Ya conté aquel sábado de lo bien que Estela y María Teresa, lasnovias, la pasaron tras el casamiento de sus amiguitas de farra, María delCarmen y Mónica. Pero ahora vamos a lo que me contaron de las novias oficiales,que pasaron una noche de bodas de aquéllas, romántica, dulce y, claro, llena desexo.
María del Carmen Masiotto y MónicaMigliorelli, las mujeres en cuestión,se conocieron en 2009, se enamoraron y se pusieron de novias. Y aquel 2016 decidieroncasarse, el sábado 22 de octubre por la noche. Las dos de blanco, espectacularvestido de novia cada una, muy maquilladas y, por supuesto, no era para menos,una lencería fina que ni te cuento, amorcito. Tras los nervios previos, laceremonia, los anillos y demás, estuvieron pegoteadas en la fiesta, cenaronjuntitas, solitas en su mesa, sin nadie al lado por pedido de las dos, ya quequerían estar calientes y en clima para la nochecita de bodas que iba a pasar.Aparte, ya venían calientes de sexo los días anteriores. Cenaron bien, queso,fiambre, comida fría, ensalada, torta, postres, y tomaron alcohol, aunque secuidaron para la madrugada erótica y salvaje que planeaban tener. Luego vino elbaile, el vals y demás, y las chicas loquitas se toquetearon en medio de laatiborrada pista. Mientras María Teresa y Estela, de elegantes vestidos, lo hacían entre ellas, Carmen y Moni setocaban todo sin asco y con unas ganas de darse ahí en la pista. Por ejemplo,Carmen le levantó un poco a Mónica la cola del vestido y le tocó la cola, y Monirespondió metiéndole la mano entre las tetas de su flamante mujer. Se besaron,besuquearon, mimaron y la pasaron de primera con sus familiares y amigos hastatipo las 4 de la mañana, hora temprana porque ellas querían estar solitas denoche con su locura y su sexo.
Fueron al hotel, regalo de Estela, para pasar su noche soñada. Yrealmente la pasaron bombacha con tutti, chicas. Llegaron, se pusieron cómodas,un camisoncito y tomaron cafecito, masas y empezaron con champagne y algúnpolvito que María del Carmen tenía en su cartera, que además estabasupercargada de juguetes y cosas para darle a su mujer. Las dos se empezaron abesar, mimar, acariciar y decir piropos, empezaron a franelear, amor, besos,dulzura, romance, música, bailecito, champagne y fueron entrando en clima.Mónica, excitada, le pidió caliente a Carmen que le quitara el camisón, Carmenlo hizo y se sacó el suyo. Siguieron a los mimos y dulzura, mezclado con jadeosy sexo en crecimiento. Carmen iba poniéndose loca y caliente, Mónica cada vezmás pegajosa. Besos en la boca, mimos, más toqueteadas, y de pronto, laexplosión. Carmen no pudo más, agarró a Mónica, le levantó el pelo largo y ledesabrochó el corpiño. Mónica, loca de sexo, vio como sus súper tetas se ibanpara adelante y Carmen se las exprimió como naranjas, mientras Moni le sacabael corpiño a su amiga y se aprestaba a quitarse el resto. Las dos empezaron ajuguetear mientras tomaban y tomaban y se daban con polvo. Alimentadas, cadavez más locas, excitadas y ya borrachas, ni se dieron cuenta de que estabancasi desnudas. Mónica se sacó sus medias eróticas y Carmen le quitó lasportaligas, y Moni le quitó lo suyo. Carmen se sacó rapidísima su bombacha y leexigió a Mónica, mientras la sujetaba y le apretaba las gomas y todo, que se pusieraen pelotas. Mónica se hizo rogar, sacadita, se evadió y bailó, se escondióhasta que Carmen la acorraló contra una pared de la pieza. Y Mónica, despacitopara que su esposa explotara, se sacó la bombacha fina y la revoleó conbailecito y sensualidad a la mierda.
