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El mejor relato que lei en mi vida XVII

Bueno siguiendo con el mejor relato que lei en mi vida les paso la parte XVII
  
Hermanas: tangas y bombachas

El mejor relato que lei en mi vida
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El mejor relato que lei en mi vida XII

El mejor relato que lei en mi vida XIII
El mejor relato que lei en mi vida XIV y XIV BIS
El mejor relato que lei en mi vida XV
El mejor relato que lei en mi vida XVI

    
Muchisimas Gracias por los puntos y comentarios!!!
 
Los personajes son todos mayores de edad, para que no haya malentendidos.


Martín se levantó del sillón, y se puso en frente de su hermana. Le acarició las tetas, notando los pezones sobresaliendo de la remera... se miraron inmediatamente al notar eso... luego bajó y le subió la pollerita. Se arrodilló entre las piernas de su hermana mayor, ella las abrió bien. Le corrió la tanga a un costado... que lindo era verle la concha a una chica tan hermosa... verle la conchita a su hermana... acercó su cara y sacó la lengua, le dió una lamida de abajo hacia arriba, chupándole bien los labios hasta el clítoris... Agustina suspiró, aunque notó cierto ardor.

Enseguida el adolescente se puso de pie otra vez, se bajó el pantalón, y apuntó su pene erecto hacia la conchita de Agus. Se la puso entre los labios, y se la metió despacito... entró re fácil, se notaba que tras la cogida anterior en el baño, su hermana tenía la concha más abierta ahora. Mientras le iba entrando, la chica se miraba ahí, viendo como se la cogían... pero esta vez más sintió bastante ardor en la conchita.

-Au... au.
-¿Te pasa algo hermanita?

Martín continuó cogiendose a su hermana mayor... se la metía y sacaba despacio, la chica, a cada movimiento de esa pija adentro suyo, le ardía la vagina. Tenía la concha enrojecida, toda colorada... su hermanito menor aumentó el ritmo, metiéndosela más fuerte, clavándosela bien adentro, hasta el fondo de la conchita.

-Ohhh... ay.. pará pendejo...

Martín no le dio bola, estaba otra vez muy caliente ya, y la seguía cogiendo con fuerza, entrando y saliendo de la conchita abierta de su hermana, estaba muy colorada e irritada. 

-Uhh... me arde la concha hermanito... en serio... me duele... deberíamos parar.

A Agustina le estaba ardiendo mucho la conchita mientras su hermano no paraba de cogerla... le metía toda la pija adentro, ella la sentía muy grande... le ardía y le dolía la vagina a cada movimiento. El chico se movió más rápido, los labios rosaditos de su hermana estaban muy irritados, mientras se abrían con la pija penetrándola.

-Ayy!.. Basta!!... basta pendejo... me estás reventando la chocha...-Exclamó Agustina, tratando de empujarlo para que salga.

Martín por fin entendió, y se movió hacia atrás, retirando su pija de la conchita de su hermana... se la dejó bien abierta y enrojecida. Agustina sentía que le ardía mucho, y no quería coger más.

-Ay no sabés cómo me arde la concha hermanito... 
-...La tenés toda colorada Agus.
-Uff me re duele.

Agustina se acomodó la tanga, poniéndosela en su lugar... se sentía incómoda, pero al menos ya no le dolía.

-Creo que fue mucho sexo en poco tiempo, pendejo...

Los dos se rieron. Estar todo el día cogiendo trajo sus consecuencias... nunca había tenido tanto sexo seguido. La chica caminó un poco, le molestaba pero estaba mejor. Al rato, al fin llegó su amiga, y salió con ella al boliche. Allí trató de bailar como siempre, pero tenía la chocha tan irritada que hasta le molestaba al bailar.

Como era lógico, Martin se quedó caliente... se fue a cepillar los dientes, y se iba a ir a dormir, pero cuando cruzó por la habitación de sus hermanas, estaba la puerta algo abierta y pudo ver a Florencia aún despierta, estaba en corpiño y bombacha, sentada en su cama con la notebook, seguramente chateando con sus amigas o algo por el estilo. Iba a saludarla antes de dormirse. Entró a la habitación.

-Flor.. pensé que ya te habías dormido.
-Hey hermanito...¿Agus ya se fue? Que andaban haciendo?
-Estábamos...

