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la historia de Mabel y Alfredo

            
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Es esta una historia verídica,cambiándose
los nombres verdaderos y lugares donde  aconteció y variándose los años en que ocurrió, pero si fue verídica en sus 
hechos
gusgabriel.




                 Mi nuera
 
                             La historia de un cambio de vida
Me llamo Alfredo una persona común, en un matrimonio, que con el tiempo se transformó definitivamente en conformista con la actualidad de un país que nos dio de todo y no lo supimos algunos  elaborar, en donde la vida por momentos quitó aciertos o oportunidades y en otro premió cosas simples menores como en grandes éxitos.
Así nos acostumbramos a vivir.
Un sábado de verano, muy calurosos fui a la casa de mi hijo y de Mabel,  a raíz de que ellos me pidieron una reparación en su casa de, Francisco Álvarez que consista en una reparación un arreglo en su  una cañería de agua hacia  el tanque que perdía, mas  una reactualización del cablerio de electricidad en el baño y las dos piezas además de otros arreglos en el jardín del fondo
Soy maestro mayor de obra y esa mañana iba con la intención de calcular los costos y las personas que necesitaban, para las reparaciones.
Ya sabía de antemano que Alfredo mi hijo estaría en su casa, pues él no trabajaba en los fines de semana así hablaría con él, pues no quería  molestar, a la mujer con cosas que ella  apenas, entendía.
 Al llegar después de una hora y media de viaje, solo estaba ella,  explicando la ausencia de mi hijo en la tarde de viernes, estaba en viaje a Mendoza y regresaría el miércoles tal vez de  por la tarde en reemplazo por enfermedad de un compañero
Mi cara se no se iluminó por un momento, pues valía el viaje de casi dos desde casa,  que yo a Mabel, venía actuando rara cuando en dos o tres veces la hube de ver ya que siempre la noté a ella ser muy ardiente y hasta algo deseosa de sexo, extramatrimonial.
Pero como descendía de un hogar muy bien formado y de actuar muy  modesto lejos de presunciones y exagerados e incompresibles falsedad, ello me confundía-
Comprender era fácil que esto para ella era prohibido, y se limitaba, lo de provocarme, y hacia sentirme como un idiota ante ella.
Pero cuando uno desea, solo es cuestión de encontrar la manera y la forma de cumplir ese deseo.
¡Todo un fin de semana sola! , me dije eso sí que es un regalo inesperado.
                                                
                                                    II
                                
Ahora solo tenía que mentir en mi casa, a mi esposa, que eran invención a medias ya que mi esposa, sabía a dónde estaba. Igualmente le dije a mi mujer que me quedaría hasta la  mañana o tarde el domingo buscando materiales y precios en ese lugar.
A Mabel le sugerí que me si no le molestaba me quedaría a cenar para calcular los costos y me iría en el domingo, por la mañana.
Ella aceptó de muy buen modo y hasta creo que se encontró muy contenta con la idea de pasar el sábado “junto con su suegro”.
¿Quién pensaría algo mal de nosotros?, me dijo sonrojándose.
Pero me sugirió que saliera a comprar las cosas de comida y un postre, para la cena, agregando sabes me gustaría cenar con un postre esta noche, hare un matambre al horno con papas y batatas pero eso si cuídate, y mirándome  muy seriamente
Si,  al entrar lo hiciese con algo de discreción.
Agregando: Por el barrio, sabes me dijo ya que muchas viejas saben que mi esposo está afuera, y a ti no te conocen mucho
Agregando y mirándome muy fijo: seguro que pensaran que sos mi amante.
Además Alfredo, trae ya que vas al centro, un buen vino, y que alquilara, un video, yo le llamaría empresa  de alquiler de videos que  sos mi suegro
Si le dije.
 Yo no tanto me dijo Mabel, llamaré  a mi madrina para decirle que esa noche no saldría, pero esperaba a familiares, en casa.
