Hay personas que hacen que los mitos urbanos se hagan realidad.
Tal es indudablemente el caso de Vanesa...
Primero que nada me presento, soy Ricardo, tengo 36 años y hace casi una década que trabajo como instalador de una famosa empresa de servicios de tv por cable e
internet.
La historia que vine a contar hoy comienza cuando Claudio, y su esposa, la ya mencionada Vanesa, me abrieron la puerta de su casa porque habían cambiado de
proveedor y necesitaban una nueva instalación para sus servicios.
Al principio, nada de nada hacía imaginar lo que vendría después.
Todo era muy usual. La casa de un matrimonio sin hijos como cualquier otro.
Esa tarde de miercoles hice mi trabajo, como cualquier otro día.
Claudio me abrió la puerta, me ofreció un vaso de gaseosa, me puse a trabajar durante un rato.
Media hora después escuché una llave girar 2 veces y entró ella, bastaba con verla 2 segundos para saber que venía del gimnasio.
No acostumbro (no acostumbraba en aquel entonces, mejor dicho), a mirar esposas ajenas, pero mi instinto me ganó...
Tenía una calza que le ajustaba a la perfección, tanto atras como adelante. una remera deportiva ajustada que le hacía unas tetas tremendas. Recién bañada en el gym y
con una botellita de agua en mano, entró y me saludó con un beso.
Besó a su marido, "Hola amor!" y subió a cambiarse.
Por un momento me preocupé. Revisé la firmeza y la capacidad de disimulo de mi pantalón de trabajo, porque la verdad es que ya me había puesto un poco al palo.
Les mentiría si les dijera que no seguí trabajando la media hora restante mirando el sofá del living e imaginando que me la cogía ahi mismo.
Recordaba la voz que puso al saludarme, y la imaginaba en forma de gemidos.
Vanesa bajó y se puso a comer una manzana, apoyada sobre la mesada de la cocina, yo agachado, desde el piso la miré, y para mi sorpresa ella me sonrió.
No sé si fue mi imaginación, pero pareció que con un solo gesto me dió a entender que captaba la situación.
Terminé mi trabajo, le comenté algunas cosas a los dos y me preparé para irme.
Claudio había subido, entonces hasta la puerta me acompañó ella.
Parecía a propósito; Se había puesto evidentemente la remera más escotada que tenía y tremeno push up.
Plena luz del día, 5 de la tarde. Y tenía las tetas más expuestas imposible.
Realmente no pude evitar posar mi mirada indiscriminada en ese par de gomas por unos cuantos segundos, ella me miró y se rió.
Menos mal que ya me tenía que ir porque la situación ya se me estaba llendo de las manos.
Lo que pasó el día siguiente fue el plato más fuerte de todos:
Después del mediodía, desbloqueó mi teléfono, y veo que tenía un mensaje de WhatsApp
Sin abrirlo ví que me lo estaba mandando un usuario con esta foto:
Al abrirlo ví que se trataba ni más ni menos que de Vanesa.
El "Vane" con dos corazoncitos que tenía como mensaje personal, terminó por ratificarlo.
Casí que me dió un escalofrio. Fue algo absolutamente espotáneo y sorpresivo.
"Hola, cómo estas? Le dejaste tu tarjeta a mi marido ayer. La vi sobre la mesa y te escribí"
Lo pensé unos minutos y le respondí
"Hola Vanesa, cómo andas? Salió todo bien lo de la instalación?, Necesitan algo?"
"Vos necesitas algo me parece gordo..."
Mi cara no dejaba de expresar sorpresa.
"Jaja que?"
"Te pensas que no me dí cuenta que ayer se te puso como una piedra y me clavaste esos dos ojos en el medio de las lolas"
Ahora ya no quedaban dudas, y menos que nunca lo podía creer.
"Jajaja...bueno perdón. Tenés razon. Se me fue la mirada. Fue más fuerte que yo..."
Me quedé totalmente espectante, a la espera de que podía llegar a responderme ella.
Y la respuesta fue más sorpresiva de lo que pude pensar.
Sin decirme nada, me mandó esta foto:
"Vanesa, no les quiero traer problemas a ustedes. Que onda con tu marido si se llega a enterar que me mandas esto...?"
