Buenas !! Arranco con la segunda parte de esta saga. Gracias por esperar, y espero que lo disfruten! Pronto, seguiré subiendo todas las partes! Saludos, compartan y favoriteen!!
Para los que no vieron la primera parte, recomiendo arrancar desde ahí, este es el link:
Primera Parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3166521/Sexualidad-y-familia-Parte-I.html
Tercera Parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3171976/Sexualidad-y-familia-Parte-III.html
Cuarta Parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3177415/Sexualidad-y-Familia-Parte-IV.html
Habiendo planteado ya cómo comenzó la cuestión con Sabri, voy a ir contando más o menos cronológicamente el desarrollo de nuestra historia. Digo mas o menos porque no recuerdo todo por orden, ni tal cual fue, y al pensar en algunas cosas seguramente se van a ir entrelazando otras cosas que se me ocurren en el medio. Por ejemplo ahora mismo quería a empezar a escribir, pero da la casualidad de que enfrente mio, en otra habitación que puedo ver desde la mía, está mi hermana en bombacha tipo culotte, celeste, de encaje, y remerita, pasandose una cremita literalmente por el culo. No puedo ver el culo porque está enfrentada a mí, pero la situación de por sí me super calienta. Se está acariciando circularmente mientras mira la pantalla de su computadora. Se pasa un poco también por los muslos, en movimientos desde afuera hacia la parte interna. Y justo recién se levantó para ponerse el pantalón, a lo que me moví un poco para atrás para tener mejor visión pero no pude ver bien. De todas formas esto es un poco raro... Nunca supe bien cuál es su posición frente a las ganas feroces de cojermela que yo tengo, que creo que a esta altura ella ya debe haber percibido, entonces situaciones como esta, que se esté pasando crema frente mío en bombacha y se ponga el pantalón, cuando estamos solos en casa (mamá se fue unas horas) y con la puerta abierta... No sé si es mi calentura pero me da a interpretar que me quiere calentar. Ya el otro día había pasado la situación de estar sentados en su cama ella en toalla, como por media hora. Son cosas que no solían suceder mucho, y aprovecho este paréntesis quizás para plantear la opción que no había tenido en cuenta hasta el día de hoy, de que ella sepa cuánto me calienta, y lo quiera hacer adrede... Pero bueno, discutiré esto en otro momento, quizás en algún otro posteo de esta misma saga. Es esta una historia sobre todo de mí, y mis ganas para con ella. Ustedes sacarán sus propias conclusiones de qué siente o piensa ella. De todas formas pienso que el desarrollo de estas aventuras puede llegar a resultarles interesante.
Como decía, voy a intentar contar más o menos en orden las experiencias que he tenido con ella. Luego de esta etapa de primeros juegos entre mamá-nene oso, empezamos a soltarnos un poco en cuanto a lo que hacíamos. Yo me mostré con más ganas de repetir situaciones así y ella accedía siempre, o casi siempre. Aprovechábamos por ejemplo el momento de ir a bañarse...
Cuando ella se bañaba, y mamá no veía, porque no estaba o porque dormía o lo que sea, yo me metía en el baño con mi hermanita. Como nunca explicitamos nada de lo que hacíamos, no lo pusimos en palabras, todo lo hacíamos siempre como de a poquito y disimulados. Entonces yo entraba al baño, capaz le decía hola... Me miraba al espejo, me lavaba los dientes o lo que sea. El espejo estaba dispuesto de cierta manera que desde un angulo se podía ver por dentro de la ducha, si es que la cortina estaba un poco corrida hacia dentro. Y siempre estaba corrida hacia adentro, cuando se bañaba ella. (También la disposición da para que desde la terraza de mi casa, a través de la ventana del baño y reflejado en el espejo, se pueda ver hacia adentro del baño, no de la ducha. Esto lo descubrí muchos años después y seguramente formará parte de alguno de estos posteos).
