Ahoraquiero contar lo mío. Tanto me gusta María Teresa, su cuerpo grandote, sushombros anchos, linda, rubia de melena, fina, elegante, esa pintura de labios,esa campera de cuero, que no sólo me gusta escribir de ella. También darle confuria y locura y hacerle sentir quién soy yo, yo y mi pene bien duro y gruesocomo salchichón y mortadela. Así me excité con ella desde que la vi, y por esole pedí a Estela el número de ella para llamarla y hablar. Teli me lo dio, lallamé un miércoles y María Teresa, dulce, sociable, que ya tenía onda conmigocuando alguna vez fui a lo de Estela a merendar, me atendió bárbaro y re copadame dijo que me invitaba a merendar en su casa. Se me iba a cumplir la fantasíade ver a esa fina y linda mujer, gorda y excitante.
Mebañé, me puse perfume exquisito, campera de cuero, pulóver, pantalón negro,zapatos y fui hasta lo de María Teresa, que me recibió re dulce con un beso yme hizo pasar al comedor. Ya de entrada estaba excitado por el baño, el perfumey mi ropa, y cuando la vi casi me hago encima el calzón: María Teresa, muyelegante, vestía blazer y pollera negra, tacos y lo mejor, estaba muymaquillada con un fuerte aroma a pintura de labios y perfume, y sobre todo, loque me excitonea, olorcito a crema de las manos. La gorda me acompañó alcomedor y me preparó café con leche, tostadas, queso blanco y mermelada. Ymientras yo le daba a las tostadas de pan negro, charlaba con María Teresa, quedulce me ofrecía una tostada, me la untaba con queso o mermelada, y me charlabacon muy buena onda, simpática, charleta, fina.
Fuepasando la merienda y yo pensaba y pensaba qué hacer para cumplir mi fantasíade darle con tutti, porque María Teresa, su belleza, elegancia, cuero, pintura,cremita me supersacan, más si estaba dulce y me dio merienda. NO sabía cómohacer, pero igual me ratoneaba y ratoneaba con todo, cada vez más y más. Lepregunté por si usaba lápiz de labios, qué color, maquillaje, ropa de cuero, yella me contó nomás todo. No le qise preguntar cómo quedó embarazada de sustres hijos (aparte de Annabella, tiene a Gabriel y María Eugenia Mariu). MaríaTeresa levantó todo, guardó, acomodó y volvió adonde yo estaba, aún pensativode cómo darle.
Y ahíella me empezó a dar pie, contándome cosas de Estela, suyas, empezamos a hablarintimidades, de mi sexo y demás, ella es sobria pero acá se fue de mambo. Fuisubiendo de temperatura, la tipa me iba sacando de las casillas. AL final,entre la presencia de María Teresa, su elegancia, pintura, cremita, la merienday mis ratones, empecé a acosarla. La piropeé, la empecé a mimar, le pedí unbeso y se lo di en la boca. La mujer se sorprendió pero no me dijo nada, lepedí otro beso y me lo dio en la cara, limpiándome la pintura de labios que medejó. Excitado, le pedí el lápiz de labios para probar pero ella no quiso.Quería hacer cualquier cosa, pero no sabía qué.
Alfinal no me importó nada y al sentir que el pene me crecía en mi pantalón y seme ponía grueso, exploté. La agarré del cuerpo, la arrastré contra la pared y MaríaTeresa no pudo con mi potencia física y mi corpachón. La manoseé, la piropeé,le dije asquerosidades, cosas dulces y jadeando la obligué a sacarse el blazer,los tacos y la pollera. María Teresa se sacó todo sorprendida peroexcitada y enseguida me quité lo mío,mientras jadeaba y me volvía loco cogiéndola con la mirada. Me puse furioso, learranqué la blusa, le desprendí el corpiño, me saqué la camisa y mi calzón, yse me fue la tremenda poronga para adelante. Y luego, agarré a la gorda, lesaqué a tirones la bombacha, y a la concha todo: le entré con todo, la embestí, se la di porla cola y froté hasta acabarle monstruoso semen ahí nomás. La di vuelta y le dide parado terrible penacho por la vagina hasta eyacular de nuevo. Luego laobligué a ponerse en cuatro, María Teresa dijo sí gauchísima, divina, y me lacogí con tutti por vagina, llenándola de espeso y calentito semen mío. Luego,cola, boca, le di la merienda con mi lechita, se la pasé por la cara y la boca,la besuqueé y le saqué la pintura de labios con mis dedos y la chupé, le paséla lengua y las manos por donde se me cantó y ella acabó varias veces muchoflujo, que tragué con una locura que la quería arrollar. Y la arrollé, porquecuando la mujer se estaba vistiendo la sorprendí, la embestí de atrás de nuevoy le di con todo por la cola hasta bañarle su pollera y su bombacha de mi semen.Así cumplí mi primera vez con María Teresa, una señora muy fina, elegante,linda, pero que cuando me excita ni me importa darle mi semen.
