Me encanta calentar a los hombres, provocarlos, sentirme deseada, ver sus ojos llenos de deseos... y dejarlos asi, calientes. Bueno me "encantaba" hacerlo....
Mi nombre, Flor, tengo 20 años y trabajaba hasta hace poco como promotora/porrista de un club de futbol. Estaba en la tribuna en partidos de local como de visitante, en total eramos un grupo de 10 chicas. Este fin de semana nos tocaba un partido en una ciudad bastante lejos... 7 horas de viaje. Ibamos un colectivo que llevaba a los jugadores y cuerpo tecnico, una pequeña trafic con mis compañeras y yo, y una segunda trafic con 15 barras (sip, un club pequeño jeje). Llegamos al estadio y cada cual a sus lugares. Nosotras teniamos como uniforme un top que mostraba nuestros sexis ombligos y una pollera corta con una calza aún más corta debajo, me encantaba como me quedaba esa ropa... soy pequeña, de 1.50, la mas baja en el grupo de chicas. Muchos años practiqué hockey asi que se imaginaran como tenia mis piernas y cola, me encantan mis piernas. Y unos pechos normales supongo. Bueno el caso es que el equipo gano 3 - 0 asi que todos contentos.
Volvimos a la trafic para retomar camino y en mi mochila no encuentro mi celular, pregunto a las chicas y no saben nada, hago memoria...
-Tal vez lo dejé en el baño cuando me cambiaba- pienso.
- Voy al baño a buscarlo- les aviso.
Llego al baño, nada, pregunto a una mujer que estaba allí cerca limpiando.
-Sí china, encontraron un celular y lo llevaron a administración- me responde indicándome el camino a la oficina.
Llego, espero un rato y me atiende un hombre, me muestra el celular... no era el mio...
-Donde mierda lo deje, definitivamente lo tenía cuando llegamos- pienso mientras vuelvo con las chicas.
No hay nadie en el estacionamiento. Ni el colectivo, ni las traffics.
- Pero la puta, qué esta pasando!- grito en mi interior.
Salgo a la calle y veo un vehiculo conocido, la trafic de la barra. Me acerco corriendo a preguntar.
-Hey linda que pasó? ya se fueron todos-.
Les cuento lo que me sucedió.
-Bueno no te preocupes te llevamos nosotros linda- algunos ríen.
Dudo unos momentos... estoy sola lejos de mi casa, incomunicada, es tarde, pero no quiero meterme en una traffic con 15 hombres que solo conozco de vista... dudo...
-mmmm bueno esta bien- digo mientras subo con un poco de miedo. Algunos vuelven a reir.
Dos horas de viaje y cada uno en la suya, me siento tranquila, ellos contentos con el triunfo cantando, en un momento me ofrecieron el vino que estaban tomando pero no acepté, no dijeron nada. Me quedo dormida, la hora, el cansancio... pero me despierto de golpe... tengo varias manos a mi alrededor, en mis brazos, piernas, no me puedo mover.
-Qué mierda hacen? qué se creen?- les grito con bronca, antes de que una mano me tape la boca... alguien se me acerca al oido.
-Corazón toma un poquito de vino con nosotros, no nos desprecies- dice y sonríe.
Digo que sí con mi cabeza.. qué opción tengo? Tomo de una vaso de plástico que me pasan, mas de la mitad.. veo que abren la ventana y tiran el vaso afuera...
-Que mierda me dieron?- pienso... Tengo miedo, mucho.
Como media hora después me siento extraña, como cansada, sin fuerzas.
-Ya pasó un rato, suéltenla- dice alguien.
Ya nadie me sostiene, pero no puedo moverme, no tengo fuerza, mis músculos no responden, solo intentos de movimientos pero nada, no se mueven.. ríen de nuevo.
Me empiezan a sacar la ropa... fuera top, fuera pollera y calza, quedo con mi conjunto interior blanco, me lo sacan también... estoy desnuda rodeada de 15 tipos, sin poder moverme...
-Huyyyy miren este caramelito... encima toda depilada la putita- dice alguien.
-Prrrriiiiiiii empieza el partido- grita uno y los demás ríen a carcajadas.