Aclarándome, me acompaña esa mujer los sábados y domingo que no está mi marido
La clave para mi éxito creo, se vislumbraban en ese día pensó Alfredo
Compré una comida simple fría sándwiches de miga d pana negro y blanco, para ese medio día o el domingo
Busqué el vídeo club la película, algo erótica y no de sexo explicito sabia que a ella ello le gustaba en esa casa vi una que yo la había visto y de verdad levantaba, fuego.
Toda la tarde trabaje y confeccione un plan de obra y de diseño de los trabajos a hacer mientras mi nuera la vi como si aprovechase a hacer cosas de la casas y en la tarde la vi salir al baño como si esa noche saliese, pues tardo tanto que hasta creo que se había retocado todo el cuerpo.
A las nueve empezamos a cenar en cuanto me hube de haber bañado y cambie mi ropa y..
Al tanto de ello  tomamos unas copas de Gancia, con ron que ella preparó y durante el mismo se hablaba de todo cosas simples y caseras pero fui llevando la conversación hacia lo que quería, entonces surgió el tema buscado por mí.
Era la  vida de mi hijo y ella, en lo sexual en donde al principio me confió discretamente pero terminó diciendo que no lo hacían muy seguido, pero que ambos nunca tuvieron ningún disgusto grande ni él le hubiese pegado ni maltratado, había surgió en esas relaciones creo que una  depresión de mi hijo que por la parte física en él.
Durante la cena me di cuenta que era muy apasionada por la forma que gesticulaba, se movía, cosas que cuando estaba el marido o en mi casa, directamente no lo hacía.
Hacía rato que me había dado cuenta que ella no usaba corpiño, y creo que en más de una oportunidad se dio cuenta que la miraba.
Pero lo dejó pasar.
Nos sentamos para ver la película en el living, una hora más tarde de la medianoche.
Ella lo hizo en el sillón largo enfrentando directamente la televisión
Y yo en uno corto muy cerca de Mabel, pero a un costado.
Hacia algo de calor, ella prendió él turbo.
Pasado un tiempo y varias escenas fuertes, empecé a notar en ella los inconfundibles síntomas de estar calentándose poco a poco.
Cruzaba y descruzaba sus piernas se las iba acomodando de una y otra forma rozándose en ese momento con la mano allí, justo allí.
También mi bulto se fue agrandando, en dos oportunidades ella se percató y yo me hice el boludo—
Y noté como sus mejillas se ponía algo rozadas.
Sabía que se estaba excitando, porque era igual a mi mujer, con las películas eróticas se calentaba más que con las condicionadas
Y al finalizar la película, se produjo un silencio importante
Yo sabía de ante mano que estaba en el punto máximo porque ninguno de los dos atinaba a apagar la cinta que se rebobino sola
Solo el silencio era el que reinaba.
Me levanté había que hacer algo lógico, ahora o nunca.
Empezaría el juego erótico.
Ella permanecía inmóvil en el sillón pero había cruzado las dos piernas y su vestido se corrió más de lo necesario encontrándose éste a medio camino entre el muslo y sus rodillas.
Solo su bombacha se traslucía perfectamente y adivinaba un perfecto triangulo color negro y nada más.
Pude notar sus dos senos bien marcados sobre su vestido.
Me acerqué por detrás y con la excusa de hacerles unos masajes en su cuello le empecé a trabajar con mis dos manos.
Al principio a Mabel la noté algo duro en sus músculos, tenso.
Pero luego cuando mis manos permanecían más tiempo por su cuello y llegando hasta sus hombros se empezó a refregar sus piernas.
No me pasó por alto esa alarma femenina.
Dos veces más se tocó ya de caliente nomás
Y en la última ya dejó su mano por un tiempo.
Me emocioné y me decidí.
Casi al descuido retiré de un hombro una tira que hacía de sostén del vestido.
Ella estaba absorta en mis masajes no se dio cuenta y si lo hizo, ya no le importaba.
Al notar poco resistencia hice lo mismo con el otro y solo ahora la curvatura de sus dos senos bien parado, detuvo el vestido por un segundo hacia su cintura
Luego allí se detuvo.
Al notarse desnuda se llevó sus dos manos para cubrirse
Fue un acto solo instintivo,
Pero yo fui más rápido.
