Agustina
Esto sería la continuación de este relato
Hacía varios meses que estaba con un pibe de la facultad. Sólo éramos amigarche, pero nos veíamos bastante seguido. Era un bombón, y la pasábamos re bien juntos. Pero todo cambió un día que me presentó al amigo. El pibe hacía windsurf, tenía un lomazo todo bronceado de andar viajando por el mundo compitiendo. Lo empecé a estalkear en las redes y no podía estar más bueno.
Venía todo bien con Facundo (así es el nombre de mi chongo), pero mi instinto de puta me hacía desear cogerme a Diego, el amigo. Una noche, tuve un sueño re loco. Me levanté toda mojada y re caliente. Estaba en la casa de Facu (la reconocí por la vista de la ventana) y estaba todo lleno de arena y agua. De golpe aparece Diego y me empiezan a acariciar y besar entre los dos.
Cada día que pasaba le tenía más ganas al pibe. Habíamos empezado a hablar, pero re tranqui, calculo que por respeto al amigo nunca hizo nada fuera de lugar. Cuestión que yo no sabía qué hacer para que todo parezca "natural", pero si no intentaba algo me iba a volver loca. Así que probé hacer una especie de negociación.
Esa noche me lo cogí con toda a Facu. Lo cabalgué, le chupé la pija hasta el límite más extremo de mi garganta (si, tiene terrible pijón que me entra con dificultad entera en la boca), y le tragué toda la leche dejándolo agitado, mansito y dócil.
Empezamos a hablar de locuras que hayamos hecho, alguna cosa zarpada. Yo le conté (una parte) del viaje a Gesell y que había estado con una amiga. Él me contó que se había garchado a varias de las compañeras de su curso en la secundaria, a una en el baño del mismo colegio. Lo que dijo después, me dio pie a seguir con mi plan.
- Lo que nunca pude lograr, es hacer un trio -
- Yo tampoco nunca hice un trio - bueno, una mentirita piadosa... no digan nada 😉 - y la verdad que me da mucha curiosidad probar que se siente - Los ojos de Facu se transformaron
- Curiosidad con otro chico... o... chica también puede ser? - preguntó haciéndose el desinteresado
- Las dos - dije con mi mejor cara de trola
Luego de un rato de seguir hablando, me la jugué a ver que pasaba. Le propuse hacer un trio con una amiga mía. Las dos para él. Y que después, hiciéramos otro trio con un amigo de él. Los dos para mi. Se puso a pensar un rato, y todo terminó en otro pete profundo y con mucha lechita en mi boca que lo terminó de convencer.
Primero, organizamos el trio con mi amiga. Hice todo lo posible para que eligiera a Juli. Y por suerte lo hizo. Ese encuentro es el que conté en el relato que mencioné al principio.
Después de ese día, que lo dejamos por demás de satisfecho, tocaba la otra parte del trato. No dudé un segundo en elegir a Diego (aunque me hice la dubitativa un poco). Y Diego por suerte aceptó. Un sábado a la noche, después de comer, se vino Diego para el departamento de Facu. Tomamos algo un rato, hasta que los dos se pararon y se acercaron donde estaba yo.
Diego, atrás, tocándome la cola por debajo de la pollera, Facu adelante sacándome la remera mientras me besaba las tetas. Yo empecé a manotear lo que tenía a mano. Los abdominales de Diego estaban tan duros como me los imaginaba mirando sus fotos. La pija de Facu ya estaba al palo. Me arrodillaron entre los dos. Yo les pasaba la mano desde el pecho a la panza. Si bien se lo hacía a los dos, no podía dejar de mirar y sentir al potrazo de Diego. Me mojaba de tocarlo nomás!
Encima, cuando se quedan desnudos, del pantalón del chabón sale una anaconda muerta inmensa que quedó rebotando en el aire.
- Ahhh bueeeeno!! - no pude disimular mi asombro mientras me reía tapándome la cara y riéndo, pero sin despegar la vista del pijón de Diego.
- Qué pasa Agus?? - se reían mientras uno me acariciaba el pelo
- No vas a arrugar ahora, no? - decía Facu acercándome la pija a la cara.