Como soy pequeña me levantan y me llevan hacia adelante... mi ropa queda dobladita en mi asiento... estoy sentada en el regazo de un gordo, joven, que me empieza a manosear, como desesperado, parece que nunca tocó a una chica, me apriera las tetas, por momentos duele, me toca la concha, mete un dedo como bruto, duele... estoy así unos minutos que parecen eternos, sentada encima de su erección mientras me lastima con sus manos... luego me alza y me pasa como si fuera un juguete a su compañero, él hace lo mismo, manoseo, dedos por acá y por allá, por lo menos se nota que ya estuvo con mujeres, otra vez sentada sobre una erección... creo que la noche va a ser larga.
Así me fueron pasando de uno a otro, desde adelante hasta atrás, me tocaron de todas las maneras posibles cada rincón de mi cuerpo, me metieron un dedo, dos, algún bruto hasta tres... mis pezones duros, mi concha se imaginarán empapada... mi cuerpo respondía solo.
Bueno pero sentí alivio, ya me habían tocado todos... error.
-Ahora el segundo tiempo muchachos- gritó otro. Risas de nuevo.
El que me manoseó último me movió un poco, se abrió el cierre del pantalón, sacó algo de su bolsillo... un forro, se lo puso, me giro para quedar frente a él con las piernas abiertas, y me la fue metiendo de apoco.. me comía la boca, me besaba los pechos, apretaba mis pezones...
-Hijos de puta- gritaba en mi interior.
Al rato acabó, por suerte usó forro.
-Gracias, sos una putita hermosa morocha- me dijo mientras me pasaba a su compañero de al lado.
Este ya estaba desnudo de la cintura para abajo, era flaquito, pero su pene todo lo contrario, grueso, por suerte también tenía forro, también me la fue metiendo de apoco. Chicos con los que estuve me han dicho que mi conchita es estrecha, así que a ésta verga gruesa le costaba entrar, el vago por lo que veía disfrutaba como apretaba mi conchita... la verdad al principio me dolía bastante, pero al rato me gustaba como se sentía, me la estaba estirando por dentro...
Y así me fueron pasando uno a otro como si fuera su juguetito sexual, ya me ardían la conchita y los pezones... en un momento llegué hasta donde estaba el gordo, evidentemente cambió de lugar con otro. Con él fue rápido, la metió y sacó rápido y en unos segundos acabó... como pensé al principio nunca había estado con una chica.
Seguí con mi recorrida sexual...
El último. Donde debía estar el gordo, estaba un viejo. Me sentó frente a él, y me empezó a coger fuerte, me mordía las tetas, los pezones, chupaba con hambre mis tetitas.
-Qué rica sos putita, lo supe la primera vez que te ví en el club, y cuando te paseabas con esas calzas tan ajustadas... no te dabas cuenta que a veces se te metían entre los labios de la concha- me susurraba al oido.
Yo sabía eso... me encantaba mostrarme así... provocar...
-Viste lo que pasa por calentonear a los vagos?- continuó.
-Ahora sos la putita de la barra- decía mientras me cogía mi dolorida concha. Metió un dedo en mi boca, me masajeo por dentro, lo saco y me lo empezó a meter por mi culito que se estaba salvando... el viejo acabó en mi concha... pero me siguió besando, chupando mis tetas y luego metiendo otro dedo más en mi culito... a los dos minutos ya la tenía parada de nuevo...
-Sólo una morocha putita como vos haces que se me pare al toque de nuevo- me susurró.
-Ahora viene lo mejor- dijo sonriendo.
Me levantó y me dió vuelta, me la metió por el culo de una, como estaba medio dilatado no costó mucho, pero aún así me dolió... noté que estaba sin forro... el primero en cogerme sin forro.
-Este culito de puta quiero disfrutarlo como se debe- me decía como si hubiera leído mis pensamientos.
Me levantaba y me dejaba caer para que me ensarte hasta el fondo, me manejaba como quería. No voy a negarlo, me gustaba esta cogida... las anteriores eran por obligación, una violación desagradable... pero ésta violación anal me gustaba.
-Que viejo hijo de puta, me está rompiendo el culo y quiero más- decía en mi interior...
