Después de semejante noche conNelly, dormí bárbaro y desperté tipo 12 del domingo. Lluvioso, húmedo, cagadala semana acá, así que me quedé en la cama. En eso el teléfono, atiendo yquién: Sandrita. Otra vez la rubia interrumpió mi tranquilidad dominical."Amor, ¿Querés venirte a casita? Te espero con agnelottis", dijomimosa, se ve que no le alcanzó la que le di duro el otro día. Le conté que meacosté tarde, que llovía y no tenía ganas de salir. "Bueno, no tepreocupes, te voy a visitar yo amor", dijo insistente. Le dije que muchasganas no tenía, estaba hecho mierda de la cepillada que le di a Nelly, de lacual no contaría nada a San. Pero la rubia insistió tanto que dije sí, y bueno,un poco más de sexo, qué importa, dale que va. Bah, yo pensaba que venía paraeso.
Enefecto, la señorita se aparecióuna hora después muy linda, impermeable negro y abajo, blusita, pollera mediatransparente, tacos, maquillada, perfume, aroma a crema. Sandrita me abrazó, mebesó en la boca, la besé bien y la hice pasar, contento al fin de que tengo unamina que me quiere posta. Dejó todo, me volvió a besar, mimos, piropos, nosmanoseamos suavecito en el sofá del depto. Me engordó bien el pene, pero noquise decir nada, aunque ella lo notaba. Al rato, Sandrita preparó todo, y mehizo picada de queso y fiambre que ella trajo, y luego sus riquísimosagnelottis con salsa y todo. Le agradecí, besos, mimos, me dio queso y jamóncrudo en la boca, charlamos, todo muy romántico, mientras llovía más y másfuerte afuera. Y luego, me dijo que me traía otra sorpresa y me dio otrochocolate como el otro día.
Pero esta vez no aguanté ni ladigestión. La empecé a besuquear mal, ella se dejó, nos manoseamos, mimos,besos, cositas, que el chocolate otro día, que te amo, que te quiero, quedulce, lindo, amor. Que coger. Enfurecí, la agarré y a los tirones la llevé ala pieza, me saqué todo, ella me quiso sacar pero yo no la dejé, porque queríadesnudarla y darle bien duro, dejarla a la miseria. Desnudo, la aplasté, labesuqueé, manoseé toda y le saqué de mala manera su ropa, la blusita, pollera, lebajé y quité su bombacha, la metí en mi cama, me le subí y se la enchufé con unpene de grosor y largo tremendos. Adelante y atrás, adentro y afuera, le di porsu vagina con todo,excitado con el almuerzo y ese aroma a cremita bien femenino.Sandrita gimió, agitó, voló de locura, largó flujo y al fin eyaculé tremendosemen a chorros en su vagina. Le di semen en la boca, Sandri lamió y tragó, ladi vuelta y por la cola, le di con elementos de su cartera de cuero, le acabésobre su bombacha, no podía parar, me limpié el pene con la chabomba y se lapuse en la boca, y ella lamió su bombacha empapada de semen. Pidió semen denuevo, le di en la boca, le pasé por sus tetas, pidió cola y le di cola, semende nuevo, vagina y la llené de nuevo. Así hasta que tipo cinco Sandrita selavó, vistió, me besuqueó de nuevo y se despidió. Menos mal que yo no teníaganas de nada. Pero cuando el sexo llama, atiendo.
Enefecto, la señorita se aparecióuna hora después muy linda, impermeable negro y abajo, blusita, pollera mediatransparente, tacos, maquillada, perfume, aroma a crema. Sandrita me abrazó, mebesó en la boca, la besé bien y la hice pasar, contento al fin de que tengo unamina que me quiere posta. Dejó todo, me volvió a besar, mimos, piropos, nosmanoseamos suavecito en el sofá del depto. Me engordó bien el pene, pero noquise decir nada, aunque ella lo notaba. Al rato, Sandrita preparó todo, y mehizo picada de queso y fiambre que ella trajo, y luego sus riquísimosagnelottis con salsa y todo. Le agradecí, besos, mimos, me dio queso y jamóncrudo en la boca, charlamos, todo muy romántico, mientras llovía más y másfuerte afuera. Y luego, me dijo que me traía otra sorpresa y me dio otrochocolate como el otro día.
Pero esta vez no aguanté ni ladigestión. La empecé a besuquear mal, ella se dejó, nos manoseamos, mimos,besos, cositas, que el chocolate otro día, que te amo, que te quiero, quedulce, lindo, amor. Que coger. Enfurecí, la agarré y a los tirones la llevé ala pieza, me saqué todo, ella me quiso sacar pero yo no la dejé, porque queríadesnudarla y darle bien duro, dejarla a la miseria. Desnudo, la aplasté, labesuqueé, manoseé toda y le saqué de mala manera su ropa, la blusita, pollera, lebajé y quité su bombacha, la metí en mi cama, me le subí y se la enchufé con unpene de grosor y largo tremendos. Adelante y atrás, adentro y afuera, le di porsu vagina con todo,excitado con el almuerzo y ese aroma a cremita bien femenino.Sandrita gimió, agitó, voló de locura, largó flujo y al fin eyaculé tremendosemen a chorros en su vagina. Le di semen en la boca, Sandri lamió y tragó, ladi vuelta y por la cola, le di con elementos de su cartera de cuero, le acabésobre su bombacha, no podía parar, me limpié el pene con la chabomba y se lapuse en la boca, y ella lamió su bombacha empapada de semen. Pidió semen denuevo, le di en la boca, le pasé por sus tetas, pidió cola y le di cola, semende nuevo, vagina y la llené de nuevo. Así hasta que tipo cinco Sandrita selavó, vistió, me besuqueó de nuevo y se despidió. Menos mal que yo no teníaganas de nada. Pero cuando el sexo llama, atiendo.
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