Anto
Luego de esas vacaciones en Mendoza, no volví a ser la misma. Con Santi seguí algunos meses más, si bien nunca se enteró de las cosas que hacía, me terminé aburriendo y cortamos. Viví el último año de secundaria totalmente descontrolada. Encima, mis amigas del curso acompañaban en todo lo que sea descontrol. Hasta hicimos encuentros bastante zarpados con otros chicos del curso.
Pero no se por qué, internamente, necesitaba un novio. Antes de terminar el colegio, graduaciones, y demás fiestas, me enganché con un pibe. No quería repetir la misma historia, y le fui fiel lo más que pude. Hasta que me fui de vacaciones a Gesell con mis amigas, y ahí volvió todo a la normalidad. Luego comencé la facultad. La carrera que elegí se da a unos kilómetros de Rosario, así que viajaba todos los días. Con mi novio nos veíamos bastante poco por este motivo.
Empecé a salir a las peñas de los jueves, y me quedaba a dormir de una amiga. Esas fiestas eran un descontrol total. Venía esquivando las tentaciones hasta que entró en escena Germán. Un chico que iba a primer año también, pero a otra comisión. Amigo de una de las chicas con las que me juntaba a estudiar, empezaron a juntarse él y sus amigos con nosotras.
Al principio todo terminaba en un histeriqueo, aunque yo sabía como iba a terminar. El pibe sabía que tenía novio, por eso se acercaba pero no avanzaba de una, por miedo a un rechazo. Lógico, no sabía como era yo.
Por eso, el primer paso lo iba a tener que dar yo. En una de las peñas, nos pusimos a bailar y nos franeleamos tanto que terminamos los dos re calientes. Lo agarré de la nuca y le comí la boca. Nos sacamos las ganas de tanto tiempo. Igualmente, ese día él se fue y yo me quedé a dormir de mi amiga hasta la mañana siguiente que fuimos a clase.
A la semana siguiente, otra vez peña. Ya a mi novio le empezaba a molestar. "Otra vez?!" me decía tratando de disimular su disgusto. "Tengo que aprovechar, porque después vienen las épocas de exámenes y no voy a poder salir más", le respondía tratando de parecer lo más sincera posible. La verdad, es que estaba decidida a pasar a otro nivel con Germán.
Hicimos la previa en el departamento de mi amiga. "Mirá lo que te traje", me dijo cuando entró Germán y sus amigos. Ella sabía que estaba de novia, pero lejos estaba de ser la voz de mi conciencia que me recomendaba seguir un camino de fidelidad.
Hacía todo lo posible para que pase algo con su amigo. Esa noche, no llegamos a ir a la peña. Mientras estábamos en el departamento, lo tuve cerca todo tiempo. No aguantamos y nos fuimos a una de las habitaciones a chapar como locos.
Me arrodillé y le saqué de un tirón el pantalón. Su pija quedó semierecta colgando frente a mi cara. Me mordí los labios y la agarré para pajearla. Terrible pija bien gorda tenía el pendejo. La fui chupando hasta que se le puso bien dura. La dejé brillando de saliva, aunque no me entraba toda en la boca, me aseguré de no dejar un centímetro sin pasarle la lengua.
Los gritos de mi amiga diciendo que nos íbamos nos interrumpió. Peor aun, la loca entró a la habitación como si nada y lo enganchó a él justo subiéndose los pantalones y a mi limpiándome la saliva chorreando en mi cara. "Después siguen chicos, vamos!". Cuando salgo, ella abrió los ojos como platos haciendo señas de "QUE PEDAZO DE VERGA". Me reí y nos fuimos.
Me pasé toda la noche arrinconada contra la pared. Su pija apoyada en mi pierna y sus manos apretándome el culo. "No aguanto más, cogeme!" le dije ya desesperada de pija. La encaré a mi amiga y le dije que me tenía que ir YA a coger con el amigo. Ella me dio la llave y nos fuimos. Entramos desesperados y nos tiramos en la cama mientras nos sacábamos la ropa.
Lo dejé en bolas, dispuesta a terminar lo que había empezado. Su pija enorme reposaba contra su abdomen. Me acomodé entre sus piernas y la agarré con las dos manos llevándomela a la boca. Le pasé la lengua, de arriba a abajo, de abajo a arriba; la escupí.
Me fui tragando lo que pude, casi la mitad. Me detenían las arcadas y la tos que me provocaba esa poronga inmensa atravesada en mi garganta. "Por Dios... es imposible!" decía sin soltarla. Una sonrisa de satisfacción se le dibujó en su cara.
Seguí chupándola hasta que lo hice acabar. Toda la leche le saltó en el pecho. No paraba de salir. Estaba cargado. Le pasé la lengua limpiando las gotitas de semen que aún caían de su pija. Me senté arriba y lo besé. Él me tocaba la cola y las tetas mientras metía su lengua lo más adentro de mi boca posible.
