Jimena se despachó al susodicho antes de que yo me despertara. Cuando me levanto, sin saber que hora era, ya había sol. Me puse un pantalón corto y una remera y fui a desayunar. Estaba batiendome un cafe nedio dormido y la escucho reirse. Pensaba que dormía. Mi hermanastra estaba en el sillón viendo unos videos de su celular. Tenia la misma remera de la noche anterior pero del lado correcto. Para mi sorpresa otra vez estaba en tanga pero peor aún, era una de esas estilo hilo dental. Muy fina y se perdía en ese culo parado. La trola estaba acostada boca abajo y levantaba los pies como una nena inquieta. Le pregunte que haces Jime? Se dio vuelta y me dice nada me dejaron sola, me haces compañia vos? Se sentó y me invitó a su lado golpeando el almohadón del sillón. Me senté con mi cafe en la mano. No sabía si actuar como si no hubiera pasado nada o que hacer. La situacion me tenia hecho un pelotudo. Ni siquiera me anime a darle un beso en la mejilla. Ella me miraba y se sonreía. Parece que a la perra de mi hermanastra le gustaba verme tan incomodo.
Me dice estas muy callado, esta todo bien acá? Se puso media inclinada y apretó las tetas. Los ojos se me fueron a esas gomas que se notaban desnudas bajo la remera. En eso me saca la taza y la apoya en la mesa ratona. Se para y se sienta en mi falda. A ver hermanito, vamos a tener que actuar más natural cuando vengan los viejos, me dijo con su cola apenas a centimetros de mi pija sentí que se me empezaba a parar de nuevo. Ella me pasaba la mano por el pelo y la otra por la cara. Si hubiera estado borracho como la noche anterior eso ya era un descontrol total pero necesitaba más que eso. Me quedé mirandola y ella clavo sus ojos en los mios de la misma forma que cuando me la chupaba. Se dio cuenta que me tenía y me metió un beso de la nada. Dios, no me pude aguantar la calentura. Empezamos a tranzar mal. Meta lengua. Se acomodó bien arriba mio y me frotaba el bulto con su concha. Se me paró fuerte. Las manos se me fueron solas a ese pedazo de orto. Siempre había querido agarrarlo así. Tantearlo, apretarlo, separar esa cola, sentirla uff. No daba más. No solo quería, tenía que cogermela. No me importaba nada. Le entré a bajar la tanga pero me dejó de besar y me dice que haces? No entendía nada. Me puse rojo como un boludo. Mira como estamos, que queres que haga boluda? Me empujó y se fue para su pieza. No lo podía creer. Que hija de puta! Me dejó recontra al palo. Aparte de caliente estaba avergonzado y confundido. Ella me había buscado, me chupó la pija unas horas antes y ahora se ofendía porque le quise bajar la tanga? Estabamos todos locos! Apesar de eso mi pija no parecía entender y seguía dura como mástil. Me fui al baño para aliviarme. Cerré la puerta, me bajé los pantalones y arranqué una paja furiosa sentado en la tapa del inodoro. Pensaba en la trola de Jime. Siento la voz de ella que me dice que rapido te das por vencido vos. Había abierto la puerta suavemente y estaba mirando como me pajeaba. Se mordía los labios mirandome la pija. Estaba tan caliente que no paré. Seguí sacudiendomela y ella la miraba cada vez con más ganas. Se arrodilló en frente mio, yo me seguía pajeando. Ella se acercó y me pasó la mejilla por la punta de la verga que ya estaba mojada. Se dio cuenta como me estremeció sentir su piel en mi verga. Se volvio a morder los labios y me entro a petear. Ay hija de puta como chupas! le dije. Esa cabeza subía y bajaba. La puta chupa como las mejores. Con toda la pija metida en la boca sentí la punta de su lengua rozando mis huevos. Le agarré la cabeza y me paré con toda la chota en su boca. Le movía la cabeza y la trola se ahogaba. Me calentó mucho cogerle la boca como a una puta cualquiera. La apretaba del pelo y me movía de adelante para atrás. Le di así hasta que le llene la boca de leche. Esta vez se le escapo la mayor parte de la boca. Pero esa boca chorreando leche era lo más. Mientras se lavaba la cara después de que la enleché me dio la espalda con esa cola hermosa. Me miró en el espejo y como vio que se la estaba mirando mal empezó a menearla para calentarme. Se corrió la tanga y me dice queres chupar chupa. Me tiré de cabeza y empece a chuparle la concha, a morderle las nalgas y a meterle lengua en ese tremendo culo. Ella se miraba en el espejo y gemía. Mi boca iba de agujero en agujero indecisa le dedicaba todo el tiempo a su concha y también a su culo. Estaba riquisima la puta y sus gemidos me obligaban a seguir. Sabía que esa noche iban a volver nuestros viejos y que teníamos que sacarnos las ganas antes. Separando esas nalgas le metí un dedo en el culo y me puse a chuparle la concha como loco, un poco porque me di cuenta que el tiempo era oro. En ese momento sentí las piernas de Jime apretar mi cara y una rica acabada me mojó la cara. Mi hermanastra estaba deliciosa. Después de acabar sus piernas aflojaron. Se agachó junto a mi y me tranzó con toda la lengua. Me agarró la mano y me dijo, vamos a tu pieza o a la mía?
