Esto que voy a relatar, sucedió en Cordoba Capital, en el año 2005, a la altura de Septiembre aproximadamente, yo tenía casi 21 años. Si me detengo en detalles es por si ellos llegan a leerlo, se acuerden de mí y quien dice, quizás volvamos a hacer contacto
Yo vivía en la "República" de Nueva Cordoba, con mi hermana, por calle Ituzaingó, casi San Lorenzo, entre Rondeau y San Lorenzo, siendo más puntual, estudiaba en la UNC, para ser Contador Público. Ese día fue uno muy largo, casi toda esa jornada fue debastadora. Yo habia rendido un examen, estaba muy tenso, llegando las 22hs mi hermana llegó de su facultad, se duchó y se acostó a dormir, yo intenté dormir y no podia, los nervios del examen y otras cuestiones me tenían muy alerta. Entonces, revisando mis bolsillos, encuentro algo de plata y decidí salir a pasear por la Rondeau, la calle donde nadie duerme...
Al llegar a Rondeau y Buenos Aires, había un bar que se llamaba 3/4 (trescuartos) como era el lugar donde solíamos ir con amigos, entré, fui a la barra y me pedí una cerveza de litro, casi como si que viniera con ella, se sienta a mi lado una mujer, de unos 34 años, muy simpática, agradable, natural, un pedazo de mina como las que se ven por alla, esas que son de vestir y andar común, sin tanta producción. Comienza a hacerme charla y me dice: "no pensas convidar" bueno, comenzamos a hablar y a beber mi cerveza, en eso, ella pide dos cervezas personales, y va al baño, dejando en su asiento, casi todas sus pertenencias no sin antes pedirme que se las cuide. Yo entré en confusión, y conociendo ciertas costumbres de los cordobeces me puse a mirar a todos lados con cierta furia. En eso, viene un hombre muy apuesto y se acomoda en el asiento de ella, yo agarre las cosas de ella y le dije al hombre si se podia retirar, porque ese asiento estaba ocupado, que la mujer fue al baño. El se sienta a mi lado, en la butaca vacía y comienza a hablar conmigo, pidió disculpas, e hizo otras charlas, el era contador publico, ella abogada, jamás me dijeron sus nombres cuando ella regresa, el se pide otra cerveza personal y comenzaron a explicarme que en realidad ellos eran pareja, que tenían 2 hijos y que eran swingers y voyeuristas y que estaban buscando alguien que los acompañe, que deseaban ser observados. Cuando la limosna es grande... yo comencé a dudar y terminé por aceptarlo... compraron un champagne, me subieron a su auto y me llevaron a un hotel de esos de Pajas Blancas, era una belleza ese hotel, al menos para mi... entramos yo me senté en el sofá y ellos comenzaron a besarse, a desnudarse y a hacer de cuenta que yo no estaba... se tiraron a la cama primero el comenzó a practicarle sexo oral en todos los orificios que encontró, desde el ombligo hasta la nuca... donde al final de cuentas quedaron en el clásico 69, para ese momento yo pasé del temor al deseo, comenzando a masturbarme, en eso, ella me vé y me dice: "Dani, veni flaco, unite" el bajó hasta su vagina y ella quedó mamandome la pija. En esto, él comienza a penetrarla y a darle, y ella me estaba succionando... ella entonces me pide que le dé de probar, me acuesto boca arriba, ella me monta y el se la ensarta en el orto, ella gemia, el gemia, yo estaba entrando en un orgasmo increible, ella se acomoda y el comienza a hacerle una doble penetración vaginal... comencé a sentirlo moverse dentro de ella, nos miraba en los espejos y era un show que jamas volví a ver, el, un tipo peludo, grandote, pecho espalda ancha, piernas peludas, abdomen con una pequeña pancita y mucho pelo, piernas firmes y gruesas, ella, de pechos armonicamente perfectos, una cinturita manejable, la cola durita y paradita, un poco de pancita, eramos tres seres humanos haciendo sexo... luego ella se sale de la escena y comienza a comerle la verga a su marido y su marido comienza a comerme la mia... yo en el primer momento le dije que no era lo mio... los dos me insisten y bueno. Lo acepté. Ella era una idola en cuanto al sexo oral, pero el era 10 veces mejor. Me solté de tal manera que los tres nos saboreamos cada espacio de nuestros cuerpos... no nos dejamos una sola parte sin probar... obviamente, ellos me enseñaron el verdadero sabor del placer... hasta ese momento, yo solo sabia masturbarme pues en la adolescencia mis padres eran bastante castradores y en Cordoba las mujeres esperaban alguien con mejor cuerpo, o mejor billetera... o ambas...