"Así que tu novio no tiene una pija así de grande" me decía mientras la refregaba, aun durísima, por mi pierna. "No", le respondí entre suspiros. "Pero la sabe usar muy bien... no sabés como me coge" le decía tratando de provocarlo (aunque, era la realidad). Me tiró en la cama y se acostó encima mío.
Me fue besando, hasta que se quedó en mi concha. Me la chupó desesperado, bien bruto, pero me hizo estallar. Después de acabar, metió sus dedos y los sacó húmedos. Se los chupó y se tiró encima mío.
Nos besamos mientras él acomodaba la verga en mi concha. Hacía rato no recibía tanta pija, así que le costaba entrar. Pero cuando se acomodó... puff... me reventó. Me cogía más y más fuerte. Se agarraba de mis hombros para clavarla con más fuerza. Tuve que pedirle que frenara un poco porque me rompía. Lejos de hacerlo, se arrodilló y subiendo mis piernas a sus hombros me pegó una garchada que aun hoy cuando me acuerdo me tiemblan las piernas.
"Ayyy siiii" gritaba yo desencajada. "Más! Más fuerte!" le exigía mientras Germán no paraba un segundo en clavarme la poronga hasta el fondo. Terrible aguante tenía el pendejo, que no frenaba un segundo de cogerme con ritmo frenético.
"Y? así te coge tu novio?" me decía mientras sacaba la pija entera y la metía de golpe hasta el fondo. "Quien te coge mejor?" volvía a preguntar. Yo la verdad estaba extasiada de placer y a punto de acabar de nuevo. No solo por la cogida sino porque nunca me había sentido tan puta regalada a una pija.
"Vos... vos y esa pija inmensa que ahahhhhahhhhh" no pude terminar la frase que me tembló todo y acabé. Él se dio cuenta, la sacó y empezó a lamer los flujos que chorreaban de mi concha. "Ay me mataste, no doy más" le dije tratando de recuperar el aliento. "Esto recién empieza pendeja", me dijo mientras me daba vuelta y me ponía en 4. Sentí su pija en la puerta de mi concha, ya totalmente abierta y acostumbrada al nuevo tamaño de mi macho.
Se agarró de mis pelos y me cogió como quiso. Me daba chirlos mientras me la clavaba, me besaba, tocaba mis tetas, mi clítoris. Me hizo estallar de nuevo. Mis piernas se aflojaron tanto que me caí en la cama, pero él seguía.
Yo mordía la almohada para no gritar. Me agarraba del pelo para levantarme la cabeza y al oído me susurraba "sos mi puta? sos mi putita?". Yo me re calentaba más. Terrible como me ponía esa pija. "Si, soy tu puta" gritaba desencajada.
Cuando no aguantó más, sacó la pija y me bañó la espalda de leche. Seguía teniendo una manguera que no paraba nunca. Me levanté a limpiar, nos acostamos un rato para descansar hasta que el timbre y los gritos de mi amiga nos despertaron. Volvía re borracha y acompañada. Al chabón lo conocía de vista, era de nuestra comisión pero nunca habíamos hablado con él.
El departamento tenía solo una habitación (nosotras dormíamos juntas), por lo que Germán y yo salimos dejándoles el turno a ellos. Nos quedamos en la cocina un rato, escuchando como se la cogían a mi amiga. No aguanté y me arrodillé a chuparle la pija de nuevo. "Mostramela de nuevo", le suplicaba de rodillas.
Terminé arriba de la mesa cogida de nuevo por Germán. Hasta que el boludo empezó a insistir en romperme el culo. Me negué, se enojó y se fue. Yo quedé re caliente y enojada; me fui a dormir a un sillón.
Al otro día me desperté cuando el chongo de Pame (mi amiga) se iba. Era más del mediodía. Por supuesto perdimos la clase de la mañana, y tuve bastante lío con mi novio porque no le contesté ningún mensaje (siempre le digo que vuelvo temprano, porque al otro día curso y hasta ese día nunca me había pasado de quedarme dormida y no contestarle). En mi cabeza todavía rondaba el pijón de Germán partiéndome al medio por lo que no le di mucha bola.
El fin de semana me encargué de hacerle pasar el enojo. Le chupé la pija hasta que no le quedó una gota más que largar. Cogimos todo el finde, aunque empezaba a extrañar el salvajismo con le que me cogía Germán. Cuando volví a la facu, hice las pases con Germán, me pidió disculpas y seguimos como si nada.
Llegaron las vacaciones de invierno. Para seguir cogiendo con Germán, inventé que nos juntábamos a estudiar para los exámenes que venían después. Si bien en parte era cierto, varias de esas tardes de estudio eran en el departamento de Germán para coger.
