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2.Con el mejor amigo de mi marido 2: Chantaje( SexyAracely)

Con el mejor amigo de mi marido segunda parte: El chantaje


Es difícil empezar la segunda parte, no por falta de ganas, sino porque a veces es difícil recordar (Y dicen que recordar es volver a vivir) experiencias pasadas.

Como les conté anteriormente, Miguel supo cómo seducirme y mientras fue discreto todo fue bien.

Eran sesiones de sexo muy intensas cada que nos veíamos, a veces en el hotel, a veces en mi casa, porque decía él, si ya le quité a la vieja, ahora quiero cogérmela en su propia casa y su propia cama.

Yo estaba en las nubes, como amante era excepcional. Pero descubrí después que como persona no. Cada que me veía se reía de mi marido, cuando me cogía, se reía porque “Ahora yo soy el bueno” decía. Me hacía lo que quería, hubo veces que tuve que usar blusas con cuello por las marcas de sus mordidas en mi cuello y senos. 

Yo creo que lo hacía intencionalmente, como buscando que mi marido los viera. Pero corrí con suerte de que nunca se dio cuenta, pues casi no platicábamos. Cuando terminaban nuestras sesiones de sexo más recientes, Miguel continuaba acariciándome tiernamente, me besaba con ternura mientras seguíamos abrazados completamente desnudos.

Empezó a hacer algo que nunca hacía, me decía que estaba fascinado conmigo, que me amaba, que no podía vivir sin mí.

Entonces me hizo una propuesta que no esperaba:
-Quiero que dejes a tu marido, te quiero para mí solo, no soporto la idea de que él te toque, me enloquece pensar que quiera hacerte el amor…
-Pero si ya no me toca- Respondí –Hace mucho que no hacemos el amor.
-No me importa, te quiero para mí solo. Déjalo.
-¿Y tu mujer qué? Eres casado así como yo..
-Pues la dejo, me tienes loco, por ti hago lo que sea.
-No lo sé, no estoy segura de dar ese paso.

Al decir eso me beso con pasión, me abrazó fuertemente como queriendo fundir nuestros cuerpos. Le dije que lo pensaría.

Una noche que veníamos del hotel y me dejó como siempre en la esquina, cuando llegué mi marido aún estaba despierto.

Entré y le di las buenas noches y él no me contestó. Eso me molestó tanto que recordé lo que dijo Miguel: pedirle el divorcio. Miguel me hacía mujer ¿Para qué aguantar a un hombre que ni siquiera me hacía caso?
Entonces le dije: 
-Quiero hablar contigo-
-¿Sí?- Contestó sin siquiera voltear a verme.
Eso me lleno de coraje y le dije:
-Quiero el divorcio.
Fue como si le cayera un rayo, volteo asombrado y me dijo:
-¿Qué dijiste? ¡No entiendo…!
-Si, quiero el divorcio, no me haces caso, no me escuchas, ni siquiera sabes de mis problemas, de mis necesidades, siempre con tu maldita maquina, nunca tienes tiempo para mí…
Y seguí con una lista de quejas. Él me escuchó con la cabeza abajo. Cuando termine de hablar hizo algo que me sorprendió ¡Se tiro a mis pies llorando!
-¡Perdóname, sé que te falle, que no te he atendido, que soy un tonto! Desde el principio me di cuenta, pero mi orgullo me impidió reconocerlo y arreglar las cosas.
-¡Dame una oportunidad, no me dejes, te amo y sin ti la vida no tiene razón de ser!

Lloraba, se abrazaba a mis piernas, besaba mis pies, nunca lo había visto así, me pedía una oportunidad y eso me hizo darme cuenta de cuánto me amaba y también empecé a llorar.

Cuando él levantó la vista y me vio llorar se levantó y me abrazó, me besaba con desesperación, nos abrazamos fuertemente y nos pedimos perdón el uno al otro e hicimos promesas y juramentos de salvar nuestro amor y nuestra relación.

Me tomo en sus brazos, me llevó a nuestra recamara y me hizo el amor como nunca lo habíamos hecho, me decía que esta era nuestra luna de miel.

Mi marido desde ese día se volvió más cariñoso, más tierno y detallista, pero también más fogoso.

