Segunda y penúltima entrega:
Mariela: Ay amiga – exclama preocupada. Bueno, andá ya a la farmacia y comprá una pastilla del “día después” – le aconseja tranquilizándola.
Pilar se demora en contestar pero finalmente lo hace: Listo, ya la tomé – dice suspirando
Mariela: Genial! qué bueno que lo viste a Marce al final – exclama cambiando de tema y tratando de que se le pase la angustia.
Pilar: Si, fue hermoso como siempre. El sábado a la noche corté finalmente con Gabriel y el domingo a la tarde vino Marce, que se fue ayer a la noche. (Este es el momento en que ya estoy fuera del juego, pero sigo la historia desde este valioso chat).
Mariela: Qué bueno que te sacaste de encima ese lastre –exclama alegrándose por su amiga. Pero cuidate un poco más con Marce, empezar una relación con un casi embarazo no es una buena idea – dice riendo.
Audio largo de Pilar: Sí, no es buena idea – dice riendo también. Lo que pasa es que una vez que lo siento adentro, no soy capaz de razonar nada. El domingo me estaba cogiendo por el culo y cuando estaba por acabar, me enchufé la verga en la concha y me la llenó de leche, estaba cargadísimo. Encima, me quedé abotonada a él hasta que se le bajó. Después comimos algo ligero, desnudos y, cuando me puse a lavar los cubiertos, se vino hacia mí con la verga parada y me dijo – si seguís desnuda, te voy a coger por toda la casa – estaba muy excitado. No me pareció mala idea, dejé los cubiertos, me agaché y se la empecé a chupar en la cocina. Él estaba tan caliente que iba a acabar, me lo hizo saber y yo me detuve, me paré, giré y me metí la verga en la concha, donde él hizo muy pocos movimientos y explotó. Yo ya estaba cargada por el polvo anterior, entonces empezó a salir leche por las comisuras de mi vagina, que aún tenía su pene obstruyendo el agujero. Él se metió al baño y estuvo un rato largo. Yo busqué un trapo para limpiar el semen que había quedado en el piso. Sale del baño y me ve agachada limpiando (desnuda) y se viene a mí rápidamente y desde atrás me dice – te lo advertí-. Me da vuelta y me clavó la verga de nuevo alzándome y llevándome a la cama donde hicimos el amor reiteradas veces por tres horas más o menos y siempre terminó adentro. Si no me preñó en estos dos días, es un milagro.
Mariela: A mí me pasa lo mismo con Hernán. Ya me acostumbré a su tamaño, ahora gozo de principio a fin, le encanta coger sin protección y acabarme adentro. Tengo que estar pendiente de la pastilla siempre. Vos podés zafar porque ya le entregaste la cola a Marce, pero yo ni loca, me va a desgarrar – comenta riendo.
Pilar: Lo que pasa es que me gusta sentir el semen de Marce en mi concha. Es como si lo tuviera a él dentro mío todo el tiempo y me excita mucho. Él tiene que dejar su departamento hoy pero recién se muda el lunes a uno nuevo y obviamente le ofrecí que se quedara aquí por esos días.
Mariela: Sos perezosa, eh? – dice riendo irónicamente. Sí, me contó Hernán que se mudaba. Cuídate amiga, van a coger duro esa semana – le recomienda para evitar el disgusto que vivió ese día.
Pilar: Seguramente, lo voy a tener adentro todos los días – dice riendo. Igualmente se vienen una maratón de parciales así que vamos a estudiar también, supongo – vuelve a reír.
Mariela: Al paso que vas, vas a terminar recursando y con el bombo lleno- lanza una carcajada. No, mentira amiga – ríe retractándose. Te quiero
Pilar: No, ni loca, desde ahora, hasta que tenga el periodo, todo por la colita – exclama contenta. Yo también te quiero amiga.
Ellas se mandan muchas cosas por chat, así que no le presté atención a la conversación posterior. Me había masturbado más de cinco veces ya y quería descansar después de absorber tanta información.
Al otro día me llegan mensajes de las conversaciones de Mariela (yo me enteraba de todo lo que pasaba en el whatsapp de ella). Pilar y Mariela habían empezado a hablarse por mensaje de voz desde temprano:
Mariela: Me siento mal Pili, podes hablar un rato?
Pilar: Si amiga, qué pasó?