VANESA: "Jajaja, mi marido es un impotente que no puede decir nada. Quedate super tranquilo, no serías el primero que lo hace cornudo. Ya es cornudo hace muchos
años. Viste el típico mito urbano de la esposa atorranta que se coje hasta al sodero...? Bueno, acá la tenes. Soy yo. Tengo 0 drama en decirlo. Siempre fui puta. Desde
pendeja. Antes de casarme con Claudio tuve 3 novios; uno más cornudo que el otro. Mi marido supo esto desde el principio. Cuando me propuso matrimonio se lo dije clarito: Vas a ser el más cornudo del barrio. No te voy a mentir. Me voy a encamar con 400 tipos. No solo no le jode, sino que además le encanta. Siempre quise una esposa
puta, me dijo. Estoy en mi salsa".
Y sin darme tiempo a responder, me mandó otra foto
VANESA: "Igual, si te jode no te mando más..."
YO: "No, dale. Mandame obvio jajaja"
YO: "Me estas matando. Me pones re caliente. Pero posta que todo bien con tu marido?"
VANESA: "Mirá, si te animas hace esta prueba: Te paso el número de mi marido y mandale estas fotos que te estoy mandando yo, y decile -Mirá las fotos que me manda
la puta de tu esposa...- Te animás?
YO: Jajaja estas loca? Me va a asesinar!
VANESA: Vos confía. Mandale. Te juro que le va a re copar la situación. Ya lo han hecho varios.
Si bien me ponía algo nervioso, tengo que admitir que hacía muchísimo tiempo que una situación no me calentaba tanto pero tanto.
VANESA: Mandale estas, mira...el está en el laburo ahora.
Agendé a Claudio y le mandé el mensaje y las fotos más sacadas.
2 minutos después Claudio me respondía: "Hola man! Uy que bueno, ya te contó todo entonces. Disfrutalo nomás. Mi esposa es tu puta! Abrazo!"
VANESA: "Queres venir a casa?"
YO: Obvio!!
VANESA: "Jaja, dale, venite"
Cuando llegué ella estaba una vez más en calza, y se le marcaba la tanga que tenía puesta abajo.
YO: Te juro que algo así no me pasó nunca antes. Me calienta muchísimo. No me lo había imaginado.
VANESA: Jaja, estoy acostumbrada. Todo lo que te dije es cierto. Por acá pasaron más vergas que por los mingitorios de un bajo público. (y se golpeó el monte de venus
señalandolo). A algunos esos se la baja, a otros les encanta mal. A vos?
YO: A mi me encanta. Me dí cuenta que, obviamente además de que vos me calentas muchisimo como mujer, me calienta especialmente el hecho de que estes casada.
Me calienta hacer cornudo a tu marido.
VANESA: Jaja, y si, porque sos un macho de verdad que disfruta de adueñarse de la jermu de otro...
YO: Me moriría por que el viera en vivo y en directo como te cojo.
VANESA: Cero drama...el llega en una hora y media. Vayámonos divirtiendonos y después le decimos que cuando llegue se siente a ver como me haces tuya.
Cómo me chupó la verga esa mujer fue realmente impresionante.
Ver y sentir el roce de su anillo de casada, mientras me pajeaba y me chupaba los huevos fue algo impresionante.
Antes de que llegue el marido le cogí la concha en 4 posiciones distintas.
Cuando Claudio finalmente llegó, era el momento más hermoso de todos.
Ella, con su marido sentado justo en frente a 2 metros, ya había gritado como una sacada total, ya se había mandado tremenda acabada.
Ahora se agachaba, y le decía al marido "Ahora vas a ver como un macho de verdad le rebalsa la boca de leche a su puta..."
Me acariciaba los huevos y me pasaba la lengua por el frenillo
Bastó que me dijera "Me das la lechita...?"
Para que yo lance un grito seco y descargue 6 chorros de leche adentro de su boca.
Los 3 gritos que pegué después fueron el final de un disfrute impresionante.
La imagen final: Vanesa mostrándole a su marido como se tragaba mi acabada hasta la útima gota. Sacando la lengua y mostrandole que no había quedado nada...
Fue de lo más hermoso que ví.
Tal es indudablemente el caso de Vanesa...
Primero que nada me presento, soy Ricardo, tengo 36 años y hace casi una década que trabajo como instalador de una famosa empresa de servicios de tv por cable e
internet.
La historia que vine a contar hoy comienza cuando Claudio, y su esposa, la ya mencionada Vanesa, me abrieron la puerta de su casa porque habían cambiado de
proveedor y necesitaban una nueva instalación para sus servicios.
Al principio, nada de nada hacía imaginar lo que vendría después.
Todo era muy usual. La casa de un matrimonio sin hijos como cualquier otro.
