnudo me beso de abajo hacia arriba calentándome terriblemente cuando llego a mi cuello.


Sabía muy bien lo que hacía.
De un momento a otro estaba en el dormitorio, ella ya desnuda me baja los pantalones y de rodillas me empieza a chupar riquísimo, estaba a mil y concentrándome para no llenarle la boquita.

Me empuja a la cama y gatea hasta dejarme su humedad en la cara, tenía que comerme ese manjar. Ayudaba a mi lengua moviéndose y gimiendo de placer, estaba dura y mojada, se puso en cuatro pero más que perrito era gatita con la colita bien parada.


La acaricio como a los mininos y le meto un par de dedos, le encantó que la coja con los dedos, le saboreo las tetas, me incorporo, pone el globo y le entro despacito para que me pida más.. sola comienza a embestirme y a retorcerse de placer.


Cuando no puede estar más mojada intensifico la labor, fuerte y profundo. Me aprisiona la totalidad de la verga y cogemos fuertísimo, nunca había cogido así, esta tan caliente y también yo que termino tres litros de leche.


creo que la volveré a ver.

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