Entonces, a través del espejo entonces podía ver a mi hermana completamente desnuda. Ella sabía que yo la miraba, pero no decía nada. Siempre me enfocaba como saben, sobre todo en su culo... Cómo explicarles... Nuevamente, insisto con el morbo de dos niños aprendiendo sobre el cuerpo del otro, de su hermano/a, en una situación tan íntima como es el baño.. Entonces yo la miraba mientras ella se pasaba el jabón por el cuerpo, como tímida y delicadamente. Mientras, hablabamos giladas, alguna que otra frase, como para "disimular" entre nosotros. Veía cómo las burbujas de jabón recorrían su piel, movidas por la caída del agua. Su pelo mojado, su cuerpo mojado.... Siempre de espaldas ella porque le daba verguenza que la viera mirandome, o quizás porque si me veía espiandola "iba a tener que decirme que pare" o algo asi, como para mantener lo secreto y morboso. Entonces siempre le miraba bien el culo, esas nalgas que desde muy pronta edad ya eran prominosas (atributo que debe a mi madre, el culo más grande que conozco). Recuerdo alguna que otra vez, cuando ella enjabonaba su espalda, sus hombros, sus piernas.. Me volvía loco. Y siempre terminaba en su culo, en sus nalgas. Por afuera, luego hacia adentro, llegando a la raya... Abriendo un poco las nalgas dejandome ver su ano unos segundos. Y volvía a cerrarlo. Ella sabía lo loco que me volvía con la carne de su culo. Por eso siempre intentaba darme una especie de show, para que el hermano mayor se caliente con la hermanita menor. Cada vez que recuerdo estos momentos o me pongo a escribir me re caliento de vuelta. Es decir, puedo recordar las texturas, los sabores, los olores, cada imágen con nitidez... Piensen que eran las primeras experiencias de un niño en materia sexual, las impresiones sí o sí van a quedar bien marcadas....
Luego quizás se sentaba, defrente a mí, para enjugararse el pelo. Pero con los ojos cerrados. Juntaba sus rodillas contra su pecho, y se enjugaba. En su afan de mostrarse, recuerdo que hacía unos pequeños movimientos con los pies, como alejando y acercando sus rodillas entre sí, lo cual me permitía ver y entrever sus tetas y su conchita. Entonces yo la podía ver un poco, pero ahí en general terminaba el juego (lo último que hacía era enjugararse el pelo y como les digo en esa epoca no estaba interesado tanto en las tetas o en la concha). Otras veces era yo el que se iba a bañar, y ella entraba (muchas veces la llamaba antes yo y le avisaba que iba a ir a bañarme). La situación era parecida pero al revés. Pero no era tanto de ella espiando sino más de yo mostrándome. Quizás abría bastante de más la cortina para que pudiera verme claramente, yo dado vuelta, como si no me diera cuenta. Una vez incluso atiné a masturbarme para que ella me viera, pero no recuerdo mucho de esa vuelta la verdad... Lo más fuerte era cuando se bañaba ella.
Hubo sólo dos veces que nos bañamos juntos. Las dos veces directamente habíamos hablado que nos bañaríamos juntos, con alguna excusa tonta como no gastar agua o que nos teníamos que ir o lo que sea. Yo esperaba afuera a que ella se desnudara y entrara en la ducha, y luego entraba yo al baño, me desnudaba y entraba en la ducha. Nos encontrábamos ahí desnudos y cada uno hacía en un principio lo suyo. Yo me bañaba por mi cuenta, y ella por la suya. Al menos esto fue la primera vez, que sobre todo me conformé con tener semejante visión. La situación era tremenda. Los dos completamente desnudos (en los juegos hasta ahora nunca había sido así), bien cerca el uno del otro, bajo la ducha, sin que nadie supiera... Hacíamos como que no nos prestabamos atención, pero por mi parte, observaba cada movimiento de ella.