Gozaba de su verga, de sentirlo tan adentro, de ese pequeño dolor pero gran placer... me mordía los labios para no delatarme gimiendo...
Tiró mi cabeza hacia atrás, mi espalda arqueada hacía que su verga se metiera todavía un poquito más... con una de sus manos amasaba mi pecho izquierdo, lo apretaba, pellizcaba mi pezón... la otra mano la tenía entre mis piernas, dos de sus dedos dentro de mi concha, que como se imaginarán estaba empapada... me cogía por el culo, me cogía por la concha... yo solo disfrutaba con mis ojos cerrados.
A los pocos minutos acabó... no se lo dije pero yo también había acabado un par de veces.
Se quedó allí con su pija en mi culo mientras hablaba con los demás, hasta que fue perdiendo tamaño y salió sola.
-Terminó el partido putita- me dijo al oido.
Me sentaron en mi asiento vació y con un celular me tomaron algunas fotos, como seguía sin poder moverme, me abrían las piernas de par en par, fotos de un par de vergas apoyadas en mis mejillas, me pusieron de rodillas en el asiento con el culito parado, sacaron fotos en primer plano de mi culo rotito que chorreaba un poquito de leche.
-Si contás algo de ésta fiestita bebota, vas a ser muuuuy famosa en las hinchadas de toda la argentina- me dijo el viejo que hace unos momentos me rompió el culo.
-Ahora sos la putita de la barra-
Me limpiaron con unos trapos que sacaron de no sé donde, mi concha mojada me la limpiaron con mi tanga
-Ésta nos la quedamos, vamos a sortearla entre los vagos- dijo uno riendo.
Volvieron a vestirme. Faltaban 2 horas de viaje. Me quede dormida, agotada de ese agitado viaje.
Llegamos. Por suerte ya había recuperado mi movilidad. Me subieron a un taxi, pagaron... y me entregaron mi celular "perdido". Mire los últimos mjes.
- Chicas, encontré a un amigo acá en el club, él me lleva a casa así que vayan nomás- Mje enviado al grupo de promotoras...
Llegue a mi casa y todos dormían. Dormí sin desvestirme. Recién al otro día me bañé para sacarme ese olor a sexo.
Nunca más volví a trabajar allí.
Mi nombre, Flor, tengo 20 años y trabajaba hasta hace poco como promotora/porrista de un club de futbol. Estaba en la tribuna en partidos de local como de visitante, en total eramos un grupo de 10 chicas. Este fin de semana nos tocaba un partido en una ciudad bastante lejos... 7 horas de viaje. Ibamos un colectivo que llevaba a los jugadores y cuerpo tecnico, una pequeña trafic con mis compañeras y yo, y una segunda trafic con 15 barras (sip, un club pequeño jeje). Llegamos al estadio y cada cual a sus lugares. Nosotras teniamos como uniforme un top que mostraba nuestros sexis ombligos y una pollera corta con una calza aún más corta debajo, me encantaba como me quedaba esa ropa... soy pequeña, de 1.50, la mas baja en el grupo de chicas. Muchos años practiqué hockey asi que se imaginaran como tenia mis piernas y cola, me encantan mis piernas. Y unos pechos normales supongo. Bueno el caso es que el equipo gano 3 - 0 asi que todos contentos.
Volvimos a la trafic para retomar camino y en mi mochila no encuentro mi celular, pregunto a las chicas y no saben nada, hago memoria...
-Tal vez lo dejé en el baño cuando me cambiaba- pienso.
- Voy al baño a buscarlo- les aviso.
Llego al baño, nada, pregunto a una mujer que estaba allí cerca limpiando.
-Sí china, encontraron un celular y lo llevaron a administración- me responde indicándome el camino a la oficina.
Llego, espero un rato y me atiende un hombre, me muestra el celular... no era el mio...
-Donde mierda lo deje, definitivamente lo tenía cuando llegamos- pienso mientras vuelvo con las chicas.
No hay nadie en el estacionamiento. Ni el colectivo, ni las traffics.
- Pero la puta, qué esta pasando!- grito en mi interior.
Salgo a la calle y veo un vehiculo conocido, la trafic de la barra. Me acerco corriendo a preguntar.
-Hey linda que pasó? ya se fueron todos-.
