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Compendio II
😆
Llegó ese periodo del año que a él tanto le molesta: La fiesta anual de Halloween.
Y para variar, él no quería ir.
😂
Lógico que este año, estábamos de verdad complicados, porque mi Alicia mágica nos salió con un genio que ni les digo.
Y también, está demasiado chica para que la cuide la vecinita de al lado.
Por lo que igual, se estaba salvando.
😕
Pero justo, justo al final de octubre, la jefa de mi marido le avisó que se iba unos días de vacaciones y que necesitaba que alguien la cubriera en la fiesta, para que representara a la oficina.
Así que mi “pobre marido” tenía que ir sí o sí a esa fiesta.
😈
“¿Y por qué no vas con Gloria?” le dije, al ver la oportunidad de oro.
Obvio que él se enojó, que cómo me iba a dejar a mí sola con las pequeñas y con nuestra Alicia, mientras él andaba de fiesta con su secretaria y todo preocupado.
Pero yo le dije que lo tenía que hacer por el trabajo.
😰
Eso le calmó un poco, pero también le confesé que de verdad, “no me caería mal que pasara algo de nuevo con ella…”
Porque, o sea, a ella la encuentro tan linda, con sus ojitos celestes y esa personalidad tan de señorita tímida que todavía tiene.
😆
Porque sí.
Esos días, cuando mi Alicia estaba a punto de nacer, él se puso un poquito idiota y enojón porque nosotros no podíamos tener sexo y durante esos 4 sábados, su secretaria le ayudó a calmar mucho, mucho los ánimos.
😊
La cosa que lo convencí que fuera“de mala gana” y que lo hablara con su secretaria antes, para asegurarse que ella no fuera con pareja.
Y obvio que el tipo ese no quiso, porque era una gala aburrida, había tenido un turno largo en el hospital o qué sé yo, pero al final, él no fue.
😈
Y ya, mi marido quiso ponerse su traje de “Bob el constructor” (O sea, la ropa que se ponía para la mina),aunque no me estaba gustando que se le vieran los brazos tan musculosos y que con sus botas de seguridad, se viera todavía más alto, guapetón y varonil, pero ni siquiera se había comprado un disfraz para Halloween y era lo que tenía más a mano.
Como a las 7, se despidió de las pequeñas y de mí y me prometió que “no volvería tan tarde…”
Pero yo, para variar, andaba súuuuuper caliente.
😂
Para las 8, ya tenía a las peques durmiendo y me metí a la tina, para darme un baño de espuma.
Me llevé el consolador y mi huevito y jugué con mi pepita bastante, bastante, bastante, hasta que se me arrugaron la piel de las manos y de los pies.
XD
Entonces, me puse el camisón blanco que lo pone bien loquito y empecé a jugar con el consolador en mi colita, dedeándome y tocándome los pechos, hasta que casi no pude más.
Pero dieron las 12 y todavía no llegaba.
😅
Y yo, métale jugando, pasándome el consolador por mi conchita, por mis pechos y mi trasero y lamiéndolo y lamiéndolo sin parar, hasta que como a las 2 de la mañana, se siente la puerta del departamento y le escucho subir por las escaleras.
Entra a la pieza súper callado y lógico que yo me hago la que estoy durmiendo, aunque siento un volcán de calentura entre las piernas.
“Hola, ¿Estás despierta?”
😴
Me hago la que estoy recién despertando (Aunque hasta yo me siento el olorcito a sexo y lo mojadita que estoy entre las piernas) y le digo que sí, que lo estaba esperando.
Él me miró, sin creerme mucho y le pregunto cómo le fue.
“Bien, pero… ¿Quieres bajar? Quiero contarte bien cómo fue en el sofá…”
😍
Me tomó de la mano súper tierno y yo sentía mi corazón latir a mil.
Bajamos calladitos, a oscuras y encendió solo la lámpara del living, al lado de nuestro sofá.
😋
Y aquí, se puso calentona la cosa, porque me llegó un olorcito rico a perfume de mujer.
Él me dijo que pasó a buscar a Gloria a su casa, pero que no se esperaba que estuviese disfrazada de conejo.
😂
O sea, era un disfraz de conejo completo, como los que usan de propaganda en los restaurants y que Gloria le dijo que se lo había prestado una amiga.
Pero hasta la cabeza de conejo era tan grande, que tuvo que sacársela y echarla al asiento de atrás del auto de mi marido.
Y fue otro problema más cuando llegaron a las oficinas, porque de nuevo se tuvo que sacar la cabeza, para entrar en el ascensor.
