Como saben, este sábado la Selección argentinaempató 1 a1 con Islandia en su debut en el Mundial. La verdad estoy con una bronca delorto, para colmo estoy engripado. Pero al menos tuve una buena. Sandrita mevino a visitar a mi departamento, así que vimos el partido juntitos. Pero nofue lo único que hicimos.
La rubia, que siempre me tiene enla mira, me llamó al celular el viernes a la tarde, y al contarle que estoy conalgo de fiebre y resfrío, me dijo dulce y mimosa de ir a verme el sábado y verel partido juntos. Acepté enseguida, pero obvio no tenía ni ganas de coger, nipaja. Encima el viernes me acosté con 37. Me desperté tipo ocho, mal dormido,fui al baño y volví a la cama para quedarme hasta que empiece. A la media horael timbre, atiendo y era ella. Sandrita subió y cuando abrí, dormido, hechomierda, me excité al verla. La rubia muy linda de campera de cuero con piel,pantalón, botas con taco, cartera fina, cabello húmedo, perfumada y con panlactal para hacerme tostadas para desayunar. Genia total, me besó en la cara,no en la boca porque le pedí para no contagiarla, y dulce me acarició y mimó."Mi amor, quedate en la camita que yo te hago la lechita y te lallevo", me dijo mimosa. Se sacó la campera, fue a la cocina, preparó todoy me trajo en bandeja el café con leche, las tostadas, queso y mermelada. Mesenté en la cama, ella me besó y mimó y vi que aparte sacaba de la cartera untermómetro para tomarme la fiebre. Me lo puso suave, me acarició mientrasesperaba los dos minutos de la tomada y al final me dijo 37. "Bueno amor,desayuná conmigo que después vemos el partido", remató. Yo ni podíamoverme, pero igual desayuné copadísimo de tenerla al ladito. Imaginate,desayunar con tu potra en la camita, enfermito en el debut de la Selección.
Vimos el partido, festejamos elgol de Agüero, yo apenas porque tengo poca voz, pero enseguida vino el empatede Islandia y reputeé como loco. Sandrita me hizo mimos y me aconsejó como sifuera mi madre: "Amor, tranquilo, tenés que calmarte, estás con fiebre,tranquilo". Copadísimo cómo me cuidaba. Bueno, me sentía un poco mejorpero no tenía que volverme muy loco, aunque seguí puteando con Caballero,Biglia, Di María, el penal que le hicieron a Pavón. Y ni hablar el penal deMessi. Sandrita tuvo que tranquilizarme varias veces, si bien ella puteabatambién. Bueno, terminó todo y apagamos la tele de la bronca.
Pero no nos apagamos nosotros.Charlamos, mimos, besos, tomada de fiebre, que un poco mejor, que dame un beso,que te doy, que me das. De pronto me volví más loco, pero ahora de excitación."Sandri, amor, metete en la cama", dije caliente, y no por la fiebre.La rubia asintió nomás, y al sacarse su ropa dejó ver su corpiño y bombachaerótica, una genia total, la preparó perfecta. Porque apenas se metió me bajéel calzón, se me superparó (y eso que estaba medio medio), me le di vuelta y mele empecé a revolcar. Ella pedía que no hiciera nada que estaba medioengripado, pero le pedí sexo loco. Sandrita dijo entonces sí, se desprendió elcorpiño y suavecita y provocativa se quitó la bombacha. Y ahí volví atirármele, la penetré y se la di con furia, frotando y frotando loco hasta queen ratito eyaculé tremendo semen en su vagina, y ella mientras gemía loca largóflujo a chorros. "Amor, dámela en la boca, aahh", pidió Sandri, y lepasé la pija superparada y mi semen por su boca, que lamió y tragó. Y de lalocura que me da su piel, cuerpo, el desayuno, su perfume, todo, le di por colay la volví a taponar de semen, sacándolo y dándole semen en la boca de nuevo,que ella volvió a chupar y disfrutar. Después sí, no di más, le comenté que mesentía mal y Sandrita, chocha de sexo, retrucó riendo: "Y sí, eso te pasapor querer coger con fiebre, amor". Y acariciándome, tomó el antibióticoque yo debía ingerir y me lo dio con un vaso de agua y todo. "Después tellamo a ver cómo estás", me dijo, me dio un beso suave y se fue. Vieronchicos, no fue tan mala la jornada del Mundial. Es que cuando viene Sandrita,no hay Islandia, Mundial, fiebre ni pijaque resista.
