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Mi timidez y mis tías 3

El sábado llegó, Ana y mi madre habían quedado por la tarde para ir de compras, mi tío aprovechó para irse al futbol, yo acudí a la cita de mi amigo Carlos, ya me estaba esperando, fuimos a recoger a la chica que vivía cerca, no tardó en bajar, me impresionó el cambio, en la clase estaba bien, pero ahora era un encanto, bonita, un tipo espectacular y muy simpática.
El cine estaba en el centro rodeado de cafeterías y tiendas, hacía tiempo que no iba al cine y la novedad para mí de las 3D me emocionaba, no había mucha gente y nos sentamos en bastante buen sitio a mitad de la sala y con muy buena visión, mi amigo pasó entre la fila de butacas abriendo paso y cuando encontró las localidades se sentó, Emi iba detrás y yo me senté a su lado izquierdo, no tuvimos que esperar mucho, con las gafas que nos habían dado probamos antes y la verdad no confiaba en ver gran cosa.
Cuando por fin se apagaron las luces empezó el espectáculo, el sonido nos envolvió como aviso de lo que se avecinaba, ya me había puesto las gafas y de pronto me pareció que estaba en otro mundo, estaba dentro de la acción, solo estaba pendiente de lo que pasaba en la pantalla, en un momento de máxima emoción quise compartirlo con mis amigos, me volví y vi como Carlos había pasado el brazo por el cuello de Emi e intentaba besarla, me quité las gafas y me fijé que la chica procuraba esquivarlo pero las manos de él se paseaban por sus tetas dejándole poca posibilidad de defensa, al momento una de sus manos desapareció bajo la blusa de Emi, los nudillos de Carlos se notaban sobre la teta izquierda de la chica, me pareció que ella se había conformado con en sobeo de Carlos, por lo menos no iba a más.
Me puse otra vez las gafas y seguí con la película, era un sinfín de emociones, de pronto noté la mano de Emi caída sobre mi pierna, la ignoré y me centré en la pantalla, la mano se fue moviendo hacia mi bragueta, mi polla no entendía de 3D y empezó a crecer, la mano femenina amasaba mi polla sobre el pantalón, por el rabillo del ojo miré como le sacaba la mano a Carlos de su blusa se la dejaba fuera abandonada, pero la otra seguía estrujando mi polla, Carlos se separó irritado, ella se volvió hacia mí y le dio la espalda, Carlos empezó a mirar su reloj y a los cinco minutos se levantó y despidiéndose con la mano se marchó por la fila de butacas.
Yo seguía con las gafas mirando hacia adelante, Emi se pegó a mí y cogiendo mi brazo lo puso sobre sus hombros, me cogió la mano y se la puso sobre su teta derecha, ahueco la blusa y se coló debajo.
Lo que encontré era una maraña de tela, el sujetador arrebuñado, como primer movimiento le arregle con dos dedos la tela y cuando llegué a la piel lo tensé para que quedara como debía, ella me lo agradeció con un beso en el cuello, luego busqué el tirante del sujetador, los deslicé por su hombro hasta dejarlo caído, ya mi mano bajó directa a su teta y con dos dedos le bajé la copa dejando libre toda la teta, al subir busque el pezón y lo encontré ya duro, lo rodeé con dos dedos y lo estiré sacándolo, la piel suave y tersa se endureció, la respuesta de Emi fue soltarme el cinturón y bajar la cremallera, la polla atrapada en el bóxer hacía una curva dolorosa, ella la liberó estirando el glande hacia fuera, hasta con las gafas de 3D se veía brillar el capullo.
Mi otra mano buscó la otra teta, pero esta vez levante la blusa, noté el cierre del sujetador entre las dos copas, un hábil movimiento lo soltó, las copas se separaron al instante y las tetas llenaron mis manos, estaban duras, altas, rugosas en las areolas, las estrujé suavemente mientras Emi suspiraba, me había sacado la polla y la rodeaba con su mano, miré a la gente y todos estaban con las gafas distraídos, con la otra mano me bajó el bóxer
Ya solo cubría la polla con sus manos, las mías llenas de tetas, cuando solté una mi mano se deslizó bajo su vestido, no era muy ancho por lo que tuve que contentarme con acariciar sus muslos hasta bastante alto, llevaba medias y llegue hasta el elástico, de momento soltó la polla, se incorporó, se abrocho el sujetador y se levantó. Yo me quedé helado, ella se salió por las butacas, sin decir nada, yo me resigne y me puse las gafas subiéndome la bragueta.