Luego de eso, ella acabó y se retiró, fue al baño a limpiarse, en eso el se me prende de la pija y me dice: "De acá no te vas sin acabar" y me da unas chupadas, se lubrica y se sienta en mi pija, y comienza a montarme la verga de manera bestial, ella al salir, riendo se acomoda en mi boca y volvio a la lucha del sexo... y yo mientras tenia al hombre lobo montandome estaba satisfaciendola a ella, que a su vez comenzo a mamarselo a su marido, lo se porque las velocidades se tornaron mas lentas y los gemidos más fuertes. Luego ella se para, el vuelve a montar a velocidad y pasando una pierna por el hombro de su marido, el comienza a besarla y violarla con su lengua, mientras seguía montandome hasta que comienzo a sentir borbotones de leche caliente... el estaba acabando, (ella tambien) yo paso mi mano por la panza y ellos comienzan a lamer y limpiarme con sus lenguas todos los borbotones de leche. Como yo era el unico que aun no acababa, ellos comenzaron a mamarmela juntos. Solo fue suficiente sentir sus labios y sus lenguas recorriendome la pija para comenzar a acabar... recuerdo que al mirarlos, ellos estaban con la cara salpicada y los labios babeantes... bueno, fuimos a la ducha los tres, nos vestimos y ellos quedaron en volverme a ver... me pidieron mi número, me dieron algo de dinero y me dejaron frente a mi edificio... nunca mas volvi a saber de ellos...
A partir de ese día, cada vez que escucho: "tenes que probar, si nó, nunca sabrás lo que te estas perdiendo" me acuerdo de ellos... y luego de esa experiencia, decidí que la bisexualidad es de las mejores cosas que me pudieron suceder
Yo vivía en la "República" de Nueva Cordoba, con mi hermana, por calle Ituzaingó, casi San Lorenzo, entre Rondeau y San Lorenzo, siendo más puntual, estudiaba en la UNC, para ser Contador Público. Ese día fue uno muy largo, casi toda esa jornada fue debastadora. Yo habia rendido un examen, estaba muy tenso, llegando las 22hs mi hermana llegó de su facultad, se duchó y se acostó a dormir, yo intenté dormir y no podia, los nervios del examen y otras cuestiones me tenían muy alerta. Entonces, revisando mis bolsillos, encuentro algo de plata y decidí salir a pasear por la Rondeau, la calle donde nadie duerme...
Al llegar a Rondeau y Buenos Aires, había un bar que se llamaba 3/4 (trescuartos) como era el lugar donde solíamos ir con amigos, entré, fui a la barra y me pedí una cerveza de litro, casi como si que viniera con ella, se sienta a mi lado una mujer, de unos 34 años, muy simpática, agradable, natural, un pedazo de mina como las que se ven por alla, esas que son de vestir y andar común, sin tanta producción. Comienza a hacerme charla y me dice: "no pensas convidar" bueno, comenzamos a hablar y a beber mi cerveza, en eso, ella pide dos cervezas personales, y va al baño, dejando en su asiento, casi todas sus pertenencias no sin antes pedirme que se las cuide. Yo entré en confusión, y conociendo ciertas costumbres de los cordobeces me puse a mirar a todos lados con cierta furia. En eso, viene un hombre muy apuesto y se acomoda en el asiento de ella, yo agarre las cosas de ella y le dije al hombre si se podia retirar, porque ese asiento estaba ocupado, que la mujer fue al baño. El se sienta a mi lado, en la butaca vacía y comienza a hablar conmigo, pidió disculpas, e hizo otras charlas, el era contador publico, ella abogada, jamás me dijeron sus nombres cuando ella regresa, el se pide otra cerveza personal y comenzaron a explicarme que en realidad ellos eran pareja, que tenían 2 hijos y que eran swingers y voyeuristas y que estaban buscando alguien que los acompañe, que deseaban ser observados. Cuando la limosna es grande... yo comencé a dudar y terminé