Cuando se fue acercando la fecha de rendir, cambiamos el garche por el estudio de verdad. Pero no me aguantaba estudiar cerca de ese pijón. Un día, el día del cumpleaños de la hermana de mi novio, nos juntamos a estudiar. Él me pasaba a buscar por el departamento de Germán y nos íbamos a cenar con la familia.
Traté por todos mis medios aguantarme, pero no pude. En un descanso, se puso al lado mío y me dijo que me quería coger. Ahí, en ese momento. Con los otros cerca. La situación me re contra excitaba, pero tenía el tiempo justo, en poco tiempo me venían a buscar. "Un rapidito" me dijo al oído y casi acabé. Me levanté como para ir al baño, él me siguió y me metió de prepo en su habitación. Me arrodillé, obediente, y le chupé la pija desesperada.
"Esperá, te quiero coger" me decía mientras yo seguía descontrolada. "Esperá pendeja esperá ahhh", y acabó. Me sentía tan puta que dejé que me acabara todo en la boca. Era la primera vez que lo hacía con él. Jugué un rato con la lechita en la boca, saboreando el semen y después me la tragué. Me paré y le mostré la boca vacía.
"Te quiero cogerrr" me repetía. Yo estaba re caliente, pero mi novio había llegado para buscarme. Me tuve que ir, así hirviendo como estaba. Subí al auto y le di un beso de lengua bien fogoso. Aún sentía la lechita calentita de Germán escurrirse de mis labios. Besar al cornudo de mi novio apenas había terminado de petear a mi macho me excitaba de una forma que nunca la había experimentado.
Apenas arrancó el auto le exigí que me cogiera. Antes de la fiesta, me llevó a casa y me garchó de las maneras que quiso. Pero fue un click en su cabeza. Como podía ser, que después de estudiar, volviera tan caliente? Cada vez sospechó más, me tuve que cuidar mucho. Venía re bien, hasta que me traicionaron las ganas de pija. Con Germán nos dejamos de ver un tiempo.
Hasta que un día, voy al departamento de mi amiga y los encuentro a los dos. Ahora se estaba cogiendo a mi amiga. A la noche, me empezó a mandar mensajes tratando de explicarme lo que no hacía falta. "Boludo, nosotros garchamos nomás. No tenés que explicarme nada, solo cogerme. Soy la putita de esa pija, cogeme y listo".
Esos mensajes me los mandaba mientras le cocinaba a mi novio. Trataba de disimular pero me temblaban las piernas con las cosas que me ponía. Tuve que apagar todo. Eso fue el puntapié inicial para retomar el garche con Germán. Pero esta vez estaba dispuesta a todo. Un sábado, salí con mis amigas de la secundaria y a propósito publiqué donde estaba. Germán no tardó en aparecer. A mis amigas no tenía que explicarles nada.
Nos subimos a un taxi y fuimos hasta el telo más cercano. Cuando entramos, ni bien cerró la puerta, me arrodillé y saqué el pijón afuera. "Cómo extrañé esta pijaaa" decía mientras saboreaba todo el tronco. Aproveché que aun no estaba tan dura para metermela toda en la boca.
Cuando la dejé lista, me hizo parar agarrandome de los pelos y me puso contra la puerta. Bajó mi pantalón y así de parados me empezó a coger. Sus manos tocaban mis tetas por encima de la remera. Su respiración a centímetros de mi oído me ponían re loca.
"Sos mi putita, pendeja... sos mi putita" me repetía mientras me pajeaba con sus dedos. Yo chorreaba de calentura encima de su verga. "No... soy la puta de tu pija" le repetía mientras me abría en dos con cada embestida. Sin sacarla, me tiró en la cama en 4 y se puso encima castigándome.
Su cuerpo chocaba y rebotaba contra mi cola. Siguió un rato más hasta que no aguantó y acabó adentro mío. La dejó adentro, descargándose, hasta que la sacó flácida y con el forro colgando lleno de leche.
Yo me quedé quieta en esa posición. Él aprovechó y empezó a chuparme la concha, metía los dedos, me lamía... estaba a punto de acabar. Él se daba cuenta por como temblaba. Su lengua empezó a subir y llegó a mi cola. Me volvía loca que me chuparan la cola, pero él nunca lo había hecho. Tampoco lo dejaba, porque yo sabía que eso era un camino de ida a querer pija por atrás.
Hasta ese momento, nunca le había entregado la cola a mis amantes, solo a mi novio. Pero esa lengua rozando mi ano mientras los dedos jugaban dentro de mi concha me aflojaron toda. Acabé como una bestia, tanto que no pude mantenerme en la posición. Caí boca abajo exhausta. Levanté mis caderas, abriendo un poco mis nalgas y le pedí que siguiera chupandome la cola.
Se avalanzó desesperado a seguir con su trabajo. Yo gemía cada vez más fuerte. "Hoy es tuya" le dije entre gemidos. Se tiró encima mío besándome el cuello. "Después que te rompa el orto, no vas a querer otra pija, sabés?" me decía refregando su tronco ya durísimo de nuevo entre mis nalgas.