Les cuento lo que me sucedió.
-Bueno no te preocupes te llevamos nosotros linda- algunos ríen.
Dudo unos momentos... estoy sola lejos de mi casa, incomunicada, es tarde, pero no quiero meterme en una traffic con 15 hombres que solo conozco de vista... dudo...
-mmmm bueno esta bien- digo mientras subo con un poco de miedo. Algunos vuelven a reir.
Dos horas de viaje y cada uno en la suya, me siento tranquila, ellos contentos con el triunfo cantando, en un momento me ofrecieron el vino que estaban tomando pero no acepté, no dijeron nada. Me quedo dormida, la hora, el cansancio... pero me despierto de golpe... tengo varias manos a mi alrededor, en mis brazos, piernas, no me puedo mover.
-Qué mierda hacen? qué se creen?- les grito con bronca, antes de que una mano me tape la boca... alguien se me acerca al oido.
-Corazón toma un poquito de vino con nosotros, no nos desprecies- dice y sonríe.
Digo que sí con mi cabeza.. qué opción tengo? Tomo de una vaso de plástico que me pasan, mas de la mitad.. veo que abren la ventana y tiran el vaso afuera...
-Que mierda me dieron?- pienso... Tengo miedo, mucho.
Como media hora después me siento extraña, como cansada, sin fuerzas.
-Ya pasó un rato, suéltenla- dice alguien.
Ya nadie me sostiene, pero no puedo moverme, no tengo fuerza, mis músculos no responden, solo intentos de movimientos pero nada, no se mueven.. ríen de nuevo.
Me empiezan a sacar la ropa... fuera top, fuera pollera y calza, quedo con mi conjunto interior blanco, me lo sacan también... estoy desnuda rodeada de 15 tipos, sin poder moverme...
-Huyyyy miren este caramelito... encima toda depilada la putita- dice alguien.
-Prrrriiiiiiii empieza el partido- grita uno y los demás ríen a carcajadas.
Como soy pequeña me levantan y me llevan hacia adelante... mi ropa queda dobladita en mi asiento... estoy sentada en el regazo de un gordo, joven, que me empieza a manosear, como desesperado, parece que nunca tocó a una chica, me apriera las tetas, por momentos duele, me toca la concha, mete un dedo como bruto, duele... estoy así unos minutos que parecen eternos, sentada encima de su erección mientras me lastima con sus manos... luego me alza y me pasa como si fuera un juguete a su compañero, él hace lo mismo, manoseo, dedos por acá y por allá, por lo menos se nota que ya estuvo con mujeres, otra vez sentada sobre una erección... creo que la noche va a ser larga.
Así me fueron pasando de uno a otro, desde adelante hasta atrás, me tocaron de todas las maneras posibles cada rincón de mi cuerpo, me metieron un dedo, dos, algún bruto hasta tres... mis pezones duros, mi concha se imaginarán empapada... mi cuerpo respondía solo.
Bueno pero sentí alivio, ya me habían tocado todos... error.
-Ahora el segundo tiempo muchachos- gritó otro. Risas de nuevo.
El que me manoseó último me movió un poco, se abrió el cierre del pantalón, sacó algo de su bolsillo... un forro, se lo puso, me giro para quedar frente a él con las piernas abiertas, y me la fue metiendo de apoco.. me comía la boca, me besaba los pechos, apretaba mis pezones...
-Hijos de puta- gritaba en mi interior.
Al rato acabó, por suerte usó forro.
-Gracias, sos una putita hermosa morocha- me dijo mientras me pasaba a su compañero de al lado.
Este ya estaba desnudo de la cintura para abajo, era flaquito, pero su pene todo lo contrario, grueso, por suerte también tenía forro, también me la fue metiendo de apoco. Chicos con los que estuve me han dicho que mi conchita es estrecha, así que a ésta verga gruesa le costaba entrar, el vago por lo que veía disfrutaba como apretaba mi conchita... la verdad al principio me dolía bastante, pero al rato me gustaba como se sentía, me la estaba estirando por dentro...