Mariela: Anoche Hernán llegó tarde, yo quería coger, en toda la semana no nos vimos y él solo se acostó exhausto.
Pilar, tratando de disimular los nervios le dice: No sé Marie, hablé con Marce hace un rato y no me mencionó nada. Se debe haber ido a jugar al futbol hoy, ellos suelen cambiar de día a veces, Marce también lo hace.
Mariela: Hoy se fue temprano, a la noche voy para su casa y te cuento. - Contame algo amiga – le pide para distraer su preocupación.
Pilar: Esta semana estuve estudiando mucho, al final Marce se quedó dos semanas más y no toqué un libro, no se quería mudar – se ríe. Yo tampoco quería que se vaya, me había acostumbrado a nuestra dosis diaria de sexo y esta semana casi no lo vi. Se le juntó lo de la mudanza y lo de la compra del auto. La semana que viene lo voy a ayudar con la pintura del departamento pero se me hace que no voy a tocar esa brocha – lanza una carcajada.
Mariela: - Qué lindo lo que les está pasando Pili – exclama festejando. Nos tenemos que juntar los cuatro a festejar la conformación de las dos parejas – dice festiva.
Pilar: Si totalmente, vamos al bar donde empezó todo y nos metemos al baño – ríe eufóricamente.
Mariela: Es verdad – dice emocionada y riendo. El lunes organizamos todo.
Pilar: Dale, hablamos. Te quiero – dice concluyendo la charla.
Dejé pasar todos esos días y el lunes estaba atento al celular para obtener más detalles del encuentro. Finalmente se comunicaron a la tarde y acordaron ir el miércoles a las 19 al bar.
Yo iba a estar puntual esperando en el baño para ver el doble espectáculo.
Así fue que el miércoles a las 19hs entraron las dos parejas, que se pusieron directamente en la barra y pidieron algo para tomar. Era una representación del día en que empezaba a perder a mi novia (ahora ex). Yo observaba todos los movimientos desde lejos, el bar estaba lleno y me podía escabullir bien. Se salen del libreto y entran todos juntos al baño. Yo me dirijo hacia el baño también y me meto en uno de los compartimientos. Se oían ruidos de besos, ya habían empezado a calentar. Logro pararme en la mochila del baño con mucho cuidado de no romperla y tenía un panorama hermoso de ambas parejas, que estaban en boxes contiguos. Pilar estaba con su pollera corta y con medias bucaneras, no se habían sacado ni los abrigos. Ella se agacha, le desabrocha rápidamente el pantalón y se mete el pene en la boca inmediatamente mamándoselo con mucha prisa. Ella se para, se da vuelta y queda estampada en uno de los separadores del cubículo. Marcelo sólo levanta la pollera un poco y se la entierra hasta el fondo (Pilar no tenía ropa interior, me puse loco de calentura. Una vez se lo había pedido y se había enojado). Con cada embestida de su macho, ella pegaba pequeños golpes en el separador pero con su cola se hacía para atrás, para evitar de que se saliera la verga de su vagina. Él la penetra con mucha firmeza y energía y se notaba que Pilar disfrutaba al máximo ya que no se le desdibujaba la sonrisa de su rostro . Del otro lado, Mariela ya estaba arrodillada en la tapa del inodoro mirando hacia donde estaba la mochila y desde atrás estaba Hernán terminando de enterrarle la verga, pero cada vez que escuchaba un golpe o gemido que producía Pilar, él se daba vuelta, estaba pendiente de ella. Sin embargo esto le ayudaba a excitarse más y las embestidas hacia Mariela se hacían cada vez más intensas. Ella ya estaba acostumbrada al tamaño de su hombre, por ende también estaba gozando. Ambas parejas terminaron pronto, Mariela quedó con la vagina chorreando, se subió la bombacha y el pantalón y se volteó a abrazar a Hernán. Del otro lado, terminaron juntos, ella no quería sacarse la verga de adentro, Marcelo logra retirársela, saca papel higiénico y comienza a limpiarle suavemente la vagina a Pilar, que tenía una pierna apoyada sobre el inodoro mientras lo abrazaba y besaba (ella estaba sin ropa interior, no podía salir chorreando semen por todo el bar). Las parejas se pusieron de acuerdo y salieron rápido. Pilar y Hernán se miraron fuertemente mientras salían del baño. Luego salgo yo y me quedo del otro lado del bar.