En respuesta, le movía el culo en la pija provocándolo. Me dio vuelta, me dejó boca arriba y levantó mis piernas hasta mis hombros. Empezó cogiéndome por la concha, mientras usaba los lubricantes que traen los forros para mojar toda mi cola con sus dedos.
Ahora, de costado, sus dedos empezaron a penetrarme. Su pija nunca salía de adentro. La dejaba toda enterrada y apenas la movía. Sus dedos me abrían la cola bien despacio. Volvió a tirarme boca arriba, con mis piernas abiertas. Levantando mis caderas, se embardunó la pija de lubricante y empezó a apoyar la cabeza en mi ano.
Empujando, despacio, la fue enterrando casi hasta la mitad. "Ahiiii basta!!" le grité desencajada. Dolía. Y mucho. Pero sabía que tenía que aguantar un poco. Se empezó a mover despacio. Mi cola se fue rindiendo al placer de sentir esa terrible poronga gruesa abrirme en dos por la cola, como nunca antes la habían abierto.
Con cada embestida, Germán aprovechaba y la iba metiendo un poco más. "Ahhh me vuelve loca esta pijaaaa... me vuelve locaaa" gritaba mientras él aceleraba el ritmo. "Muy puta te vuelve mi pija, pendeja... muy puta!" gritaba él ya peligrosamente desencajado penetrándome con fuerza. Me dolía pero no podía parar. "Haceme acabar como vos sabés". La sacó y nos pusimos en cucharita. Pero, la pija la enterró en la cola. Pude sentir como entró mucho más fácil. Tenía el culo totalmente dilatado.
Me empecé a mover, despacio, mientras él me masturbaba y acariciaba las tetas. Acabé con la pija en el culo mientras él me tocaba. Lejos de calmarme, sentir ese pedazo de carne dentro mío me ponía más loca. Me empecé a mover desesperada, tan loca que me la clavé entera.
"Aaayyy siiiii que puta me vuelve tu pija que puta me vuelve tu pijaaa" gritaba mientras Germán trataba de agarrarse de alguna parte de mi cuerpo. "La tenés toda adentro, boluda te la comiste toda!!" gritaba Germán ya al borde del orgasmo también. "Que puta me vuelve tu pijaaa" grité en la última embestida que lo hizo acabar. Me frenó, se quedó un rato con su pija clavada en mi colita.
Despacio, la fue sacando. Yo estaba loca, re caliente y con más ganas de pija. Se la empecé a chupar hasta pararla de nuevo. Me senté arriba y lo cabalgué hasta que acabé. Me tiré en la cama destruida. Pero él no se iba a quedar con las ganas.
Se acomodó arriba mío, y me pasaba la verga por mis labios. Saqué la lengua para rozar su cabeza cada vez que pasaba por ahí. Sentía como latía cada vez que la tocaba. Hasta que no aguantó más y acabó un chorro espeso sobre mi cara, y el resto lo desparramó en mis tetas.
El turno se terminó, nos fuimos cada uno en un taxi diferente. Yo volví con mis amigas que aún estaban en el boliche. Fue una gran decisión. Mi novio me escribió casi terminando la noche preguntando si quería que me pasara a buscar.
Sabía que un poco lo hacía para controlarme, pero ya había recibido lo que quería, así que no me molestaba que viniera. Llevamos a una de las chicas a la casa y me fui a dormir con él, que tenía terribles ganas de coger. Nos acostamos en cucharita, y me apoyaba la pija durísima. Sabía que hasta que no lo calmara no me iba a dejar dormir. Mi concha no daba más, pero sentirlo franelearme el culo me encendió de nuevo.
Me acomodé, así como estábamos cuchareando, y me clavé su verga. Me movía rápido, para que acabe lo más pronto posible. Aun sentía la concha dilatada por Germán, pero por suerte él no se dio cuenta que estaba más abierta. No aguantó mucho el ritmo que le ponía y acabó al toque. Largó toda la leche adentro, sacó la pija y se acomodó abrazándome para dormir.
"Que putita que te volvés con mi pija" me decía al oído mientras me tocaba para hacerme acabar. "Ayy sii mi amor" le repetía. Acabé (no tan fuerte como las veces anteriores esa misma noche) y nos quedamos dormidos. Yo soñando con la próxima vez que me coja el pijón de Germán, él ignorando que en realidad, yo era puta de todas las pijas que me quieran coger, no solo la de él.
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Indice
Luego de esas vacaciones en Mendoza, no volví a ser la misma. Con Santi seguí algunos meses más, si bien nunca se enteró de las cosas que hacía, me terminé aburriendo y cortamos. Viví el último año de secundaria totalmente descontrolada. Encima, mis amigas del curso acompañaban en todo lo que sea descontrol. Hasta hicimos encuentros bastante zarpados con otros chicos del curso.