La primera vez fue bien cortito. Ella se enjabonó rápido, y yo miré cómo acariciaba cada partecita de su cuerpo. Casi siempre dada vuelta porque le daba como verguenza. Lo mas fuerte para mi era cuando apoyaba sus dos manos en sus nalgas y comenzaba a hacer movimientos circulares, hacia fuera y hacia adentro. Tocando un poco sus muslos, la parte del costado, su cintura, volviendo a su culo, a veces abriendo un poco sus nalgas lo que me permitía ver mínimamente su ano. Por un momento mientras ella hacía eso me arrodillé para estar mas cerca de su piel, para sentirla de cerca. Me volvía loco. Ella lo sabía. Yo suspiraba fuerte. Todo lo hacíamos en silencio. Explotaba mi cabeza cada vez que lo veía. Luego recuerdo que levantó una pierna para enjabonarsela, y pude ver un poco su conchita, con los labios abiertos por la posición en la que estaba. Fue la primera vez que me sentí tan fuertementre ataído por su concha. Quería besarla, comerla, chuparla, no sé. Me acerqué un poco más por atrás y apoyé el dedo índice en medio de sus dos labios, tocando la parte interna... Enseguida saltó y se paró derecho! Yo me re contra asusté pensando que la había hecho enojar... Pero no dijo nada. Solo se dio vuelta, mirandome con los ojitos entornados, mientras yo me ponía de pie. Era hermosa. No sé por qué las mujeres, son mas lindas cuando están mojadas. Y ella era la más linda de todas. Pero bueno, esa vez rápidamente terminó, se secó y salió del baño.
La segunda vez fue muy parecido, sólo que un poco mas largo, esta vez ella estaba de frente y teníamos sólo un jabón... Así que empezó enjabonandose ella. Un espectáculo para mi. Su piel trigeña, sus pezones rosaditos, su conchita sin pelos que empezaba a llamar mi atención. Sus tetas también, en algun momento empezaron a calentarme también. Eran pequeñas, hermosas. Cuestión que ella se pasaba el jabón por el cuerpo mientras se le iba mojando el pelo. Empezó con los hombros y el cuello. Yo sólo miraba sus tetas, era un nene hipnotizado. Mi pene erguido fuertemente hacia adelante. Ella no me miraba a mi... Hubo un momento en que se enjabonó bien bien las manos y me lo dio. Nuestras manos se tocaron en ese intercambio de jabón y mi pija que ya estaba dura, se puso el triple de dura. Sentí que me dolía. Mi hermana cada tres segundos bajaba su mirada a mi pene con arduo interés y enseguida la alejaba, siguiendo con lo suyo. Llevó sus manos llenas de jabón directo a su entrepierna y con ambas manos empezó a frotarse. No entendía si estaba lavandose y/o masturbandose para mí, pero a mi me volvió LOCO, sobre todo cuando cerró un poquito los ojos y se reía... Fueron unos dos minutos de quedarme absorto mirandola tocandose la concha. Subía y bajaba sus manos notablemente, como haciendome entender lo que estaba haciendo. Yo miraba sobre todo su boca porque me gustaba ver cómo se entreabría de a poquito, como si esperando que le cayera baba, no sé. Suena ridículo pero bueno, todo esto sucedía en la mente de un niñito. Se detuvo a la vez que abrió los ojos con una pequeña sonrisa.
Luego me enjaboné yo mientras ella se quitaba el jabón del resto del cuerpo con el agua. Esa vez aproveché a masturbarme yo frente a ella, mientras me miraba. Ella se hacía la que no prestaba atención, o que no se daba cuenta. Al toque ya sentía toda la leche recorrer mi tronco para salir volando. Cuando se dio vuelta para enjuagarse el pelo, dándome la espalda, me acerqué y apoyé por medio segundo la punta de mi pene sobre la piel de sus nalgas, justo entre medio de las dos, donde nace la raya. No necesité nada más que sentir su piel contra mi piel. Fue medio segundo y exploté con todo mi semen cayendo al piso (nada tocó a ella porque me corrí justo). No sé si ella vio toda esa escena, si sintió mi pene, y/o si vio el semen metiendose por el filtro de la ducha hacia la cañería. Pero la sensación fue para mí, increíble. Nuevamente ella salió de la ducha antes que yo. Al salir ella, abrí toda la cortina para poder verla y que me pudiera ver. Mi pene increíblemente seguía duro, sobre todo al verla secarse y vestirse. Lo hizo rápido como queriendo terminar con la situación e irse, pero no dejé de mirarla ni un segundo. Me vuelve loco cuando las chicas se suben la bombacha hasta acomodarsela bien. Me gusta ver cómo se va escondiendo la piel de a poco. Supongo fueron estas experiencias las que marcaron mis gustos y preferencias para futuras relaciones sexuales. Aún hoy en día fantaseo con mi hermana, cada vez que la veo, cada vez que me hago una paja, muchas de las veces que estoy cojiendo con otra mina, llego a pensar en ella. Me ayuda a acabar de una manera descomunal.