Y así me fueron pasando uno a otro como si fuera su juguetito sexual, ya me ardían la conchita y los pezones... en un momento llegué hasta donde estaba el gordo, evidentemente cambió de lugar con otro. Con él fue rápido, la metió y sacó rápido y en unos segundos acabó... como pensé al principio nunca había estado con una chica.
Seguí con mi recorrida sexual...
El último. Donde debía estar el gordo, estaba un viejo. Me sentó frente a él, y me empezó a coger fuerte, me mordía las tetas, los pezones, chupaba con hambre mis tetitas.
-Qué rica sos putita, lo supe la primera vez que te ví en el club, y cuando te paseabas con esas calzas tan ajustadas... no te dabas cuenta que a veces se te metían entre los labios de la concha- me susurraba al oido.
Yo sabía eso... me encantaba mostrarme así... provocar...
-Viste lo que pasa por calentonear a los vagos?- continuó.
-Ahora sos la putita de la barra- decía mientras me cogía mi dolorida concha. Metió un dedo en mi boca, me masajeo por dentro, lo saco y me lo empezó a meter por mi culito que se estaba salvando... el viejo acabó en mi concha... pero me siguió besando, chupando mis tetas y luego metiendo otro dedo más en mi culito... a los dos minutos ya la tenía parada de nuevo...
-Sólo una morocha putita como vos haces que se me pare al toque de nuevo- me susurró.
-Ahora viene lo mejor- dijo sonriendo.
Me levantó y me dió vuelta, me la metió por el culo de una, como estaba medio dilatado no costó mucho, pero aún así me dolió... noté que estaba sin forro... el primero en cogerme sin forro.
-Este culito de puta quiero disfrutarlo como se debe- me decía como si hubiera leído mis pensamientos.
Me levantaba y me dejaba caer para que me ensarte hasta el fondo, me manejaba como quería. No voy a negarlo, me gustaba esta cogida... las anteriores eran por obligación, una violación desagradable... pero ésta violación anal me gustaba.
-Que viejo hijo de puta, me está rompiendo el culo y quiero más- decía en mi interior...
Gozaba de su verga, de sentirlo tan adentro, de ese pequeño dolor pero gran placer... me mordía los labios para no delatarme gimiendo...
Tiró mi cabeza hacia atrás, mi espalda arqueada hacía que su verga se metiera todavía un poquito más... con una de sus manos amasaba mi pecho izquierdo, lo apretaba, pellizcaba mi pezón... la otra mano la tenía entre mis piernas, dos de sus dedos dentro de mi concha, que como se imaginarán estaba empapada... me cogía por el culo, me cogía por la concha... yo solo disfrutaba con mis ojos cerrados.
A los pocos minutos acabó... no se lo dije pero yo también había acabado un par de veces.
Se quedó allí con su pija en mi culo mientras hablaba con los demás, hasta que fue perdiendo tamaño y salió sola.
-Terminó el partido putita- me dijo al oido.
Me sentaron en mi asiento vació y con un celular me tomaron algunas fotos, como seguía sin poder moverme, me abrían las piernas de par en par, fotos de un par de vergas apoyadas en mis mejillas, me pusieron de rodillas en el asiento con el culito parado, sacaron fotos en primer plano de mi culo rotito que chorreaba un poquito de leche.
-Si contás algo de ésta fiestita bebota, vas a ser muuuuy famosa en las hinchadas de toda la argentina- me dijo el viejo que hace unos momentos me rompió el culo.
-Ahora sos la putita de la barra-
Me limpiaron con unos trapos que sacaron de no sé donde, mi concha mojada me la limpiaron con mi tanga
-Ésta nos la quedamos, vamos a sortearla entre los vagos- dijo uno riendo.
Volvieron a vestirme. Faltaban 2 horas de viaje. Me quede dormida, agotada de ese agitado viaje.
Llegamos. Por suerte ya había recuperado mi movilidad. Me subieron a un taxi, pagaron... y me entregaron mi celular "perdido". Mire los últimos mjes.
- Chicas, encontré a un amigo acá en el club, él me lleva a casa así que vayan nomás- Mje enviado al grupo de promotoras...
Llegue a mi casa y todos dormían. Dormí sin desvestirme. Recién al otro día me bañé para sacarme ese olor a sexo.
Nunca más volví a trabajar allí.
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