Esa tarde de miercoles hice mi trabajo, como cualquier otro día.
Claudio me abrió la puerta, me ofreció un vaso de gaseosa, me puse a trabajar durante un rato.
Media hora después escuché una llave girar 2 veces y entró ella, bastaba con verla 2 segundos para saber que venía del gimnasio.
No acostumbro (no acostumbraba en aquel entonces, mejor dicho), a mirar esposas ajenas, pero mi instinto me ganó...
Tenía una calza que le ajustaba a la perfección, tanto atras como adelante. una remera deportiva ajustada que le hacía unas tetas tremendas. Recién bañada en el gym y
con una botellita de agua en mano, entró y me saludó con un beso.
Besó a su marido, "Hola amor!" y subió a cambiarse.
Por un momento me preocupé. Revisé la firmeza y la capacidad de disimulo de mi pantalón de trabajo, porque la verdad es que ya me había puesto un poco al palo.
Les mentiría si les dijera que no seguí trabajando la media hora restante mirando el sofá del living e imaginando que me la cogía ahi mismo.
Recordaba la voz que puso al saludarme, y la imaginaba en forma de gemidos.
Vanesa bajó y se puso a comer una manzana, apoyada sobre la mesada de la cocina, yo agachado, desde el piso la miré, y para mi sorpresa ella me sonrió.
No sé si fue mi imaginación, pero pareció que con un solo gesto me dió a entender que captaba la situación.
Terminé mi trabajo, le comenté algunas cosas a los dos y me preparé para irme.
Claudio había subido, entonces hasta la puerta me acompañó ella.
Parecía a propósito; Se había puesto evidentemente la remera más escotada que tenía y tremeno push up.
Plena luz del día, 5 de la tarde. Y tenía las tetas más expuestas imposible.
Realmente no pude evitar posar mi mirada indiscriminada en ese par de gomas por unos cuantos segundos, ella me miró y se rió.
Menos mal que ya me tenía que ir porque la situación ya se me estaba llendo de las manos.
Lo que pasó el día siguiente fue el plato más fuerte de todos:
Después del mediodía, desbloqueó mi teléfono, y veo que tenía un mensaje de WhatsApp
Sin abrirlo ví que me lo estaba mandando un usuario con esta foto:
Al abrirlo ví que se trataba ni más ni menos que de Vanesa.
El "Vane" con dos corazoncitos que tenía como mensaje personal, terminó por ratificarlo.
Casí que me dió un escalofrio. Fue algo absolutamente espotáneo y sorpresivo.
"Hola, cómo estas? Le dejaste tu tarjeta a mi marido ayer. La vi sobre la mesa y te escribí"
Lo pensé unos minutos y le respondí
"Hola Vanesa, cómo andas? Salió todo bien lo de la instalación?, Necesitan algo?"
"Vos necesitas algo me parece gordo..."
Mi cara no dejaba de expresar sorpresa.
"Jaja que?"
"Te pensas que no me dí cuenta que ayer se te puso como una piedra y me clavaste esos dos ojos en el medio de las lolas"
Ahora ya no quedaban dudas, y menos que nunca lo podía creer.
"Jajaja...bueno perdón. Tenés razon. Se me fue la mirada. Fue más fuerte que yo..."
Me quedé totalmente espectante, a la espera de que podía llegar a responderme ella.
Y la respuesta fue más sorpresiva de lo que pude pensar.
Sin decirme nada, me mandó esta foto:
"Vanesa, no les quiero traer problemas a ustedes. Que onda con tu marido si se llega a enterar que me mandas esto...?"
VANESA: "Jajaja, mi marido es un impotente que no puede decir nada. Quedate super tranquilo, no serías el primero que lo hace cornudo. Ya es cornudo hace muchos
años. Viste el típico mito urbano de la esposa atorranta que se coje hasta al sodero...? Bueno, acá la tenes. Soy yo. Tengo 0 drama en decirlo. Siempre fui puta. Desde
pendeja. Antes de casarme con Claudio tuve 3 novios; uno más cornudo que el otro. Mi marido supo esto desde el principio. Cuando me propuso matrimonio se lo dije clarito: Vas a ser el más cornudo del barrio. No te voy a mentir. Me voy a encamar con 400 tipos. No solo no le jode, sino que además le encanta. Siempre quise una esposa
puta, me dijo. Estoy en mi salsa".
Y sin darme tiempo a responder, me mandó otra foto
VANESA: "Igual, si te jode no te mando más..."
