Otra historia encontrada en algún lugar
Me despertó el teléfono, era mi esposo para decirme que se quedaría a almorzar en la empresa para avanzar mas en su trabajo y que si yo quería almorzara en el hotel o si no entonces que saliera a almorzar a algún lado, que el llegaría a eso de las siete u ocho de la noche, pero que terminaría ese día todo para poder después disfrutar juntos del viaje.
Me despertó el teléfono, era mi esposo para decirme que se quedaría a almorzar en la empresa para avanzar mas en su trabajo y que si yo quería almorzara en el hotel o si no entonces que saliera a almorzar a algún lado, que el llegaría a eso de las siete u ocho de la noche, pero que terminaría ese día todo para poder después disfrutar juntos del viaje.
Yo todavía adormilada, le conteste no recuerdo que y mirando a mi alrededor fui lentamente despertando y recordando donde estaba, estaba en el Gran Hotel XXXXX, adonde nos habíamos hospedado mi esposo y yo en un viaje de negocios al cual me pidió que lo acompañara, en una ciudad lejana a la nuestra, me había prometido que disfrutaríamos del viaje pero hasta ahora no había sido asi, durante tres días solo lo había visto al anochecer cuando llegaba y no habíamos tenido sexo en casi una semana por lo cansado que siempre estaba al llegar, yo me sentía mas que frustrada.
Me preguntó si había hecho algo o me estaba aburriendo, yo no pude evitar sonreirme para mis adentros, por que mas temprano esa mañana al sentirlo salir me desperté y como una cosa lleva a la otra, al pensar en mi situación de dieta sexual obligada termine masturbándome, pero no pude acabar por lo que ahora estaba no solamente aburrida si no que también altamente insatisfecha, le dije que no se preocupase, que no había bajado para nada y que de hecho estaba despertándome, cuando le dije eso, sentí un cosquilleo en mi conchita.
Mire el reloj, eran las 1:35 pm, asi que le dije que lo dejaba porque tenia mucha hambre e iba a salir, me dijo que me cuidara y cerramos, busque un conjunto de ropa interior de puros encajes, con una tanguita transparente que mi esposo siempre me dice que cuando me ve con eso le dan ganas de culearme donde sea, el brassier de cierre delantero también dejaba ver completamente mis apetitosas tetas, me coloque una falda corta y una franela transparente y llame un taxi.
Quería comer algo liviano, le pedi al taxista que me llevara a un restaurant vegetariano y me senté en el asiento trasero, justo al medio, mientras arrancabamos vi que el taxista acomodó su retrovisor para poder ver mis piernas, aquello me halago y el sentirme asi admirada tambien me éxcito bastante, creo que seria por la frustración sexual que tenia, asi que en vez de decirle algo y reclamarle su actitud, lo que decidí fue regalarle una visión mejor de mis muslos y rajita, empecé a buscar en mi cartera como hecha la distraída y mientras lo hacía, disimuladamente y por largos ratos le abría mis piernas dandole una visión mas completa de mi rajita a travez de la tanguita minima y transparente, asi como de mis tersos y carnosos muslos al taxista.
Veía como el miraba mas el retrovisor que hacia delante y decidí jugar un poco mas, al ver un almacén le pedí que por favor parara porque quería comprar algo para refrescarme, baje, compre una agua helada y en vez de sentarme atrás, ahora me senté adelante a su lado, el no me dijo nada y yo al sentarme hice que mi falda se levantara de tal forma que el taxista ahora tenía una visión casi completa de mis piernas, yo coquetamente me acomode casi pegada a el, tan solo nos separaba la caja de cambios, yo comenze una conversación sin sentido porque tan solo quería excitarlo tanto como yo ya estaba.
El taxista no se si sin querer o a propósito, al hacer un cambio de marcha, rozo mi pierna, se disculpó pero dejo su mano, yo sin moverme y mirándolo a los ojos provocativamente le dije que no se preocupase, que eso pasaba, entonces empezó a cambiar de velocidad casi a cada rato rozando mi pierna cada vez mas, el sentirme asi deseada, empezó a despertar nuevamente en mi los eternos deseos de culear, llegamos a un embotellamiento y quedamos atorados en el tráfico como unos diez minutos, el taxista no desprendía su mano de la caja de cambios y aun así detenidos, constantemente movía la palanca para rozar mi pierna.
En un impulso loco subi completamente mi falda y le pregunte si le gustaban mis piernas, el sin pensarlo me dijo que si, como única respuesta, tome su mano y la coloque sobre mi muslo preguntandole como lo sentía, el la dejo un momento quieta y luego empezó a acariciarlo, subiéndo la mano de arriba a abajo, por supuesto buscando llegar a tocar mi tanguita. El tráfico empezó a moverse pero muy lentamente, entonces le dije que por favor me llevara al hotel ya que almorzaría allá porque el trafico estaba mas que imposible.
