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Mamá se enamora de un cubano (2)

Les narraré la siguiente parte de la historia de como mi madre se enamora de la verga de un cubano. No pasaron muchos días para que mi madre me confiese que estaba iniciando una relación con Gustavo -hijo, en estas ultimas semanas ha surgido una atracción muy fuerte entre Gustavo y yo, y hemos decidido iniciar una relación-, si claro, como si no supiera cuantos centímetros media dicha “atracción” decía entre mí. -Supongo que será difícil para ti acostumbrarte a la presencia de Gustavo en la casa, pero poco a poco se irán conociendo y de seguro se llevarán muy bien-, decía mi madre sonriente viendo al cubano, mientras que este solo atinaba a dar una sonrisa burlona de la que solo yo me percataba, no podía soportar que mi madre, una mujer exitosa y hermosa este con un bueno para nada, solo porque le daba buen sexo.

Normalmente me levanto un poco mas tarde que ellos para ir a la escuela, pero tenia sospechas que ellos mantenían relaciones sexuales en la ducha todas las mañanas mientras yo aun dormía. Un martes por casualidad me levanto una hora antes de lo habitual y echado en mis sabanas escucho gemidos, provenían de baño, me levanto de la cama y acerco sigilosamente, abro la puerta y veo a mi madre de espaldas, clavada a la verga del cubano, ella entre gemidos decía, -Que insaciable eres mi semental, todas las mañanas me la metes bien duro antes de ir a trabajar, por tu culpa el culo me ha crecido y se ha me puesto más duro-, -y las tetas también te han crecido gracias a las chupadas que te doy y a mi leche milagrosa- decía Gustavo mientras se corría en la concha de mi madre. Después de la inmensa corrida que Gustavo tuvo en la concha de mi querida madre no me sorprendería que quede preñada, ahí se haría realidad mi más grande temor, ver con una panza enorme a mamá esperando al hijo de Gustavo.

Tres semanas después mi madre empieza a tener mareos y vómitos, acudimos al doctor quien nos confirma el embarazo, -felicidades señora Anna, usted está embarazada de gemelos-, la noticia que mi madre no tendría uno, sino gemelos me dejó impactado, mientras que ella esbozaba una sonrisa de felicidad. Pasaron los meses y la panza de mi madre crecía de forma descomunal, así como su apetito por el sexo. Al cuarto mes parecía tener una panza de ocho meses, ella me decía -hijo, como verás estoy teniendo cambios de humor por el embarazo y ahora es cuando mas necesito de tu cariño, quiero que me abraces muchas veces y que acaricies mi panza, tus hermanitos te lo agradecerán-, si seguro pensaba yo, lo que buscas es que te caliente para que cuando llegue Gustavo del trabajo te meta su gruesa barra de carne por todos tus agujeros. Al sexto mes de embarazo la panza de mamá alcanzó un tamaño increíble, no se podía pensar menos de Gustavo, que con tremenda verga y todos los litros de esperma que depositó en el útero de mamá la iba a dejar en ese estado. Una madrugada me despierto para ir a orinar y escucho gemidos que provenían de la cocina, me asomo y veo a mamá con la cabeza dentro del horno y a Gustavo penetrándola de la forma mas violenta posible, este tipo no tenia respeto por su embarazo. -Vamos semental, fóllame, hazme parir ahora mismo-, exclamaba mi madre entre gemidos. -Así es perrita, ahora mismo te volvería a embarazar si pudiera, que rica te has puesto, esa panzota me excita demasiado, y siento ganas de dejarte secas esas tetas-, decía mientras mamá sacaba el cuerpo del horno y Gustavo le mamaba uno sus senos, se veía caer hilos de leche. -Wao, que rica leche produces perra-, decía Gustavo mientras se corría dentro de mamá. -Con toda la leche que me das sobrado me vuelves a embarazar vergón-, decía mamá mientras llegaba a su orgasmo.

