Ya se acerca el final de la saga, por tal motivo, decidí subir tres capítulos cortos.
Aquí va el primero..
Esa noche llegué a mi departamento sin poder bajar la erección. Atravesé la puerta, saqué mi verga, jalé muy pocas veces y me salió un baldazo de leche que ensució todo el piso. Busqué un trapo húmedo para limpiar el enchastre y mientras lo hacía, seguía pensando en la escena que había presenciado. Era la mejor película porno que había visto en mi vida y la actriz protagonista era mi novia.
Habían pasado cinco semanas del episodio y no sabía nada de Pilar. Le había mandado centenares de mensajes, la llamé por teléfono miles de veces pero no contestó nunca. Así que una noche, decidí ir a su departamento a buscarla para que hablemos. Yo tenía la posibilidad de entrar a su casa cuando se me plazca pero no me animé a hacerlo.
Llego a la esquina de su casa a eso de las 23hs y me dirijo hacia su edificio. Pero me detengo cuando veo a Pilar entrar al hall con alguien que no logro ver (seguro era Marcelo). No me iba a perder otra oportunidad de ver una ardiente sesión de sexo en vivo y decidí entrar. Esperé (como la última vez) a que se ponga caliente el clima y entré sigilosamente. En el comedor no había nadie, ya estaban en la habitación. Cuando me asomo sobre la puerta entre abierta, me quedo helado. Era Hernán arriba de Pilar a punto de penetrarla (yo no entendía nada). Él empuja hacia adelante para metérsela y ella hace un gesto de dolor acompañado de un quejido. Hernán entiende el mensaje y retrocede para sacársela y lubricarla con un poco de saliva. Mariela tenía razón en su relato, era enorme ese pene. La verga más grande que había recibido Pilar era la de Gaspar, pero no se comparaba con la que tenía este muchacho. Una vez lubricado, intenta nuevamente introducirla dentro de la concha pero ella se vuelve a quejar y le dice – Así no va a funcionar-. Se incorpora y recuesta a Hernán en la cama, ella se sube encima salivando abundantemente su vagina y empieza a metérsela suavemente. Ella movía lentamente sus caderas de forma circular, tratando de hacer espacio en su interior para dejar entrar ese enorme pedazo de carne. Finalmente logra metérsela entera, se queda quieta por un momento para amoldarse al tamaño y comienza a subir y a bajar lentamente. De a poco va acelerando, aún con un breve gesto de dolor pero sin detenerse. Logra establecer un ritmo constante y de a poco va relajando su rostro. Acelera un poco más, soltando una pequeña serie de gemidos apenas audibles y se le empiezan a blanquear sus ojos, pero esto dura poco ya que Hernán, elevando su pelvis hacia arriba, comienza a gemir fuerte. Era señal de que ya había acabado. Pilar se saca la verga haciéndose hacia adelante y de su concha comienza a chorrear semen. Se baja de Hernán y se queda sentada al lado esperando a que él se reponga. (A ese entonces, yo estaba que explotaba pero seguía sin entender nada). Para no correr riesgos de que me vieran, salgo del departamento rápidamente. No podía entender cómo una mujer podía cambiar tanto en tan poco tiempo. Hace menos de un mes era una novia común y corriente, con ideales conservadores y ahora está recibiendo leche de todo el hospital.
Este encuentro no tenía sentido. Decidí tomar medidas extremas y me arriesgué a ir al otro día a la casa de Mariela (que me odia profundamente) para ver si sabía algo de todo esto.
Tomo valor y llego a su casa, ella me recibe desconcertada. Para que no me cerrara la puerta en la cara, le dije que le tenía que decir algo importante. Me dejó pasar solo por curiosidad. No le cuento lo que pasó en la habitación de Pilar porque dejaría en evidencia de que entré sin permiso a su casa, pero sí le dije que vi a Hernán entrando a su edificio.
Mariela no me cree, piensa que estoy tratando de destruir su relación como pasó conmigo y Pilar. Yo insistí, pero ella se empezó a enfurecer y estaba a punto de echarme. En un momento, ella va al baño (para bajar la bronca y no hacer un escándalo, supongo) y veo que estaba su teléfono desbloqueado en la mesa. Lo tomé rápidamente e hice un scaneo de sus chats pasándolos a mi celular (recurso que aprendí en internet y se los recomiendo si tienen sospechas de algún amorío de sus parejas) y lo dejé donde estaba. Ella sale un poco más calmada del baño pero aun así, decido irme, ya que podía sacar más información de sus conversaciones de chat que de ella.