😅
La cosa fue que él le dijo:
“Así, no me sirves…”
Y apretó el botón del 9, para ir a su oficina.
😮
Y para variar, usó su celular para manejarse entre la oscuridad y llegar a su oficina.
Lógico que Gloria iba con la cabeza de conejo en la mano y haciéndole el quite a los escritorios.
Pero llegaron a la oficina y le pidió que se sentara.
☺️
Le dijo que dejara la cabeza de conejo en el sofá, mientras él buscaba un marcador de plumón.
Me dijo que ella se veía súper asustada, pero que él le pintó la nariz de negro y le hizo unos bigotes y que quedó más o menos bien.
Entonces, dice que buscó en el cajón de más abajo de su escritorio y sacó las orejas de gata que se le habían quedado del año pasado.
😱
Le pregunté por qué se las había guardado y mi marido me contó que nunca las había botado y que tampoco, se había acordado de devolvérselas hasta esa noche.
Pero si yo estaba impresionadísima, mi marido me contó que Gloria estaba peor.
😳
Porque obvio, la misma fiesta de Halloween pasado, donde ella perdió esas orejas rosadas, mi marido le hizo el amor sin usar condón y que él se las hubiese guardado, fue un gesto súper romántico.
😍
Entonces ya, subieron a la azotea, a la fiesta y para variar, se encontraron con la pesadita de Madeleine.
😠
Me dijo que esa rubia pechugona estaba vestida como de india o guerrera, con una falda corta y una chaqueta decuero, que le dejaba ver sus pechugas y su cintura y que ahora, sí que estaba más cargante con él, porque yo me había quedado en casa.
Claro que la única que la mantenía a raya era la “gata-coneja” de la secretaria de mi esposo.
XD
La cosa fue que llegaron con los Gerentes Generales de la sucursal y le dijeron a mi marido que querían mandarlo a unas conferencias medio-ambientales en Estonia, por 2 semanas.
😳
Obvio que yo me preocupé, porque pienso que también, es mucho tiempo y es muy lejos.
Pero él les dijo que no podía aceptar, porque acabábamos de tener un bebé y no podría viajar por todo un año.
😆
Y ahí, me dijo que nosotros somos buenos padres comparados con ellos, porque no parecían entenderle por qué él no podía viajar por un año.
Pero entonces, él les dijo que Gloria podía ir en su lugar.
😳
Los jefes esos como que se empezaron a enojar, diciéndole que qué sacaban con que su asistente fuera.
Pero mi marido les aclaró que Gloria era su asistente solo porque no había querido cambiar su contrato y que él le dejaba evaluar los proyectos medio-ambientales, ya que ella es ingeniera en química y él estaba más dedicado a la gestión de producción.
😆
Y para complicarle más las cosas, le preguntó a Gloria si estaba muy ocupada las primeras semanas de diciembre y como ella estaba tan sorprendida por la noticia, le dijo que no y mi marido les confirmo que ella asistiría en su lugar.
A los jefes, no les hizo ninguna gracia.
Pero mi marido les dijo que de la misma manera que confían ellos que los represente en las conferencias, así confía él en su asistente, por lo que él ponía su cargo a sus manos, si las cosas salían mal.
😮
Y yo miraba a mi marido y sentía ese calorcito rico en el corazón, como cuando me regaló mi pendrive con mi música favorita.
Porque él siempre ha sido generoso y nunca ha pedido nada a cambio.
😍
Pero quedaba más.
Como a las 10, mi marido ya había conversado con todos y se quería venir, porque obvio, él se aburre en esas fiestas.
Pero cuando iban al ascensor, les salió la pesadita de Maddie de nuevo.
😠
Que él no se podía ir.
Que la fiesta no había empezado y que él no había bailado.
😑
Total que él le dijo “haz lo que quieras…”
¡¡Y bajó por las escaleras!!
XD
Y bueno, ahí me dijo él que le tomó a Gloria de la mano, de la misma manera que me la había tomado a mí cuando bajamos.
Y les prometo, les prometo, que sentía en el corazón latir y en mi conchita, gotear, porque venía la parte por la que él me hizo bajar.
😍
Me dijo que ella todavía se veía nerviosa y que de verdad, verdad, él pensaba venirse para la casa.
Gloria le preguntó que por qué había él hecho eso y él le dijo que porque no quería viajar.
“Y no sé, mi vida. Le vi la cara y estaba mucho más colorada de lo que te pones tú…”
😊
¡¡PERO ES QUE ERA OBVIO!!
Cuando te rescata el príncipe azul del dragón, la princesa no es de piedra.