Me compró un liguero, para que se lo modelara, me hacía ponérmelo y que le modelara, me ponía mi tanga negra, mi liguero, mi bra y me ponía a caminar para modelarle, me contoneaba como no lo hago en la calle, cada que pasaba cerca de él, me acariciaba o me daba nalgadas.

Nuestro matrimonio empezó a mejorar. Es cierto que las relaciones sexuales eran normales, pero él me decía cada que me tomaba que me amaba y eso compensaba que en la cama no era tan ardiente como yo quisiera.

Pero Miguel era punto y aparte como amante. Me hacía estremecer, me hacía como quería.

Pero al ver el amor de mi marido me propuse dejarlo y seguir con mi esposo.
Al día siguiente temprano en la mañana me habló Miguel que quería verme, que necesitaba culearme, pero le dije:
--No mi amor. Eso ya no puede ser, he decidido continuar con mi marido, lo nuestro se acaba hoy y no volverás a verme.
-¡¡¿¿Queee??!!- Vociferó totalmente fuera de sí -¿Qué dices cabrona? ¡A mi ninguna puta me deja!
-Entiende Miguel, mi marido me ama y yo a él, lo nuestro fue un error, no debí meterme contigo, es mejor terminar.
-Te vas a arrepentir de esto desgraciada, créeme, vas a desear nunca haber dicho eso.

Y me colgó, sus amenazas me dieron miedo, pero trate de calmarme, esperando que solo fueran eso, amenazas. ¡Qué equivocada estaba! La relación con Miguel me traería graves consecuencias:

Mi marido tenía unos amigos, sea lo que sea, mi marido es muy sociable. Entre sus amigos había dos en particular que siempre que coincidíamos me miraban con lujuria al grado de que me molestaba, aprovechaban cualquier oportunidad en que mi marido me dejaba sola unos segundos para verme descaradamente y decirme cosas sucias.

Yo no le decía nada a mi esposo porque él los apreciaba mucho y no quería causarle problemas, así que siempre procuré mantenerme alejada de ellos lo más posible. Hay hombres tan pendejos que no saben tratar a una mujer y creen que por el solo hecho de tener pene ya estamos obligadas a darles el culo. Ellos eran de ese tipo.

Un día recibí una llamada en la mañana, era uno de ellos.

Primero preguntó por mi marido y ubio le dije que no estaba, luego me dijo:
-Oye Aracely, hace mucho que no platicamos.
-¿Y de que vamos a platicar si se puede saber? Usted sabe que no me agrada su cercanía.
-Pues podríamos platicar de cierta “aventura” que estas teniendo a espaldas de tu marido jajajajajajaja.

Me quedé helada, me dio un vuelco el corazón al escuchar esas palabras, pero traté de calmarme y le dije:
-No sé de que hablas
-Jejejeje ¿No? ¿No te dicen nada estas palabras? ¿Hotel, amigo con derechos, Miguel? Jajajajajajaja.
-Nnno, no sé de que hablas
-Jajajajaja, no te hagas pendeja, sabemos que te está cogiendo Miguel, que él te lleva al hotel y te coge en tu casa jajajajajajaja.

Me quede aterrada, pero reaccioné y pensé “¿Sabemos? ¿Quiénes, cuantos?” Me daba miedo preguntar. Traté de volver a negarlo:
-No sé de que hablas yo…
-¡Cállate el hocico culera! Sabemos bien que haces cuando tu marido se va a trabajar y cuando vienes del spinning.
-Hoy mismo, tenemos fotos en nuestro poder de cuando entraba aquel a tu casa…
-No, no es cierto….
-Sí, pendeja ¿A poco tú creías que Miguel estaba enamorado de ti? ¿Qué no iba a contarlo a los cuates? Jajajajajajaja.

