Buenas noches comunidad, vuelvo a retomar los relatos semanales contando mis experiencias con shemales, el relato que subí ayer http://www.poringa.net/posts/relatos/3242357/Nadia-Nadin-Shemale.html fue el de la semana pasada, hoy vengo con el relato de hace unos momentos, hace poco llegué a mi casa luego de una intensa noche con Sara un tremenda Diosa salvaje y muy deliciosa.
Como pueden ver tiene un cuerpo espectacular, y les juro que en la cama es muy salvaje, hace tiempo que no tenia sexo de esa manera, la cité para la noche del domingo, el sábado me había contactado con ella e inclusive nos encontramos para tomar un café. el momento del encuentro llegó, totalmente preparado toqué a la puerta de su residencia y tan rápido como toqué ella abrió me recibió con un beso y una abrazo; tenia puesto una hermoso conjunto de lencería azul y unos tacones altos del mismo color. Me tomó de la mano y me guió por el lugar, me enseñó su colección de ropa, de zapatos y de juguetes sexuales, hasta que al final terminamos en la cama mirándonos a los ojos.
Sin perder mucho tiempo empezamos a besarnos de manera descontrolada, nuestras manos recorrían nuestros cuerpos con fuerza, pene se colocó muy duro al instante, se notaba mucho en mi pantalón, Sara lo notó y rápidamente atendió el llamado, se arrodillo frente a mi y me quitó el pantalón, admiró mi pene por un rato pero no pasó mucho cuando comenzó a chuparlo con rapidez, su boca era infernal, el placer que alcancé a tener era impresionante, la miraba muy fijamente a los ojos mientras se atragantaba con mi pene, noté que sacó su pene y se estaba acariciando suavemente, en ese momento la levanté y la puse frente a mi.
Abrí mi boca y comencé a chupar su pene intensamente correspondiendo a lo que ella me había hecho, lo temía hasta el fondo de mi garganta saboreando cada centímetro, Sara me tomaba de la cabeza mientras gemía intensamente, se desnudó mientras yo me comía su pene y se comenzó a tocar todo el cuerpo, podía notar por su respiración lo caliente que estaba en ese momento, mi miraba con una cara de deseo y de perversión que me encendió de solo verla. Me levanté y me quite la ropa, totalmente desnudo pegue nuestros cuerpos y la besé con fuerza; me separé de ella y la tiré en la cama, la coloqué en cuatro, tomé su cabello y metí mis dedos en su ano mientras mi pene se juntaba con el suyo.
Ya luego de preparar el escenario lentamente metí mi pene hasta tenerlo todo dentro, tiré hacia atrás de su cabello y sin pasar mucho tiempo comencé a follarla con velocidad y fuerza, sus gemidos eran fuertes y llenaban toda la habitación, la banda sonora de nuestros cuerpos chocando mezclado con nuestros gemidos hacían la perfecta sinfonía del placer; Saqué mi pene y la puse boca arriba, metí nuevamente mi pene y me puse sobre ella, sus brazos me rodearon y apretaban fuertemente, a medida que la seguía follando ella me aruñaba la espalda con fuerza gimiendo en el acto de una manera descontrolada. Nos besábamos y también me separaba de ella y la tomaba de las piernas sin dejar de follarla con fuerza.
Sara me hizo detener, literalmente me dijo *es hora de que goces como perra*, nos levantamos de la cama y frente a la pared me colocó, empinó mi cola y sin pensarlo empezó a lamer mi ano, su lengua humedecía todo y trataba de entrar, no fue mucho tiempo hasta que empezó a penetrarme, su gran pene se sentía muy bien dentro de mi. Su forma agresiva de follarme me hacia gemir mucho, sus manos me golpeaban las nalgas, me acariciaba la espalda y me susurraba al oído. Sara sacó su pene y me pidió que me colocara en el borde de la cama, mis manos en la cama y mi cola empinada lista para ser follada. Ella metió su pene nuevamente, nuestros gemidos eran cada vez mas duros, estaba empapado en sudor siendo follado por tremenda Diosa salvaje, la mejor cogida que me han dado.
Sara parecía poseída, gemía muy fuerte y gritaba de placer, por mi parte hacia lo mismo hasta que ella se corrió dentro de mi, podía sentir su leche caliente dentro de mi; Sara se sentó en la cama exhausta, pero aun faltaba que yo rematara, me senté en la cama con la espalda en la cabecera, Sara se subió en mi y rápidamente comencé a penetrarla, al principio suave pero al cabo de unos minutos la tomé de las caderas y frenéticamente la follaba, ella me abrazaba mientras me impulsaba para hacerla gritar, sus gemidos eran hermosos, su ano apretado su cuerpo espectacular y su pene golpeando en mi abdomen hicieron de esa escena algo Grande.
Estaba algo cansado pero no podía detenerme, ella me ayudaba un poco hasta que me corrí como nunca, llenando a Sara por completo mientras nuestros cuerpos sudados se juntaban, estábamos muy cansados, ambos abrazados aun gimiendo, nos recostamos en la cama abrazados y noté que Sara estaba nuevamente erecta, no tenia energía para otra cogida así que simplemente me limité a masturbarla con mi mano mientras nos besábamos con pasión hasta que se corrió, lamí todo el semen y su pene hasta que cayo dormido.