Le tomé con las mías esos dos hermosos senos.
Ella se resistió muy leve al principio pero luego de unos segundos aceptó ya mis manos con una naturaleza seguro producto de su excitación.
Así empecé a jugar con sus dos senos, moviendo entre mis manos en pequeños círculos
Apretándolos, pero suavemente.
¡Alfredo que haces!,
Quita tus manos; me dijo casi ahogada por el deseo.
Mabel son hermosos tus senos, le dije.
Caminé ya seguro de lo que iba a hacer y enfrentándola sin decirle nada:
La besé.
Al principio su boca estaba algo cerrada pero no tardará en abrirla y conocí por primera vez su dejo interno.
Con mi lengua la invadí totalmente toda su cavidad.
Hurgándoles entre sus dientes y saboreando su sabor
Notando y sintiendo como su respiración se enriquecía a medida que pasaban los segundos
Y su excitación le exigía aire.
Ahora ya sabía que el vestido era sostenido solo por su cintura y me empezaba a molestar.
Me senté en el sillón
Se lo saqué.
Ella me miró infantilmente
Tal como desviste a una hija su madre, sin decirme nada.
Al reaccionar ella segura sabía lo que iba a pasar al notarse desnuda me advirtió pero no sin mucha convicción de parte de ella.
¡Es una locura, Alfredo!
Me harás tuya pero soy tu nuera.
La volví a besar y ahora le sostuve por largo tiempo sus senos.
Le acariciaba los pezones que para esta altura estaban muy duros, solo ella respondía con susurros que aumentaban a medida que con la otra mano pasaba muy despacio acariciando su cola.
Era perfecta
Su cuerpo cubría asimétricamente y armoniosamente la soberbia de un cuerpo joven.
Sus piernas entreabiertas dejaban ver a los costados de su tanga unos rizos negros, sus senos eran medianos y parados y en su cara se reflejaba: el deseo.
Solo su bombacha le cubría el cuerpo y ella se impactó.
Estaba vencida
Buscaba mi lengua en sus besos.
Entre sus pezones se le había formado una aureola roja, rojísima
Que con el tiempo supe que era cuando iba alcanzar su orgasmo.
En un arranque de calentura lleve mis manos por dentro de su tanga, notando que estaba húmeda.
Le tomé el clítoris con mis dos dedos, y se lo apreté.
Ella en un impulso involuntario arqueó su cola hacia atrás pero solo unos segundos, luego se apretó contra mi pierna y el dedo en su clítoris sin resistirse, empecé a jugar con mis dos dedos.
Además, le penetré en su vagina, con mis dedos
Ahí creo que vencí definitivamente la poca resistencia que había hasta ese momento ofrecido y esos dedos sintieron su primer orgasmo, era un líquido que me pareció hermoso, y caliente muy caliente.
Y produjo su primer orgasmo.
Luego de unos segundos, se recuperó y me dijo:
Alfredo, esto es una verdadera locura, mira lo que ya hicimos, es una verdadera locura, acomodándose  a lo largo del sillón amor, te di en tus dedos mi amor, Alfredo te deseo
Yo también te, deseo le dije agregando
Yo también amor te deseo, como ha ninguno, ahora te deseo repitió y hace mucho que no estaba así de mojada.
Cojéeme aséelo ya, Alfredo
Y que después nos juzgue en el infierno, si lo hay para esto
Pero hoy quiero ser solamente tuya.
Alfredo la levanto a esa mujer dejando su vestido en el sillón, lentamente y besándola en el camino hasta la pieza de ella donde dormía con su hijo, la sentó en la cama.
Desnúdate yo hare lo mismo y prende la luz del velador, mientras vos al baño
Ella obedeció sistemáticamente y abrió la cama retirando el cobertor a los pies de el fin de la cama
Se acostó desnuda en ella
 
 Un tiempo desde el baño llego Alfredo
La pieza estaba levemente iluminada
La miro y ella se, sonrojó levemente
El la miró fijando ahora, a los ojos ella, en sonde esa mujer se turbo. Entonces al correr unos segundos y actuando como un autónomo,  y me acosté al costado de ella usando la pared  como fin de espacio entre ella y yo.