Pero no se por qué, internamente, necesitaba un novio. Antes de terminar el colegio, graduaciones, y demás fiestas, me enganché con un pibe. No quería repetir la misma historia, y le fui fiel lo más que pude. Hasta que me fui de vacaciones a Gesell con mis amigas, y ahí volvió todo a la normalidad. Luego comencé la facultad. La carrera que elegí se da a unos kilómetros de Rosario, así que viajaba todos los días. Con mi novio nos veíamos bastante poco por este motivo.
Empecé a salir a las peñas de los jueves, y me quedaba a dormir de una amiga. Esas fiestas eran un descontrol total. Venía esquivando las tentaciones hasta que entró en escena Germán. Un chico que iba a primer año también, pero a otra comisión. Amigo de una de las chicas con las que me juntaba a estudiar, empezaron a juntarse él y sus amigos con nosotras.
Al principio todo terminaba en un histeriqueo, aunque yo sabía como iba a terminar. El pibe sabía que tenía novio, por eso se acercaba pero no avanzaba de una, por miedo a un rechazo. Lógico, no sabía como era yo.
Por eso, el primer paso lo iba a tener que dar yo. En una de las peñas, nos pusimos a bailar y nos franeleamos tanto que terminamos los dos re calientes. Lo agarré de la nuca y le comí la boca. Nos sacamos las ganas de tanto tiempo. Igualmente, ese día él se fue y yo me quedé a dormir de mi amiga hasta la mañana siguiente que fuimos a clase.
A la semana siguiente, otra vez peña. Ya a mi novio le empezaba a molestar. "Otra vez?!" me decía tratando de disimular su disgusto. "Tengo que aprovechar, porque después vienen las épocas de exámenes y no voy a poder salir más", le respondía tratando de parecer lo más sincera posible. La verdad, es que estaba decidida a pasar a otro nivel con Germán.
Hicimos la previa en el departamento de mi amiga. "Mirá lo que te traje", me dijo cuando entró Germán y sus amigos. Ella sabía que estaba de novia, pero lejos estaba de ser la voz de mi conciencia que me recomendaba seguir un camino de fidelidad.
Hacía todo lo posible para que pase algo con su amigo. Esa noche, no llegamos a ir a la peña. Mientras estábamos en el departamento, lo tuve cerca todo tiempo. No aguantamos y nos fuimos a una de las habitaciones a chapar como locos.
Me arrodillé y le saqué de un tirón el pantalón. Su pija quedó semierecta colgando frente a mi cara. Me mordí los labios y la agarré para pajearla. Terrible pija bien gorda tenía el pendejo. La fui chupando hasta que se le puso bien dura. La dejé brillando de saliva, aunque no me entraba toda en la boca, me aseguré de no dejar un centímetro sin pasarle la lengua.
Los gritos de mi amiga diciendo que nos íbamos nos interrumpió. Peor aun, la loca entró a la habitación como si nada y lo enganchó a él justo subiéndose los pantalones y a mi limpiándome la saliva chorreando en mi cara. "Después siguen chicos, vamos!". Cuando salgo, ella abrió los ojos como platos haciendo señas de "QUE PEDAZO DE VERGA". Me reí y nos fuimos.
Me pasé toda la noche arrinconada contra la pared. Su pija apoyada en mi pierna y sus manos apretándome el culo. "No aguanto más, cogeme!" le dije ya desesperada de pija. La encaré a mi amiga y le dije que me tenía que ir YA a coger con el amigo. Ella me dio la llave y nos fuimos. Entramos desesperados y nos tiramos en la cama mientras nos sacábamos la ropa.
Lo dejé en bolas, dispuesta a terminar lo que había empezado. Su pija enorme reposaba contra su abdomen. Me acomodé entre sus piernas y la agarré con las dos manos llevándomela a la boca. Le pasé la lengua, de arriba a abajo, de abajo a arriba; la escupí.
Me fui tragando lo que pude, casi la mitad. Me detenían las arcadas y la tos que me provocaba esa poronga inmensa atravesada en mi garganta. "Por Dios... es imposible!" decía sin soltarla. Una sonrisa de satisfacción se le dibujó en su cara.
Seguí chupándola hasta que lo hice acabar. Toda la leche le saltó en el pecho. No paraba de salir. Estaba cargado. Le pasé la lengua limpiando las gotitas de semen que aún caían de su pija. Me senté arriba y lo besé. Él me tocaba la cola y las tetas mientras metía su lengua lo más adentro de mi boca posible.
"Así que tu novio no tiene una pija así de grande" me decía mientras la refregaba, aun durísima, por mi pierna. "No", le respondí entre suspiros. "Pero la sabe usar muy bien... no sabés como me coge" le decía tratando de provocarlo (aunque, era la realidad). Me tiró en la cama y se acostó encima mío.