A los cinco minutos note como alguien se sentaba a mi lado, era Emi, cuando se sentó se levantó la falda por detrás y se acurrucó entre mis brazos, volvió a buscar mi polla fláccida y me puso la mano sobre su hombro.
Mi polla no es nada rencorosa y se volvió a poner tan dura como antes, me rendí sin comprender pero mi mano pasó bajo la blusa, las dos tetas salieron a mi encuentro, ya no note el sujetador, se lo había quitado, mi otra mano paso a sus muslo, la falda ahora subida no opuso resistencia, cuando las medias se acabaron seguí hacia arriba, el calor se notaba las ingles, tampoco llevaba bragas, las piernas se abrían como una flor y los labios húmedos del coño esperaban mi visita, Emi sacó el culo del asiento, la falda se quedó plegada en sus riñones, las piernas abiertas totalmente y mi mano hurgando en su vagina, un dedo, dos y luego tres, su mano descontroladas subía y bajaba por mi polla el clítoris duro me buscaba, los pezones eran retorcidos y estrujados por mi mano hiperactiva, cuando se estiro con los pies debajo de la butaca de delante y la cabeza casi en su asiento empezó a temblar, el ruido de la película era ensordecedor, y sus gritos de placer fueron mitigados, le costó volver a sentarse, cuando lo hizo directamente se inclinó sobre mí, me separó el pantalón y se metió la polla en la boca, se arrodillo entre mis piernas, yo estaba abochornado, si se volvía alguien a mirar sería el fin, pero no, era la apoteosis de la peli y de mis huevos también, empezó a vomitar leche sin cesar, Emi hizo todo lo posible para que no cayera en la moqueta del suelo, aunque algo cayó en su blusa y su falda, eso lo vimos luego en la calle, ya arreglados me preguntó…
-       Ah! Y que tal la película?
-       Para correrse de gusto, le respondí. Y que le pasó a Carlos?
-       Es un gilipollas y además tiene unas manos como zarpas, tú sí que sabes acariciar.
Le invité a tomar una copa en uno de los bares, estaban llenos de gente guapa, me llamó la atención una chica, tenía un cuerpo de escándalo, estaba de espaldas, un culo imponente, unas piernas como columnas, una cintura fina y una melena morena rizada y sedosa, se estaba besando apasionadamente con alguien, al rodearlas me quedé helado, quien le estaba besando tan ardientemente era una chica y reconocí a mi tía Ana…, no era mi madre… pero si no tenía su melena, llevaba el pelo corto a lo chico, pero tenía el mismo tipo, que locura, les di otra vuelta, la chica me miró y me guiño un ojo, no eran ellas, era mi otra tía Cris. Que fuerte, Emi lo notó pero creyó que estaba embobado con el monumento de chica y me dijo…
-       Vaya Manu aún no has tenido bastante?
Me la llevé a otro bar, estaba anonadado, mi tía Cris era más joven que Ana, tendría unos 25 años más o menos, la había visto pocas veces, era muy independiente, sus hermanas decían que era un poco “rarita”, ahora ya no sé a qué se referían, no sé si sabían que era lesbiana o quizá lo era y era solamente liberal, no sabían nada, se visitaban poco, solo los cumpleaños y las fiestas importantes, yo sabía poco de ella.
Cuando llegué a casa mi madre ya había llegado, se había cambiado y estaba preparando la cena, yo me cambié también y le ayudé en lo que pude, monté la mesa y lo dejé preparado todo, en la cocina ella estaba pendiente de varias cosas a la vez, yo me puse a lavar unos cacharros y como si nada le pregunté…
-       Clara, que tal tu hermana Cris? Sabes algo de ella?
-       Pues ahora que lo dices ya hace mucho tiempo que no hablo con ella, cuando tenga un rato le llamare.
-       Es que me ha parecido verla en el centro, se parecía mucho a vosotras, parecía gemela.
-       Bueno, lo cierto es que nos parecemos todas las hermanas mucho, tenemos casi el mismo tipo, Julia está un poco más llenita, tiene algo más pecho y caderas que yo, a Ana ya la conoces y Cris es aún más delgada que nosotras, está lisa completamente, ha sido siempre muy independiente y es feliz como es.
Parece que Cris leyó nuestros pensamientos, pues al momento llamó preguntando como estábamos y demás, mi madre le dijo que yo la había visto y ella le dijo que no se había dado cuenta...
Quedaron para venir un próximo día.