Eso me hizo llorar, él me decía que nunca iba a decirlo y ahora me encontraba descubierta con sus amigos. Continuó riéndose mientras me oía sollozar en el teléfono, luego dijo algo que me dejó helada:
-Si estúpida, ya lo sabemos, pero tranquila, solo yo y Alejandro lo sabemos, nadie más.
Si aceptas nuestras condiciones podemos darte las fotos y nunca le diremos a tu marido la verdad.
Es fácil imaginar que con mucho miedo le pregunte
-¿Que condiciones son esas?
-Queremos verte a solas, en el mismo hotel y que hagas todo lo que te vamos a ordenar sin chistar, cualquier queja y tu marido sabrá lo de tu aventura jejejejejeje
-Nno, eso no por favor, no me hagan eso, yo les suplico…
-¡Que te calles el hocico! Se hará como decimos o tu maridito lo sabrá jajajajajaja
Seguí llorando y ese maldito parecía disfrutarlo, me repitió:
-Ya sabes, aunque llores, vas a venir al hotel, misma habitación mañana a las 10:00 am para que tu maridito ¿O debo decir cornudo? no se dé cuenta pues va a estar jalando jajajajajajajaja.
Y pobre de ti si no vas.

Colgó, empecé llorar ¡Nuestro matrimonio se estaba arreglando! ¿Y ahora esto? ¿Por qué a mí? Todo el día estuve triste, pensar en caer en garras de esos hijos de puta me tenía mal. Cuando llegó mi marido traté de disimular para que no se enterara, pero al verme notaba algo raro y me preguntó
-¿Qué tienes amor? ¿Te pasa algo?
-No mi vida, es solo que comí algo echado a perder y me he sentido mal todo el día. Me voy a acostar temprano.
-Si mi reina, descansa, yo veo algo de tele aquí en la sala para no molestarte y te alcanzo luego.

Al ver cómo me respondió mi marido me fui a llorar a mi recamara, me sentí mal por haberlo engañado y a causa de eso ahora iba a caer en manos de sus “amigos”. Tuve mala noche, no pude dormir por el miedo, a la mañana siguiente me vi al espejo y vi las ojeras que traía., luego despedí a mi marido a las 5:00 am, me senté en un sillón pensando, deseando que esto nunca hubiera ocurrido.

Me quedé ida, cuando reaccioné eran las 7:30, me metí a bañar, me imaginaba lo que me esperaba. Me perfumé, me vestí con ropa corriente, nada sensual para ver si así se les quitaban las ganas pronto. Cuando llegue, me detuve frente a la puerta, respiré profundo y toqué. Se abrió la puerta y escuche la voz que decía
-Entra mamacita jajajajajajajajaja
Entré, allí estaba sentado Martín, Alejandro era el que abrió la puerta, apenas entré Alejandro me agarró por detrás, pero Martín le gritó
-¡Quieto animal! Aun no, primero vamos a hablar.
Empecé a sollozar y Martín me dijo:
-Llora todo lo que quieras zorra, ahora te pregunto ¿Va a hacer todo lo que te digamos? ¿Sin chistar? Si estás de acuerdo asiente, sino, puedes irte, pero tu marido lo sabrá…

Y me enseñó un celular, allí estaba el teléfono de mi marido, empezó a marcarlo y le grité
-¡Noooo, no por favor! ¡Hare lo que quieran pero no le digan nada! Pero ustedes me prometieron darme las fotos y nunca decirle nada…
-Y lo cumpliremos preciosa, jejeje, no lo dudes. Basta de charla. Quítate la ropa, coge esa caja y ve al baño a cambiarte, ponte lo que hay allí y cuando salgas te diré lo que sigue.

Había una caja en la cama, pero también una caja larga en el piso, no pregunté que era, así que entré al baño.

Ya en el baño vi el contenido, eran unos zapatos de tacón rojos, una tanga y un bra rojos. Llorando me desnudé y me los puse, no puedo negar que al verme en el espejo me veía muy hermosa, di una vuelta, la diminuta tanga se me metía en medio de las nalgas dejando que se vieran en todo su esplendor, me arregle el pelo alborotándolo un poco, me maquillé con un maquillaje que venía en la caja también, me puse labial y un perfume que me imagino le gusta a estos cabrones y después de suspirar profundo me preparé para salir no si antes desear que fuera rápido.
Al salir me llevé una sorpresa, habían armado el contenido de la caja grande ¡Habían puesto un tubo! Había una grabadora y cervezas.
-Jejeje, Ahora sí zorra ¡Baila en el tubo, has que nos guste o ya sabes! Jajajajajaja

Alejandro prendió la grabadora y la música empezó, cerré los ojos y me acerqué al tubo, empecé a contonearme, a dar vueltas sacudiendo mi pelo, pegaba mi culo al tubo y subía y bajaba al ritmo de la música, abría mis piernas y bajaba de frente a ellos.