Luego de la intensa sesión de sexo que tuvieron se sentaron desnudos en el sofá y empezaron a conversar de muchas cosas entre las cuales me entero de la rutina de sexo que llevaban, mamá y Gustavo mantenían el numero de encuentros sexuales diarios de acuerdo al mes de embarazo en el que iba mamá, ahora mamá tiene 6 meses de embarazo, eso significa que tenían 6 sesiones de sexo diarias. Dios mío pensé, que tipo de semental debe ser Gustavo para poder tener 6 sesiones de sexo en un día, todo lo que tenia que hacer para complacer a mamá, quien también comentó que su libido aumentaba a medida que crecía su barriga y sus tetas. Para el octavo mes, no pensaba en otra cosa que follar con mi madre, el solo hecho de ver esa imponente barriga con los dos engendros de Gustavo y esas dos tetazas que producían leche en exceso me provocaba una tremenda erección, recuerdo que un día íbamos caminando por el centro comercial y se nos cruza una joven embarazada que ve impresionada la tremenda panza de mamá y le pregunta, -¿Cuántos meses tienes?-, mamá responde -Ocho meses, y son gemelos- -wao, yo también estoy embarazada de gemelos y tengo ocho meses y medio, pero mi barriga parece tener la mitad de tamaño que la tuya, que marido debes tener-, mientras yo hacia un intento sobrehumano por no bajar el cierre de mi pantalón y empezarme a masturbar con esta conversación. La joven tenia razón, la panza de mamá era tan imponente que todos se quedaban sorprendidos al verla, había tenido que comprar ropa nueva porque la que tenia ya no le quedaba al haber aumentado el tamaño de sus nalgas, su barriga, sus piernas y sobre todo sus tetas. -Dios mío, el semen de Gustavo provocó que mamá aumentara sus medidas, y yo veía eso imposible meses atrás.

Gustavo y mamá ya habían perdido cualquier acto de pudor para el octavo mes, no tenían miedo de fornicar en cualquier momento y cualquier parte de la casa, y no les importaba si yo los escuchaba. Una tarde mientras almorzaba, ellos se pusieron a follar en la sala, yo me hice de la vista gorda, pero los tremendos gemidos de mamá eran difíciles de ignorar, me asomé a la sala y encontré a mi mamá encima de Gustavo agarrándose las tetas y chupándoselas mientras abajo Gustavo hacia todo el trabajo. Ella me vio y me dijo -hijo, discúlpame, pero no puedo aguantarlo, tus hermanitos me piden que papá me dé amor y no puedo negarles eso-, mientras tenia incrustada la verga de Gustavo, se acariciaba la panza y sonreía pícaramente. -Gustavo asoma la cabeza por un lado sin dejar de penetrar y dice, -bueno muchacho, debes aceptar que he convertido a tu madre en una adicta a mi verga y desde ahora será asi, luego que dé a luz la embarazaré otra vez para vivir estos momentos mágicos, para que veas que soy un buen padrastro te dejaré que le mames las tetas y pruebes ese delicioso manjar blanco que emana- me dijo de forma burlona. Me amargué, pero luego lo pensé por un momento mientras seguían follando, sin decir nada me acerque a mamá y tome uno de sus senos y empecé a mamar ávidamente, la leche empezó a salir, mamá gemía por la doble excitación causada por la frenética penetración de Gustavo y la mamada de tetas que yo le estaba dando, tanta era mi avidez que le deje vacias ambas tetas. Luego mamá dijo -hijo, me has vaciado las tetas, pero no te preocupes, dentro de un par de horas produciré más-. Satisfecho los deje follando, fui a mi cama y me tiré la mejor paja de mi vida mientras imaginaba a mi madre penetrada por los 25cm de Gustavo.

Días después, mientras mamá y yo almorzábamos y Gustavo la penetraba, mamá empezó a sentir unos calambres. -Gustavo, espera, los niños ya vienen, siento unos dolores inmensos-, decía entre gemidos y lágrimas, Gustavo hizo caso omiso y siguió penetrando hasta que la cabecita de uno de los niños salió. Fuimos al hospital y dos horas después nacieron los hijos de mamá, negros como Gustavo, pero con los ojos de mamá. Ella los veía y yo pensaba, estos niños en un par de años estarán preñando a madres de otros.

Continuará...

3 comentarios - Mamá se enamora de un cubano (2)

RenzoWib +1
siguió penetrando hasta quela cabecita de uno de los niños salió.....

Mamá se enamora de un cubano (2)
WillSwS +1
Jajaja me tenté de risa con el final
kramalo
jaja..!! medio fantasioso...jaja!! saludos.