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lo que trajo la lluvia.

este es mi primer relato. La historia transcurre en un hospital pequeño del interior de córdoba. Espero que lo disfruten!


Era sábado a la noche en la guardia y luli, mi compañera,había estado dando vueltas en mi cabeza todo el día. Había sido un día bastante movido, mucha gente y un par de derivaciones que nos mantuvieron ocupados y nos dejaron exhaustos al final de la jornada. Un viento con olor a tormenta empezó a correr por el pueblo y los primeros relámpagos empezaron a mostrarse entre las nubes. Nos aliviamos sabiendo que si esa noche llovía no iba a ser tan concurrida la guardia, al menos que sea algo realmente jodido.
Prendimos la tele para distraernos un poco cuando de repente lu me pregunto si le podía hacer unos masajes en el cuello, ya que el ritmo del día había sido muy estresante, me puse bastante nervioso ante su pedido ya que había pasado todo el día mirándole el escote de su ambo y temía que se hubiese dado cuenta, además el hecho de estar encima de sus hombros y atrás de ella, me daba una vista estupenda de sus tetas. Antes de que mis nervios y falta de respuesta me dejen en evidencia, le dije que si e inmediatamente me acomode para hacerle los masajes que tanto deseaba.
El aroma de su piel, su temperatura tibia y su suavidad fueron narcóticos que poco a poco fueron embriagando mis pensamientos hasta transformarlos en los más lujuriosos que había podido tener. Cada tanto ella soltaba un gemido tímidamente orgásmico y me decía -que ricos masajes que das lu-. Acompañados de una risa burlista y cómplice a la vez.
En ese entonces, había llegado a la conclusión mas que obvia que luli se había dando cuenta de que la devoraba con la mirada y por fin esta guardia se ponía interesante.
Los masajes continuaban, aunque a esa altura ya eran mas caricias y respiraciones agitadas de parte de los dos, cuando de repente un rayo cayó muy cerca nuestro y un trueno rompió con la atmósfera erótica que habíamos creado seguido de un corte de luz. Gracias a ese trueno estrepitoso luli se asusto y se hizo hacia atrás provocando un rose bastante oportuno.Cuando el susto paso, lu se dio cuenta que había algo en su espalda que la pinchaba,la erección que tenia culpa de los masajes, los gemidos y las frases picaronas habían hecho efecto. Entre la penumbra del hospital y las luces de emergencia del pasillo, se dio media vuelta, y me agarro la verga por encima del pantalón y con un tono de voz muy seductor y juguetón me dijo -mira lo que trajo la lluvia-. Inmediatamente intente pedir disculpas o decir algo, mas las palabras no salían de mi boca, solo silabas inentendibles a las que ella calmo con un suave -shhh, yo me encargo-.
Desato el pantalón del ambo y me bajo todo hasta las rodillas, en ese movimiento mi pija dura y venosa le dio un leve golpecito en la nariz lo que le genero una risa muy de putita. Sin dudarlo me hizo el prepucio para atrás dejando la gran cabeza de mi pija a su merced. Empezó a lamerla con voracidad y sin dudarlo se la introdujo toda mi verga hasta el fondo, una y otra vez! Se la sacaba de la boca y me la escupía, me pajeaba y se la volvía a introducir en la boca. Peteaba como una experta y yo ya había caído en la pasión e intensidad de la situación. La calentura me abrumaba y tenía la necesidad imperiosa de probar su cuerpo, por eso aparte su boca de mi chota y la hice sentar en el escritorio, no quería perder tiempo así que la desnude por completo, abrí sus piernas y empecé a chuparla la concha, ella estaba tan mojada que cada vez que pasaba mi lengua por medio de sus labios podía escuchar un hermoso sonido! Al pasar la punta de mi lengua por su clítoris, noté que su vagina se mojaba mas y mas y mis manos empezaron a acariciar sus tetas las cuales tenían los pezones duros y muy sensibles, lo supe porque cada vez que los apretaba dejaba escapar un gemido de puta en celo que me volvía loco y hacía que en la punta de mi verga se empezará a ver las primeras gotitas de líquido preseminal. Dejé su clítoris en paz y empecé a penetrarla con mi lengua, no debo haberlo hecho ni cinco veces que me dijo muy desesperada -cogeme lu! Garchame como una puta-.
No podía negarme a tal pedido y sin dudarlo se la metí de un solo movimiento. El gemido de placer fue simultaneo y desahogador, se podía notar que toda la tensión iba desapareciendo con nada penetración. Su concha estaba húmeda tibia y apretada, lo que le daba a mi pija un hermoso masaje. Las ganas de violarla me invadieron así que la levanté, tomándola de su cola y la garchaba duro y profundamente, era tanta la excitación que se vino, y para mi sorpresa, a chorros! Lo que me voló la cabeza, mejor dicho, las dos cabezas y solté toda mi leche dentro de esa concha salvaje.
Por más que había acabado, la erección no disminuía, no había forma de bajarla, así que la bajé y puse sus manos en el escritorio y la colita bien parada hacia atrás. Instintivamente me puse de cuclillas y abrì esas hermosas y macizas nalgas, dejándome ver ese rosado y cerrado culito. Mi lengua se dirigió como un dardo al centro de ese blanco tan preciado,provocando su asombro ante mi iniciativa, pero lejos de disgustarla. Solo giro la cabeza para preguntar -me vas a romper la colita con esa pija gorda? - con el mismo tono de voz provocativo que uso anteriormente. A lo que le respondí -así es putita rica, y te lo voy llenar de leche tibia-.
Coloqué la punta de mi chota en la puerta de su culito y lentamente empecé a empujar, poco a poco iba cediendo hasta que toda la cabeza estuvo adentro y en ese momento lu se cansó de la espera, la calentura la mataba, y en un solo movimiento hizo su cola hermosa para atrás, ensartándose toda mi pija. Era esa actitud de hembra ardiente, de guarra, de trola insaciable la que me hacia darle sin para ni un segundo. Mientras yo le daba por atrás ella se masajeaba el clítoris, como si su vida dependiera de ello,buscando acabar por segunda vez. El mismo orgasmo a chorros no se hizo esperar al igual que mi lechazo a ese culo infernal.
Todavía mi pija latía dentro de luli cuando a lo lejos escuchamos la sirena de la ambulancia, salimos casi corriendo al vestuario dela guardia a buscar nuestro ambos de repuesto y nuestro descanso terminaba ahí.

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