CONTINUARA
Mariela: Ay amiga – exclama preocupada. Bueno, andá ya a la farmacia y comprá una pastilla del “día después” – le aconseja tranquilizándola.
Pilar se demora en contestar pero finalmente lo hace: Listo, ya la tomé – dice suspirando
Mariela: Genial! qué bueno que lo viste a Marce al final – exclama cambiando de tema y tratando de que se le pase la angustia.
Pilar: Si, fue hermoso como siempre. El sábado a la noche corté finalmente con Gabriel y el domingo a la tarde vino Marce, que se fue ayer a la noche. (Este es el momento en que ya estoy fuera del juego, pero sigo la historia desde este valioso chat).
Mariela: Qué bueno que te sacaste de encima ese lastre –exclama alegrándose por su amiga. Pero cuidate un poco más con Marce, empezar una relación con un casi embarazo no es una buena idea – dice riendo.
Audio largo de Pilar: Sí, no es buena idea – dice riendo también. Lo que pasa es que una vez que lo siento adentro, no soy capaz de razonar nada. El domingo me estaba cogiendo por el culo y cuando estaba por acabar, me enchufé la verga en la concha y me la llenó de leche, estaba cargadísimo. Encima, me quedé abotonada a él hasta que se le bajó. Después comimos algo ligero, desnudos y, cuando me puse a lavar los cubiertos, se vino hacia mí con la verga parada y me dijo – si seguís desnuda, te voy a coger por toda la casa – estaba muy excitado. No me pareció mala idea, dejé los cubiertos, me agaché y se la empecé a chupar en la cocina. Él estaba tan caliente que iba a acabar, me lo hizo saber y yo me detuve, me paré, giré y me metí la verga en la concha, donde él hizo muy pocos movimientos y explotó. Yo ya estaba cargada por el polvo anterior, entonces empezó a salir leche por las comisuras de mi vagina, que aún tenía su pene obstruyendo el agujero. Él se metió al baño y estuvo un rato largo. Yo busqué un trapo para limpiar el semen que había quedado en el piso. Sale del baño y me ve agachada limpiando (desnuda) y se viene a mí rápidamente y desde atrás me dice – te lo advertí-. Me da vuelta y me clavó la verga de nuevo alzándome y llevándome a la cama donde hicimos el amor reiteradas veces por tres horas más o menos y siempre terminó adentro. Si no me preñó en estos dos días, es un milagro.
Mariela: A mí me pasa lo mismo con Hernán. Ya me acostumbré a su tamaño, ahora gozo de principio a fin, le encanta coger sin protección y acabarme adentro. Tengo que estar pendiente de la pastilla siempre. Vos podés zafar porque ya le entregaste la cola a Marce, pero yo ni loca, me va a desgarrar – comenta riendo.
Pilar: Lo que pasa es que me gusta sentir el semen de Marce en mi concha. Es como si lo tuviera a él dentro mío todo el tiempo y me excita mucho. Él tiene que dejar su departamento hoy pero recién se muda el lunes a uno nuevo y obviamente le ofrecí que se quedara aquí por esos días.
Mariela: Sos perezosa, eh? – dice riendo irónicamente. Sí, me contó Hernán que se mudaba. Cuídate amiga, van a coger duro esa semana – le recomienda para evitar el disgusto que vivió ese día.
Pilar: Seguramente, lo voy a tener adentro todos los días – dice riendo. Igualmente se vienen una maratón de parciales así que vamos a estudiar también, supongo – vuelve a reír.
Mariela: Al paso que vas, vas a terminar recursando y con el bombo lleno- lanza una carcajada. No, mentira amiga – ríe retractándose. Te quiero
Pilar: No, ni loca, desde ahora, hasta que tenga el periodo, todo por la colita – exclama contenta. Yo también te quiero amiga.
Ellas se mandan muchas cosas por chat, así que no le presté atención a la conversación posterior. Me había masturbado más de cinco veces ya y quería descansar después de absorber tanta información.
Al otro día me llegan mensajes de las conversaciones de Mariela (yo me enteraba de todo lo que pasaba en el whatsapp de ella). Pilar y Mariela habían empezado a hablarse por mensaje de voz desde temprano:
Mariela: Me siento mal Pili, podes hablar un rato?
Pilar: Si amiga, qué pasó?