Le tomé, empezando dándole los besos más ardiente en su boca que nunca hubiera hecho en años, a mi mujer o a otras en donde ella me recibía moviendo su lengua entre mi boca como al principio le hube de hacer yo
Ambos ahora estábamos muy calientes, lo note cuando ella apoyo su vagina entre mi pierna.
Ello me desesperó haciendo algo que hube de hacer a yo a las mujeres r,  levemente me incorpore sobre ella  y sujetándola de las dos  brazos corrí hacia el respaldo del fin de la cama la manta que cubría la cama y me apoye muy delicadamente en su sexo
Al principio con mi lengua le fui hurgueteando en círculos por sus labios entreteniéndome en su clítoris
Algo más tarde entrando en ella.
Mabel gritaba y lloraba de placer todo al mismo tiempo, cerrando sus piernas y apretando mi cabeza con una furia desconocida hasta ese momento
Era como una esclava, sumisa  en me acerque a  su vagina, en donde  estaba deseoso de  saboreando, y a un tiempo que aun no recuerdo asi lo hice
Mi excitación era enorme y despacio fue recorriendo con breves pero sentidos besos, mi verga que a la circunstancia explotaba de deseo
Es que aun no sabía si se animase ella a metérselo en su boca.
Se paró, pero solo un segundo
Mirándolo, nuevamente fue metiendo en su boca en su sexo, saboreando las oportunas gotas de eyaculación, que de él empezaban a aflorar
Así despacio lo fui, absorbiendo poco a poco.
Ella a un tiempo le avisó  “ amor, amor, me vengo si lo siento”
Lejos  de moverse de su vagina, lo recibió todo
Percibí como si ello, le inundara su boca: él lo saboreó arrodillado.
Fue a modo de aprobación, pero creo que ello lo hacía para demostrarle a ella que lo hacía así porque la amaba.
 
Me confesó al rato, Mabel  cuéntame Alfredo que me todo ello lo había hecho a mí, lo que a su marido se lo había negado sistemáticamente, y a algún ocasional hombre en muchos años que aun casada la buscaron: A nadie si a nadie permitió: Beberse, todo mi sabor.
Ahí entendí ese beso. Cuéntame ese ocasional amigo sobre ellos y sus primeras relaciones como amantes Mabel a ese hombre: Lo quería complacer en todo y eso le llamaba su atención de ella...
Solo estaba muy preocupada por lo que de ahora en más, nos ocurriría
Le dije Mabel: a mí no me veras como  tu suegro
Ahora seré tu amante
El primero y quizá el único.
Nos quedamos abrazados un rato sobre la cama.
Es, más estaban tan excitados que no me dejaba tiempo en pensar, ella misma me impulsaba a seguir permitiéndolo con su pasividad, en donde Alfredo pensaba es su futuro y como elaboré  un tiempo que no tenia aun para ella, quería vivir desde ahora con ella
A un tiempo en esa maravillosa noche, a Mabel aun medio adormecida en su borrachera de descubrí en ella un nuevo mundo, le empecé a besar pero me arrodillé poniendo debajo de su cola, unas almohadas.
Logré así levantar mas la entrada a su "cuevita"
Ella cerraba los ojos, estirando las manos hacia el costado, después se tomó de los pequeños barrotes de la cama, como esperando el acto máximo de esa noche.
Le introduje lentamente mi pija.
Al principio ella se estiraba para atrás, pero al sentir que solo se estaba acomodando para recibirla, me tranquilicé
Entre quejidos y balbuceos de gozo le escuché decir con una voz ya algo quebrada:
Despacio Alfredo despacio, que soy algo estrecha, no es que me queje, no soy virgen pero me gusta que me lo hagas despacio, como deseándome.
Esto me excitó aun más,
Y así me dejé caer introduciéndosela a medida que mi cuerpo y la resistencia de su vagina me lo permitían.
Cuando esto llegó al final ella exhaló.
Un pequeño grito le salió algo entrecortado y muy cerca de mi oído cuando se vino
Al ratito aun teniéndolo yo dura dentro de ella, me dijo.
