Una de mis primeras experiencias como sumisa fue cuando ya era una mujer madura. Había conocido un hombre que era un Amo con cierta experiencia en el tema.
Nos contactamos por un chat y una ex sumisa de él. Me llamó para conocernos personalmente. Lo tipico: un bar discreto, una hora conveniente y un café. Más una condición : que no llevará bombacha y vistiera pollera.
Esa sola consigna me excitó. No uso pollera y siempre llevo ropa interior. Pero me excitó obedecer. Su voz había sonado contundente y firme. Cálida y autoritaria.
A la hora acordada llegué al bar. Sabía que el era un hombre más joven que yo, mucho más joven. Cabello oscuro y corto. Alto, corpulento, y no mucho más. El no sabía como era yo físicamente, salvo que podía ser su madre.
Lo iba a identificar porque en la mesa veria un libro grueso y de tapas rojas.
Entré y lo distinguí de inmediato. No por el libro, sino por la energía erótica y demandante que emanaba. Él debe de haber percibido mi excitación. Nos descubrimos del mismo palo, vos me deseasiento para gozar sometiéndome, yo deseo que me sometas.
Se puso de pie, me sonrió, vi el libro rojo en la mesa. Me invitó a sentarme y me dijo allí directamente, sin preámbulos "te quiero de esclava, vas a aprender a sufrir y a gozar, y nunca más vas a querer sexo convencional"
(Continuará )
Nos contactamos por un chat y una ex sumisa de él. Me llamó para conocernos personalmente. Lo tipico: un bar discreto, una hora conveniente y un café. Más una condición : que no llevará bombacha y vistiera pollera.
Esa sola consigna me excitó. No uso pollera y siempre llevo ropa interior. Pero me excitó obedecer. Su voz había sonado contundente y firme. Cálida y autoritaria.
A la hora acordada llegué al bar. Sabía que el era un hombre más joven que yo, mucho más joven. Cabello oscuro y corto. Alto, corpulento, y no mucho más. El no sabía como era yo físicamente, salvo que podía ser su madre.
Lo iba a identificar porque en la mesa veria un libro grueso y de tapas rojas.
Entré y lo distinguí de inmediato. No por el libro, sino por la energía erótica y demandante que emanaba. Él debe de haber percibido mi excitación. Nos descubrimos del mismo palo, vos me deseasiento para gozar sometiéndome, yo deseo que me sometas.
Se puso de pie, me sonrió, vi el libro rojo en la mesa. Me invitó a sentarme y me dijo allí directamente, sin preámbulos "te quiero de esclava, vas a aprender a sufrir y a gozar, y nunca más vas a querer sexo convencional"
(Continuará )
2 comentarios - Entregándome a mi Amo
Continua cuando puedas.
Abrazo !