Mariela: Anoche Hernán llegó tarde, yo quería coger, en toda la semana no nos vimos y él solo se acostó exhausto.
Pilar, tratando de disimular los nervios le dice: No sé Marie, hablé con Marce hace un rato y no me mencionó nada. Se debe haber ido a jugar al futbol hoy, ellos suelen cambiar de día a veces, Marce también lo hace.
Mariela: Hoy se fue temprano, a la noche voy para su casa y te cuento. - Contame algo amiga – le pide para distraer su preocupación.
Pilar: Esta semana estuve estudiando mucho, al final Marce se quedó dos semanas más y no toqué un libro, no se quería mudar – se ríe. Yo tampoco quería que se vaya, me había acostumbrado a nuestra dosis diaria de sexo y esta semana casi no lo vi. Se le juntó lo de la mudanza y lo de la compra del auto. La semana que viene lo voy a ayudar con la pintura del departamento pero se me hace que no voy a tocar esa brocha – lanza una carcajada.
Mariela: - Qué lindo lo que les está pasando Pili – exclama festejando. Nos tenemos que juntar los cuatro a festejar la conformación de las dos parejas – dice festiva.
Pilar: Si totalmente, vamos al bar donde empezó todo y nos metemos al baño – ríe eufóricamente.
Mariela: Es verdad – dice emocionada y riendo. El lunes organizamos todo.
Pilar: Dale, hablamos. Te quiero – dice concluyendo la charla.
Dejé pasar todos esos días y el lunes estaba atento al celular para obtener más detalles del encuentro. Finalmente se comunicaron a la tarde y acordaron ir el miércoles a las 19 al bar.
Yo iba a estar puntual esperando en el baño para ver el doble espectáculo.
Así fue que el miércoles a las 19hs entraron las dos parejas, que se pusieron directamente en la barra y pidieron algo para tomar. Era una representación del día en que empezaba a perder a mi novia (ahora ex). Yo observaba todos los movimientos desde lejos, el bar estaba lleno y me podía escabullir bien. Se salen del libreto y entran todos juntos al baño. Yo me dirijo hacia el baño también y me meto en uno de los compartimientos. Se oían ruidos de besos, ya habían empezado a calentar. Logro pararme en la mochila del baño con mucho cuidado de no romperla y tenía un panorama hermoso de ambas parejas, que estaban en boxes contiguos. Pilar estaba con su pollera corta y con medias bucaneras, no se habían sacado ni los abrigos. Ella se agacha, le desabrocha rápidamente el pantalón y se mete el pene en la boca inmediatamente mamándoselo con mucha prisa. Ella se para, se da vuelta y queda estampada en uno de los separadores del cubículo. Marcelo sólo levanta la pollera un poco y se la entierra hasta el fondo (Pilar no tenía ropa interior, me puse loco de calentura. Una vez se lo había pedido y se había enojado). Con cada embestida de su macho, ella pegaba pequeños golpes en el separador pero con su cola se hacía para atrás, para evitar de que se saliera la verga de su vagina. Él la penetra con mucha firmeza y energía y se notaba que Pilar disfrutaba al máximo ya que no se le desdibujaba la sonrisa de su rostro . Del otro lado, Mariela ya estaba arrodillada en la tapa del inodoro mirando hacia donde estaba la mochila y desde atrás estaba Hernán terminando de enterrarle la verga, pero cada vez que escuchaba un golpe o gemido que producía Pilar, él se daba vuelta, estaba pendiente de ella. Sin embargo esto le ayudaba a excitarse más y las embestidas hacia Mariela se hacían cada vez más intensas. Ella ya estaba acostumbrada al tamaño de su hombre, por ende también estaba gozando. Ambas parejas terminaron pronto, Mariela quedó con la vagina chorreando, se subió la bombacha y el pantalón y se volteó a abrazar a Hernán. Del otro lado, terminaron juntos, ella no quería sacarse la verga de adentro, Marcelo logra retirársela, saca papel higiénico y comienza a limpiarle suavemente la vagina a Pilar, que tenía una pierna apoyada sobre el inodoro mientras lo abrazaba y besaba (ella estaba sin ropa interior, no podía salir chorreando semen por todo el bar). Las parejas se pusieron de acuerdo y salieron rápido. Pilar y Hernán se miraron fuertemente mientras salían del baño. Luego salgo yo y me quedo del otro lado del bar.
CONTINUARA
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