La tienes algo mayor que la de mi esposo y me gusta así.
Me excita tenerte, me calienta aséelo ahora, descárgate pero gózame, gózame entera como yo me entregué a ti.
Pero sé suave y seguro, me gusta que me trates así
Me caliento aun más, como me la metes, amor.
Aséelo despacio que nos sobra el tiempo, además estoy en el periodo infértil y tomo pastillas para después, amor no te preocupes acaba dentro de mi cielo
Al tiempo me descargué, nunca lo había hecho
De ese modo y la cantidad
Pero ella me podía, me podía
Al tiempo no mucho de ello, me dijo: Me llenaste amor
A un tiempo después de un largo tiempo en silencio ella me confesó:
Un día hace dos semanas de ello, estuve toda la mañana pajeandome con voz, Alfredo.
Sabes me calentaste, cuando estuvimos en tu casa un domingo y vos estabas con la malla, y una remera blanca “ que era un bello día de fines de octubre”
Se te notaba toda no se si lo hacía adrede o no te diste cuenta creo
Creo Mabel, yo me di cuenta.
Pero jamás pensé que era así como la tenías, me la imagine a tu pija amor, de otra manera algo más gorda pero no tan larga como hoy la sentí.
Sabes Alfredo.
¿Te la miré ese día toda la tarde y al salir a la calle, te la roce con mi pierna, te acuerdas amor
Si me acuerdo hace casi tres meses, o no
Si
¿Sabías que lo hice a propósito lo de rozarte amor?
No, No lo sabía Mabel
Lo cual era en parte cierto lo del roce.
Además, mi marido esa noche se quedó dormido
Y no pude hacer el amor.
Así cuando a la mañana él se fue, me hice cuatro pajas terribles
Ya en la última no podía más de lo irritada y solo me salía agüita.
Todo por vos Alfredo.
Y en las fiestas de fin de año
Cuando fuimos me miraste todo el tiempo las tetas,
Y me hiciste poner colorada.
Sabes fui sin corpiño solo para ti, amor solo para ti, mi marido no quería de ello pero lo hice, para ti
Y tú lo notaste, fue por lo de la mano, de la vez anterior.
¿Si me di, Mabel cuenta y me pescaste mirándolas?
Si lo vi, sabía que me las mirabas en varias veces, era ello en tu honor.
Además, discutí con él porque no quería que fuese en el colectivo con la blusita sin nada debajo, y me hizo poner un pulóver liviano
Valía la pena esperar, le dije
Yo aun no salía de mí asombro
Era una reina en la cama y ahora  yo estaba totalmente desinhibida.
Como ahora Alfredo como ahora que la tengo adentro, es maravilloso sentirte.
Alfredo te he recibido y quiero sentirte de nuevo.
Sabias que íbamos a coger ni bien te vi esta tarde, me dijo.
Pero porque tardaste tanto, bobo ,
Yo desesperada...
Vos cogiéndote a otras
Cuando, me tenías aquí tan dispuesta.
Le miré sus senos
Estaban inundados de sangre y sabia que en cualquier momento sé venia
Le seguí diciendo cosas para que ello ocurriese.
Mi sexo se fue metiendo en ella y no tenía límite en mi forma de actuar.
Parecía un adolescente. Un chico con un juguete nuevo.
No lo podía creer lo que me estaba pasado
Ella movía hacia los costados su cabeza sistemáticamente a medida que la presión de su sangre en sus labios vaginales aumentaba.
Me besaba, en la cara en mis labios, en los brazos
Pero cuando nuestras bocas se encontraban me inundaba con su saliva
Luego me chupaba literalmente la lengua
Y muy próximo a su paraíso empezaba lentamente con sus quejidos.
En un momento le vi su cara roja, su respiración se entrecortó y su voz se hizo gruesa, confusa pero le entendí:
¡Ahora va a mi leche papito, recibidla!
Sentí como y por primera vez, el impulso de su orgasmo salido de sus entrañas aprisionaba mi glande en todo su recorrido muy dentro de ella.