Me fue besando, hasta que se quedó en mi concha. Me la chupó desesperado, bien bruto, pero me hizo estallar. Después de acabar, metió sus dedos y los sacó húmedos. Se los chupó y se tiró encima mío.
Nos besamos mientras él acomodaba la verga en mi concha. Hacía rato no recibía tanta pija, así que le costaba entrar. Pero cuando se acomodó... puff... me reventó. Me cogía más y más fuerte. Se agarraba de mis hombros para clavarla con más fuerza. Tuve que pedirle que frenara un poco porque me rompía. Lejos de hacerlo, se arrodilló y subiendo mis piernas a sus hombros me pegó una garchada que aun hoy cuando me acuerdo me tiemblan las piernas.
"Ayyy siiii" gritaba yo desencajada. "Más! Más fuerte!" le exigía mientras Germán no paraba un segundo en clavarme la poronga hasta el fondo. Terrible aguante tenía el pendejo, que no frenaba un segundo de cogerme con ritmo frenético.
"Y? así te coge tu novio?" me decía mientras sacaba la pija entera y la metía de golpe hasta el fondo. "Quien te coge mejor?" volvía a preguntar. Yo la verdad estaba extasiada de placer y a punto de acabar de nuevo. No solo por la cogida sino porque nunca me había sentido tan puta regalada a una pija.
"Vos... vos y esa pija inmensa que ahahhhhahhhhh" no pude terminar la frase que me tembló todo y acabé. Él se dio cuenta, la sacó y empezó a lamer los flujos que chorreaban de mi concha. "Ay me mataste, no doy más" le dije tratando de recuperar el aliento. "Esto recién empieza pendeja", me dijo mientras me daba vuelta y me ponía en 4. Sentí su pija en la puerta de mi concha, ya totalmente abierta y acostumbrada al nuevo tamaño de mi macho.
Se agarró de mis pelos y me cogió como quiso. Me daba chirlos mientras me la clavaba, me besaba, tocaba mis tetas, mi clítoris. Me hizo estallar de nuevo. Mis piernas se aflojaron tanto que me caí en la cama, pero él seguía.
Yo mordía la almohada para no gritar. Me agarraba del pelo para levantarme la cabeza y al oído me susurraba "sos mi puta? sos mi putita?". Yo me re calentaba más. Terrible como me ponía esa pija. "Si, soy tu puta" gritaba desencajada.
Cuando no aguantó más, sacó la pija y me bañó la espalda de leche. Seguía teniendo una manguera que no paraba nunca. Me levanté a limpiar, nos acostamos un rato para descansar hasta que el timbre y los gritos de mi amiga nos despertaron. Volvía re borracha y acompañada. Al chabón lo conocía de vista, era de nuestra comisión pero nunca habíamos hablado con él.
El departamento tenía solo una habitación (nosotras dormíamos juntas), por lo que Germán y yo salimos dejándoles el turno a ellos. Nos quedamos en la cocina un rato, escuchando como se la cogían a mi amiga. No aguanté y me arrodillé a chuparle la pija de nuevo. "Mostramela de nuevo", le suplicaba de rodillas.
Terminé arriba de la mesa cogida de nuevo por Germán. Hasta que el boludo empezó a insistir en romperme el culo. Me negué, se enojó y se fue. Yo quedé re caliente y enojada; me fui a dormir a un sillón.
Al otro día me desperté cuando el chongo de Pame (mi amiga) se iba. Era más del mediodía. Por supuesto perdimos la clase de la mañana, y tuve bastante lío con mi novio porque no le contesté ningún mensaje (siempre le digo que vuelvo temprano, porque al otro día curso y hasta ese día nunca me había pasado de quedarme dormida y no contestarle). En mi cabeza todavía rondaba el pijón de Germán partiéndome al medio por lo que no le di mucha bola.
El fin de semana me encargué de hacerle pasar el enojo. Le chupé la pija hasta que no le quedó una gota más que largar. Cogimos todo el finde, aunque empezaba a extrañar el salvajismo con le que me cogía Germán. Cuando volví a la facu, hice las pases con Germán, me pidió disculpas y seguimos como si nada.
Llegaron las vacaciones de invierno. Para seguir cogiendo con Germán, inventé que nos juntábamos a estudiar para los exámenes que venían después. Si bien en parte era cierto, varias de esas tardes de estudio eran en el departamento de Germán para coger.
Cuando se fue acercando la fecha de rendir, cambiamos el garche por el estudio de verdad. Pero no me aguantaba estudiar cerca de ese pijón. Un día, el día del cumpleaños de la hermana de mi novio, nos juntamos a estudiar. Él me pasaba a buscar por el departamento de Germán y nos íbamos a cenar con la familia.