Y ahí empezó la guerra. Carmen y Mónica se trenzaron en ocho horasde sexo salvaje. Carmencita la apretujó y aplastó a Moni contra la pared, y luego de manosearla yexprimirla a su gusto, le ordenó ponerse en posición. Mónica se puso en cuatroen la cama, y Carmen la untó con cremita y abrió su cartera. Mónica se mojótoda por oír el cierre de la cartera, y Carmen, furiosa por el olorcito a cremay la belleza y sensualidad de Moni, se le zambulló con brutalidad y trasmeterle de una el salchichón largo de plástico, de unos 20 cm, la violó sin asco ycon furia por vagina. Moni gritaba como loca mientras su novia le dabadurísimo, y al final , las dos mujeres acabaron terrible flujo bañando suvagina, la cama y su cuerpo. Carmen aprovechó ver a Moni cansadita de laprimera batalla, la dio vuelta y la cogió por cola, ambas vías, le dio tubitoscon semen en la boca, la hizo masturbar y tragó el flujo de Mónica, que luegohizo lo mismo con ella. Mientras, las dos tomaban y tomaban, borrachas ytotalmente idas por el alcohol y el polvito que aspiraban. Así se dieron ydieron nomás, Carmen la cogió a Mónica con vibradores, salchichón, lápiz delabios, pincel de rubor, las llaves, le metió sus manos en sus orificios y laobligó a que la cogiera. Mónica obedeció, excitadísima, le metió las manos entodos lados, le estimuló el clítoris y Carmen acabó dándole su líquido aMónica, que tragó jadeando, hloca desexo y placer. Así rodaron, rodaron, se enzarzaron, se dieron duro,enloquecidas con su belleza, tetas, cuerpo, aroma a crema y borrachera. Carmenfue un trueno, Mónica era un fuego ardiendo de placer excitadísima, gimiendo genialpor cada penetración y frotada de su flamante esposa.
Y para rematar, Carmen la sorprendió. “Mi amor, éste es mi regalode casamiento para mi dulce Moni”. Y cuando Mónica preguntó de qué se trataba,su mujer le pidió que estuviera quietita y paciente, abrió una vez más lacartera, la agarró, la puso mientras la manoseaba sobre la cama abierta depiernas boca arriba, la ató con el Cordón erótico y, tras untarle cremita, ledijo “preparate que te la doy duro, amorcito”. Y cuando Mónica era atada, seexcitó sabiendo que le iban a dar y flujeó. Y nomás, Carmen le metió losextremos largos de plástico por vagina y cola y se le zambulló, revolcándosecon toda su potencia y furia para hacer puré a su mujer dulce, sacándose elgusto de hacerle de todo como en su casa, pero en su noche soñada. Y así, Maríadel Carmen y Mónica, mujer y mujer, concretaron su sueño de pasión y amor.Unieron su corazón, su amor y sus cuerpos en una guerra supersalvaje para unaextraordinaria noche de bodas.
María del Carmen Masiotto y MónicaMigliorelli, las mujeres en cuestión,se conocieron en 2009, se enamoraron y se pusieron de novias. Y aquel 2016 decidieroncasarse, el sábado 22 de octubre por la noche. Las dos de blanco, espectacularvestido de novia cada una, muy maquilladas y, por supuesto, no era para menos,una lencería fina que ni te cuento, amorcito. Tras los nervios previos, laceremonia, los anillos y demás, estuvieron pegoteadas en la fiesta, cenaronjuntitas, solitas en su mesa, sin nadie al lado por pedido de las dos, ya quequerían estar calientes y en clima para la nochecita de bodas que iba a pasar.Aparte, ya venían calientes de sexo los días anteriores. Cenaron bien, queso,fiambre, comida fría, ensalada, torta, postres, y tomaron alcohol, aunque secuidaron para la madrugada erótica y salvaje que planeaban tener. Luego vino elbaile, el vals y demás, y las chicas loquitas se toquetearon en medio de laatiborrada pista. Mientras María Teresa y Estela, de elegantes vestidos, lo hacían entre ellas, Carmen y Moni setocaban todo sin asco y con unas ganas de darse ahí en la pista. Por ejemplo,Carmen le levantó un poco a Mónica la cola del vestido y le tocó la cola, y Monirespondió metiéndole la mano entre las tetas de su flamante mujer. Se besaron,besuquearon, mimaron y la pasaron de primera con sus familiares y amigos hastatipo las 4 de la mañana, hora temprana porque ellas querían estar solitas denoche con su locura y su sexo.