Ahí Martín se sentó al lado de su hermana en la cama, y le contó a Florcha todo lo que pasó con Agustina.

Después de contarle todo, Florencia se quedó mirando a su hermano, le miró más abajo y notó como se le marcaba el bulto en el pantalón...

-¿La tenés parada?-Preguntó Florcha.

El chico se miró, ni se había dado cuenta.

-Siii...

Florencia dejó la notebook a un lado, estiró su mano, y se la puso encima, tocándole la pija... le metió la mano adentro, y se la sacó afuera del pantalón. Ahora le estaba haciendo la paja a su hermanito, ambos sentados uno al lado del otro en la cama de Florcha.

-¿Te gusta que te haga la paja?
-...Si... mucho...

Florcha subía y bajaba su mano, masturbando a su hermano menor. Lo miró a la cara y se rieron.

-¿Qué?-Preguntó Martín.
-Te conozco esa cara hermanito... ¿querés pedirme algo?
-Si... quiero verte la cola.. 
-Mmm.. eso nomás?
-Bueno.. también quiero mirarte la concha!
-Que nene pervertido...-Dijo Florencia, soltando el pito de su hermano.

La chica se arrodilló en la cama, poniéndose en cuatro. Se agarró la bombachita y se la bajó, mostrandole esa cola perfecta a su hermanito, se inclinó un poco más, y así también le mostraba toda la conchita. Martín estaba detrás de ella, tenía los labios de la concha bien cerraditos, con la rajita en el medio.

-Te voy a chupar la concha, Flor...
-Uhh.. que atrevido sos pendejo...

El chico puso su cara detrás del culo de su hermana, sacó la lengua afuera, y se la pasó por toda la concha a su hermana menor... le pasaba la lengua por los labios vaginales, cubriéndoselos de saliva. Con esos estímulos, la conchita se Florcha comenzaba a abrirse un poquito, y ahora se le asomaban los labios menores, los tenía de un color muy rojizo. Martín subía con su lengua, de modo que le chupaba la concha y la cola, pasándole la lengua también por el agujerito del culo, que ya lo tenía un poquito más abierto que antes.

-Mmmmmmhhhh!

Se paró, y con su hermana en cuatro arrodillada en la cama, le puso la pija en la concha, y se la frotó entre los labios... Florencia ya estaba muy mojada, estaba excitada!

-Me da un poco de vergüenza que me la pases por ahí hermanito!-Decía la chica excitadísima, sintiendo la pija dura resbalando entre sus húmedos labios vaginales.

Martín estaba muy caliente... la conchita peluda de Florcha era muy tentadora, quería meterla entre esos labios súper apretados, quería meter el pito en la conchita virgen de su hermana. Le puso el glande en donde parecía que tenía la entrada...

-Flor... te la puedo meter en la concha?



::


Capítulo XXI: El paso final

Florencia lo pensó, tenía ganas de sentir la pija de su hermano en su conchita, mientras Martín se la refregaba... pero respondió que no.

-...No... no hermanito... ponemela en la cola...

Florcha llevó sus dos manos hasta sus cachetes, y se abrió bien la cola para su hermanito menor. Cada vez que se abría el culo para su hermano, no podía evitar calentarse... le chorreaba la concha cada vez que se abría así esperando que le metan el pito.

Martín le hizo caso a su hermana, primero le pasó bien la lengua por la cola, para llenarla de saliva, y luego se la puso por ahí, abiréndole el culo nuevamente a Florcha. La pija le entraba cada vez más fácil a la adolescente.

-Ahhhhhh..-Gemía.

Ya con el miembro duro del chico dentro de la cola de su hermana, comenzó a moverse penetrándola fuerte, le agarraba los cachetes y los apretaba mientras empujaba hacia adentro, hasta clavarle todo el pito en la cola... a Florcha le encantaba que se la cojan así.

La chica podía sentir bien el pubis de su hermanito chocando contra su cola, indicación de que la pija se la metía entera, bien hasta el fondo... eso la calentaba aún más, llevó sus dedos al clítoris, para tocarse y llegar al orgasmo, suspirando y gimiendo como una perrita...

-Uhhhh... ahhhhhhhhhh!!!
-Mmm... ya acabo hermanita...