Por ahora eso, en otros posts comentaré algunas otras experiencias que pasaron en esas épocas, para luego de a poco ir introduciendo hacia lo que es la actualidad. Como les digo, escribir estas cosas por un lado me hacen sentir cierta liberación, de cosas que he sentido mucho tiempo y mantenido dentro mío. Espero que esto sirva de alguna manera terapéutica para mi... Porque es al día de hoy que miro a mi hermana, hacer lo que haga, y pienso en cojerla. En darla vuelta y desnudarla, cojerla en la cocina mientras hace la comida, en la cama cuando se acuesta boca abajo a leer un libro, en la ducha cuando se va a bañar... Me cuesta mucho no fantasear con cojerla por el fuerte deseo que tengo por ella e imaginarán lo difícil de una relación así con una hermana que ves todos los días. A veces cuando viene el novio los imagino cojiendo y me caliento más, igual algún día les contaré algo sobre eso.. Pero todo en orden! Lo mismo cuando vienen sus amiguitas.. uff. Pero bueno, eso en un futuro. Son muchas cosas para contar. En la próxima entrega voy a contarles algunas experiencias más aisladas que las que conté hasta ahora, que eran bastante específicas (por un lado el juego mamá-oso y por el otro las duchas juntos). Voy subiéndolas de a varios días así mas personas llegan a leerlas y no se atrasan, también porque voy escribiendo de a poco así que no quiero quemar todo el material rápido sin antes haberlo terminado, y por ultimo porque son cosas muy intimas y quizás me cuesta un poco sacarlas afuera... Leer sus comentarios me gusta mucho, por un lado me re contra calienta que se quieran cojer a mi hermanita Sabri, y por el otro me ayudan a animarme a expresar todas las cosas que siento... Si recibo buenos comentarios y muchas visitas, quizás en el próximo post incluya alguna que otra foto de ella... Para ir haciéndoles bien los ratones (Ya pueden ver uan de ellas en la miniatura de este post 😉 ) Saludos, y hasta la próxima!
Para los que no vieron la primera parte, recomiendo arrancar desde ahí, este es el link:
Primera Parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3166521/Sexualidad-y-familia-Parte-I.html
Tercera Parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3171976/Sexualidad-y-familia-Parte-III.html
Cuarta Parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3177415/Sexualidad-y-Familia-Parte-IV.html
Habiendo planteado ya cómo comenzó la cuestión con Sabri, voy a ir contando más o menos cronológicamente el desarrollo de nuestra historia. Digo mas o menos porque no recuerdo todo por orden, ni tal cual fue, y al pensar en algunas cosas seguramente se van a ir entrelazando otras cosas que se me ocurren en el medio. Por ejemplo ahora mismo quería a empezar a escribir, pero da la casualidad de que enfrente mio, en otra habitación que puedo ver desde la mía, está mi hermana en bombacha tipo culotte, celeste, de encaje, y remerita, pasandose una cremita literalmente por el culo. No puedo ver el culo porque está enfrentada a mí, pero la situación de por sí me super calienta. Se está acariciando circularmente mientras mira la pantalla de su computadora. Se pasa un poco también por los muslos, en movimientos desde afuera hacia la parte interna. Y justo recién se levantó para ponerse el pantalón, a lo que me moví un poco para atrás para tener mejor visión pero no pude ver bien. De todas formas esto es un poco raro... Nunca supe bien cuál es su posición frente a las ganas feroces de cojermela que yo tengo, que creo que a esta altura ella ya debe haber percibido, entonces situaciones como esta, que se esté pasando crema frente mío en bombacha y se ponga el pantalón, cuando estamos solos en casa (mamá se fue unas horas) y con la puerta abierta... No sé si es mi calentura pero me da a interpretar que me quiere calentar. Ya el otro día había pasado la situación de estar sentados en su cama ella en toalla, como por media hora. Son cosas que no solían suceder mucho, y aprovecho este paréntesis quizás para plantear la opción que no había tenido en cuenta hasta el día de hoy, de que ella sepa cuánto me calienta, y lo quiera hacer adrede... Pero bueno, discutiré esto en otro momento, quizás en algún otro posteo de esta misma saga. Es esta una historia sobre todo de mí, y mis ganas para con ella. Ustedes sacarán sus propias conclusiones de qué siente o piensa ella. De todas formas pienso que el desarrollo de estas aventuras puede llegar a resultarles interesante.
