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Como Me Follé a Ayelen.

¡Hola gente! Nuevo relato para ustedes..! Espero que sea de su agrado. Comenta y comparte. Si te sobran algunos puntitos, son bienvenidos. Tengo otros relatos anteriores. Si te interesan, acá están. Muchas Gracias.

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Como Me Follé a Ayelen.

Conocí a Ayelen en un autobús. Ella viajaba desde su pueblo a la Facultad de Medicina, y yo desde el mío hasta la de Ciencias Exactas. Era una linda chica, con pechos pequeños, hermosa cola y una sonrisa con brackets que iluminaba el día. Cada vez que subía al colectivo, esperaba con ansias llegar hasta su ciudad y que ella subiera. Al principio eran sólo miradas, luego algún saludo casual. La primera vez que hablamos fué en un viaje de regreso. Trabamos una cordial amistad, pero un pequeño detalle me hizo pensar que podia haber algo más. Al principio se vestia muy casual, sin maquillaje ni nada ostentoso; pero con el correr del tiempo noté que se vestia con ropa más sensual, se maquillaba un poco y usaba un delicioso perfume. ¿Te rebocaste hoy? -le pregunté una vez con tono burlón-. ¡Sí - me contestó ofuscada- y lo hice por vos! No supe que decirle, ella se bajó del autobús y yo quedé con mi mente hecha un remolino.
cojida
Durante varios días no coincidimos con los horarios y no nos vimos. Hasta que un día, la encontré en la terminal. Me saludó con desgano. ¡Perdón por mi actitud del otro día -me disculpé- no me imaginé que sintieras algo por mí! ¡Me gustás -me dijo- pero ese día te odié! Hicimos las pases y me animé a besarla. La gente caminaba a nuestro alrededor, pero nosotros estábamos en nuestro mundo. Era hora de partir y como si fuéramos niños reimos sin control. Nos besamos todo el camino de vuelta. ¡Bajate en casa! -me pidió dulcemente-. Acepté con gusto, se me iba a dar.
cordoba
Tiramos nuestras cosas en el umbral de la puerta. Besándonos y acariciándonos hasta su habitación dejamos nuestras ropas desparramadas por todos lados. Me senté sobre su cama y besé su cuerpo con pasión. Parada delante mío se quitó el sostén, descubriendo sus hermosos senos. Los besé con ansias, eran suaves y dulces; algo pequeños con pezones rosados y bien marcados que chupé con ganas. Me recosté sobre la cama y ella quitó mi ropa interior. Besó mi pene, luego lo recorrió con su lengua. Chupó mi glande mientras acariciaba mis huevos, mis sentidos se estremecieron de placer, era una mamada deliciosa. ¡Quiero comerme tu conchita! -le dije caliente-. Sonrió y subió hasta mi boca, corrió su tanga y mi lengua se sació con sus jugos. Era una verdadera delicia, su vagina dulce en mi boca vibraba, mientras ella gemía de placer. Luego montó mi pene con su húmeda vagina y empezamos a cojer con pasión. Apreté con fuerza sus glúteos y ella rasguñó mi pecho. Cojimos así un rato, después la tomé de la cintura y la giré hasta quedar sobre ella. Seguí cojiendo esa hermosa concha; besaba su cuello mientras sus uñas ahora en mi espalda se clavaban con fuerza. ¡Follame en cuatro! -me pidió-. Su colita bien levantada frente mío me tentaba a morderla. Penetré su conchita y la embestí con fuerza. Cojimos intensamente con un ritmo creciente, transpirados y con la respiración entrecortada terminamos al mismo tiempo.
pendeja
Mi semen caliente entró profundo en su cuerpo, luego al sacar mi pene, chorreó por sus piernas. Quedamos recostados, con nuestros cuerpos desnudos y agotados. La abracé por detrás, mientras ella acariciaba mis brazos. Me desperté un par de horas después, ella dormía a mi lado. Su cola preciosa, sus hermosos senos y su sonrisa con brackets, eran algo que quería seguir viendo. Me sentí feliz y enamorado de Ayelen; no sabía cuanto duraria, pero tenia claro que lo iba a disfrutar.
FIN.

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