- Ni loca - decía mientras trataba de calmarme porque estaba muy tentada
- Nunca tuviste una así? - me decía Diego (claramente muy agrandado) pegándome con la pija en la cara. Facu lo siguió. Estuvieron un rato pegándome con sus pijas mientras yo les acariciaba las bolas
- Así, así no... - le decía tratando de rodear la verga con las manos, cosa imposible (y eso que no estaba del todo dura)
No podía estar más perfecto ese chabón, no le faltaba nada. Y esa noche iba a tener a dos pijudos para mi. Como pude, empecé a chupar pija a dos manos. Chupaba, pajeaba, chupaba. Junté saliva y empecé a lubricar esos troncos para poder al menos intentar meterlos en mi garganta.
"Mirá esto", le dijo Facu a Diego mientras yo hacía desaparecer su pija en mi boca. Respiré profundo, y empecé a meter. Aguanté lo más que pude. Cuando abrí los ojos ya llorosos, pude ver que faltaba poco. Me relajé y empujé suave un poco más. Mis ojos lagrimeaban y ya casi no tenía aire. La pija de Facu me destrozaba la garganta, hilos de saliva escapaban entre mis labios. Abrí un poco más los labios hasta el límite y tragué lo poco que quedaba. Mi nariz chocó contra la panza de Facu.
Aguanté un poco y la saqué toda. Tosí y escupí la saliva en las manos, para luego pasarsela por la pija de Diego. "Olvidate que haga eso con vos", le dije ya de antemano. "puff... hace lo que puedas pendeja sos increíble!". De largo, era casi igual que la de Facu, pero de ancho era... muy pero muy ancha. No me daba la boca para tragar todo eso. Llegué un poco más de la mitad, porque mi mandíbula no podía abrirse más.
Me acostaron en la cama, desnuda, y se tiraron uno a cada lado mío. Facu me tocaba y chupaba las tetas mientras el amigo me acariciaba y besaba la panza, llegando hasta mi concha. Abrí mis piernas, y él entendió todo. Se acomodó y me chupó la concha mientras me metía los dedos. Estaba empapada, re caliente. No tardé en explotar y acabar gritando como loca.
Diego se paró en el borde de la cama, con Facu, mirándome. Tirada en la cama con las piernas abiertas tocándome las tetas. Diego tomó la iniciativa. "A estas putitas hay que cogerlas así", dijo poniéndome en 4. Tenía tanta fuerza que yo era una hojita de papel que movía como quería. Me mojé pensando como me iba a coger.
Y no defraudó. No tuvo ni un poco de piedad. Ya de entrada, apoyó la pija y me la enterró hasta el fondo de una. Me abrió a la mitad. Me agarró de los pelos y me dio con una fuerza terrible. Mientras Facu se acostaba adelante mío con su inmensa poronga frente a mis ojos. No tardé un segundo en comérmela como podía mientras el amigo de atrás me destruía.
El aguante y la fuerza que tenía Diego era terrible. Pocas veces me habían cogido con tanta fuerza tanto tiempo seguido. Tanto, que tuve que pedir que parara un poco porque me rompía en serio. Cuando pedía eso, me pegaba y me decía que me la banque. Aaayyy como me calienta que me hagan eso. Que sean tan machos, me mojaba más de lo que estaba, me olvidaba que estaban rompiéndome toda, pedía perdón y que me cogiera más fuerte. Puta sumisa ante machos pijudos siempre.
Me salí de la pija de Diego, y fui trepando en el cuerpo de Facu. Hasta que me senté sobre su verga y lo empecé a cabalgar. Diego se paró al lado mío y me dio su pija en la boca. Yo me movía hacia adelante y hacia atrás, agarrándome con una mano del pijón de Diego. Facu no soportó mi cabalgata mucho tiempo más y acabó.
Si bien me cogía re bien, uno de los problemas que tenía Facundo era ese. No aguantaba mucho. Lo compensaba con que se le paraba la pija a cada rato, pero más de una vez me dejaba con las ganas esperando a la próxima vuelta. Pero esta vez no iba a pasar eso. Salí de arriba de Facu, y me acosté en la cama. Diego se me tiró encima.