Como decía, voy a intentar contar más o menos en orden las experiencias que he tenido con ella. Luego de esta etapa de primeros juegos entre mamá-nene oso, empezamos a soltarnos un poco en cuanto a lo que hacíamos. Yo me mostré con más ganas de repetir situaciones así y ella accedía siempre, o casi siempre. Aprovechábamos por ejemplo el momento de ir a bañarse...
Cuando ella se bañaba, y mamá no veía, porque no estaba o porque dormía o lo que sea, yo me metía en el baño con mi hermanita. Como nunca explicitamos nada de lo que hacíamos, no lo pusimos en palabras, todo lo hacíamos siempre como de a poquito y disimulados. Entonces yo entraba al baño, capaz le decía hola... Me miraba al espejo, me lavaba los dientes o lo que sea. El espejo estaba dispuesto de cierta manera que desde un angulo se podía ver por dentro de la ducha, si es que la cortina estaba un poco corrida hacia dentro. Y siempre estaba corrida hacia adentro, cuando se bañaba ella. (También la disposición da para que desde la terraza de mi casa, a través de la ventana del baño y reflejado en el espejo, se pueda ver hacia adentro del baño, no de la ducha. Esto lo descubrí muchos años después y seguramente formará parte de alguno de estos posteos).
Entonces, a través del espejo entonces podía ver a mi hermana completamente desnuda. Ella sabía que yo la miraba, pero no decía nada. Siempre me enfocaba como saben, sobre todo en su culo... Cómo explicarles... Nuevamente, insisto con el morbo de dos niños aprendiendo sobre el cuerpo del otro, de su hermano/a, en una situación tan íntima como es el baño.. Entonces yo la miraba mientras ella se pasaba el jabón por el cuerpo, como tímida y delicadamente. Mientras, hablabamos giladas, alguna que otra frase, como para "disimular" entre nosotros. Veía cómo las burbujas de jabón recorrían su piel, movidas por la caída del agua. Su pelo mojado, su cuerpo mojado.... Siempre de espaldas ella porque le daba verguenza que la viera mirandome, o quizás porque si me veía espiandola "iba a tener que decirme que pare" o algo asi, como para mantener lo secreto y morboso. Entonces siempre le miraba bien el culo, esas nalgas que desde muy pronta edad ya eran prominosas (atributo que debe a mi madre, el culo más grande que conozco). Recuerdo alguna que otra vez, cuando ella enjabonaba su espalda, sus hombros, sus piernas.. Me volvía loco. Y siempre terminaba en su culo, en sus nalgas. Por afuera, luego hacia adentro, llegando a la raya... Abriendo un poco las nalgas dejandome ver su ano unos segundos. Y volvía a cerrarlo. Ella sabía lo loco que me volvía con la carne de su culo. Por eso siempre intentaba darme una especie de show, para que el hermano mayor se caliente con la hermanita menor. Cada vez que recuerdo estos momentos o me pongo a escribir me re caliento de vuelta. Es decir, puedo recordar las texturas, los sabores, los olores, cada imágen con nitidez... Piensen que eran las primeras experiencias de un niño en materia sexual, las impresiones sí o sí van a quedar bien marcadas....
Luego quizás se sentaba, defrente a mí, para enjugararse el pelo. Pero con los ojos cerrados. Juntaba sus rodillas contra su pecho, y se enjugaba. En su afan de mostrarse, recuerdo que hacía unos pequeños movimientos con los pies, como alejando y acercando sus rodillas entre sí, lo cual me permitía ver y entrever sus tetas y su conchita. Entonces yo la podía ver un poco, pero ahí en general terminaba el juego (lo último que hacía era enjugararse el pelo y como les digo en esa epoca no estaba interesado tanto en las tetas o en la concha). Otras veces era yo el que se iba a bañar, y ella entraba (muchas veces la llamaba antes yo y le avisaba que iba a ir a bañarme). La situación era parecida pero al revés. Pero no era tanto de ella espiando sino más de yo mostrándome. Quizás abría bastante de más la cortina para que pudiera verme claramente, yo dado vuelta, como si no me diera cuenta. Una vez incluso atiné a masturbarme para que ella me viera, pero no recuerdo mucho de esa vuelta la verdad... Lo más fuerte era cuando se bañaba ella.