Mi madre cambió de tema rápidamente, sirvió la cena y mientras cenábamos me preguntó que tal la película, le conté todo menos la compañía de Emi, claro.
Ella me contó que habían estado de compras, habían merendado en una cafetería y se lo habían pasado de maravilla.
Le pregunté si había comprado algo bonito y me dijo que si, las dos habían calentado la tarjeta de crédito, dijo riendo.
Al terminar de cenar recogimos entre los dos la mesa y nos sentamos en el sofá, se quitó los zapatos y subió las piernas al asiento, me contó las vueltas que habían dado por las tiendas, las risas que se habían dado en los probadores, se habían intercambiado las prendas como chiquillas, y se habían aconsejado una a otra.
En eso se le ocurrió hacerme participe de la opinión de las compras, no me pareció mal. Saltó del sofá y de su habitación trajo varios paquetes.
Empezó a abrirlos, un vestido con vuelo, se quitó la bata que llevaba y se lo enfundó enseguida, se separó para que lo viera de lejos dando una vuelta haciendo el vuelo de la falda, me gustó, además tenía un escote de pico que lucía mucho.
Le siguió un pañuelo, un suéter, una camisa pero en una caja muy decorada me guardaba la sorpresa, se quitó el vestido y salió corriendo al dormitorio, cuando volvió llevaba un conjunto de lencería negro, la braguita de tanga con solo un triangulo por delante, además de tul transparente, el sujetador dos triángulos que se adherían al cuerpo sin tirantes, también transparente y que marcaban los pezones y las areolas, se dio la vuelta, los hilos casi invisibles del tanga le hacían unas piernas más largas y las nalgas más redondas, el sujetador por detrás le permitía usar vestidos con mucho escote.
Se acercó a mí con pasos lentos arqueando las caderas, cuando se acercó a mí dijo…
-       Por tu cara veo que te gusto, pero voy a preguntar a tu amigo.
Me puso la mano en la bragueta, mi polla me traicionó y no pude disimular, la tenía dura ya hacía rato.
-       Me lo quitas?
Se puso de espaldas y yo pasé las manos desde el cuello a los hombros, al levantar los brazos, seguí por las axilas, con dos dedos solté el cierre y cayó al suelo, seguí por la cintura y las caderas, pasé los dedos bajo los hilos y liberé el que escondía entre las nalgas, en el suelo se unió al sujetador, ella se agachó para recogerlo y su culo quedó frente a mi cara, me agarré a sus muslos y metí mi cara entre sus nalgas, con la lengua lamí el agujero oscuro y rugoso, no se lo esperaba y quiso esquivarme, pero no lo consiguió, estaba bien sujeta así que seguí lamiendo, cuando se relajó ella misma separó con sus manos las nalgas y mi boca se hundió entre ellas.
La punta pugnaba por entrar aunque fuera medio centímetro, ella quería ayudar aunque no lo conseguía, se agachó todavía más, no pude resistir la tentación de bajar y lamerle los labios de la vagina, esto acabó de relajarla, vi como su culo se expandía y entonces ya mi lengua se coló casi un centímetro.
Clara se apoyo hacia atrás contra mi cara, ya no hacía falta sujetarla y mi manos se alargaron al clítoris y a su vagina que después de mojarlos con sus jugos se introdujo en el ya relajado ano.
Cuando notó que ya no era mi lengua sino que seguía entrando se volvió hacia mi expectante,
Le pregunté con la mirada si podía seguir, solo levantó las cejas.
Mi dedo llegó a desaparecer entre las blancas nalgas, el recto sedoso contrastaba con la vagina rugosa, no le molestaba, le daba curiosidad, me atreví a sacar el dedo y seguir mojando el agujero, ella pareció impacientarse culeando, al dedo se unió el otro, el esfínter hizo algo de presión pero pronto me permitió seguir, Clara suspiraba cuando mis dedos giraban dentro de ella, me puse de pie y me saqué la polla, ella no la vio pero cuando le metí tres dedos ya se movía inquieta, con suma paciencia fui ampliando el calibre del agujero, cuando se notaba incómoda me acerqué y dejé caer saliva en el capullo y lo sustituí por los dedos, Clara se volvió otra vez con los ojos muy abiertos, le pregunté y cerró los ojos lentamente asintiendo.