Facu salió de la habitación y nos dejó solos. El amigo arriba mío, agarrando mis manos encima de mi cabeza yo con las piernas sobre sus hombros. Pegué un grito de placer, dolor, desesperación, todo junto; cuando me terminó de clavar la verga al fondo. Me cogió de todas las formas posibles, sin frenar el ritmo ni un momento. No daba más, pero estaba a punto de acabar otra vez. Me volvía loca.
Cuando volvió Facu, ya me había hecho acabar dos veces. Una penetrándome mientras me rozaba el clítoris y otra chupándomela. Luego, me hizo sentar, se paró frente a mi y me dio la pija para que la chupara. Cuando sentí que estaba por acabar, me la saqué de la boca y pajeándolo hice saltar toda la leche sobre mi pecho.
Me limpié con lo que encontré a mano, y seguí con Facu. Un poco de franeleo, y ya estaba re caliente de nuevo. Le chupé la pija un rato, y luego él se me tiró encima. Abrió mis piernas y me penetró. La pija entró fácil. No solo porque estaba muy mojada, la pija de Diego había hecho lo suyo.
Me puso de costado, y empezó a manosearme toda. La cola, la panza, las tetas. Diego ya estaba listo para seguir. No dejaba de impresionarme ese chabón! Cuando lo vi venir, abrí la boca esperando su pija. Desesperada me comí lo más que pude. Facu seguía cogiendome de costado, aunque después del polvazo de su amigo esto era una caricia nomás.
Facu tuvo que parar porque acababa. Cambió lugar con Diego, que no me tuvo piedad. Me agarró así de costado como estaba y me pegó una garchada que casi me mata. Me levantó por el aire mientras no paraba de meter y sacar su verga. "No doy más, pará pará!" tuve que pedir porque me destrozaba.
Me tiró en la cama de espalda. Ya sabía las intenciones. Pero lo dejé, para ver que hacía. Me besó la espalda y de a poco fue bajando. Llegó a mi cola, me mordió suave, metió sus dedos en mi concha mientras seguía besándome la cintura.
Con la cara fue abriendo mi cola. Instintivamente, levante mis caderas para dejar que su lengua llegara más fácil hacia su objetivo. Cuando vio que cedí, con sus manos me abrió las nalgas y enterró su lengua en mi ano. Facu se arrodilló y me acariciaba la espalda. Podía sentir su pija golpeando en mi cabeza.
"Te la bancás por la cola, Agus?" me decía Diego mientras me acomodaba para culearme. "Probá... hoy estoy re puta, aprovecha". Facu le alcanzó el lubricante (que tantas veces lo había usado él para romperme la cola). Se embardunó la pija y empezó a meterla. "Avisame", me decía mientras la clavaba. "Ahi!" grité cuando no me daba más. La sacó, le volvió a tirar lubricante y siguió metiéndola. Si bien era una bestia cogiendo, con la cola (por suerte) fue más cuidadoso.
Facu se pajeaba mirando como me culeaba el amigo. Estiré la mano y lo traje para donde estaba yo. Empecé a chupársela mientras Diego atrás no frenaba de hacerme la colita. Despacio, pero me estaba abriendo como pocas veces me abrieron. Mis gemidos se ahogaban en la pija de Facu.
Diego salió de mi cola, a punto de acabar. Facu no perdió oportunidad y se puso atrás mío. "Hijo de puta como la dejaste!" exclamó cuando vio lo abierta que me había dejado. No lo veía pero lo sentía. Diego empezó a pajearse en mi cara, mientras su amigo me culeaba. "Ahora te vas a tragar toda la leche, puta?" me decía agarrándome de los pelos y poniéndome la pija en la boca. Yo asentía y decía que si. Como podía, porque tenía todo ese pedazo de carne clavado en mi garganta hasta la mitad.