Hubo sólo dos veces que nos bañamos juntos. Las dos veces directamente habíamos hablado que nos bañaríamos juntos, con alguna excusa tonta como no gastar agua o que nos teníamos que ir o lo que sea. Yo esperaba afuera a que ella se desnudara y entrara en la ducha, y luego entraba yo al baño, me desnudaba y entraba en la ducha. Nos encontrábamos ahí desnudos y cada uno hacía en un principio lo suyo. Yo me bañaba por mi cuenta, y ella por la suya. Al menos esto fue la primera vez, que sobre todo me conformé con tener semejante visión. La situación era tremenda. Los dos completamente desnudos (en los juegos hasta ahora nunca había sido así), bien cerca el uno del otro, bajo la ducha, sin que nadie supiera... Hacíamos como que no nos prestabamos atención, pero por mi parte, observaba cada movimiento de ella.
La primera vez fue bien cortito. Ella se enjabonó rápido, y yo miré cómo acariciaba cada partecita de su cuerpo. Casi siempre dada vuelta porque le daba como verguenza. Lo mas fuerte para mi era cuando apoyaba sus dos manos en sus nalgas y comenzaba a hacer movimientos circulares, hacia fuera y hacia adentro. Tocando un poco sus muslos, la parte del costado, su cintura, volviendo a su culo, a veces abriendo un poco sus nalgas lo que me permitía ver mínimamente su ano. Por un momento mientras ella hacía eso me arrodillé para estar mas cerca de su piel, para sentirla de cerca. Me volvía loco. Ella lo sabía. Yo suspiraba fuerte. Todo lo hacíamos en silencio. Explotaba mi cabeza cada vez que lo veía. Luego recuerdo que levantó una pierna para enjabonarsela, y pude ver un poco su conchita, con los labios abiertos por la posición en la que estaba. Fue la primera vez que me sentí tan fuertementre ataído por su concha. Quería besarla, comerla, chuparla, no sé. Me acerqué un poco más por atrás y apoyé el dedo índice en medio de sus dos labios, tocando la parte interna... Enseguida saltó y se paró derecho! Yo me re contra asusté pensando que la había hecho enojar... Pero no dijo nada. Solo se dio vuelta, mirandome con los ojitos entornados, mientras yo me ponía de pie. Era hermosa. No sé por qué las mujeres, son mas lindas cuando están mojadas. Y ella era la más linda de todas. Pero bueno, esa vez rápidamente terminó, se secó y salió del baño.
La segunda vez fue muy parecido, sólo que un poco mas largo, esta vez ella estaba de frente y teníamos sólo un jabón... Así que empezó enjabonandose ella. Un espectáculo para mi. Su piel trigeña, sus pezones rosaditos, su conchita sin pelos que empezaba a llamar mi atención. Sus tetas también, en algun momento empezaron a calentarme también. Eran pequeñas, hermosas. Cuestión que ella se pasaba el jabón por el cuerpo mientras se le iba mojando el pelo. Empezó con los hombros y el cuello. Yo sólo miraba sus tetas, era un nene hipnotizado. Mi pene erguido fuertemente hacia adelante. Ella no me miraba a mi... Hubo un momento en que se enjabonó bien bien las manos y me lo dio. Nuestras manos se tocaron en ese intercambio de jabón y mi pija que ya estaba dura, se puso el triple de dura. Sentí que me dolía. Mi hermana cada tres segundos bajaba su mirada a mi pene con arduo interés y enseguida la alejaba, siguiendo con lo suyo. Llevó sus manos llenas de jabón directo a su entrepierna y con ambas manos empezó a frotarse. No entendía si estaba lavandose y/o masturbandose para mí, pero a mi me volvió LOCO, sobre todo cuando cerró un poquito los ojos y se reía... Fueron unos dos minutos de quedarme absorto mirandola tocandose la concha. Subía y bajaba sus manos notablemente, como haciendome entender lo que estaba haciendo. Yo miraba sobre todo su boca porque me gustaba ver cómo se entreabría de a poquito, como si esperando que le cayera baba, no sé. Suena ridículo pero bueno, todo esto sucedía en la mente de un niñito. Se detuvo a la vez que abrió los ojos con una pequeña sonrisa.