Ellos tomaban cerveza y acercaron sus sillas y reían a carcajadas
-Jajajaja ¿No te lo dije compadre, que esta zorra es buena en el tubo? Jajajajajaj- Decía Martín
-Jajajajaja y mírala que rico se mueve, espero que así coja también- Secundó Alejandro.

Cada vuelta que daba me nalgueaban, me agarraban las tetas o el culo. No puedo negar que era excitante estar allí bailando para dos cabrones que sabía me iban a coger y no podía hacer nada para evitarlo.

Luego Martín dijo:
-Báilame aquí puta…

Me acerqué y empecé a contonearme cerca de él, me daba la vuelta y le acercaba mi culo a su cara y sentía su respiración. El me manoseaba a su antojo y luego gritó Alejandro
-¡Me toca a mi cabrón, no seas envidioso!

Y me jaló de un brazo, caí encima de él y aprovecho para meterme mano a su antojo y pude sentir la tremenda erección que tenía ya por debajo de su pantalón. Como pude me levanté para evitar su contacto, pero tenía que bailar cerca de él y seguía metiéndome mano.

Entonces giraron sus sillas dejándome en medio, ye empezaron tocarme toda, me acariciaban de arriba a abajo, de repente uno de ellos se acercaba y me mordía una nalga o me daba una fuerte nalgada.

Hasta que Martín dijo:
-Basta de baile puta ¡Desnúdame ahora! Desabrocha botón por botón y bésame en cada botón que quites, pero que me guste ¿Ok?

Sollozando empecé a hacerlo, así sentado le desabroché la camisa besando cada parte de su pecho en cada botón, allí vi que era muy musculoso Martín, solo que usa ropa holgada y no se notaba y al ver su vientre cuadrado eso me empezó a calentar.

Cuando le quité la camisa dijo:
-Ahora con mi compa Alejandro, solo que ahora agrégale lamerlo también jejejeje

Empecé también con él, pero él era regordete, de la misma estatura de Martín, así que hice lo mismo, besar y lamer. Terminé de quitarle la camisa y Martín me volteo hacia él y me dijo:
-Ahora puta sigue el pantalón jajajajajaja

Se puso de pie para que pudiera quitárselo. Las lágrimas de humillación corrían por mi rostro, pero tenía que hacerlo. Cuando Martín vio mis lágrimas me dio un par de sonoras bofetadas que casi me tumban al piso:
-¡Deja de llorar perra! Lo vas a hacer con agrado o…

Empezó a marcar, me sequé las lágrimas y me armé de valor diciéndole:
-Ya, ya dejé de llorar papi, ya estoy bien amor ¿Ves?
-Jajajajaja, lo sabía, eres toda una puta, jejeje, haz tu jale.

Y desabroché su cinto, su pantalón y cuando cayó al piso vi algo que me dejo asombrada: No traía calzón y ¡Su verga era grande y gruesa, ancha y su cabeza era negruzca y brillante que saltó retadora casi metiéndose en mi boca!
-Jejeje te gusta ¿Verdad? No te hagas de la boca chiquita.
No dije nada, y él me dijo.
-Ahora también con mi compa Alex.

Hice lo mismo, y su verga era casi tan grande como la de Martín solo que un poco más delgada. Ambos reían a carcajadas, y estando hincada para desabrochar sus pantalones me levantaron de la mano y me pusieron en medio de ellos, sus manos me manoseaban a su antojo, sus lenguas recorrían mi cuerpo a placer, agarraban mis nalgas turnándose agarrando uno las nalgas y otro las tetas y continuaron besando y lamiendo todo mi cuerpo, en especial las tetas y mis nalgas.

Alex me empezó a quitar el bra y metió un pezón en su boca mientras Martín me bajó la tanga, y me metió un dedo en mi rajita, no puedo negar que mi cuerpo estaba reaccionando contra mi voluntad tanto que estaba húmeda y tratando de ocultar mis gemidos, cuando Martín lo notó dijo:
-¡Mira compa! ¡Está húmeda! Jajajajajajaja ¿No que no te iba a gustar?
-Si compa, la puta quiere verga ¿Se la damos?