Como pueden ver tiene un cuerpo espectacular, y les juro que en la cama es muy salvaje, hace tiempo que no tenia sexo de esa manera, la cité para la noche del domingo, el sábado me había contactado con ella e inclusive nos encontramos para tomar un café. el momento del encuentro llegó, totalmente preparado toqué a la puerta de su residencia y tan rápido como toqué ella abrió me recibió con un beso y una abrazo; tenia puesto una hermoso conjunto de lencería azul y unos tacones altos del mismo color. Me tomó de la mano y me guió por el lugar, me enseñó su colección de ropa, de zapatos y de juguetes sexuales, hasta que al final terminamos en la cama mirándonos a los ojos.
Sin perder mucho tiempo empezamos a besarnos de manera descontrolada, nuestras manos recorrían nuestros cuerpos con fuerza, pene se colocó muy duro al instante, se notaba mucho en mi pantalón, Sara lo notó y rápidamente atendió el llamado, se arrodillo frente a mi y me quitó el pantalón, admiró mi pene por un rato pero no pasó mucho cuando comenzó a chuparlo con rapidez, su boca era infernal, el placer que alcancé a tener era impresionante, la miraba muy fijamente a los ojos mientras se atragantaba con mi pene, noté que sacó su pene y se estaba acariciando suavemente, en ese momento la levanté y la puse frente a mi.
Abrí mi boca y comencé a chupar su pene intensamente correspondiendo a lo que ella me había hecho, lo temía hasta el fondo de mi garganta saboreando cada centímetro, Sara me tomaba de la cabeza mientras gemía intensamente, se desnudó mientras yo me comía su pene y se comenzó a tocar todo el cuerpo, podía notar por su respiración lo caliente que estaba en ese momento, mi miraba con una cara de deseo y de perversión que me encendió de solo verla. Me levanté y me quite la ropa, totalmente desnudo pegue nuestros cuerpos y la besé con fuerza; me separé de ella y la tiré en la cama, la coloqué en cuatro, tomé su cabello y metí mis dedos en su ano mientras mi pene se juntaba con el suyo.
Ya luego de preparar el escenario lentamente metí mi pene hasta tenerlo todo dentro, tiré hacia atrás de su cabello y sin pasar mucho tiempo comencé a follarla con velocidad y fuerza, sus gemidos eran fuertes y llenaban toda la habitación, la banda sonora de nuestros cuerpos chocando mezclado con nuestros gemidos hacían la perfecta sinfonía del placer; Saqué mi pene y la puse boca arriba, metí nuevamente mi pene y me puse sobre ella, sus brazos me rodearon y apretaban fuertemente, a medida que la seguía follando ella me aruñaba la espalda con fuerza gimiendo en el acto de una manera descontrolada. Nos besábamos y también me separaba de ella y la tomaba de las piernas sin dejar de follarla con fuerza.
Sara me hizo detener, literalmente me dijo *es hora de que goces como perra*, nos levantamos de la cama y frente a la pared me colocó, empinó mi cola y sin pensarlo empezó a lamer mi ano, su lengua humedecía todo y trataba de entrar, no fue mucho tiempo hasta que empezó a penetrarme, su gran pene se sentía muy bien dentro de mi. Su forma agresiva de follarme me hacia gemir mucho, sus manos me golpeaban las nalgas, me acariciaba la espalda y me susurraba al oído. Sara sacó su pene y me pidió que me colocara en el borde de la cama, mis manos en la cama y mi cola empinada lista para ser follada. Ella metió su pene nuevamente, nuestros gemidos eran cada vez mas duros, estaba empapado en sudor siendo follado por tremenda Diosa salvaje, la mejor cogida que me han dado.
Sara parecía poseída, gemía muy fuerte y gritaba de placer, por mi parte hacia lo mismo hasta que ella se corrió dentro de mi, podía sentir su leche caliente dentro de mi; Sara se sentó en la cama exhausta, pero aun faltaba que yo rematara, me senté en la cama con la espalda en la cabecera, Sara se subió en mi y rápidamente comencé a penetrarla, al principio suave pero al cabo de unos minutos la tomé de las caderas y frenéticamente la follaba, ella me abrazaba mientras me impulsaba para hacerla gritar, sus gemidos eran hermosos, su ano apretado su cuerpo espectacular y su pene golpeando en mi abdomen hicieron de esa escena algo Grande.
Estaba algo cansado pero no podía detenerme, ella me ayudaba un poco hasta que me corrí como nunca, llenando a Sara por completo mientras nuestros cuerpos sudados se juntaban, estábamos muy cansados, ambos abrazados aun gimiendo, nos recostamos en la cama abrazados y noté que Sara estaba nuevamente erecta, no tenia energía para otra cogida así que simplemente me limité a masturbarla con mi mano mientras nos besábamos con pasión hasta que se corrió, lamí todo el semen y su pene hasta que cayo dormido.
3 comentarios - Sara Valentina (Shemale)
Buen relato, van diez puntos.