Martín al escuchar esos gemidos, también llego al clímax, cogerle esa hermosa cola a Florcha era tremendamente excitante, se la puso bien adentro y dejó salir toda su leche caliente en el fondo del culo de su hermana...

-Ayyy... ayyy...-Gimió Florencia sintiendo el semen de su hermano adentro.
-¿Te gusta tener la leche adentro de la cola?-Le preguntó Martín, aún con su pito clavado en el ojete de Flor.
-Siii... ohhh... me encanta porque está re calentito!-Respondió la chica mordiéndose los labios.

El chico retiró lentamente su miembro, una vez fuera, se quedó mirando como su hermana tenía la cola bien abierta, del tamaño de su pene... 

No pudo evitar poner uno de sus dedos ahí, mientras le salía la leche de a poco hacia abajo por los muslos, pero apenas rozó esa zona, Florcha saltó porque le dolía mucho la cola.

-Auuuu!!!!
-¿Qué pasó?
-..Me re duele hermanito!

Martín retiró su dedo de ahí. Florencia se paró, le dió un beso en el cachete de la cara a su hermano mientras se sonreían, y fue directamente al baño a darse una ducha antes de dormir. 

Mientras se duchaba y se limpiaba, notaba como las veces anteriores, aunque esta vez peor, un poco de dolor... se tocaba apenas para sacarse el resto del semen que tenía adentro, notando lo abierta que tenía la cola... sus dedos entraban con total facilidad. 

Después de coger varias veces por el culo, Florcha apenas a sus 19 añitos ya tenía la cola muy abierta.

::::

Un día más tarde, era sábado... ya por la tarde, Florencia se fue a pasar el día con sus amigas, mientras Agus recién se despertaba, había llegado a casa al amanecer.

Se levantó y caminó hasta la cocina en corpiño, con una calza corta marcándole bien la cola, no se puso bombacha porque le molestaba el roce con la conchita, que la tenía muy irritada.

Se preparó el mate con masitas, y fue al patio a buscar la ropa limpia que se estaba secando en el tendedero. La trajo a la cocina, y le tocaba planchar. Saludó a su hermanito que recién llegaba de hacer un mandado.

El chico se quedó sentado ahí, mirando algo de televisión, haciéndole compañía a su hermana, que estaba planchando la ropa mientras tomaba mates cada tanto.

-¿Agus... te duele?
-¿Qué?
-...Si te duele... tu...
-Ahhh! Ya casi me había olvidado... sí, todavía me arde un poco!
-Perdoname... no quería lastimarte...
-No pasa nada tonto!-Le dijo Agustina sonriendo.
-En serio... ojalá se te pase pronto.
-Sí, ahora en un rato llamo al ginecólogo!.. Espero que me atienda.

Mientras planchaba ropa, Agustina se topó con su bombacha rosa que había usado ayer. La estiró entre sus manos y se la mostró a su hermanito.

-¿Te divertiste con esto ayer?-Preguntó la chica.
-Sí... mucho! Te la dejé repleta de leche calentita...
-Qué chanchito!
-¿De verdad no te molesta que haga eso?.. Si querés no lo hago más hermanita.
-No!.. Ya te dije que me gusta ponerme las bombachas sabiendo lo que haces con ellas... me calienta!

Martín se fue excitando escuchando eso, mientras se le paraba la pija debajo de la malla.

-Ya me calentaste!-Dijo el chico.

Agustina se rió. Él se puso de pie y fue hasta donde estaba ella, poniéndose detrás de su hermana mayor.. ella seguía planchando. 

La empezó a acariciar, pasandole las manos sobre la cintura y la panza... le daba besos en la espalda, cuando fue bajando hasta la cola, sacándole la calza de a poco, hasta dejársela en los muslos.

Ya con su hermana con la cola al aire, se la acarició un poco, bajando hasta los muslos. A la chica le agradaban las caricias. 

-No me toques la concha hermanito.
-Está bien.

Le metió la mano entre los cachetes, tocándole más adentro... 

-Agus.. ¿y si te la pongo en la cola?

Agustina se sorprendió por la pregunta. Martín directamente puso su pija entre las nalgas de su hermana, posando su glande sobre la entrada del culo... sólo se la dejaba ahí apoyada mientras trataba de convencerla.