Me dice estas muy callado, esta todo bien acá? Se puso media inclinada y apretó las tetas. Los ojos se me fueron a esas gomas que se notaban desnudas bajo la remera. En eso me saca la taza y la apoya en la mesa ratona. Se para y se sienta en mi falda. A ver hermanito, vamos a tener que actuar más natural cuando vengan los viejos, me dijo con su cola apenas a centimetros de mi pija sentí que se me empezaba a parar de nuevo. Ella me pasaba la mano por el pelo y la otra por la cara. Si hubiera estado borracho como la noche anterior eso ya era un descontrol total pero necesitaba más que eso. Me quedé mirandola y ella clavo sus ojos en los mios de la misma forma que cuando me la chupaba. Se dio cuenta que me tenía y me metió un beso de la nada. Dios, no me pude aguantar la calentura. Empezamos a tranzar mal. Meta lengua. Se acomodó bien arriba mio y me frotaba el bulto con su concha. Se me paró fuerte. Las manos se me fueron solas a ese pedazo de orto. Siempre había querido agarrarlo así. Tantearlo, apretarlo, separar esa cola, sentirla uff. No daba más. No solo quería, tenía que cogermela. No me importaba nada. Le entré a bajar la tanga pero me dejó de besar y me dice que haces? No entendía nada. Me puse rojo como un boludo. Mira como estamos, que queres que haga boluda? Me empujó y se fue para su pieza. No lo podía creer. Que hija de puta! Me dejó recontra al palo. Aparte de caliente estaba avergonzado y confundido. Ella me había buscado, me chupó la pija unas horas antes y ahora se ofendía porque le quise bajar la tanga? Estabamos todos locos! Apesar de eso mi pija no parecía entender y seguía dura como mástil. Me fui al baño para aliviarme. Cerré la puerta, me bajé los pantalones y arranqué una paja furiosa sentado en la tapa del inodoro. Pensaba en la trola de Jime. Siento la voz de ella que me dice que rapido te das por vencido vos. Había abierto la puerta suavemente y estaba mirando como me pajeaba. Se mordía los labios mirandome la pija. Estaba tan caliente que no paré. Seguí sacudiendomela y ella la miraba cada vez con más ganas. Se arrodilló en frente mio, yo me seguía pajeando. Ella se acercó y me pasó la mejilla por la punta de la verga que ya estaba mojada. Se dio cuenta como me estremeció sentir su piel en mi verga. Se volvio a morder los labios y me entro a petear. Ay hija de puta como chupas! le dije. Esa cabeza subía y bajaba. La puta chupa como las mejores. Con toda la pija metida en la boca sentí la punta de su lengua rozando mis huevos. Le agarré la cabeza y me paré con toda la chota en su boca. Le movía la cabeza y la trola se ahogaba. Me calentó mucho cogerle la boca como a una puta cualquiera. La apretaba del pelo y me movía de adelante para atrás. Le di así hasta que le llene la boca de leche. Esta vez se le escapo la mayor parte de la boca. Pero esa boca chorreando leche era lo más. Mientras se lavaba la cara después de que la enleché me dio la espalda con esa cola hermosa. Me miró en el espejo y como vio que se la estaba mirando mal empezó a menearla para calentarme. Se corrió la tanga y me dice queres chupar chupa. Me tiré de cabeza y empece a chuparle la concha, a morderle las nalgas y a meterle lengua en ese tremendo culo. Ella se miraba en el espejo y gemía. Mi boca iba de agujero en agujero indecisa le dedicaba todo el tiempo a su concha y también a su culo. Estaba riquisima la puta y sus gemidos me obligaban a seguir. Sabía que esa noche iban a volver nuestros viejos y que teníamos que sacarnos las ganas antes. Separando esas nalgas le metí un dedo en el culo y me puse a chuparle la concha como loco, un poco porque me di cuenta que el tiempo era oro. En ese momento sentí las piernas de Jime apretar mi cara y una rica acabada me mojó la cara. Mi hermanastra estaba deliciosa. Después de acabar sus piernas aflojaron. Se agachó junto a mi y me tranzó con toda la lengua. Me agarró la mano y me dijo, vamos a tu pieza o a la mía?
8 comentarios - Mi hermanastra es una trolita 2
SIGUE CON LA HISTORIA NO MAMES...QUE ORTO TREMENDO DE LA PUTA.