Traté por todos mis medios aguantarme, pero no pude. En un descanso, se puso al lado mío y me dijo que me quería coger. Ahí, en ese momento. Con los otros cerca. La situación me re contra excitaba, pero tenía el tiempo justo, en poco tiempo me venían a buscar. "Un rapidito" me dijo al oído y casi acabé. Me levanté como para ir al baño, él me siguió y me metió de prepo en su habitación. Me arrodillé, obediente, y le chupé la pija desesperada.
"Esperá, te quiero coger" me decía mientras yo seguía descontrolada. "Esperá pendeja esperá ahhh", y acabó. Me sentía tan puta que dejé que me acabara todo en la boca. Era la primera vez que lo hacía con él. Jugué un rato con la lechita en la boca, saboreando el semen y después me la tragué. Me paré y le mostré la boca vacía.
"Te quiero cogerrr" me repetía. Yo estaba re caliente, pero mi novio había llegado para buscarme. Me tuve que ir, así hirviendo como estaba. Subí al auto y le di un beso de lengua bien fogoso. Aún sentía la lechita calentita de Germán escurrirse de mis labios. Besar al cornudo de mi novio apenas había terminado de petear a mi macho me excitaba de una forma que nunca la había experimentado.
Apenas arrancó el auto le exigí que me cogiera. Antes de la fiesta, me llevó a casa y me garchó de las maneras que quiso. Pero fue un click en su cabeza. Como podía ser, que después de estudiar, volviera tan caliente? Cada vez sospechó más, me tuve que cuidar mucho. Venía re bien, hasta que me traicionaron las ganas de pija. Con Germán nos dejamos de ver un tiempo.
Hasta que un día, voy al departamento de mi amiga y los encuentro a los dos. Ahora se estaba cogiendo a mi amiga. A la noche, me empezó a mandar mensajes tratando de explicarme lo que no hacía falta. "Boludo, nosotros garchamos nomás. No tenés que explicarme nada, solo cogerme. Soy la putita de esa pija, cogeme y listo".
Esos mensajes me los mandaba mientras le cocinaba a mi novio. Trataba de disimular pero me temblaban las piernas con las cosas que me ponía. Tuve que apagar todo. Eso fue el puntapié inicial para retomar el garche con Germán. Pero esta vez estaba dispuesta a todo. Un sábado, salí con mis amigas de la secundaria y a propósito publiqué donde estaba. Germán no tardó en aparecer. A mis amigas no tenía que explicarles nada.
Nos subimos a un taxi y fuimos hasta el telo más cercano. Cuando entramos, ni bien cerró la puerta, me arrodillé y saqué el pijón afuera. "Cómo extrañé esta pijaaa" decía mientras saboreaba todo el tronco. Aproveché que aun no estaba tan dura para metermela toda en la boca.
Cuando la dejé lista, me hizo parar agarrandome de los pelos y me puso contra la puerta. Bajó mi pantalón y así de parados me empezó a coger. Sus manos tocaban mis tetas por encima de la remera. Su respiración a centímetros de mi oído me ponían re loca.
"Sos mi putita, pendeja... sos mi putita" me repetía mientras me pajeaba con sus dedos. Yo chorreaba de calentura encima de su verga. "No... soy la puta de tu pija" le repetía mientras me abría en dos con cada embestida. Sin sacarla, me tiró en la cama en 4 y se puso encima castigándome.
Su cuerpo chocaba y rebotaba contra mi cola. Siguió un rato más hasta que no aguantó y acabó adentro mío. La dejó adentro, descargándose, hasta que la sacó flácida y con el forro colgando lleno de leche.
Yo me quedé quieta en esa posición. Él aprovechó y empezó a chuparme la concha, metía los dedos, me lamía... estaba a punto de acabar. Él se daba cuenta por como temblaba. Su lengua empezó a subir y llegó a mi cola. Me volvía loca que me chuparan la cola, pero él nunca lo había hecho. Tampoco lo dejaba, porque yo sabía que eso era un camino de ida a querer pija por atrás.
Hasta ese momento, nunca le había entregado la cola a mis amantes, solo a mi novio. Pero esa lengua rozando mi ano mientras los dedos jugaban dentro de mi concha me aflojaron toda. Acabé como una bestia, tanto que no pude mantenerme en la posición. Caí boca abajo exhausta. Levanté mis caderas, abriendo un poco mis nalgas y le pedí que siguiera chupandome la cola.
Se avalanzó desesperado a seguir con su trabajo. Yo gemía cada vez más fuerte. "Hoy es tuya" le dije entre gemidos. Se tiró encima mío besándome el cuello. "Después que te rompa el orto, no vas a querer otra pija, sabés?" me decía refregando su tronco ya durísimo de nuevo entre mis nalgas.
En respuesta, le movía el culo en la pija provocándolo. Me dio vuelta, me dejó boca arriba y levantó mis piernas hasta mis hombros. Empezó cogiéndome por la concha, mientras usaba los lubricantes que traen los forros para mojar toda mi cola con sus dedos.