Fueron al hotel, regalo de Estela, para pasar su noche soñada. Yrealmente la pasaron bombacha con tutti, chicas. Llegaron, se pusieron cómodas,un camisoncito y tomaron cafecito, masas y empezaron con champagne y algúnpolvito que María del Carmen tenía en su cartera, que además estabasupercargada de juguetes y cosas para darle a su mujer. Las dos se empezaron abesar, mimar, acariciar y decir piropos, empezaron a franelear, amor, besos,dulzura, romance, música, bailecito, champagne y fueron entrando en clima.Mónica, excitada, le pidió caliente a Carmen que le quitara el camisón, Carmenlo hizo y se sacó el suyo. Siguieron a los mimos y dulzura, mezclado con jadeosy sexo en crecimiento. Carmen iba poniéndose loca y caliente, Mónica cada vezmás pegajosa. Besos en la boca, mimos, más toqueteadas, y de pronto, laexplosión. Carmen no pudo más, agarró a Mónica, le levantó el pelo largo y ledesabrochó el corpiño. Mónica, loca de sexo, vio como sus súper tetas se ibanpara adelante y Carmen se las exprimió como naranjas, mientras Moni le sacabael corpiño a su amiga y se aprestaba a quitarse el resto. Las dos empezaron ajuguetear mientras tomaban y tomaban y se daban con polvo. Alimentadas, cadavez más locas, excitadas y ya borrachas, ni se dieron cuenta de que estabancasi desnudas. Mónica se sacó sus medias eróticas y Carmen le quitó lasportaligas, y Moni le quitó lo suyo. Carmen se sacó rapidísima su bombacha y leexigió a Mónica, mientras la sujetaba y le apretaba las gomas y todo, que se pusieraen pelotas. Mónica se hizo rogar, sacadita, se evadió y bailó, se escondióhasta que Carmen la acorraló contra una pared de la pieza. Y Mónica, despacitopara que su esposa explotara, se sacó la bombacha fina y la revoleó conbailecito y sensualidad a la mierda.
Y ahí empezó la guerra. Carmen y Mónica se trenzaron en ocho horasde sexo salvaje. Carmencita la apretujó y aplastó a Moni contra la pared, y luego de manosearla yexprimirla a su gusto, le ordenó ponerse en posición. Mónica se puso en cuatroen la cama, y Carmen la untó con cremita y abrió su cartera. Mónica se mojótoda por oír el cierre de la cartera, y Carmen, furiosa por el olorcito a cremay la belleza y sensualidad de Moni, se le zambulló con brutalidad y trasmeterle de una el salchichón largo de plástico, de unos 20 cm, la violó sin asco ycon furia por vagina. Moni gritaba como loca mientras su novia le dabadurísimo, y al final , las dos mujeres acabaron terrible flujo bañando suvagina, la cama y su cuerpo. Carmen aprovechó ver a Moni cansadita de laprimera batalla, la dio vuelta y la cogió por cola, ambas vías, le dio tubitoscon semen en la boca, la hizo masturbar y tragó el flujo de Mónica, que luegohizo lo mismo con ella. Mientras, las dos tomaban y tomaban, borrachas ytotalmente idas por el alcohol y el polvito que aspiraban. Así se dieron ydieron nomás, Carmen la cogió a Mónica con vibradores, salchichón, lápiz delabios, pincel de rubor, las llaves, le metió sus manos en sus orificios y laobligó a que la cogiera. Mónica obedeció, excitadísima, le metió las manos entodos lados, le estimuló el clítoris y Carmen acabó dándole su líquido aMónica, que tragó jadeando, hloca desexo y placer. Así rodaron, rodaron, se enzarzaron, se dieron duro,enloquecidas con su belleza, tetas, cuerpo, aroma a crema y borrachera. Carmenfue un trueno, Mónica era un fuego ardiendo de placer excitadísima, gimiendo genialpor cada penetración y frotada de su flamante esposa.
Y para rematar, Carmen la sorprendió. “Mi amor, éste es mi regalode casamiento para mi dulce Moni”. Y cuando Mónica preguntó de qué se trataba,su mujer le pidió que estuviera quietita y paciente, abrió una vez más lacartera, la agarró, la puso mientras la manoseaba sobre la cama abierta depiernas boca arriba, la ató con el Cordón erótico y, tras untarle cremita, ledijo “preparate que te la doy duro, amorcito”. Y cuando Mónica era atada, seexcitó sabiendo que le iban a dar y flujeó. Y nomás, Carmen le metió losextremos largos de plástico por vagina y cola y se le zambulló, revolcándosecon toda su potencia y furia para hacer puré a su mujer dulce, sacándose elgusto de hacerle de todo como en su casa, pero en su noche soñada. Y así, Maríadel Carmen y Mónica, mujer y mujer, concretaron su sueño de pasión y amor.Unieron su corazón, su amor y sus cuerpos en una guerra supersalvaje para unaextraordinaria noche de bodas.
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