La presión fue en aumento hasta que el glande desapareció entre las nalgas, Clara se apoyo en el canto de la mesa, con la mano me alentó a seguir, mientras se separaba más los cachetes del culo, el tronco de mi polla mojado de saliva fue desapareciendo hasta la mitad, levantó una mano pidiendo tiempo, paré y estuve tentado a sacarla, pero entonces me volvió a animar con la mano, volví a presionar y esta vez no encontré resistencia, llegué hasta el final, me pegué a ella, mi polla dentro de ella totalmente y mis huevos mojados por sus jugos en el coño.
Abracé por detrás a Clara, me senté en el sofá y ella pasó sus piernas al lado de las mías, miró entre ellas y se aseguró de que estaba clavada por el culo, no se lo creía, su coño libre y mi polla en su culo, me cogió las manos y se las puso en las tetas, le estuve amasando los pequeños globos, hasta que me dediqué a acariciarle el clítoris y con la otra mano le metía dos dedos en la vagina, ella saltaba levemente con cuidado pero hasta el fondo, se recostó sobre mí y ladeando su cabeza buscó mis labios besándome, como estaba noté como un calambre recorrió su cuerpo y se corrió fuertemente, no pude resistir mi emoción, Clara, corriéndose con mi polla en su culo por primera vez y me corrí con ella, la llene de leche y cuando pudo levantarse un reguero de semen salió a presión.
Nos fuimos a dormir agotados.
Después de su primera llamada quedaron para visitarse, Cris apareció en el umbral de mi casa, se besaron con mucho cariño, ya había pasado demasiado tiempo sin verse, mi madre me presentó y ella hizo como que no me conocía casi, no quise desairarla y le seguí el rollo.
Simplemente dije que la había visto sentada en un bar.
Se interesó mucho por mí, me preguntó si tenía novia y si llevaba bien los estudios, era muy animada y simpática, me invitó a su casa, al principio decliné pero insistió tanto que me madre se unió a ella, al final tuve que acceder.
El día señalado llegué puntual, me abrió Cris, dentro de la sencillez estaba bastante arreglada, apenas maquillada y con la melena a lo chico resultaba atractiva, la casa me gustó mucho, estaba decorada con gusto pero con sencillez.
En el salón nos sentamos en una mesa camilla, era muy acogedor, estuvimos hablando de muchos temas, ella al principio se ponía en un nivel que creía que yo tenía, como un crío pero según hablábamos iba tratándome ya como lo que era, al final llegó al tema del sexo, me tanteo sobre mi opinión de la homosexualidad, creo que mi total aceptación le encantó y fue guiándome por los caminos que le llevarían a decir que a ella le gustaban los hombres y las mujeres, a mi me pareció de lo más normal y ella se animó a contarme un poco sus vivencias.
-       Cuando era más joven tuve novio, era como se llamaba entonces, salimos bastante tiempo juntos, creí que llegaría lejos la relación, pero se enfrió por una tontería y lo dejamos, quedé muy tocada y me rodee de mis amigas, las quería mucho hasta que una me consoló, me apoye en ella y un día ocurrió algo especial, nos besamos y poco a poco hicimos el amor, desde entonces he tenido varias parejas pero siempre femeninas, precisamente ahora salgo con Sofía, es una chica estupenda, a ti te gustará por varios motivos, es simpática, cariñosa y… está buenísima, precisamente vendrá luego y la podrás conocer.
Me gustó la sinceridad de Cris, me cayó muy bien, me sentí cómodo con ella, empezamos a bromear y llegamos a intimar.
Al rato sonó el timbre, Cris salió a abrir, cuando entró Sofía me quedé clavado en la silla, era un bombón de mujer, tendría la misma edad que Cris, pero el aspecto era radicalmente opuesto, femenina hasta lo indecible, me levante y la besé en las mejillas, olía de maravilla, el cutis como un melocotón, apenas me rozó pero me erizó el cabello de la nuca, Cris estaba expectante mirándonos, nos sentamos en un sofá bajo, Cris le puso al corriente de mi apertura de mente y eso las relajó, empezaron a hacerse bromas, incluso caricias, primero fueron leves roces hasta que llegaron los besos leves y al fin los apasionados.
Yo estaba como espectador y las animaba, ellas estaban lanzadas hasta que Cris se dio cuenta que yo estaba de escaparate y decidió incorporarme al juego.
-       Manu qué opinas tú de nosotras? Hacemos buena pareja?
Antes de que pudiera abrir la boca, mi tía se levantó de un salto y desapareció en su habitación, cuando volvió llevaba un pañuelo en las manos, venía saltando y nos dijo…
-       Se me ha ocurrido una idea sensacional, vamos a hacer un juego, Manu, tú tienes que compararnos y verás cómo no somos tan diferentes, al fin y al cabo somos dos mujeres.
