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27.Una experiencia inesperada 3ra parte(SexyAracely)

Una experiencia inesperada 3a parte
Después de ese encuentro sexual tan candente, mi cuerpo quedó esclavizado a Ricardo, cuando él se fue me quedé empinada en el sucio colchón, entonces me acosté sintiendo esa gruesa barra de carne llenando mis entrañas a pesar de que hacía rato la había sacado.

Mi ano palpitaba y mi conejito aún quería mas, quedé boca arriba, aun caliente, entonces veía pasar a Ricardo con cosas rumbo a la camioneta, con mi respiración aun agitada lo miraba pasar deseando que se detuviera y regresara a cogerme otra vez.

Como él no regresaba empecé a tocarme, acariciarme, sobando mi conejito y pechos jadeando, cerrando los ojos y gimiendo, entonces metí mis dedos en mi ano y puchita para seguir dándome placer ya que no veía que Ricardo regresara.

Me masturbaba furiosamente ya que la calentura que me provocó Ricardo era intensa, mis gemidos se hacían cada vez más intensos y quizás eso hizo que Ricardo regresara, al asomarse a la puerta vio el espectáculo que le brindaba y me dijo:

-¡JAJAJAJAJAJA! ¿AUN ESTÁS CALIENTE PUTITA?

Yo no le respondí, solo seguía gimiendo con la esperanza de que él volviera a cogerme y sí, me di cuenta que su bulto comenzó a crecer, entonces él, bajándose solamente el pantalón me sujetó por las piernas colocándolas en sus hombros y volviendo a dirigir ese pene descomunal a mi conejito comenzó a clavármelo hasta meterla toda y una vez adentro empezó a embestirme arrancándome más gemidos.
-¡AAAHHH, AH, AH, AH, PAPITO, COGEME POR FAVOR, TE NECESITO!
-¡SI PUTITA, TE VOY A LLENAR OTRA VEZ DE LECHE!

Mientras me bombeaba yo intentaba alcanzarlo con mis manos para tocarlo, sus embestidas me hacían temblar, enloquecer, pero ahora sujetaba mis piernas contra su pecho.

-¡JEJEJEJE, QUE CALIENTE RESULTASTE, NO LLENAS DE VERGA, NECESITAS QUE TE COJAN ENTRE VARIOS PARA APAGAR TU CALENTURA MAMAZOTA!
-¡AAAHHH, AH, AH, AH, SIIIII, COGEME POR FAVOR, COGEME, AAAAAHHHHHH!

Bombeaba mi conejito hasta que entre gritos empecé a correrme y él, acelerando también de repente sacó su pene para venirse en mi cara y pechos.

Luego se levanto y me dijo:
-Te hablo al rato putita, te voy a coger más, pero te hablo para ponernos de acuerdo.

Y se retiró para ya no volver. Aún caliente me levanté y me vestí, cada movimiento que hacía me provocaba estremecimientos, su pene me había dejado sensible, cada movimiento era casi un orgasmo. Así que a duras penas me vestí y me fui a mi casa, en el trayecto a mi casa debía pasar por el parque, a esa hora ya no había gente en la calle, solo alguno que otro hombre que al verme me llenaban de piropos y al ir tan sensible y caliente, sus piropos me provocaban estremecimientos.

Yo buscaba no hacer evidente lo que sentía, pero cada mirada o palabra aumentaba mi calentura, en eso un hombre que venía hacía mí, grande y gordo, cara de vicio, desde que me vio su mirada lujuriosa me recorría de arriba abajo, mi conejito palpitaba locamente y mi ano también, cuando ese hombre estuvo casi frente a mí me dijo con su aliento alcohólico:

-¡QUE HERMOSA ESTAS PUTITA, CON GANAS DE LAMERTE LA PANOCHA!

Me detuve porque una descarga me recorrió desde la nuca a la espalda, era un orgasmo, al ver cómo me estremecía, ese desconocido me sujetó por la cintura y metió su lengua en mi boca, no me resistí porque la calentura que tenía era incontrolable. Entonces mordiendo mi cuello me llevó a unos arbustos que había allí, donde no había casi luz.