Diego gritó fuerte y me largó un chorro de leche en la boca. Tragué lo que pude, el resto lo dejé caer sobre la pija de mi macho. Facu seguía atrás, rompiéndome el culo, pero sin perderse lo que pasaba delante suyo. Tampoco pudo aguantar mucho más, sacó la pija y acabó en mi espalda. Me tiré rendida en la cama, no daba más.
"Te bancás otro más?" me tiró Diego que estaba sentado en el piso con el pijón dormido colgando entre sus piernas aún chorreando leche. Yo no daba más. Pero ver esa imagen me hizo desear tener esa verga adentro mío de nuevo. "Dame un rato, me recupero y seguimos".
Me levanté, me bañé y cuando volví los dos ya me estaban esperando en bolas. Me tiré en la cama y ellos me siguieron. Dejé que me manosearan toda. Me besaron y tocaron por todos lados. Me volví a calentar como al principio. "Quiero pija quiero pija" empecé a decir mientras me sentaba entre los dos y empezaba a chupar esos dos pedazos de carne desesperada.
Me senté en la pija de Diego, mientras se la chupaba a Facu. Diego aprovechaba para empezar a jugar con mi cola de nuevo. Si bien estaba recuperada de la destrozada que me había pegado, seguía un poco abierta. Aunque mi calentura era más fuerte y terminé pidiendo más.
Agarré el pijón de Diego y me lo enterré en la concha. Facu tiró mi cuerpo sobre el de su amigo y abriendo mi cola empezó a penetrarme por atrás. La pija de Diego ocupaba casi todo el lugar, pero Facu con paciencia se hizo espacio. Yo gritaba pero para pedir que no frenaran.
Cuando no pudo meterla más (entre que tenía terrible pija y en la concha tenía otra aun más grande, no se pudo más) empezaron a moverse despacio haciéndome delirar. El roce de nuestros cuerpos me hizo acabar. No llegué a recuperarme de ese, que vino otro. No podía ni gritar. Deliraba de placer. Facu sacó la pija y me bañó la espalda. Cuando sacó su pija de mi cola, Diego me la clavó hasta el fondo. Quedé inmóvil con la verga clavada.
Diego se agarró de mis caderas y empezó a levantarse con fuerza haciéndome sentir que estaba flotando en el aire. Ya no sentía más nada. Esos dos últimos orgasmos me habían liquidado. Diego se levantó y me hizo parar, agarrándome de las piernas me hizo upa dejándome colgada de sus hombros y clavada por su estaba hasta el fondo de mi concha. Movía mi cuerpo salvajemente, haciéndo que mi cola chocara contra sus piernas. "Basta basta no puedo más" llegué a decir entre las embestidas del pijudo.
Diego se apiadó de mi, y me arrodilló delante de él. Me agarró de los pelos y me metió la pija en la boca. Se pajeó un rato con la punta de su verga en la boca. Yo lo miraba con lujuria. "Dale papi" le decía mirándolo a los ojos. Me agarró fuerte de la nuca para que no escapara (como si quisiera hacerlo, je) y me llenó la boca de leche.
La pija de Diego estaba dura como al principio. Era un animal. Me la hizo chupar y limpiar hasta la última gota. Cuando terminé, me dejé caer en el piso totalmente exhausta. "Dejenme acá" les pedí, sin poder moverme, cuando me ofrecieron acostarme en la cama. Los chicos se fueron, y yo quedé ahí un rato. Después, vino Diego y me saludó. Yo seguía en la misma posición, media dormida.
"Nos volvemos a ver?", me dijo dándome un beso. "Siii por favor!" le dije casi susurrando. Me había dejado destruida, me había destrozado toda, me dejó tirada en cama un día entero... pero ya estaba pensando en cogerme esa pija de nuevo.
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Esto sería la continuación de este relato
Hacía varios meses que estaba con un pibe de la facultad. Sólo éramos amigarche, pero nos veíamos bastante seguido. Era un bombón, y la pasábamos re bien juntos. Pero todo cambió un día que me presentó al amigo. El pibe hacía windsurf, tenía un lomazo todo bronceado de andar viajando por el mundo compitiendo. Lo empecé a estalkear en las redes y no podía estar más bueno.