Y me arrojaron sobre la cama, ambos se lanzaron sobre mí y me sujetaron cada uno una mano, ambos metieron un pezón en su boca, me lamían y chupaban como animales en celo, me mordían arrancándome gritos de dolor, Martín seguía dedeándome la rajita.
-“Estos desgraciados, me van a volver loca”…- Pensé dentro de mí mientras jadeaba descontroladamente.

En un movimiento que hice al arquear el cuerpo Alex metió su mano debajo de mi culo y pude sentir sus dedos abriéndose paso entre mis nalgas buscando mi ano y cuando lo encontró metió su dedo y empezó un movimiento de mete y saca, luego metió otro y cuando sintió que se dilataba metió otro haciéndome gemir en voz alta.
-Jajajajajaja, ya está la calabaza compa jajajajaja- Dijo Alex al ver mi excitación al sentir sus tres dedos en mi culo.

En eso se levantó Martín y se puso arriba de mí y puso su tremenda verga entre mis tetas y empezó a masturbarse con ellas, lo que me hizo cerrar los ojos y gemir, la punta de su verga me rozaba los labios cuando me agachaba para ver y no pude resistir sacar la lengua y probar su sabor, cuando Martín vio eso se carcajeo fuerte, estos malditos me estaban cachondeando, sabían lo que hacían, como calentar a una mujer y vencer su resistencia.
-Mal-malditos… ya, dejen-meeee…

Me tenían totalmente a su merced, en sus garras, a pesar de que llegué con asco a este encuentro, ahora estaba encendida, ardiendo de lujuria de verme atrapada en sus manos, la situación era cachonda, estaba siendo violada y me estaba gustando, mi respiración y gemidos me delataban.

Así que me entregué a ellos sin pudor alguno, ya sin resistencia, mis manos empezaron a acariciar a Martín, a acariciar su abdomen cuadrado, sus pectorales que me empezaban a enloquecer, él viendo eso me miraba a los ojos con un gesto triunfante, 

-Sabía que un día serías mía puta, sabía que un día te tendría así, que un día te haría mi hembra, siempre me calentaste con tus vestidos entallados, con tu contoneo de puta, con esa carita de ángel...¡Mierda, que buena estás! Ahora ya estás en mis manos y te voy a llenar de leche.

Alex mientras tanto se puso abajo y abrió mis piernas, cuando vio mi rajita se rió y empezó a meter su lengua, recorría cada pliegue de mi sexo, lo alternaba recorriendo desde mi rajita hasta mi culo enloqueciéndome y arrancándome grandes gemidos.
Y Martín se tiró en la cama y me dijo:
-Chúpame la verga cabrona…

Me levanté y contemplé la magnífica herramienta que tenía Martín, la tome en las manos y comencé a sobarla lentamente disfrutando el momento, la bese primero en la punta y luego empecé a lamerla toda de arriba abajo antes de introducirla en mi boca, la introduje y a duras penas pude meter la punta, así que me dijo:
-Lamela toda, chúpame los huevos culera.

Así que empecé a recorrer su verga desde la base hasta la punta, le lamía toda y chupaba sus huevos. Estaba inclinada en la cama para poder chupar la verga de Martín y mientras Alejandro se había colocado detrás de mí y continuó lamiéndome la panocha, abrió mis piernas y me lamía a su gusto, iba desde la panocha hasta el culo metiendo su lengua en mi ano, me hacía gemir descontroladamente.
Empecé a sentir mis jugos escurrir por mis piernas mientras Alejandro me chupaba la panocha, Martín me agarraba el pelo para que su verga entrara lo más posible y me hacía ahogarme.

En eso las lamidas de Alejandro me provocaron el primer orgasmo y ambos rieron con carcajadas de victoria.
-Jajajajajajaja, mírala compa, mírala chorrearse, ya la tenemos jajajajajajaja
-Sí puta, es hora de darte tu premio ¡Ahora móntame!

Dejé de chupársela y cuando me recuperé un poco del orgasmo me subí arriba de Martín y empecé a bajar con cuidado, a pesar de ser tan gruesa entró gracias a la lubricación de mis jugos. Alejandro no pensaba quedarse quieto, se subió a la cama y se puso delante de mí y me dijo
-Abre la boca puta- Y me metió su verga y me empezó a bombear la boca.