Mebañé, me puse perfume exquisito, campera de cuero, pulóver, pantalón negro,zapatos y fui hasta lo de María Teresa, que me recibió re dulce con un beso yme hizo pasar al comedor. Ya de entrada estaba excitado por el baño, el perfumey mi ropa, y cuando la vi casi me hago encima el calzón: María Teresa, muyelegante, vestía blazer y pollera negra, tacos y lo mejor, estaba muymaquillada con un fuerte aroma a pintura de labios y perfume, y sobre todo, loque me excitonea, olorcito a crema de las manos. La gorda me acompañó alcomedor y me preparó café con leche, tostadas, queso blanco y mermelada. Ymientras yo le daba a las tostadas de pan negro, charlaba con María Teresa, quedulce me ofrecía una tostada, me la untaba con queso o mermelada, y me charlabacon muy buena onda, simpática, charleta, fina.
Fuepasando la merienda y yo pensaba y pensaba qué hacer para cumplir mi fantasíade darle con tutti, porque María Teresa, su belleza, elegancia, cuero, pintura,cremita me supersacan, más si estaba dulce y me dio merienda. NO sabía cómohacer, pero igual me ratoneaba y ratoneaba con todo, cada vez más y más. Lepregunté por si usaba lápiz de labios, qué color, maquillaje, ropa de cuero, yella me contó nomás todo. No le qise preguntar cómo quedó embarazada de sustres hijos (aparte de Annabella, tiene a Gabriel y María Eugenia Mariu). MaríaTeresa levantó todo, guardó, acomodó y volvió adonde yo estaba, aún pensativode cómo darle.
Y ahíella me empezó a dar pie, contándome cosas de Estela, suyas, empezamos a hablarintimidades, de mi sexo y demás, ella es sobria pero acá se fue de mambo. Fuisubiendo de temperatura, la tipa me iba sacando de las casillas. AL final,entre la presencia de María Teresa, su elegancia, pintura, cremita, la merienday mis ratones, empecé a acosarla. La piropeé, la empecé a mimar, le pedí unbeso y se lo di en la boca. La mujer se sorprendió pero no me dijo nada, lepedí otro beso y me lo dio en la cara, limpiándome la pintura de labios que medejó. Excitado, le pedí el lápiz de labios para probar pero ella no quiso.Quería hacer cualquier cosa, pero no sabía qué.
Alfinal no me importó nada y al sentir que el pene me crecía en mi pantalón y seme ponía grueso, exploté. La agarré del cuerpo, la arrastré contra la pared y MaríaTeresa no pudo con mi potencia física y mi corpachón. La manoseé, la piropeé,le dije asquerosidades, cosas dulces y jadeando la obligué a sacarse el blazer,los tacos y la pollera. María Teresa se sacó todo sorprendida peroexcitada y enseguida me quité lo mío,mientras jadeaba y me volvía loco cogiéndola con la mirada. Me puse furioso, learranqué la blusa, le desprendí el corpiño, me saqué la camisa y mi calzón, yse me fue la tremenda poronga para adelante. Y luego, agarré a la gorda, lesaqué a tirones la bombacha, y a la concha todo: le entré con todo, la embestí, se la di porla cola y froté hasta acabarle monstruoso semen ahí nomás. La di vuelta y le dide parado terrible penacho por la vagina hasta eyacular de nuevo. Luego laobligué a ponerse en cuatro, María Teresa dijo sí gauchísima, divina, y me lacogí con tutti por vagina, llenándola de espeso y calentito semen mío. Luego,cola, boca, le di la merienda con mi lechita, se la pasé por la cara y la boca,la besuqueé y le saqué la pintura de labios con mis dedos y la chupé, le paséla lengua y las manos por donde se me cantó y ella acabó varias veces muchoflujo, que tragué con una locura que la quería arrollar. Y la arrollé, porquecuando la mujer se estaba vistiendo la sorprendí, la embestí de atrás de nuevoy le di con todo por la cola hasta bañarle su pollera y su bombacha de mi semen.Así cumplí mi primera vez con María Teresa, una señora muy fina, elegante,linda, pero que cuando me excita ni me importa darle mi semen.
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