Venía todo bien con Facundo (así es el nombre de mi chongo), pero mi instinto de puta me hacía desear cogerme a Diego, el amigo. Una noche, tuve un sueño re loco. Me levanté toda mojada y re caliente. Estaba en la casa de Facu (la reconocí por la vista de la ventana) y estaba todo lleno de arena y agua. De golpe aparece Diego y me empiezan a acariciar y besar entre los dos.
Cada día que pasaba le tenía más ganas al pibe. Habíamos empezado a hablar, pero re tranqui, calculo que por respeto al amigo nunca hizo nada fuera de lugar. Cuestión que yo no sabía qué hacer para que todo parezca "natural", pero si no intentaba algo me iba a volver loca. Así que probé hacer una especie de negociación.
Esa noche me lo cogí con toda a Facu. Lo cabalgué, le chupé la pija hasta el límite más extremo de mi garganta (si, tiene terrible pijón que me entra con dificultad entera en la boca), y le tragué toda la leche dejándolo agitado, mansito y dócil.
Empezamos a hablar de locuras que hayamos hecho, alguna cosa zarpada. Yo le conté (una parte) del viaje a Gesell y que había estado con una amiga. Él me contó que se había garchado a varias de las compañeras de su curso en la secundaria, a una en el baño del mismo colegio. Lo que dijo después, me dio pie a seguir con mi plan.
- Lo que nunca pude lograr, es hacer un trio -
- Yo tampoco nunca hice un trio - bueno, una mentirita piadosa... no digan nada 😉 - y la verdad que me da mucha curiosidad probar que se siente - Los ojos de Facu se transformaron
- Curiosidad con otro chico... o... chica también puede ser? - preguntó haciéndose el desinteresado
- Las dos - dije con mi mejor cara de trola
Luego de un rato de seguir hablando, me la jugué a ver que pasaba. Le propuse hacer un trio con una amiga mía. Las dos para él. Y que después, hiciéramos otro trio con un amigo de él. Los dos para mi. Se puso a pensar un rato, y todo terminó en otro pete profundo y con mucha lechita en mi boca que lo terminó de convencer.
Primero, organizamos el trio con mi amiga. Hice todo lo posible para que eligiera a Juli. Y por suerte lo hizo. Ese encuentro es el que conté en el relato que mencioné al principio.
Después de ese día, que lo dejamos por demás de satisfecho, tocaba la otra parte del trato. No dudé un segundo en elegir a Diego (aunque me hice la dubitativa un poco). Y Diego por suerte aceptó. Un sábado a la noche, después de comer, se vino Diego para el departamento de Facu. Tomamos algo un rato, hasta que los dos se pararon y se acercaron donde estaba yo.
Diego, atrás, tocándome la cola por debajo de la pollera, Facu adelante sacándome la remera mientras me besaba las tetas. Yo empecé a manotear lo que tenía a mano. Los abdominales de Diego estaban tan duros como me los imaginaba mirando sus fotos. La pija de Facu ya estaba al palo. Me arrodillaron entre los dos. Yo les pasaba la mano desde el pecho a la panza. Si bien se lo hacía a los dos, no podía dejar de mirar y sentir al potrazo de Diego. Me mojaba de tocarlo nomás!
Encima, cuando se quedan desnudos, del pantalón del chabón sale una anaconda muerta inmensa que quedó rebotando en el aire.
- Ahhh bueeeeno!! - no pude disimular mi asombro mientras me reía tapándome la cara y riéndo, pero sin despegar la vista del pijón de Diego.
- Qué pasa Agus?? - se reían mientras uno me acariciaba el pelo
- No vas a arrugar ahora, no? - decía Facu acercándome la pija a la cara.