Llego ansioso a mi casa y agarro mi celular para ver qué encontraba. Retrocedo en las conversaciones que tiene con Pilar y me detengo en la del día en que peleamos ella y yo:
Mariela: Pili amiga! Esta semana estuviste perdida, ¿en qué andás?, ¿Supiste algo de Gaspar?
Pilar: Hola amiga! Es verdad, no me conecté mucho esta semana. Sí, parece que en la fiesta del domingo, le di mi número a Gaspar, yo no me acordaba, y el lunes me llamó y me dejó un correo de voz. Me decía que le había encantado garchar conmigo en el hospital, que fueron los dos mejores polvos que se había echado en su vida y que quería verme el lunes mismo ya que quería continuar lo que habíamos empezado en el auto de Hernán – se ríe. (Al fin sabía qué decía el correo de voz)
Mariela: Lanza una carcajada y dice – lo del auto fue tremendo, Hernán se puso a filmarlos mientras vos te lo montabas en el asiento de atrás – continúa riendo. (Eso lo explicaba todo. Hernán había amenazado a Pilar con ese video y ella le pagó con sexo). - ¿Y qué pasó? - pregunta Mariela - ¿la siguieron?-.
Pilar no se percata del peligro de ese video y evade el tema: Sí, le dije que me pasara a buscar a la vuelta de lo de Gaby y me fui con él a un telo muy feo pero la pasamos bien. Cuando estábamos yendo para ahí, lo vi a Gabriel en la esquina. Me quería matar – exclama – pero tenía muchas ganas de coger con Gaspar así que lo dejé ahí tirado – concluye casi riendo.
Mariela: ¡Qué zorra que sos amiga! – ríe enérgicamente, pero que se joda Gabriel. Lo que sí, me da pena por Marce.
Pilar: Con Marce no hablamos en toda la semana, hoy le voy a escribir, ya lo extraño – dice con voz triste.
Mariela no responde y Pilar aclara: Gaspar se está volviendo hoy a Colombia. Estuve toda la semana con él. Es más, me quedé en el hotel donde se hospedaba. Ya se – continúa – parezco una puta, no hace falta que me lo digas – se lamenta. Pero el lunes la pasamos hermoso y me propuso que me mude con él esa semana para aprovechar al máximo su estadía y yo acepté.
Mariela: - Ah, se nota que coge muy bien entonces – dice riéndose. Y con la facultad cómo hiciste? Mirá que el martes tenemos examen – le recuerda.
Pilar: Sí, coge muy bien. Aparte está bien dotado – dice con orgullo. Me llevé mis apuntes al hotel y cuando él se iba a encontrar con los “clientes”, aprovechaba para estudiar. Pero cuando volvía, me daba con todo – exclama excitándose. No hubo ni un solo polvo en donde no me haya sacado un orgasmo. Lo que sí, siempre me tragaba su semen o me acababa dentro de la cola. Todavía no compré las pastillas. Recién el lunes voy a la farmacia. (Esto fue el sábado. Y el domingo había cogido con Marcelo sin protección. Había peligro de que la haya preñado. Extrañamente esto me excitaba muchísimo).
Pilar sigue relatando: - Hoy nos despedimos y me dijo “te amo” – le comenta a su amiga lanzando una carcajada.
Mariela: ¿Así que es dotado? Pero no creo que sea como mi Hernán – dice presumiendo
Pilar: No lo sé – responde riendo
Mariela continúa contestando: Y cómo no se va a enamorar? Fuiste su hembra toda la semana y siempre estabas dispuesta para coger. Aparte de que sos linda e inteligente, sos puta – concluye riendo. Qué bueno que te diste cuenta y te cuidaste de que no te embarace – dice preocupada.
Pilar: Sí, no vaya a ser cosa de que me deje embarazada y se vaya para Colombia – contesta preocupada. Ay que tierna que sos amiga. Vos sos solamente Puta – dice riendo. No mentira – aclara-.Te quiero Marie – concluye su charla.
Más abajo hay una conversación del martes de la semana siguiente que dice:
Pilar: Amiga, tengo miedo – dice con voz angustiada. El domingo vino Marce a casa, hicimos el amor muchas veces sin protección y todas las veces se vino adentro de mí.