YO: "No, dale. Mandame obvio jajaja"
YO: "Me estas matando. Me pones re caliente. Pero posta que todo bien con tu marido?"
VANESA: "Mirá, si te animas hace esta prueba: Te paso el número de mi marido y mandale estas fotos que te estoy mandando yo, y decile -Mirá las fotos que me manda
la puta de tu esposa...- Te animás?
YO: Jajaja estas loca? Me va a asesinar!
VANESA: Vos confía. Mandale. Te juro que le va a re copar la situación. Ya lo han hecho varios.
Si bien me ponía algo nervioso, tengo que admitir que hacía muchísimo tiempo que una situación no me calentaba tanto pero tanto.
VANESA: Mandale estas, mira...el está en el laburo ahora.
Agendé a Claudio y le mandé el mensaje y las fotos más sacadas.
2 minutos después Claudio me respondía: "Hola man! Uy que bueno, ya te contó todo entonces. Disfrutalo nomás. Mi esposa es tu puta! Abrazo!"
VANESA: "Queres venir a casa?"
YO: Obvio!!
VANESA: "Jaja, dale, venite"
Cuando llegué ella estaba una vez más en calza, y se le marcaba la tanga que tenía puesta abajo.
YO: Te juro que algo así no me pasó nunca antes. Me calienta muchísimo. No me lo había imaginado.
VANESA: Jaja, estoy acostumbrada. Todo lo que te dije es cierto. Por acá pasaron más vergas que por los mingitorios de un bajo público. (y se golpeó el monte de venus
señalandolo). A algunos esos se la baja, a otros les encanta mal. A vos?
YO: A mi me encanta. Me dí cuenta que, obviamente además de que vos me calentas muchisimo como mujer, me calienta especialmente el hecho de que estes casada.
Me calienta hacer cornudo a tu marido.
VANESA: Jaja, y si, porque sos un macho de verdad que disfruta de adueñarse de la jermu de otro...
YO: Me moriría por que el viera en vivo y en directo como te cojo.
VANESA: Cero drama...el llega en una hora y media. Vayámonos divirtiendonos y después le decimos que cuando llegue se siente a ver como me haces tuya.
Cómo me chupó la verga esa mujer fue realmente impresionante.
Ver y sentir el roce de su anillo de casada, mientras me pajeaba y me chupaba los huevos fue algo impresionante.
Antes de que llegue el marido le cogí la concha en 4 posiciones distintas.
Cuando Claudio finalmente llegó, era el momento más hermoso de todos.
Ella, con su marido sentado justo en frente a 2 metros, ya había gritado como una sacada total, ya se había mandado tremenda acabada.
Ahora se agachaba, y le decía al marido "Ahora vas a ver como un macho de verdad le rebalsa la boca de leche a su puta..."
Me acariciaba los huevos y me pasaba la lengua por el frenillo
Bastó que me dijera "Me das la lechita...?"
Para que yo lance un grito seco y descargue 6 chorros de leche adentro de su boca.
Los 3 gritos que pegué después fueron el final de un disfrute impresionante.
La imagen final: Vanesa mostrándole a su marido como se tragaba mi acabada hasta la útima gota. Sacando la lengua y mostrandole que no había quedado nada...
Fue de lo más hermoso que ví.
15 comentarios - De técnico a Corneador
Lo que sí es verdad es que yo soy el equivalente perfecto al marido de la historia.
Soy cornudo cuckold y me encanta entregar a mi novia.
Pasate por nuestros post! Saludos
Soy buen relator entonces jaja.
Abrazo!
Si les gusta la idea, creo que aun tengo la indumetaria del trabajo. podemos hacer algo !
sonic puedo ir a coger a tu novia?
Yo en ningún momento dije que la historia fuera verídica.
De hecho, lo que hace copado al relato es que todo haya sido inventado desde 0.
De lo contrario no sería escribir un relato literario erótico, sería contar una anécdota.
Saludos!
excelente..solo intente ayudar a ilustrar tu post..
si te jorobe, avisame y borro el comentario.
Me imaginé que lo hacias con buena onda.
Aclaré por las dudas nomas
Abrazo!
Amo el cuck desde hace unos años
Y me encanta complacer a la dama y al cornudo si se puede dar
van 10
Somos pareja cuck hace 9 años.
Aclaraba que las historias que cuento no siempre son textuales para evitar confusiones.
Buenísimo que seas corneador!
ojalá podamos charlar... cuando quieras por privado te paso whats
besos... a los dos
El relato te gustó? jaja