Pequeños impulsos sucesivos y luego uno más fuerte y definitivo fue lo que sentí
Después su aliento en mi cara emanado por su boca bien abierta solo para respirar por lo cansada en que se encontraba y verla caer suavemente en la almohada fue un precioso espectáculo.
Ni con mi esposa u otra mujer en tantos años había sentido algo parecido.
Mabel sabia a la perfección interpretar un orgasmo y mostrárselo a su amante.
Es el primero que tengo tan largo, agregó al recuperarse
Ni siquiera cuando me desvirgaron fue así,
Ni en ese día que estaba tan dispuesta.
Lo sentí salir desde mis entrañas, de adentro me dijo,
Y aun siento tu leche, Alfredo dentro de mí...
Me llenaste toda,
Alfredo no te muevas, quedémonos así un largo rato.
Bésame, si bésame lo necesito
Estoy casi desmayada de placer, te di lo mejor de mí
Y ahora dentro de mí, tengo tu leche, la tuya.
Estoy muy feliz.
 A la hora ambos totalmente desnudos después de una maravillosa noche de verano, en Francisco Alvares, dormían muy felices
                                               III
El domingo al despertarnos ella me dijo que me quedara en la cama que me, traería el desayuno.
En tanto mientras se calentaba el café, llamó a su madrina.
Nuevamente, lo que después se convirtió en una costumbre, disfrazó su día
Hola, Rosa le dijo
La llamo para aclararte que estoy muy bien, además, mintió diciéndole que se iba a almorzar a lo de una amiga,  en la capital, Flores que ella sabía que allí vivía Marta G. y después vendrán sus primas una de ella que tiene auto me traerá
Desayunamos y nos besamos, era insaciable como aun a media mañana aun estábamos los dos muy calientes
Puso el contestador telefónico, amor  no llamo mi esposo ni tu mujer me dijo:
Tenemos parte de la mañana y la tarde para seguir siendo felices.
Se fue al baño y al rato estaba más que bella
Deliciosa.
Joven ardiente y complacida, se movía con su pelo recogido solo con una diminuta toalla en derredor de su cuerpo sus senos eran, hermosos  bien parados y al caminar aun se mantenían duros y armónico, coronando así unas piernas largas y perfectas, en donde ahora al venir a traerme el desayuno se veía rodeado apenas de una mina matilla negra, y bien rasura todo lo demás que cubría su sexo
Amor me rasuraré tosa para ti, así no te molesta y descubre mas mi sexo a tu boca, amor, lo haré entre semana le dijo
Enloquecí como un pendejo al verla y al escucharla; lo que haría por mi
Nos empezamos a besar ella ahora me cubría con su cuerpo
Le dije, Mabel, de seguir así me sería un problema dejarte sola aquí:
Ella me respondió.
Mas te vale que No, me dejes, amor yo soy tu ahora hembra a la que debes cuidar amar y cogerme, y por lo que veo, a la que Ella, sabe sacar tu leche.
Lo  demás mi esposo y tu mujer  son seres figurativos, cuando quiero tu leche te lo hare saber amor, y me la darás, además Alfredo “Apenas creo te atiende tu mujer" lo noté anoche.
Si le contesté.
Es verdad ello Mabel, mi mujer me mantiene alejado de ella, hace un tiempo largo, a veces creo que de alguna manera le molesta si, atenderme
 Yo en muchas noches la vi masturbándose, es que desde que le había venido su menopausia  a mí,  solo me saciaba en un sexo oral de parte de ella y eso muy rápido como si le molestaba.
Un día buscando cuando ella estaba en la casa de su prima, en el armario unas boludeces, en un cajón de ella vi un consolador y pasta lubricante 
Alfredo, entonces donde encontrarás a una hembra hambrienta tal como soy, para vos.
Cuando te pase eso me llamas y vienes a casa o donde estas
A  quince minutos de casa hay un alojamiento intimo y barato, me llevas en tu auto y ya sabes amor te doy todo lo que quieras, soy tu mujer amor, solo tuya.