por aceptarlo... compraron un champagne, me subieron a su auto y me llevaron a un hotel de esos de Pajas Blancas, era una belleza ese hotel, al menos para mi... entramos yo me senté en el sofá y ellos comenzaron a besarse, a desnudarse y a hacer de cuenta que yo no estaba... se tiraron a la cama primero el comenzó a practicarle sexo oral en todos los orificios que encontró, desde el ombligo hasta la nuca... donde al final de cuentas quedaron en el clásico 69, para ese momento yo pasé del temor al deseo, comenzando a masturbarme, en eso, ella me vé y me dice: "Dani, veni flaco, unite" el bajó hasta su vagina y ella quedó mamandome la pija. En esto, él comienza a penetrarla y a darle, y ella me estaba succionando... ella entonces me pide que le dé de probar, me acuesto boca arriba, ella me monta y el se la ensarta en el orto, ella gemia, el gemia, yo estaba entrando en un orgasmo increible, ella se acomoda y el comienza a hacerle una doble penetración vaginal... comencé a sentirlo moverse dentro de ella, nos miraba en los espejos y era un show que jamas volví a ver, el, un tipo peludo, grandote, pecho espalda ancha, piernas peludas, abdomen con una pequeña pancita y mucho pelo, piernas firmes y gruesas, ella, de pechos armonicamente perfectos, una cinturita manejable, la cola durita y paradita, un poco de pancita, eramos tres seres humanos haciendo sexo... luego ella se sale de la escena y comienza a comerle la verga a su marido y su marido comienza a comerme la mia... yo en el primer momento le dije que no era lo mio... los dos me insisten y bueno. Lo acepté. Ella era una idola en cuanto al sexo oral, pero el era 10 veces mejor. Me solté de tal manera que los tres nos saboreamos cada espacio de nuestros cuerpos... no nos dejamos una sola parte sin probar... obviamente, ellos me enseñaron el verdadero sabor del placer... hasta ese momento, yo solo sabia masturbarme pues en la adolescencia mis padres eran bastante castradores y en Cordoba las mujeres esperaban alguien con mejor cuerpo, o mejor billetera... o ambas...
Luego de eso, ella acabó y se retiró, fue al baño a limpiarse, en eso el se me prende de la pija y me dice: "De acá no te vas sin acabar" y me da unas chupadas, se lubrica y se sienta en mi pija, y comienza a montarme la verga de manera bestial, ella al salir, riendo se acomoda en mi boca y volvio a la lucha del sexo... y yo mientras tenia al hombre lobo montandome estaba satisfaciendola a ella, que a su vez comenzo a mamarselo a su marido, lo se porque las velocidades se tornaron mas lentas y los gemidos más fuertes. Luego ella se para, el vuelve a montar a velocidad y pasando una pierna por el hombro de su marido, el comienza a besarla y violarla con su lengua, mientras seguía montandome hasta que comienzo a sentir borbotones de leche caliente... el estaba acabando, (ella tambien) yo paso mi mano por la panza y ellos comienzan a lamer y limpiarme con sus lenguas todos los borbotones de leche. Como yo era el unico que aun no acababa, ellos comenzaron a mamarmela juntos. Solo fue suficiente sentir sus labios y sus lenguas recorriendome la pija para comenzar a acabar... recuerdo que al mirarlos, ellos estaban con la cara salpicada y los labios babeantes... bueno, fuimos a la ducha los tres, nos vestimos y ellos quedaron en volverme a ver... me pidieron mi número, me dieron algo de dinero y me dejaron frente a mi edificio... nunca mas volvi a saber de ellos...
A partir de ese día, cada vez que escucho: "tenes que probar, si nó, nunca sabrás lo que te estas perdiendo" me acuerdo de ellos... y luego de esa experiencia, decidí que la bisexualidad es de las mejores cosas que me pudieron suceder
3 comentarios - Mi primer trío