Ahora, de costado, sus dedos empezaron a penetrarme. Su pija nunca salía de adentro. La dejaba toda enterrada y apenas la movía. Sus dedos me abrían la cola bien despacio. Volvió a tirarme boca arriba, con mis piernas abiertas. Levantando mis caderas, se embardunó la pija de lubricante y empezó a apoyar la cabeza en mi ano.
Empujando, despacio, la fue enterrando casi hasta la mitad. "Ahiiii basta!!" le grité desencajada. Dolía. Y mucho. Pero sabía que tenía que aguantar un poco. Se empezó a mover despacio. Mi cola se fue rindiendo al placer de sentir esa terrible poronga gruesa abrirme en dos por la cola, como nunca antes la habían abierto.
Con cada embestida, Germán aprovechaba y la iba metiendo un poco más. "Ahhh me vuelve loca esta pijaaaa... me vuelve locaaa" gritaba mientras él aceleraba el ritmo. "Muy puta te vuelve mi pija, pendeja... muy puta!" gritaba él ya peligrosamente desencajado penetrándome con fuerza. Me dolía pero no podía parar. "Haceme acabar como vos sabés". La sacó y nos pusimos en cucharita. Pero, la pija la enterró en la cola. Pude sentir como entró mucho más fácil. Tenía el culo totalmente dilatado.
Me empecé a mover, despacio, mientras él me masturbaba y acariciaba las tetas. Acabé con la pija en el culo mientras él me tocaba. Lejos de calmarme, sentir ese pedazo de carne dentro mío me ponía más loca. Me empecé a mover desesperada, tan loca que me la clavé entera.
"Aaayyy siiiii que puta me vuelve tu pija que puta me vuelve tu pijaaa" gritaba mientras Germán trataba de agarrarse de alguna parte de mi cuerpo. "La tenés toda adentro, boluda te la comiste toda!!" gritaba Germán ya al borde del orgasmo también. "Que puta me vuelve tu pijaaa" grité en la última embestida que lo hizo acabar. Me frenó, se quedó un rato con su pija clavada en mi colita.
Despacio, la fue sacando. Yo estaba loca, re caliente y con más ganas de pija. Se la empecé a chupar hasta pararla de nuevo. Me senté arriba y lo cabalgué hasta que acabé. Me tiré en la cama destruida. Pero él no se iba a quedar con las ganas.
Se acomodó arriba mío, y me pasaba la verga por mis labios. Saqué la lengua para rozar su cabeza cada vez que pasaba por ahí. Sentía como latía cada vez que la tocaba. Hasta que no aguantó más y acabó un chorro espeso sobre mi cara, y el resto lo desparramó en mis tetas.
El turno se terminó, nos fuimos cada uno en un taxi diferente. Yo volví con mis amigas que aún estaban en el boliche. Fue una gran decisión. Mi novio me escribió casi terminando la noche preguntando si quería que me pasara a buscar.
Sabía que un poco lo hacía para controlarme, pero ya había recibido lo que quería, así que no me molestaba que viniera. Llevamos a una de las chicas a la casa y me fui a dormir con él, que tenía terribles ganas de coger. Nos acostamos en cucharita, y me apoyaba la pija durísima. Sabía que hasta que no lo calmara no me iba a dejar dormir. Mi concha no daba más, pero sentirlo franelearme el culo me encendió de nuevo.
Me acomodé, así como estábamos cuchareando, y me clavé su verga. Me movía rápido, para que acabe lo más pronto posible. Aun sentía la concha dilatada por Germán, pero por suerte él no se dio cuenta que estaba más abierta. No aguantó mucho el ritmo que le ponía y acabó al toque. Largó toda la leche adentro, sacó la pija y se acomodó abrazándome para dormir.
"Que putita que te volvés con mi pija" me decía al oído mientras me tocaba para hacerme acabar. "Ayy sii mi amor" le repetía. Acabé (no tan fuerte como las veces anteriores esa misma noche) y nos quedamos dormidos. Yo soñando con la próxima vez que me coja el pijón de Germán, él ignorando que en realidad, yo era puta de todas las pijas que me quieran coger, no solo la de él.
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23 comentarios - Anto, la puta de todas las pijas
gracias por pasar
Veo q cambiaste de foto, ahora si creo que busco fotografas llamadas julieta jajaja
:B esito en ese culo hermoso q tenes!!
gracias por un relato mas, espero que nunca te canses! +10
gracias por pasar
igual a esa cola alguien le tiene que hacer un monumento!
gracias a vos por la buena onda!
gracias por pasar!
espero disfrutes los proximos!!
gracias por pasar!
Reputita tu amiga jajajaaja
Pero muy bobo el novio, si un coño acaba de ser penetrado se nota jajajaja
gracias por pasar 😉
Muy buen relato Juli!!!
"yo era puta de todas las pijas que me quieran coger, no solo la de él" que rico 💖