Y terminó diciéndome:
A Alicia mi suegrita, Alfredo, mejor por ahora déjala tranquila que yo te doy lo que vos quieras, y nunca la subestimes, de mi no me alabes ni me disminuyas, solo cállame en tu casa, así todo será lo mejor
Terminaron el desayuno, cielos me pego una ducha amor y vengo, él le dijo
A los quince minutos Mabel estaba escuchando radio como siempre música,  al verlo desnudo, ella la bajó solo un poco, diciéndole:   
Anoche te di dos amor y uno que me hiciste acabar en la bombacha, que la puse recién en el lavarropas, amor
Que es lo que te hace que aun tienes de potencia y calidad en la leche  mi amor, y  mi concha lo agradece.
Creo que desde ahora te estoy amando, si Mabel te amo
Amor, le dijo ella, esa leche lo quiero solo yo.
Yo estaba literalmente rota Alfredo esto ayer fue mucho, cuanta leche me sacaste, hacía años que un hombre no lo conseguía amor, y todo para mí
Totalmente desnuda se alejó  de él, hacia ya siendo más de las once que era intenso calor en esa pieza
Sus piernas alargadas y cruzadas combinaban perfectamente con sus senos aplanados sobre su cuerpo.
Se notaba veía, algo irritada entre sus piernas
Su piel ahí estaba roja a diferencia del resto del cuerpo,
Pero su esposo apenas le notaria que allí, estuvo otro cuerpo.
 A un tiempo yo me apoyé sobre ella.
Mi sexo justo se encajó entre sus nalgas.
Se me movió, como asustada adivinó de alguna forma mi intención casi enseguida.
Notó mi sexo duro.
Yo me acerqué rodeando su cuello con mis brazos y apretando sus dos senos.
Ella entendió el mensaje.
No, papi allí no, en la cola, me va a doler aun nadie lo usó.
Además, cuando voy de cuerpo siempre me duele.
Le besé su nuca y bajé una mano a su sexo
Ella se empezó a mojarse, tu sexo amor me extraña, no
Pero Alfredo la cola no, nadie me la hizo amor 
La puse de espaldas en la cama, ella me dijo que no nuevamente, pero algo menos resistente.
Le dije al oído.
Tienes crema de mano.
Si, fue la respuesta.
Alcánzamela.
Me va a doler, nunca me lo han hecho, Alfredo soy virgen de ahí.
Ya no lo serás, fue mi respuesta.
Déjame lo dilataremos con los dedos.
Y solo tú me dirás, cuando quieres mi sexo por ahí
Amor me va a doler si hasta cuando estoy constipada me duele.
Al volver ella, la acomode´ debajo de las almohadas su cola.
Me puse de pie junto a la cama y le empecé a encremar su ano.
Le fui dilatando e introduciéndole solo un dedo, al tiempo y cuando ella se acostumbró, dos esperando
A un tiempo, llegué,  hasta el tercero
Lo dejé quieto un tiempo prudencial, dando a su esfínter la suficiente dilatación como para recibirme.
Ella involuntariamente cerraba y abría su ano.
Alfredo júrame que NO me lo harás, como un animal, trátame bien que te estoy dando mi virginidad.
Si le dije, así lo haré Mabel.
Empecé la penetración.
Ella de inmediato se quejó.
Paré y luego de unos segundos cuando se hubo acostumbrado a inicio de la cabeza, despacio le introduje un poco más de mi sexo.
Ella a cada paso me tocaba diciendo
Todavía falta eso, Alfredo
Me vas a romper todo mi culo.
Mintiéndole le dije:
Ya está casi adentro.
Ella se lo toca.
Hay, dijo Alfredo me la metiste toda, casi te toco las pelotas.
Despacio querido, recordó que soy inexperta en esto.
Había llegado a la totalidad de mi pija, y quería tener más se los juro para poder seguir
Pero todo se acaba,  el recorrido de mi pija debía acabar, en su culo
Entonces de una vez, rápido y sin dudar  y yo me acosté en su espalda.
Ella fue allí que se quejó.
La tenía toda adentro y sin posibilidad de que ella (mi pija saliera de su culo) al moverse de costado
Creo que de haber prestado atención los vecinos lo hubiesen escuchado el grito final de la penetración
Luego se calló y apoyó la boca en el colchón arqueando así más su cola.
