Han pasado 2 años desde aquella vez que les conté cómo me rompieron el culo, también infinidad de cosas que no vienen al caso... Lo que si importa, es que volví a aflojar la cola. Fue durante una escapada que se dió mi pareja de turno a Bariloche, me volví a repetir y como la experiencia me había parecido lo suficientemente satisfactoria, volví a contactar al mismo macho.
Le escribí por contactossex.com, a pesar de que no me había vuelto a animar, cada tanto me mandaba un mensaje preguntando cuándo le iba a dejar cogerme otra vez. No hizo falta sino ponernos de acuerdo y fue así como el día en el que coincidimos, pasó a buscarme por la misma esquina. Volvía a oler delicioso su perfume, charlamos un poco, acarició mis piernas como yo acaricié las suyas.
Cuando llegamos, a la habitación, fui al baño a chequear que todo estuviese limpio en mi colita, me desvestí, al volver a la habitación ya se había quitado el pantalón, como lo que me gusta es sentirme puta, me arrodillé y empecé a darle besos a su verga ya erecta cubierta con el bóxer. Cómo me calentó saber que estaba así por y para mí... Retiré su bóxer mientras le daba besos, lamidas y chupadas a lo que iba quedando expuesto. Con esa segunda vez, me di cuenta definitivamente de que me gustaba chupar y mucho, llenar de besos una verga y arrancarle gemidos a su dueño, es sumamente satisfactorio.
Me acostó boca abajo, me llenó de besos la espalda, fue bajando inexorablemente hacia mi cola... Ni bien llegar me la bañó de besos, me lamió toscamente el agujerito, recordé cómo me lo chupaba una ex, cosa que hacía con más delicadeza, pero éste macho lo que quería era cogerme y me fue preparando. Cuando consideró que estaba listo para él, tiró de mi hasta hacerme levantar el culo, apoyando las rodillas y dejando el pecho en la cama. Inmediatamente fui sintiendo cómo volvía a reclamar lo que él ya había hecho suyo.
La penetración total fueron mucho más rápida, menos entradas y salidas de ése pistón fueron las que hicieron falta para tenerlo todo adentro. Me encantaba las lindezas que me decía, que la aguantaba mejor que una mina, que estaba apretadito, que ya lo extrañaba, que sintiera cómo me hacía suyo otra vez. En esa segunda oportunidad, ya con el velo caído de lo que podría llegar a ser, me animé a ser más participe de aquella cogida, así que empecé a echar el cuerpo hacia atrás cuando él lo iba hacia adelante. Me dió unas cuantas embestidas en esa posición, luego giramos y empecé a saltar sobre su verga. Me enloquecía estar siendo cogido otra vez, puse todo mi empeño en moverme deliciosamente.
Me puso en 4 y siguió dándome, me excitaba escuchar cómo bufaba, cómo chocaba su pelvis con la mía, sus bolas con mi culo. Me volvió a poner boca arriba, mis tobillos en sus hombros y la mandó bien al fondo. Es una delicia que te cojan con tanto ímpetu, una delicia. Veía su cara mientras me seguía cogiendo, siempre y cuando no me hiciese poner los ojos en blanco.
¡Sí señor! ¡Que buena cogida que me pegó! No sé después de cuánto tiempo, cuántas entradas, cuántas salidas... Pero terminó dentro del condón copiosamente, si no hubiese estado, probablemente la leche me hubiese revalsado el culo.
Me volvió a decir que quería repetir cuando nos despedimos... Me dejó en algún lugar de Camino de cintura y regresé a casa, con el culo más abierto y con la seguridad de que definitivamente lo iba a volver a repetir y que cada vez sería mucho mejor.
De eso ya pasó un año y algunos meses... Estoy trabajando por Palermo, ¿alguna propuesta para un mediodía o cerca de las 6pm? Si tienes lugar mejor, así es todo más tranquilo (prometo no gritar cuando me cojas, morderé la almohada)
Le escribí por contactossex.com, a pesar de que no me había vuelto a animar, cada tanto me mandaba un mensaje preguntando cuándo le iba a dejar cogerme otra vez. No hizo falta sino ponernos de acuerdo y fue así como el día en el que coincidimos, pasó a buscarme por la misma esquina. Volvía a oler delicioso su perfume, charlamos un poco, acarició mis piernas como yo acaricié las suyas.
Cuando llegamos, a la habitación, fui al baño a chequear que todo estuviese limpio en mi colita, me desvestí, al volver a la habitación ya se había quitado el pantalón, como lo que me gusta es sentirme puta, me arrodillé y empecé a darle besos a su verga ya erecta cubierta con el bóxer. Cómo me calentó saber que estaba así por y para mí... Retiré su bóxer mientras le daba besos, lamidas y chupadas a lo que iba quedando expuesto. Con esa segunda vez, me di cuenta definitivamente de que me gustaba chupar y mucho, llenar de besos una verga y arrancarle gemidos a su dueño, es sumamente satisfactorio.
Me acostó boca abajo, me llenó de besos la espalda, fue bajando inexorablemente hacia mi cola... Ni bien llegar me la bañó de besos, me lamió toscamente el agujerito, recordé cómo me lo chupaba una ex, cosa que hacía con más delicadeza, pero éste macho lo que quería era cogerme y me fue preparando. Cuando consideró que estaba listo para él, tiró de mi hasta hacerme levantar el culo, apoyando las rodillas y dejando el pecho en la cama. Inmediatamente fui sintiendo cómo volvía a reclamar lo que él ya había hecho suyo.
La penetración total fueron mucho más rápida, menos entradas y salidas de ése pistón fueron las que hicieron falta para tenerlo todo adentro. Me encantaba las lindezas que me decía, que la aguantaba mejor que una mina, que estaba apretadito, que ya lo extrañaba, que sintiera cómo me hacía suyo otra vez. En esa segunda oportunidad, ya con el velo caído de lo que podría llegar a ser, me animé a ser más participe de aquella cogida, así que empecé a echar el cuerpo hacia atrás cuando él lo iba hacia adelante. Me dió unas cuantas embestidas en esa posición, luego giramos y empecé a saltar sobre su verga. Me enloquecía estar siendo cogido otra vez, puse todo mi empeño en moverme deliciosamente.
Me puso en 4 y siguió dándome, me excitaba escuchar cómo bufaba, cómo chocaba su pelvis con la mía, sus bolas con mi culo. Me volvió a poner boca arriba, mis tobillos en sus hombros y la mandó bien al fondo. Es una delicia que te cojan con tanto ímpetu, una delicia. Veía su cara mientras me seguía cogiendo, siempre y cuando no me hiciese poner los ojos en blanco.
¡Sí señor! ¡Que buena cogida que me pegó! No sé después de cuánto tiempo, cuántas entradas, cuántas salidas... Pero terminó dentro del condón copiosamente, si no hubiese estado, probablemente la leche me hubiese revalsado el culo.
Me volvió a decir que quería repetir cuando nos despedimos... Me dejó en algún lugar de Camino de cintura y regresé a casa, con el culo más abierto y con la seguridad de que definitivamente lo iba a volver a repetir y que cada vez sería mucho mejor.
De eso ya pasó un año y algunos meses... Estoy trabajando por Palermo, ¿alguna propuesta para un mediodía o cerca de las 6pm? Si tienes lugar mejor, así es todo más tranquilo (prometo no gritar cuando me cojas, morderé la almohada)
1 comentarios - Y un buen día, me volvieron a coger
Que cosa deliciosa que te chupen el culo!