Y mientras me sujetaba, sus manos se apoderaron de mi trasero, haciéndome gemir al tiempo que su boca mordía mis pechos por encima de la blusa. Entonces, al llegar a los arbustos, me acostó en el pasto y abrió mi short bajándomelo dejándome a su disposición, luego me despojó de mi blusa y ahora su boca lamía mis pezones locamente mientras sus manos rasposas acariciaban mi piel, su aliento a borracho y su lujuria me tenían enloquecida.

Mientras disfrutaba de mí, Ricardo vino a mi mente y pensé –“Todo es tu culpa, me dejaste caliente”- y el viejo seguía lamiendo mis pechos mientras sus dedos hurgaban mi puchita haciéndome retorcer, ahora, fue bajando lentamente lamiendo mi vientre hasta llegar a mi conejito empezando a comérselo salvajemente, su lengua recorría todo mi sexo, lamía y lamía arrancándome un orgasmo violentísimo.

Luego sacó su pene y poniendo mis piernas en sus hombros me lo clavó de golpe -¡AAAAAAAAAAHHHHHH!- y empezó a bombear locamente, yo estaba totalmente entregada a este desconocido que sin más me estaba cogiendo en la plaza, no pasaba gente, porque si hubiese pasado alguien más hubiera podido beneficiarse de mi cuerpo sin que yo opusiese resistencia alguna. Estaba caliente, necesitada de ser poseída.

Bombeo hasta arrancarme otro orgasmo y entonces empezó a bufar, iba a terminar y no me importaba que lo hiciera dentro, quería sentir su semen inundando mi vagina, pero cuando vio que iba a terminar, me hizo hincarme y que la metiera en mi boca y se la chupe hasta que explotó en mi boca, me trague casi todo, lo que no pude me salpicó los pechos.

Se levantó, se vistió y se fue, ni siquiera supe quien era él, solo me cogió y se fue. Volví a vestirme más sensible que antes, esa cogida me puso peor, más caliente, pero gracias a Dios no pasó nadie más.

Al llegar estaba Paco afuera de su casa y me vio llegar soltando un silbido. Pero no dijo nada, estábamos afuera y había gente, pero por su mirada me di cuenta que lo vería por atrás. En ese momento estaba tan caliente que desee que me cogiera. Así que le mande un beso disimuladamente y me metí a la casa.

Apenas entré, él se metió a su casa, por la ventana de atrás lo vi brincarse la barda y escuché girar la llave, mi conejito latía locamente, sin esperar me desnudé quedando solo con mi tanga. Al entrar Paco y verme así, inmediatamente se abalanzó sobre mis pechos mordiéndolos y succionándolos al tiempo que abrazándome sujetaba mis pompas amasándolas violentamente.

-¡HUELES A SEXO CABRONA! ¡DIME! ¿TE ACABA DE COGER ALGUIEN? –Dijo sujetándome por el cabello fuertemente.
-¡SI PAPITO, ME COGIERON, PERO TE NECESITO, NECESITO QUE APAGUES ESTA CALENTURA QUE ME QUEMA!

Volvió a apoderarse de mi boca mientras yo le quitaba la camisa y desabrochaba su pantalón, el cual, al caer me dejó ver que no traía trusa por lo que su pene quedó libre, sin perder el tiempo me hinqué, lo bese y comencé a lamerlo deliciosamente, recorriéndolo desde su glande hasta la base al tiempo que con mi mano masajeaba sus testículos, mientras Paco sujetaba mi cabeza jadeando.

Estaba ardiendo y necesitaba un hombre, ya Paco me había hecho suya de manera que al verlo instintivamente mi deseo insatisfecho encontró en él con quien desfogarse. Lamí y succioné su pene de manera desesperada, empezó a gemir, iba a terminar, entonces arrecié mis mamadas y estalló violentamente llenando mi boca y parte de mis pechos de su semen.