-Ay no.. todavía me da miedo por la cola pendejo!
-Ufa... 
-Dejamela así hermanito... me encanta sentirla ahí.
-Me dan muchas ganas de metértela adentro!
-Bueno, aguantate!

El chico le hizo caso a su hermana, mientras le dejaba la punta de la pija en la entrada de la cola, llevó sus manos adelante y le tocaba las tetas por encima del corpiño...

Tras unas cuantas caricias en esos grandes pechos, se agarró su miembro con una de sus manos para pajearse en el ojete de Agustina.

-¿Puedo acabarte la cola hermanita?
-Mmmm.... ¿vas a acabar mucha lechita?
-Siiii... 
-Bueno.. esperá un minuto que termino con ésto!

Agustina terminó de planchar todas las prendas, y se quedó quieta con las manos apoyadas en la mesa, mientras su hermanito se pajeaba en su cola, rozando a cada instante, pasándole la pija por los cachetes del culo, hasta venirse.

Agus sintió cada chorro de semen caliente en su cola... mientras el glande de su hermano la rozaba toda.. una vez el chico terminó, se la pasó por los cachetes hasta que le salió lo último, mientras su hermana llevaba una de sus manos atrás y se esparcía un poco el semen con sus dedos. Juntó un poco y se lo puso en la boca, chupándose el dedo...

Después de dejarle la cola llena de leche, Agustina se bañó y luego llamó al ginecólogo, le dió turno para el martes. 

Ya más tarde, en la noche, una vez que mamá ya estaba dormida, Florencia y Martín empezaron a jugar en el sillón del living. Se calentaron hasta que se empezaron a sacar la ropa.

La chica se abrió de piernas sentada en el sillón, con las piernas en alto.

Martín se la quiso meter, Florcha se abrió los cachetes, y el chico notó que su hermana ya tenía el culo abierto... ahora se le re abría, cuando antes estaba super apretado. Le puso el glande en la entrada, pero Florcha enseguida sintió que le dolía, se arrepintió y le tuvo que pedir que no lo haga.

El muchacho le hizo caso y se guardó su miembro.

Así estaban las cosas. No podía coger con sus hermanas por tiempo indefinido!

:::::::::

Una vez llegado el día Martes, bien temprano en la mañana, Agustina se tuvo que levantar. Con lo que le costaba despertarse temprano. Se vistió, se perfumó y fue a su cita con el ginecólogo.

Llegó al centro y por suerte la atendieron enseguida. El licenciado la inspeccionó y le recetó una crema específica para su irritación vaginal, que no era nada serio y sanaría en un par de días. 

La adolescente se tranquilizó, y ya más tarde, de noche en su casa, se dió una ducha y luego se pasó la cremita para el ardor por toda la conchita. Fue a su habitación y se metió desnuda en la cama, apenas se tapó con una ligera sábana.

Martín terminó de cenar último, y se fue para su cama. Apenas se acostó, se le vinieron a la mente imágenes de sus hermanas desnudas, y tuvo una erección. No se aguantó, y se levantó en silencio hasta entrar al cuarto de sus hermanas. Abrió la puerta y la cerró tras él, la luz de la mesita estaba encendida, vió a las dos chicas acostadas cada una en su cama, aparentemente hablando de algo.

Florcha inmediatamente se percató de que su hermanito estaba con su miembro parado, porque se le notaba a través del short.

-¿Qué buscás acá?-Le preguntó en tono algo burlón.
-Quiero coger.
-Jaja... ¿Qué, nosotras estamos a tu disposición?-Preguntó Agus.
-No.. nada más les pregunto si quieren...!
-No pendejo... yo sí quiero pero todavía me duele..-Dijo Florcha.
-Idem.-Agregó su hermana.
-Joo... ¿vamos a volver a coger, no?
-Si nene, no seas tan desesperado!.. Esperá unos días hasta que estemos bien.
-Ok...-Aceptó el chico y se fue a su cama a dormir.

Durante esa semana, Florencia y Agustina comenzaron a dedicar su tiempo al próximo año en la universidad, yendo a buscar los primeros apuntes, y organizar sus cosas para el año estudiantil que daría comienzo dentro de pocas semanas.

Todo eso conspiró para que las chicas estuvieran menos tiempo en casa, mucho más ocupadas, por lo tanto su hermano estaba más aburrido e inquieto.