- Ni loca - decía mientras trataba de calmarme porque estaba muy tentada
- Nunca tuviste una así? - me decía Diego (claramente muy agrandado) pegándome con la pija en la cara. Facu lo siguió. Estuvieron un rato pegándome con sus pijas mientras yo les acariciaba las bolas
- Así, así no... - le decía tratando de rodear la verga con las manos, cosa imposible (y eso que no estaba del todo dura)
No podía estar más perfecto ese chabón, no le faltaba nada. Y esa noche iba a tener a dos pijudos para mi. Como pude, empecé a chupar pija a dos manos. Chupaba, pajeaba, chupaba. Junté saliva y empecé a lubricar esos troncos para poder al menos intentar meterlos en mi garganta.
"Mirá esto", le dijo Facu a Diego mientras yo hacía desaparecer su pija en mi boca. Respiré profundo, y empecé a meter. Aguanté lo más que pude. Cuando abrí los ojos ya llorosos, pude ver que faltaba poco. Me relajé y empujé suave un poco más. Mis ojos lagrimeaban y ya casi no tenía aire. La pija de Facu me destrozaba la garganta, hilos de saliva escapaban entre mis labios. Abrí un poco más los labios hasta el límite y tragué lo poco que quedaba. Mi nariz chocó contra la panza de Facu.
Aguanté un poco y la saqué toda. Tosí y escupí la saliva en las manos, para luego pasarsela por la pija de Diego. "Olvidate que haga eso con vos", le dije ya de antemano. "puff... hace lo que puedas pendeja sos increíble!". De largo, era casi igual que la de Facu, pero de ancho era... muy pero muy ancha. No me daba la boca para tragar todo eso. Llegué un poco más de la mitad, porque mi mandíbula no podía abrirse más.
Me acostaron en la cama, desnuda, y se tiraron uno a cada lado mío. Facu me tocaba y chupaba las tetas mientras el amigo me acariciaba y besaba la panza, llegando hasta mi concha. Abrí mis piernas, y él entendió todo. Se acomodó y me chupó la concha mientras me metía los dedos. Estaba empapada, re caliente. No tardé en explotar y acabar gritando como loca.
Diego se paró en el borde de la cama, con Facu, mirándome. Tirada en la cama con las piernas abiertas tocándome las tetas. Diego tomó la iniciativa. "A estas putitas hay que cogerlas así", dijo poniéndome en 4. Tenía tanta fuerza que yo era una hojita de papel que movía como quería. Me mojé pensando como me iba a coger.
Y no defraudó. No tuvo ni un poco de piedad. Ya de entrada, apoyó la pija y me la enterró hasta el fondo de una. Me abrió a la mitad. Me agarró de los pelos y me dio con una fuerza terrible. Mientras Facu se acostaba adelante mío con su inmensa poronga frente a mis ojos. No tardé un segundo en comérmela como podía mientras el amigo de atrás me destruía.
El aguante y la fuerza que tenía Diego era terrible. Pocas veces me habían cogido con tanta fuerza tanto tiempo seguido. Tanto, que tuve que pedir que parara un poco porque me rompía en serio. Cuando pedía eso, me pegaba y me decía que me la banque. Aaayyy como me calienta que me hagan eso. Que sean tan machos, me mojaba más de lo que estaba, me olvidaba que estaban rompiéndome toda, pedía perdón y que me cogiera más fuerte. Puta sumisa ante machos pijudos siempre.
Me salí de la pija de Diego, y fui trepando en el cuerpo de Facu. Hasta que me senté sobre su verga y lo empecé a cabalgar. Diego se paró al lado mío y me dio su pija en la boca. Yo me movía hacia adelante y hacia atrás, agarrándome con una mano del pijón de Diego. Facu no soportó mi cabalgata mucho tiempo más y acabó.
Si bien me cogía re bien, uno de los problemas que tenía Facundo era ese. No aguantaba mucho. Lo compensaba con que se le paraba la pija a cada rato, pero más de una vez me dejaba con las ganas esperando a la próxima vuelta. Pero esta vez no iba a pasar eso. Salí de arriba de Facu, y me acosté en la cama. Diego se me tiró encima.
Facu salió de la habitación y nos dejó solos. El amigo arriba mío, agarrando mis manos encima de mi cabeza yo con las piernas sobre sus hombros. Pegué un grito de placer, dolor, desesperación, todo junto; cuando me terminó de clavar la verga al fondo. Me cogió de todas las formas posibles, sin frenar el ritmo ni un momento. No daba más, pero estaba a punto de acabar otra vez. Me volvía loca.