La veía transpirar
Se notaba ello en los pelos diminutos de sus piernas
Su sexo estaba rojo y mojado, ella se tocaba al mismo tiempo...
Y yo la tenia quieta en su cola con mi pija en su culo.
Alfredo me has desvirgado te he dado todo, te quiero me dijo agregando:
No me dejes nunca.
Me haces falta y te daré todo lo que quieras, me dijo prosiguiendo
Pero no me abandones, ahora que los has conseguido en un día todo lo mío.
Terminé unos minutos después dentro de ella.
Ella acabó profundamente con dos de sus dedos dentro de su vagina.
Se echó en la cama con la cola hacia arriba
Al rato no mucho de ello vi como de su ano y junto con algunas gotitas de sangre, mi semen se discurría lentamente.
Esa vista me marcó para siempre.
Aun después de mucho tiempo la veo a ella tocarse su ano casi sin hacerlo por temor al dolor, luego limpiarse con una pequeña toalla mis líquidos que para ese entonces se le resbalaban por su entre piernas, pues lo hacemos  dos o tres veces por ahí, por mes
A un tiempo con una pequeña toalla corta, que saco de la mesa de luz de su lado se limpia lo que le salía de su cola
Mirar asombrada esa toalla me dijo:
Alfredo esconderé esta toalla
Será nuestro secreto de por vida por haberte entregado mi virginidad.
Ahí comprendí que ella estaba enamorada de mí desde hacía mucho tiempo atrás.
No bañamos junto
Me dijo que la había dejado muy dolorida
Se le veía en verdad algo roja la entrada de su ano.
Se sentó de costado y me empezó a decir.
Ándate Alfredo se te hace tarde y estoy algo cansada.
No me reprochaba lo de su ano, pero me mostró que estaba toda irritada y que en su espalda le había marcado
No te preocupes, algo se me ocurrirá decirle, cuando llegue a casa el miércoles, y si aun mis partes no se ven bien le diré que tuve algo de perdida, pero que no se preocupe por ella fui  la ginecóloga y listo
Pero Alfredo no me mientas y no me dejes, ahora sé que te amo, ya miento por vos amor. Y lo hare siempre prefiero que dude el de mi y no establezca una línea de conexión entre los dos
Nos despedimos como novios
En verdad allí nació nuestro amor, que aún perdura.
Muy diferente a cualquiera otro.
Y llegué con ella a realizar cosas que nunca ante me hubiese atrevido a hacer con otra mujer.
Creo que ella había nacido para ser una reina de la cama y de ni vida.
 
 
EPILOGO
Mi relación con ella prosiguió, aun en los años, en donde ellos en la vida mía y de ella ocurrieron hechos significativos en el concierto de la familia
A los fines de noviembre de ese año, mi mujer falleció debido a una infección de un  desconocido germen en su corazón, que la postró un mes en un hospital y cinco meses más en casa donde murió.
Mi  hijo, conoció a una mujer algo mayor que él, y tal vez mejor sexo que con su mujer, porque ella ya casi nada le daba, lo cual me enteré por Mabel y un día apareció en casa
Me decía que esa mañana, abandonaba a Mabel, ya que  en horas salía para algún lugar que luego me  lo diría cuando el abogado de la mujer que estaba viviendo con él, le pidiese la separación, anticipándole que la casa se la dejaba a su mujer.
Tardo en decírmelo casi siete meses cuando un día, me llamó
Papa salió el divorcio y  yo vivo en algún lugar de Europa  y yo le dije que me quedaba al cuidado de su ex esposa.
Gracias pa, chau.
A un tiempo mi nuera vendió la casa y yo, lo hice también
Y nos fuimos a vivir a Belgrano en los estamos juntos, desde hace cinco años.
Ahora me cuesta admitirlo.
Soy  eternamente feliz con mi nuera que ahora es mi mujer..
 
 

1 comentarios - la historia de Mabel y Alfredo

sobralargo
Mejora la escritura...es dificil leerlo...pero esta bueno