Pero no me detuve, seguí lamiendo su pene, masajeando sus testículos, busqué bajo ellos el punto donde lo mantenía excitado y su erección se volvió más intensa. Entonces me levantó de las manos y me guió a la recamara, me quitó la tanga e inmediatamente me acostó en el borde y sujetando mis piernas por los tobillos me abrió totalmente para luego colocar su tremendo pene en mi conchita mientras mis gemidos se hacían más intensos:

-¡YA, YA PAPITO, METELA, TE DESEO!

El no hablaba, eso me encendía de él, que solo bufaba, parecía un animal sexual, un semental, entonces guió su pene a mi conejito y empezó a meterla lentamente hasta llegar a la mitad, yo me ahogaba de la excitación, cuando llegó a la mitad se detuvo y entonces la clavó de golpe hasta el fondo -¡AAAAAAHHHHHHH!- y empezó a embestirme salvajemente, si alguien hubiera podido vernos se habría corrido de lo excitante que era tenerme abierta totalmente, embistiendo mi conejito y como mis pechos rebotaban arrancándome gritos de placer.

Su pelvis se movía de manera animal, violenta, tan violenta que no tardo en hacerme venir de manera abundante con lo que las embestidas empezaron a producir con mis jugos ese excitante sonido del chaca chaca en cada penetración.. Sentía sus testículos chocar con mi culo, era la locura.

-¡TE AMO, TE AMO PACO!

Le gritaba una y otra vez en medio del delirio, entonces él la sacaba casi toda para luego clavarla violentamente, cada vez que lo hacía al clavarla me arrancaba gritos y orgasmos, luego la clavó y arremetió furiosamente hasta empezar a bufar, iba a terminar.

-¡NO PAPITO, NO, QUIERO TU SEMEN EN MI ANO!
-¿LO QUIERES EN TU CULO MAMACITA?
-¡SI, SI, SI, EN MI CULITO!

Entonces se detuvo, tratando de controlarse, cuando lo hubo conseguido la sacó lentamente para que yo sintiera como rozaba mis paredes vaginales y yo no resistí la tentación de apretársela…

-¡NO CABRONA! ¡ME VAS A HACER VENIR!

Y cuando la hubo sacado la colocó en mi ano y empezó a empujar, no batalló, ya estaba dilatado de la cogida que me había dado Ricardo.

-¡MIRALA, YA TE LA HABÍAN METIDO ALLI CULERA! ¿VERDAD ZORRA?
-¡SIP, PERO TU ERES MI DUEÑO PAPI, NO IMPORTA QUIEN ME COJA, TU ERES MI AMO!

Cuando oyó eso, empezó a embestir mi ano y soltando mis piernas sujetaba mis pechos, ahora arremetía salvajemente mi ano, pero de repente se detuvo y me dijo -¡VOLTEATE! – y la sacó para que me pusiera en 4 arriba de la cama en el borde. Mi ano quedó a su total disposición y volviendo a colocar su pene en mi ano volvió a clavarlo de manera brutal -¡AAAAAAAAGGGGGHHHHHH!- Y sus embestidas volvieron a ser brutales ya que al tenerme así sujetaba mis cabellos, me daba nalgadas y sujetaba firmemente mis caderas para embestirme hasta empezar a bufar otra vez.

Iba a terminar, aceleró y al tiempo que explotaba en mi ano yo también tuve un orgasmo brutal que me dejó exhausta cayendo mi rostro en la cama. La sacó y se limpió con mi blusa, luego se acostó a mi lado abrazándome y besándome.

-¿Quién te cogió putita? Dime
-Nop, no me preguntes….
-Quiero saber quien fue el afortunado…
-No lo conoces.

Ya no preguntó más, siguió besándome y con ello comprobó que él seguía siendo mi amo, porque yo me abrazaba a él con desesperación para sentir su desnudez pegándose a la mía, sentir sus labios en mi cuerpo y sentirme suya. Así estuvimos hasta tarde ya que mi esposo no llegaría hasta la madrugada.

Al día siguiente que mi esposo se fue a trabajar, apenas se fue me metía a bañar, mientras me bañaba sonó mi cel, era Ricardo. No quise contestar, pero la insistencia y los recuerdos me empezaron a excitar.

Continuará….
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