“¡Pensé que tenía calor!”
XD
¡No sabía si reírme o darle unos cojinazos, por ser tan pájaro!
Pero la cosa fue que le desabrochó el traje de conejo por detrás.
😮
Dijo que su secretaria no llevaba nada abajo, salvo un conjuntito negro que le quedaba súper bien.
Que según ella, era para no pasar tanto calor…
😏
Pero si sabes que vas a estar a solas con el jefecito rico, con tu pareja durmiendo en casa y con la esposa de él, cuidando a los niños…
¿No?
😈
Y le metió mano.
Me dijo (y demostró) que la empujó hasta el sofá de la oficina, besándole el cuello y agarrándole el pecho, que no es tan grande como el mío, pero que tampoco lo encontraba mal.
😵 😲
Que ella se resistía, diciendo que estaba mal, que él estaba casado…
Pero que se quedó callada, cuando le empezó a intrusear la conchita.
😩 😖
Pero es que en eso, él no es justo.
Porque te entierra esos enormes dedazos hasta adentro y te empieza a masajear y a masajear, hasta que una se vuelve loca.
Y que para colmo, sus besos son recontra ricos.
😚
Porque te mete lengua y te arremolina entera y a mí, me empiezan a palpitar los ojos de la pura calentura.
Y que ella se empezó a calentar y acalentar, bajándole el overol hasta el pene.
😲
Obvio que una se asombra, porque ves esos enormes hombrazos, ese pecho de superhéroe y para más remate, le ves colgar ese tremendo salchichón entre las piernas.
XO
Y lo ves enorme.
Grande.
Gigante.
Del porte de una botella y tan grueso como ella y sientes ese miedecito rico, que él te la va a meter y te va a partir…
😅
“¿Te estás cuidando?” le preguntó, porque él se la iba a meter sin condón.
Como corresponde.
:/
Y claro, yo sé que en el fondo, está mal que lo diga.
Pero entiéndanme un poquito cuando digo que yo pasé año y medio haciendo el amor con forritos, cuando mi vientre entero deseaba sentir la leche de la persona que más amo en el planeta.
Y a ver si seguimos creyendo lo bueno que es el sexo seguro.
😠
Obvio que le dijo que sí, porque mi marido es capaz de guardar su palote entre los pantalones, si no te estás cuidando.
Y le empezó a meter la cabeza…
😫 😫 😫
Me dijo que Gloria todavía estaba apretada.
Como lo estaba yo, cuando pololeábamos.
Y es que la pareja de su secretaria, aparte de trabajar como burro en un hospital, vivir cansado y ser diabético, tiene un pene mucho más pequeño que el de mi esposo.
Por lo que él la estaba “marcando”…
😩 😲
La estaba acomodando para que ella recibiera mejor su bastón de carne.
Y que le estaba tocando tejidos que su pareja nunca le había hecho sentir antes.
😩 😖
Y todo eso me lo decía, mientras me la enterraba despacito y hasta lo profundo.
Me recordaba esos meses ricos, donde no me la podía meter entera y que así la tiene a ella.
Acomodándola y preparándola para sentir a un hombre de verdad.
😍
Y lo rico es que te mira con esos ojitos lindos, tan tranquilos y tan tiernos.
Que hasta casi quieres que no avance, para solo mirarlo un poquito más.
Pero todo eso te dura hasta que te la vuelve a meter y te sientes ensanchar.
😫 😖
Yo me siento hasta que vuelo y que hasta los dedos de los pies se me llegan a estirar.
Y esa anticipación increíble, que tú acabas sola por puro esperar que él te llene el vientre de juguito.
😵
¡Magistral!
Y que sientes cómo te corre mano en los pechos, en el trasero y hasta te mete dedos por detrás.
Y todo eso, mientras te bombea, bombea, bombea, sin parar ni dejarte respirar.
Y te da unos besos que te dejan la boca toda salpicada de saliva y que lo único que quieres es acabar y acabar, sin poder parar.
Hasta que él te bombardea por dentro…
💦 💦 💦 💦
Y para más remate, más remate todavía, te agarra fuerte de la cintura y te la clava bien, pero bien adentro, cosa que te quede bien llenito el útero con todo su juguito.
Y él se cansa y se queda un ratito echado encima de ti, descansando…
Hasta que te da un besito en la mejilla y te da una sonrisa malula…
😈
Y sientes de nuevo, ese miedecito rico y ese estremecimiento dentro de tu cuerpo.
😍
Él todavía quiere más…
😉
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1 comentarios - Noche de travesuras (I)