El taxista sin dejar de acariciar mis muslos giro su auto saliendo totalmente fuera del centro, me dijo que por esa ruta era mas rápido y mas despejado, me pregunto si podíamos pasar por su garaje para que recojiera su llanta de repuesto, le dije que si que por mi no había ningún problema, el taxista ahora sin pedir permiso nuevamente puso su mano sobre mi pierna y empezó a acariciarla diciéndome que mis piernas eran muy lindas y suaves, que toda yo era muy hermosa y sexy, yo parecía una adolescente, iba como en una nube.
Asi que sin recapacitarlo le abri totalmente las piernas separando los muslos y el subió su mano hasta llegar a mi mojada tanga, comenzó a acariciarme suavemente y yo cerrando los ojos me arrime mas a el y me arrecoste en el asiento poniendo mi cabeza sobre su hombro, el hizo a un lado la tanga y me metió un dedo bastante grueso y comenzó a masturbarme, entonces se detuvo un momento y oi que bajaba el cierre del pantalón, yo estaba en la gloria con aquel dedo acariciando el interior de mi vagina y mi clítoris, asi que ni abri los ojos a pesar de que sabia lo que venia a continuación y no me sorprendi cuando tomo mi mano y la llevo al interior de su bragueta dejándola ahi, yo como buena puta y haciendo lo que se esperaba de mi, busque su enorme verga que ya estaba semierecta aun dentro del pantalón y agarrándosela fuerte se la comencé a masajear lentamente.
El solo suspiraba mientras manejaba, asi estuvimos masturbándonos mutuamente un largo rato, era una sensación deliciosa y excitante en alto grado, lo disfrute muchísimo, casi tanto como una buena culeada, yo comenze a experimentar una cadena de orgasmos, muy suaves pero prolongados, cuando sentí que el estaba a punto de venirse le saque la verga la mire con ternura era una verga venosa larga y gruesa, estuve tentada de sentármele encima y culearmela pero la deseaba en mi boca, asi que inclinándome sobre su regazo y abriendo mis labios me la meti hasta donde pude en la boca y termine de hacerlo acabar mamandosela y pajeandolo con la mano al mismo tiempo, era una verga calientita y se sentía muy rica al mamarla, el taxista al rato de esto se vino a borbotones, yo tragaba lo mas rápido que podia aquel rico manjar caliente y espeso, pero algo se me quedo en la mano y su regazo y yo como toda una profesional, con la lengua lo recogi todo y le limpie bien la verga, luego le di un beso apasionado y le pedí que por favor me llevase directo al hotel.
El asi lo hizo sin sacarme el dedo hasta que llegamos, aquello era una locura porque yo no le soltaba tampoco la verga, yo sentía que mi excitación estaba en sus niveles mas altos, toda aquella experiencia de exhibirme asi me había despertado la lujuria y mi enorme apetito sexual, asi que le dije que si quería nos fueramos a buscar su repuesto, arrancamos y nuevamente me incline sobre su regazo, metiéndome la caliente verga en la boca y rápidamente comenze a mamarsela otra vez mientras el manejaba hacia su garaje sabiendo a lo que íbamos, que no era otra cosa que a culear, yo estaba hecha una brasa de ardor sexual y sabia que solo me lo apagaría aquella hermosa verga soltando chorros de semen dentro de mis entrañas.
Circulamos asi con su verga metida en mi boca hasta que llegamos a su taller, como el porton era eléctrico el abrió sin tener que bajarse y entro con el taxi al galpon, yo seguía enfebrecida mamando su deliciosa verga, pero el me levanto de su regazo y yo con renuencia deje salir su verga de mi boca, el me dio uno de los besos más lindos de mi vida, me abrazaba, me agarraba bien fuerte y a mi me encantaba, empezó a agarrarme las nalgas, que es algo que me enloquece, me levantó la camiseta que tenía y abriendome el brassier me empezó a besar las enormes tetas muy tiernamente.
Para decir la verdad, este taxista era un buen amante, me tiró en el asiento y me sacó la falda junto con la tanga, empezó a chuparme la conchita, yo acabé ahí mismo dando gritos y susurrándole que me cogiera, que lo quería sentir adentro, el se hizo de rogar porque me la siguió chupando y metiéndome dedos en la rajita, luego me metía dedos en el culito, tarde o temprano todos quieren jugar con mi cilito, empezó con un dedo y después dos, yo desesperada le pedía que me cogiera, el quiso empezar por el culito pero yo le dije que lo quería sentir adelante primero.