::::

Por fin llegó el fin de semana, tras una semana entera sin que los hermanos tengan sexo. Martín entendía la indisponibilidad de sus hermanas mayores, por lo tanto se dijo que unos días sin sexo no eran para tanto. Aguantó hasta el sábado sin hacerse la paja, porque le gustaba estar muy excitado para la próxima vez que coja con alguna de sus hermanas.

Ya se levantaba por las mañanas muy caliente, le daban ganas de pajearse y relajarse, pero se contenía. Su joven cuerpo necesitaba estímulos.

El sábado amanecía soleado, templado, con algunas nubes blancas. Florencia abría la ventana de su habitación, dejando entrar un poco de sol y brisa algo calurosa. Mientras, Agustina, se despertaba. Notaba su cuerpo entre las sábanas calentito, excitado... llevó ambas manos a sus tetas, acariciándoselas lentamente, sintiendolas en sus palmas... y luego bajo por su abdomen, hasta su pubis, se rozó apenitas el clítoris con la yema de uno de sus dedos, y luego se lo pasó por su delicada rajita, notando algo de humedad... se había despertado excitada. Y lo más importante, ya no había dolor.

Los adolescentes almorzaron juntos, como era sábado, almorzaban más tarde aún de lo normal, ya después en la tarde, Florencia y Agustina aprovecharon para ir a comprar ropa, y otras cuestiones, acudieron al shopping. 

Las dos adolescentes se pasearon por casi todo el lugar, buscando y comprando todo tipo de accesorios y ropa... ya iban a irse, cuando por último entraron a un local de ropa interior.

Tanto Agus como Florcha eligieron un par de prendas, la señora que atendía les dijo que podían probárselas asique las chicas pasaron a uno de los probadores, y cerraron la cortina tras ellas.

El lugar era algo pequeño, pero entraban cómodas las dos. Había un espejo grande, y dos sillas. Sin más preámbulos, las dos comenzaron a desvestirse, estaban vestidas de manera parecida, se quitaron la remera, luego las zapatillas, y finalmente el jean. 

Una vez que estaban en ropa interior, se quitaron el corpiño y la bombacha, quedándose desnudas. Se pusieron ambas el primer conjunto, mucho no les agradó a ninguna, luego, se probaron la segunda prenda que habían elegido, y ahora sí les agradaba a ambas.

Florencia había elegido una tanguita roja, con el corpiño del mismo color. Se miró al espejo y le agradó como le quedaba. Le pidió opinión a su hermana.

-¿Me queda?
-...Sí.-Dijo Agus mirándola.
-¿Y atrás?-Volvió a preguntar Flor, refiriéndose a su cola.

Se puso de espaldas a ella y le mostró la cola a su hermana. Agustina la miró y le dijo que le gustaba. Luego, Florencia se giró un poco para verse la cola por el espejo, notando que se le veía su ojete casi desnudo, apenas se notaba en triangulito en la parte superior, y nada más.

-Boluda... ni se me nota la tanga.-Dijo Florcha.
-Y es obvio querida, con esa cola enorme que tenés...!-Le respondió su hermana mientras se reían.

Florcha se acomodó nuevamente y Agustina le dió una palmada en el cachete del culo... sonó un poco fuerte.

-Shh... la señora que atiende nos va a escuchar!-Susurró Florencia con una sonrisa.

Agustina también se reía, y le puso la palma abierta de su mano en uno de los muslos a su hermana, y fue subiendo despacito hasta rozarle la tanguita. Siguió subiendo por la raja de la cola, entre medio de los cachetes, mientras se miraban a los ojos con Florcha. 

Agustina agarró la tanguita roja que se estaba probando Florcha, y metió sus deditos por debajo... apenas le rozaba el agujerito del culo con las uñas y la yema de sus dedos.

-¿Te duele?-Le preguntó.
-..No.. -Susurró Florencia.

Entonces la mayor siguió tocándole ahí, le pasaba el dedo por la abertura de la cola.


Continuara.........


credito del autor @nickbend

3 comentarios - El mejor relato que lei en mi vida XVII

vipower1top +1
A favoritos.
Mucho laburo, está muy bien
+10

Vipo.-
Kepler13 +1
Simplemente arte, ojala no termine nunca. +10
SISDON +1
Que te puedo decir muy muy bueno gracias amigo excelente historia