La rubia, que siempre me tiene enla mira, me llamó al celular el viernes a la tarde, y al contarle que estoy conalgo de fiebre y resfrío, me dijo dulce y mimosa de ir a verme el sábado y verel partido juntos. Acepté enseguida, pero obvio no tenía ni ganas de coger, nipaja. Encima el viernes me acosté con 37. Me desperté tipo ocho, mal dormido,fui al baño y volví a la cama para quedarme hasta que empiece. A la media horael timbre, atiendo y era ella. Sandrita subió y cuando abrí, dormido, hechomierda, me excité al verla. La rubia muy linda de campera de cuero con piel,pantalón, botas con taco, cartera fina, cabello húmedo, perfumada y con panlactal para hacerme tostadas para desayunar. Genia total, me besó en la cara,no en la boca porque le pedí para no contagiarla, y dulce me acarició y mimó."Mi amor, quedate en la camita que yo te hago la lechita y te lallevo", me dijo mimosa. Se sacó la campera, fue a la cocina, preparó todoy me trajo en bandeja el café con leche, las tostadas, queso y mermelada. Mesenté en la cama, ella me besó y mimó y vi que aparte sacaba de la cartera untermómetro para tomarme la fiebre. Me lo puso suave, me acarició mientrasesperaba los dos minutos de la tomada y al final me dijo 37. "Bueno amor,desayuná conmigo que después vemos el partido", remató. Yo ni podíamoverme, pero igual desayuné copadísimo de tenerla al ladito. Imaginate,desayunar con tu potra en la camita, enfermito en el debut de la Selección.
Vimos el partido, festejamos elgol de Agüero, yo apenas porque tengo poca voz, pero enseguida vino el empatede Islandia y reputeé como loco. Sandrita me hizo mimos y me aconsejó como sifuera mi madre: "Amor, tranquilo, tenés que calmarte, estás con fiebre,tranquilo". Copadísimo cómo me cuidaba. Bueno, me sentía un poco mejorpero no tenía que volverme muy loco, aunque seguí puteando con Caballero,Biglia, Di María, el penal que le hicieron a Pavón. Y ni hablar el penal deMessi. Sandrita tuvo que tranquilizarme varias veces, si bien ella puteabatambién. Bueno, terminó todo y apagamos la tele de la bronca.
Pero no nos apagamos nosotros.Charlamos, mimos, besos, tomada de fiebre, que un poco mejor, que dame un beso,que te doy, que me das. De pronto me volví más loco, pero ahora de excitación."Sandri, amor, metete en la cama", dije caliente, y no por la fiebre.La rubia asintió nomás, y al sacarse su ropa dejó ver su corpiño y bombachaerótica, una genia total, la preparó perfecta. Porque apenas se metió me bajéel calzón, se me superparó (y eso que estaba medio medio), me le di vuelta y mele empecé a revolcar. Ella pedía que no hiciera nada que estaba medioengripado, pero le pedí sexo loco. Sandrita dijo entonces sí, se desprendió elcorpiño y suavecita y provocativa se quitó la bombacha. Y ahí volví atirármele, la penetré y se la di con furia, frotando y frotando loco hasta queen ratito eyaculé tremendo semen en su vagina, y ella mientras gemía loca largóflujo a chorros. "Amor, dámela en la boca, aahh", pidió Sandri, y lepasé la pija superparada y mi semen por su boca, que lamió y tragó. Y de lalocura que me da su piel, cuerpo, el desayuno, su perfume, todo, le di por colay la volví a taponar de semen, sacándolo y dándole semen en la boca de nuevo,que ella volvió a chupar y disfrutar. Después sí, no di más, le comenté que mesentía mal y Sandrita, chocha de sexo, retrucó riendo: "Y sí, eso te pasapor querer coger con fiebre, amor". Y acariciándome, tomó el antibióticoque yo debía ingerir y me lo dio con un vaso de agua y todo. "Después tellamo a ver cómo estás", me dijo, me dio un beso suave y se fue. Vieronchicos, no fue tan mala la jornada del Mundial. Es que cuando viene Sandrita,no hay Islandia, Mundial, fiebre ni pijaque resista.
1 comentarios - Engripado, vi con Sandrita Argentina-Islandia y le di