Cuando volvió Facu, ya me había hecho acabar dos veces. Una penetrándome mientras me rozaba el clítoris y otra chupándomela. Luego, me hizo sentar, se paró frente a mi y me dio la pija para que la chupara. Cuando sentí que estaba por acabar, me la saqué de la boca y pajeándolo hice saltar toda la leche sobre mi pecho.
Me limpié con lo que encontré a mano, y seguí con Facu. Un poco de franeleo, y ya estaba re caliente de nuevo. Le chupé la pija un rato, y luego él se me tiró encima. Abrió mis piernas y me penetró. La pija entró fácil. No solo porque estaba muy mojada, la pija de Diego había hecho lo suyo.
Me puso de costado, y empezó a manosearme toda. La cola, la panza, las tetas. Diego ya estaba listo para seguir. No dejaba de impresionarme ese chabón! Cuando lo vi venir, abrí la boca esperando su pija. Desesperada me comí lo más que pude. Facu seguía cogiendome de costado, aunque después del polvazo de su amigo esto era una caricia nomás.
Facu tuvo que parar porque acababa. Cambió lugar con Diego, que no me tuvo piedad. Me agarró así de costado como estaba y me pegó una garchada que casi me mata. Me levantó por el aire mientras no paraba de meter y sacar su verga. "No doy más, pará pará!" tuve que pedir porque me destrozaba.
Me tiró en la cama de espalda. Ya sabía las intenciones. Pero lo dejé, para ver que hacía. Me besó la espalda y de a poco fue bajando. Llegó a mi cola, me mordió suave, metió sus dedos en mi concha mientras seguía besándome la cintura.
Con la cara fue abriendo mi cola. Instintivamente, levante mis caderas para dejar que su lengua llegara más fácil hacia su objetivo. Cuando vio que cedí, con sus manos me abrió las nalgas y enterró su lengua en mi ano. Facu se arrodilló y me acariciaba la espalda. Podía sentir su pija golpeando en mi cabeza.
"Te la bancás por la cola, Agus?" me decía Diego mientras me acomodaba para culearme. "Probá... hoy estoy re puta, aprovecha". Facu le alcanzó el lubricante (que tantas veces lo había usado él para romperme la cola). Se embardunó la pija y empezó a meterla. "Avisame", me decía mientras la clavaba. "Ahi!" grité cuando no me daba más. La sacó, le volvió a tirar lubricante y siguió metiéndola. Si bien era una bestia cogiendo, con la cola (por suerte) fue más cuidadoso.
Facu se pajeaba mirando como me culeaba el amigo. Estiré la mano y lo traje para donde estaba yo. Empecé a chupársela mientras Diego atrás no frenaba de hacerme la colita. Despacio, pero me estaba abriendo como pocas veces me abrieron. Mis gemidos se ahogaban en la pija de Facu.
Diego salió de mi cola, a punto de acabar. Facu no perdió oportunidad y se puso atrás mío. "Hijo de puta como la dejaste!" exclamó cuando vio lo abierta que me había dejado. No lo veía pero lo sentía. Diego empezó a pajearse en mi cara, mientras su amigo me culeaba. "Ahora te vas a tragar toda la leche, puta?" me decía agarrándome de los pelos y poniéndome la pija en la boca. Yo asentía y decía que si. Como podía, porque tenía todo ese pedazo de carne clavado en mi garganta hasta la mitad.
Diego gritó fuerte y me largó un chorro de leche en la boca. Tragué lo que pude, el resto lo dejé caer sobre la pija de mi macho. Facu seguía atrás, rompiéndome el culo, pero sin perderse lo que pasaba delante suyo. Tampoco pudo aguantar mucho más, sacó la pija y acabó en mi espalda. Me tiré rendida en la cama, no daba más.
"Te bancás otro más?" me tiró Diego que estaba sentado en el piso con el pijón dormido colgando entre sus piernas aún chorreando leche. Yo no daba más. Pero ver esa imagen me hizo desear tener esa verga adentro mío de nuevo. "Dame un rato, me recupero y seguimos".