CONTINUARA
Aquí va el primero..
Esa noche llegué a mi departamento sin poder bajar la erección. Atravesé la puerta, saqué mi verga, jalé muy pocas veces y me salió un baldazo de leche que ensució todo el piso. Busqué un trapo húmedo para limpiar el enchastre y mientras lo hacía, seguía pensando en la escena que había presenciado. Era la mejor película porno que había visto en mi vida y la actriz protagonista era mi novia.
Habían pasado cinco semanas del episodio y no sabía nada de Pilar. Le había mandado centenares de mensajes, la llamé por teléfono miles de veces pero no contestó nunca. Así que una noche, decidí ir a su departamento a buscarla para que hablemos. Yo tenía la posibilidad de entrar a su casa cuando se me plazca pero no me animé a hacerlo.
Llego a la esquina de su casa a eso de las 23hs y me dirijo hacia su edificio. Pero me detengo cuando veo a Pilar entrar al hall con alguien que no logro ver (seguro era Marcelo). No me iba a perder otra oportunidad de ver una ardiente sesión de sexo en vivo y decidí entrar. Esperé (como la última vez) a que se ponga caliente el clima y entré sigilosamente. En el comedor no había nadie, ya estaban en la habitación. Cuando me asomo sobre la puerta entre abierta, me quedo helado. Era Hernán arriba de Pilar a punto de penetrarla (yo no entendía nada). Él empuja hacia adelante para metérsela y ella hace un gesto de dolor acompañado de un quejido. Hernán entiende el mensaje y retrocede para sacársela y lubricarla con un poco de saliva. Mariela tenía razón en su relato, era enorme ese pene. La verga más grande que había recibido Pilar era la de Gaspar, pero no se comparaba con la que tenía este muchacho. Una vez lubricado, intenta nuevamente introducirla dentro de la concha pero ella se vuelve a quejar y le dice – Así no va a funcionar-. Se incorpora y recuesta a Hernán en la cama, ella se sube encima salivando abundantemente su vagina y empieza a metérsela suavemente. Ella movía lentamente sus caderas de forma circular, tratando de hacer espacio en su interior para dejar entrar ese enorme pedazo de carne. Finalmente logra metérsela entera, se queda quieta por un momento para amoldarse al tamaño y comienza a subir y a bajar lentamente. De a poco va acelerando, aún con un breve gesto de dolor pero sin detenerse. Logra establecer un ritmo constante y de a poco va relajando su rostro. Acelera un poco más, soltando una pequeña serie de gemidos apenas audibles y se le empiezan a blanquear sus ojos, pero esto dura poco ya que Hernán, elevando su pelvis hacia arriba, comienza a gemir fuerte. Era señal de que ya había acabado. Pilar se saca la verga haciéndose hacia adelante y de su concha comienza a chorrear semen. Se baja de Hernán y se queda sentada al lado esperando a que él se reponga. (A ese entonces, yo estaba que explotaba pero seguía sin entender nada). Para no correr riesgos de que me vieran, salgo del departamento rápidamente. No podía entender cómo una mujer podía cambiar tanto en tan poco tiempo. Hace menos de un mes era una novia común y corriente, con ideales conservadores y ahora está recibiendo leche de todo el hospital.
Este encuentro no tenía sentido. Decidí tomar medidas extremas y me arriesgué a ir al otro día a la casa de Mariela (que me odia profundamente) para ver si sabía algo de todo esto.
Tomo valor y llego a su casa, ella me recibe desconcertada. Para que no me cerrara la puerta en la cara, le dije que le tenía que decir algo importante. Me dejó pasar solo por curiosidad. No le cuento lo que pasó en la habitación de Pilar porque dejaría en evidencia de que entré sin permiso a su casa, pero sí le dije que vi a Hernán entrando a su edificio.
Mariela no me cree, piensa que estoy tratando de destruir su relación como pasó conmigo y Pilar. Yo insistí, pero ella se empezó a enfurecer y estaba a punto de echarme. En un momento, ella va al baño (para bajar la bronca y no hacer un escándalo, supongo) y veo que estaba su teléfono desbloqueado en la mesa. Lo tomé rápidamente e hice un scaneo de sus chats pasándolos a mi celular (recurso que aprendí en internet y se los recomiendo si tienen sospechas de algún amorío de sus parejas) y lo dejé donde estaba. Ella sale un poco más calmada del baño pero aun así, decido irme, ya que podía sacar más información de sus conversaciones de chat que de ella.