Sofía era tan escéptica como yo, pero le pareció una idea estupenda para romper el hielo y a mí para estar más a mano de aquella belleza.
Sobre la alfombra redonda que cubría casi todo el saloncito puso una silla, me hizo sentar y me vendo los ojos, prometiéndome que no me arrepentiría.
Luego fue instruyéndome, me dijo que ellas se querían como yo podía querer a una mujer y que su sexo era igual que el mío, para comprobarlo tendría que tocar a las dos y así apreciaría que eran dos cuerpos igual si no los veía con los ojos.
Yo asentí con la cabeza y me dispuse a cualquier cosa, en principio dijeron que no hablarían para no distraerme, yo accedía a todo.
Oí el roce de ropa al caer, luego sentí como se acercaban a mí, mi tía me cogió las manos, me las levantó, una la dirigió hacia Sofía y la otra hacia ella, las instrucciones eran claras debería rozar lo mismo con las dos manos y comparar.
Cris empezó poniéndose la mano en la cara, Sofía me acercó la suya, las diferencias eran claras, la melena rizada de la morena y el pelo lacio de Cris, me dispuse a disfrutar, las acaricie las mejillas, los ojos, las orejas, con los labios me entretuve más, carnosos los de la morena y finos los de mi tía, pero esta los abrió y me chupo el dedo absorbiéndolo, el cuello y los hombros me gustaron los dos, cuando llegué al pecho pasé de largo las tetas y bajé al estomago, Cris me volvió a coger la mano y la llevó al lado de su teta, no quería que me dejara nada, desde el estomago fui subiendo la mano, entre mis dedos de la izquierda noté el arco del nacimiento de la teta de Sofía, era cálida, suave y dura, en la derecha no encontré nada, apenas se abultaba la piel, era suave, tibia pero lisa, más incluso que la de su hermana Ana, no aprecié nada hasta notar la areola del pezón, era bastante más ancha que la de Ana y Clara y el pezón en si era abultado como ellas, me concentré en la de Sofía, mis dedos abarcaban cada vez mas carne siempre dura, elevada, redonda, cuando creí que llegaría al pezón todavía se apreciaba un nuevo abultamiento, era como una teta sobre otra y sentí la aspereza de la areola y el pezón que se diluía en ella, la presioné y mi mano se llenó de pezón, oí suspirar a Sofía, mi polla empezó a crecer, quise seguir investigando, pasé de una teta a la otra, un profundo canal las separaban, las curvas eran suaves y cálidas, en el caso de Cris era como una tabla, incluso se notaban las costillas, la otra teta era igual de inexistente.
Con Sofía era todo diferente, no tardé en abarcar el otro promontorio era igual de sensual que el primero, me entretuve presionándolo, sopesándolo y pellizcándolo, me dieron unas ganas enormes de comérmelo, llenarme la boca de esta maravilla.
Cris me sacó del sueño, me guió la mano hacia el vientre, el de Cris completamente plano, incluso cóncavo, el de Sofía más abultado con un ombligo carnoso y hondo, las caderas redondas de Sofía y las escurridas de Cris, los culos, sin despreciar el de mi tía que estaba alto y duro, Sofía tenía unas nalgas duras apretadas, se le notaban los hoyuelos perfectamente, mi tía se giró para que pasara al pubis, yo esperaba impaciente para llegar ahí sobre todo el de Sofía, me llevé una sorpresa, las dos lo tenían depilado totalmente, pero en el de Cris los labios eran muy altos, nacían desde la mitad del pubis, el de Sofía era carnoso y con los labios cerrados muy bajos.
Cuando seguí manoseando a Cris me llevé un sobresalto, le abrí los labios y entre mis dedos apreció el clítoris, aun reconociendo mi corta experiencia en el sexo no me esperaba un clítoris semejante, era largo y duro, sobresalía profusamente entre los finos labios, parecía el pequeño pene de un niño de tres años, con su pequeño glande y su prepucio, lo rodee y note como Cris abría los muslos involuntariamente, me vino bien para rodearlo y presionarlo, se endureció mucho más y metí dos dedos en la vagina para notar su humedad. En la vulva de Sofía también investigué su clítoris era largo y poco salido, estaba cubierto de piel y su vagina estrecha me recibió con gusto, los dos dedos los metí ajustados.