Me levanté, me bañé y cuando volví los dos ya me estaban esperando en bolas. Me tiré en la cama y ellos me siguieron. Dejé que me manosearan toda. Me besaron y tocaron por todos lados. Me volví a calentar como al principio. "Quiero pija quiero pija" empecé a decir mientras me sentaba entre los dos y empezaba a chupar esos dos pedazos de carne desesperada.
Me senté en la pija de Diego, mientras se la chupaba a Facu. Diego aprovechaba para empezar a jugar con mi cola de nuevo. Si bien estaba recuperada de la destrozada que me había pegado, seguía un poco abierta. Aunque mi calentura era más fuerte y terminé pidiendo más.
Agarré el pijón de Diego y me lo enterré en la concha. Facu tiró mi cuerpo sobre el de su amigo y abriendo mi cola empezó a penetrarme por atrás. La pija de Diego ocupaba casi todo el lugar, pero Facu con paciencia se hizo espacio. Yo gritaba pero para pedir que no frenaran.
Cuando no pudo meterla más (entre que tenía terrible pija y en la concha tenía otra aun más grande, no se pudo más) empezaron a moverse despacio haciéndome delirar. El roce de nuestros cuerpos me hizo acabar. No llegué a recuperarme de ese, que vino otro. No podía ni gritar. Deliraba de placer. Facu sacó la pija y me bañó la espalda. Cuando sacó su pija de mi cola, Diego me la clavó hasta el fondo. Quedé inmóvil con la verga clavada.
Diego se agarró de mis caderas y empezó a levantarse con fuerza haciéndome sentir que estaba flotando en el aire. Ya no sentía más nada. Esos dos últimos orgasmos me habían liquidado. Diego se levantó y me hizo parar, agarrándome de las piernas me hizo upa dejándome colgada de sus hombros y clavada por su estaba hasta el fondo de mi concha. Movía mi cuerpo salvajemente, haciéndo que mi cola chocara contra sus piernas. "Basta basta no puedo más" llegué a decir entre las embestidas del pijudo.
Diego se apiadó de mi, y me arrodilló delante de él. Me agarró de los pelos y me metió la pija en la boca. Se pajeó un rato con la punta de su verga en la boca. Yo lo miraba con lujuria. "Dale papi" le decía mirándolo a los ojos. Me agarró fuerte de la nuca para que no escapara (como si quisiera hacerlo, je) y me llenó la boca de leche.
La pija de Diego estaba dura como al principio. Era un animal. Me la hizo chupar y limpiar hasta la última gota. Cuando terminé, me dejé caer en el piso totalmente exhausta. "Dejenme acá" les pedí, sin poder moverme, cuando me ofrecieron acostarme en la cama. Los chicos se fueron, y yo quedé ahí un rato. Después, vino Diego y me saludó. Yo seguía en la misma posición, media dormida.
"Nos volvemos a ver?", me dijo dándome un beso. "Siii por favor!" le dije casi susurrando. Me había dejado destruida, me había destrozado toda, me dejó tirada en cama un día entero... pero ya estaba pensando en cogerme esa pija de nuevo.
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35 comentarios - Agustina rendida ante dos pijones
gracias por psaar!
graciaas por pasar!
Tremendos los dos pijones que se comió, con doble penetración incluida. Ojalá que siga la saga!!!
Van 10
Luego vuelvo a dejar puntos.
gracias por pasar!
igual algún minón me he comido por suerte
van 10, excelente como siempre linda
gracias por pasar!!
gracias por pasar
😉
El relato lo hizo Agus o te trasladó la historia e hiciste de escritora fantasma?? 😜😜
Ahora entiendo porqué recomendaste los relatos.
Muy bueno 👌
agus me lo conto, yo lo escribí. ella no sabe de mi vida poringuera 😉
"Cuando sentí que estaba por acabar, me la saqué de la boca y pajeándolo hice saltar toda la leche sobre mi pecho. " q deli ❤️