Llego ansioso a mi casa y agarro mi celular para ver qué encontraba. Retrocedo en las conversaciones que tiene con Pilar y me detengo en la del día en que peleamos ella y yo:
Mariela: Pili amiga! Esta semana estuviste perdida, ¿en qué andás?, ¿Supiste algo de Gaspar?
Pilar: Hola amiga! Es verdad, no me conecté mucho esta semana. Sí, parece que en la fiesta del domingo, le di mi número a Gaspar, yo no me acordaba, y el lunes me llamó y me dejó un correo de voz. Me decía que le había encantado garchar conmigo en el hospital, que fueron los dos mejores polvos que se había echado en su vida y que quería verme el lunes mismo ya que quería continuar lo que habíamos empezado en el auto de Hernán – se ríe. (Al fin sabía qué decía el correo de voz)
Mariela: Lanza una carcajada y dice – lo del auto fue tremendo, Hernán se puso a filmarlos mientras vos te lo montabas en el asiento de atrás – continúa riendo. (Eso lo explicaba todo. Hernán había amenazado a Pilar con ese video y ella le pagó con sexo). - ¿Y qué pasó? - pregunta Mariela - ¿la siguieron?-.
Pilar no se percata del peligro de ese video y evade el tema: Sí, le dije que me pasara a buscar a la vuelta de lo de Gaby y me fui con él a un telo muy feo pero la pasamos bien. Cuando estábamos yendo para ahí, lo vi a Gabriel en la esquina. Me quería matar – exclama – pero tenía muchas ganas de coger con Gaspar así que lo dejé ahí tirado – concluye casi riendo.
Mariela: ¡Qué zorra que sos amiga! – ríe enérgicamente, pero que se joda Gabriel. Lo que sí, me da pena por Marce.
Pilar: Con Marce no hablamos en toda la semana, hoy le voy a escribir, ya lo extraño – dice con voz triste.
Mariela no responde y Pilar aclara: Gaspar se está volviendo hoy a Colombia. Estuve toda la semana con él. Es más, me quedé en el hotel donde se hospedaba. Ya se – continúa – parezco una puta, no hace falta que me lo digas – se lamenta. Pero el lunes la pasamos hermoso y me propuso que me mude con él esa semana para aprovechar al máximo su estadía y yo acepté.
Mariela: - Ah, se nota que coge muy bien entonces – dice riéndose. Y con la facultad cómo hiciste? Mirá que el martes tenemos examen – le recuerda.
Pilar: Sí, coge muy bien. Aparte está bien dotado – dice con orgullo. Me llevé mis apuntes al hotel y cuando él se iba a encontrar con los “clientes”, aprovechaba para estudiar. Pero cuando volvía, me daba con todo – exclama excitándose. No hubo ni un solo polvo en donde no me haya sacado un orgasmo. Lo que sí, siempre me tragaba su semen o me acababa dentro de la cola. Todavía no compré las pastillas. Recién el lunes voy a la farmacia. (Esto fue el sábado. Y el domingo había cogido con Marcelo sin protección. Había peligro de que la haya preñado. Extrañamente esto me excitaba muchísimo).
Pilar sigue relatando: - Hoy nos despedimos y me dijo “te amo” – le comenta a su amiga lanzando una carcajada.
Mariela: ¿Así que es dotado? Pero no creo que sea como mi Hernán – dice presumiendo
Pilar: No lo sé – responde riendo
Mariela continúa contestando: Y cómo no se va a enamorar? Fuiste su hembra toda la semana y siempre estabas dispuesta para coger. Aparte de que sos linda e inteligente, sos puta – concluye riendo. Qué bueno que te diste cuenta y te cuidaste de que no te embarace – dice preocupada.
Pilar: Sí, no vaya a ser cosa de que me deje embarazada y se vaya para Colombia – contesta preocupada. Ay que tierna que sos amiga. Vos sos solamente Puta – dice riendo. No mentira – aclara-.Te quiero Marie – concluye su charla.
Más abajo hay una conversación del martes de la semana siguiente que dice:
Pilar: Amiga, tengo miedo – dice con voz angustiada. El domingo vino Marce a casa, hicimos el amor muchas veces sin protección y todas las veces se vino adentro de mí.
CONTINUARA
1 comentarios - Cómo me enteré que mi novia me hizo cornudo (pt6)