A estas alturas mi polla estaba al cien por cien, mi tía sin quitarme la mano de su coño tiró de mí para que me levantase, me toco la polla y me dijo…
-       Vaya Manu, veo que te gusta lo que tocas sea de quien sea, me gustaría pedirte un favor, como ya te conté tuve un novio hace muchos años, desde entonces no he tocado ninguna polla y la tuya me parece buenísima, te la puedo sacar?
Yo solo moví la cabeza afirmativamente, no tenía ni saliva en la boca. Cris hábilmente me soltó el pantalón y sacó mi polla fuera, apuntaba en 45º al techo.
-       Manu lo siento pero te lo tengo que pedir, me gustaría cogerla, ya hace mucho que no la siento.
Lo hizo, notaba como me la descapullaba y la apretaba notando su dureza.
-       Manu te diré un secreto, Sofía no ha estado jamás con un hombre, nunca ha tocado una polla, lo puede hacer?
Un leve si se escapo de mis labios, y note las dos manos femeninas midiendo y apreciando el grosor.
-       Manu te pido otro favor, te la puedo mamar un poquito?
Ni le contesté, su boca me rodeó la polla después de haberle dado unos lengüetazos, ya no pude aguantar…
-       Cris ahora te puedo pedir yo algo a ti?
-       Lo que quieras Manu.
-       Me gustaría comerte el coño, especialmente el clítoris tan grande.
-       Me gusta mucho que me lo pidas, te diré que por motivo de él rompí con mi novio.
-       Cómo? No le gustaba?
-       Le tenía asco o aprensión, no sé.
-       Pues a mí me encanta, me lo comería entero.
La respuesta fue quitarme el pañuelo de los ojos, la visión que tuve era como si hubiera estado en el cielo, a mi izquierda un ángel voluptuoso, con unas curvas de infarto y a mi derecha Cris delgada, plana pero con unas caderas muy femeninas y una cara sensual, las dos tenían en sus manos a mi polla.
Cris se arrodillo en la alfombra y cogiendo la polla se la llevó a la boca, la mano de Sofía la sostenía y agitaba lentamente, cuando la había chupado un rato se levantó y se fue a su habitación, cuando vino traía una cajita, de ella sacó un consolador muy realista, era negro y se lo dio a Sofía, esta me lo enseño y me dijo…
-       Te presento a Simba, nuestro hombre.
También se sentó en la alfombra, Cris se tumbó y abrió las piernas totalmente ofreciéndome el clítoris gigante que parecía un nariz entre los labios, me tumbé a su lado y mi cabeza se colocó entre sus piernas, con la lengua lo tanteé estaba duro, parecía un dedo meñique, no me pareció nada despreciable y lo metí en la boca, mi tía aún abrió las piernas más y gimió de placer, los dedos metía en la vagina estrecha hasta donde podía, suspiraba mientras Sofía le acariciaba las tetillas y le besaba en la boca, Cris alargó la mano cogiendo el consolador que llamaban cariñosamente Simba para que se lo metiera Sofía y colaborara en el placer.
Sofía se tumbó al lado de Cris abriendo las piernas, Cris le fue metiendo el consolador después de haberlo chupado, lo dejó casi entero dentro, la morena levantó las caderas para que Cris le metiera el consolador rápido, tanto placer recibía que quizá inconscientemente se acercó a mí y se metió mi polla en la boca, era la primera vez que tenía un contacto con un hombre, pero no lo pensó mientras yo chupaba a Cris ella le metía a Simba en el coño y me comía a mí la polla, era una escena de lo más erótica, hubiera sido si no le hubiera excitado tanto la mamada que me daba que la sacó de la boca y se subió sobre mí y apuntó en su vagina mi glande y se dejó caer de golpe, no dejó de saltar sobre mí hasta que Cris gritó que se iba correr, Sofía le contestó que ella también y yo no pude decir nada porque tenía la boca llena, pero me corrí igualmente, llene de leche el coño de Sofía, en su juventud había tenido una polla dentro y esta vez la había llenado de leche.
Cuando nos deshicimos de la rueda sexual, estábamos extenuados, mi boca llena de flujo de Cris que agotada dejaba que se escurriera entre las ingles. Sofía se levanto con los chorros de semen cayendo entre los labios vaginales, se dejó caer entre nosotros, hasta que pudimos vestirnos.
Volví a casa con las piernas tambaleantes, había conocido a mi tía Cris, a su pareja y habíamos tenido sexo los tres, y estábamos encantados con la promesa de volverlo a repetir.

1 comentarios - Mi timidez y mis tías 3

salvfe
Esta saga termino en el relato 50. Los leí todos