Entonces muy despacio me la metió toda, su enorme verga tenia la cabeza mucho más grande que el tronco, cuando por fin me la terminó de meter ya yo estaba mas que lubricadísima, pasó las manos por debajo de mis nalgas, las agarró fuerte y me empezó a dar bien duro, primero despacio y luego más rapido, la verdad es que cuando me daba con todo, me hacia ir al cielo y venir, yo le gritaba que me cogiera asi fuerte, que no parara de darme bien duro, a lo que él respondía con más fuerza en sus embestidas.
Asi pasó un buen rato y él no acababa, yo ya había acabado dos veces con el adentro, entonces me cambió de posición, como pudo me puso en cuatro patas y me la fue metiendo lentamente, haciéndome sentir su verga mas grande y mas poderosa aun, yo me vine tres veces mas pero aun asi el tampoco acababa, eso me sorprendió porque todos los hombres cuando me ponen en cuatro y me agarran de la cintura no se aguantan las ganas de venirse y me llenan de semen la rajita, lo que me gusta muchísimo.
Pero este taxista no se venia, me volvió a cambiar de posición y se puso mis piernas en los hombros metiéndomela mas alla del utero, pero no acababa, yo tuve una serie de orgasmos cortos pero intensos, estaba al borde de la locura y tuve un megaorgasmo final y el seguía dándome sin parar, yo le dije que no podía más, ya había pasado una hora y media de bombeo y estaba cansada.
El me dijo que me quería llenar el culito de leche, que quería acabarme en el culo, yo le dije que sí, que yo quería sentirlo acabar asi fuera en mi culo, quería sentir sus chorros de semen caliente llenarme, además que ya no podía seguir resistiendo tanta presión sexual, quería terminar, estaba molida y estaba acostumbrada a hacerlo por el culito, así que se lo ofrecí volteandome yo misma y parando mi traserito lo mas que pude le dije,
- Bueno papi solo mételo despacio y si lo necesitas en mi rajita hay bastante lubricante, gracias a ti tengo de sobra.
El me paso la cabezota por la rajita y luego me pasó mi propio lubricante por el ojito del culo y abriéndome las nalgas me puso la cabezota en ojito, luego fue empujándomela y me la metió de a poco, yo aguante la respiración para poder hacerle frente al dolor que me invadió, cuando terminó de pasar la enorme cabeza pude volver a respirar y me relajé esperando que el taxista empezara una muy lenta penetración, la verdad es que se sentía muy gruesa, pero deliciosa al irme abriendo en dos el culito poco a poco y con la semejante cabeza que tenia esa verga, al tenerla completa adentro el empezó a bombear como loco y yo de nuevo a gritar en cada orgasmo.
Pero otra vez el taxista se estaba tardando en acabar y yo ya me sentía un poco incomoda, pero no por tanto sexo sino por los dolores en el culito y por las incomodidades propias del espacio donde estábamos, asi que comenze a menear mis caderas lo mas que pude para hacerlo acabar, lo que ocurrió apenas pasaron unos 15 minutos de esto y por fin el me llenó el culo hasta reventar, haciéndome doler un poco, el me la dejo un rato, por lo que le dije,
- Papi, sácalo por favor
- Te sientes mal bebé?
- No solo un poco cansada, además tengo que irme al hotel en verdad,
El se levanto y me condujo a un baño y se retiro a arreglarse en otro, yo al salir me dirigi al taxi donde ya el me esperaba, sonriéndome me ayudo a montarme, yo por precaucion a que no me vieran salir con el de ahí puse mi cabeza otra vez en su regazo tal como habíamos llegado, estando asi no pude resisitir el acariciar por encima del pantalón agradecidamente aquella verga que tanto plcer me había dado, pronto el tenia una erección mayúscula y me sonrio diciéndome,
- No y que estabas cansada?,
Yo excitada otra vez le conteste
-Si pero sácatelo y tráelo a mi boca, no pienses que lo voy a dejar a medias.
Enseguida se saco la verga y me la puso en mi cara y yo sin necesitar mas estimulo me la meti en la boca y comenze a darle otra mamada lenta mientras lo masturbaba, acabando el otra vez casi en la entrada del hotel, el rodo unos pocos metros mas alla y me levante, nos besamos fugazmente y le prometi volver a verlo pronto, habilmente me arregle un poco como pude y bajándome con piernas todavía temblorosas entre al hotel, fui directo al restaurant y pedí un plato con abundante carne porque me moria del hambre
2 comentarios - Infiel En Un Taxi
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