Luego me enjaboné yo mientras ella se quitaba el jabón del resto del cuerpo con el agua. Esa vez aproveché a masturbarme yo frente a ella, mientras me miraba. Ella se hacía la que no prestaba atención, o que no se daba cuenta. Al toque ya sentía toda la leche recorrer mi tronco para salir volando. Cuando se dio vuelta para enjuagarse el pelo, dándome la espalda, me acerqué y apoyé por medio segundo la punta de mi pene sobre la piel de sus nalgas, justo entre medio de las dos, donde nace la raya. No necesité nada más que sentir su piel contra mi piel. Fue medio segundo y exploté con todo mi semen cayendo al piso (nada tocó a ella porque me corrí justo). No sé si ella vio toda esa escena, si sintió mi pene, y/o si vio el semen metiendose por el filtro de la ducha hacia la cañería. Pero la sensación fue para mí, increíble. Nuevamente ella salió de la ducha antes que yo. Al salir ella, abrí toda la cortina para poder verla y que me pudiera ver. Mi pene increíblemente seguía duro, sobre todo al verla secarse y vestirse. Lo hizo rápido como queriendo terminar con la situación e irse, pero no dejé de mirarla ni un segundo. Me vuelve loco cuando las chicas se suben la bombacha hasta acomodarsela bien. Me gusta ver cómo se va escondiendo la piel de a poco. Supongo fueron estas experiencias las que marcaron mis gustos y preferencias para futuras relaciones sexuales. Aún hoy en día fantaseo con mi hermana, cada vez que la veo, cada vez que me hago una paja, muchas de las veces que estoy cojiendo con otra mina, llego a pensar en ella. Me ayuda a acabar de una manera descomunal.
Por ahora eso, en otros posts comentaré algunas otras experiencias que pasaron en esas épocas, para luego de a poco ir introduciendo hacia lo que es la actualidad. Como les digo, escribir estas cosas por un lado me hacen sentir cierta liberación, de cosas que he sentido mucho tiempo y mantenido dentro mío. Espero que esto sirva de alguna manera terapéutica para mi... Porque es al día de hoy que miro a mi hermana, hacer lo que haga, y pienso en cojerla. En darla vuelta y desnudarla, cojerla en la cocina mientras hace la comida, en la cama cuando se acuesta boca abajo a leer un libro, en la ducha cuando se va a bañar... Me cuesta mucho no fantasear con cojerla por el fuerte deseo que tengo por ella e imaginarán lo difícil de una relación así con una hermana que ves todos los días. A veces cuando viene el novio los imagino cojiendo y me caliento más, igual algún día les contaré algo sobre eso.. Pero todo en orden! Lo mismo cuando vienen sus amiguitas.. uff. Pero bueno, eso en un futuro. Son muchas cosas para contar. En la próxima entrega voy a contarles algunas experiencias más aisladas que las que conté hasta ahora, que eran bastante específicas (por un lado el juego mamá-oso y por el otro las duchas juntos). Voy subiéndolas de a varios días así mas personas llegan a leerlas y no se atrasan, también porque voy escribiendo de a poco así que no quiero quemar todo el material rápido sin antes haberlo terminado, y por ultimo porque son cosas muy intimas y quizás me cuesta un poco sacarlas afuera... Leer sus comentarios me gusta mucho, por un lado me re contra calienta que se quieran cojer a mi hermanita Sabri, y por el otro me ayudan a animarme a expresar todas las cosas que siento... Si recibo buenos comentarios y muchas visitas, quizás en el próximo post incluya alguna que otra foto de ella... Para ir haciéndoles bien los ratones (Ya pueden ver uan de ellas en la miniatura de este post 😉 ) Saludos, y hasta la próxima!
7 comentarios - Sexualidad y familia (Parte II)