Mientras Martín había empezado a bombearme primero lentamente y fue subiendo el ritmo de sus embestidas hasta arrancarme gemidos que podían escuchar ahogados porque la verga de Alex me llenaba la boca. Martín me apretujaba las tetas, las mordía y chupaba a su gusto mientras sus manos me agarraban del culo.

Así estaban cogiéndome cuando tuve el segundo orgasmo, se dieron cuenta cuando vieron que me estremecía y Alex sacó su verga para oírme gemir.
-Jajajaja y eso que no quería jajajajaja
-Papi, papi, me vuelven loca, AH, AH, AH, sí he sabido que tenian estas hermosas vergas los habría dejado cogerme hace mucho AH, AH, AH.
-Y todavía falta mamita.

Apenas dijo eso Martín, Alex se puso detrás de mí y Martín me forzó a inclinarme ligeramente, Alex me empezó a untar algo en el culo y me di cuenta que querían hacer.
-No, no, no, por el culo no por favor.
-Cállate zorra ¡Dale compa, rómpele el culo! Jajajajajaja

Y riéndose ambos Alex empezó a metérmela lentamente, Martín tuvo que taparme la boca porque el dolor era terrible, sentía que me desgarraban por dentro. Cuando tuvo la verga metida hasta la mitad se detuvo un momento y luego me metió de golpe lo que quedaba…Di un grito y empezaron a cogerme entre ambos, el dolor se fue transformando en placer, en sensaciones que nunca había sentido, que me enloquecían, ellos acompasaban su ritmo, parecían estar de acuerdo.
Luego supe que yo no era la primera que se cogían entre ambos.

-Ya, ya, ya, por favor, me están matando cabrones, me están partiendo toda.

Me estaban cogiendo los dos, me mordía la espalda y el cuello Alex, a veces me jalaba el pelo para hacerme voltear y así morderme los labios y meter su lengua y Martín las tetas haciéndome gemir como loca mientras reían, sentir sus cuerpos desnudos y sudorosos pegados al mío era enloquecedor, oler su aroma de machos, aunque no quisiera me hacían gemir. Ya al borde de la locura les grité:
-Más, más, más, par de cabrones, denme más, hijos de puta, ah, ah, ah, ah…
-Sabíamos que te iba a gustar, jejejejejeje, que te iba a gustar tanto que vas a querer repetir jajajajajajaja.

Ellos de repente empezaron a jadear y me di cuenta que iban a terminar.
-No por favor, no me terminen adentro, me van a embarazar.
-Jejejeje, sí mamita, te vamos a dar un hijo jajajajajaja, así cada que lo mires te vas a acordar de esta cogida jajajajajajaja.
-¡No, no, nooooooooooooooo!

Y entonces aumentaron el ritmo de sus embestidas de manera salvaje, teniéndome en medio de ellos no podía escapar y terminaron llenándome de leche y al sentir la descarga, la sensación caliente de sentir su leche inundando mi panocha y mi culo hizo que tuviera mi último orgasmo intenso.

Me dejaron tendida, me sentía partida, luego se acostaron a mi lado y me besaban y acariciaban toda pegando otra vez sus cuerpos desnudos al mío haciéndome sentir otra vez excitación, haciéndome estremecer con su contacto.

Antes de levantarse, Martín me metió su lengua en mi boca, su lengua hurgaba cada rincón de la mía, luego mordió mis labios en un beso largo y caliente. Apenas me soltó Alex hizo lo mismo y luego ambos me mordieron las tetas antes de dejarme allí.

Luego dijo Martín
-Ten- Y me arrojó un sobre.
Se levantaron y me dijeron:
-Ya sabes zorra, cuando quieras más avísanos. Y sé que nos vas a buscar por más…
-Están locos, esto no volverá a repetirse.- Dije intentando ocultar mi excitación y tratando de volver a la cordura.
-Jejeje, ya veremos- Dijo Martín -ya lo veremos-.
Cuando se vistieron me miraron y se carcajearon, Martín dijo:
-La zorra nos va a volver a buscar jejejeje tenlo por seguro compa, se le ve en la forma como nos mira, se quedó con ganas.

Y después de reírse se fueron, me levanté como pude, fui al baño y me miré, llena de sudor, el pelo alborotado, escurriendo semen de mis agujeros, llena de mordidas y sintiendo el sabor de sus besos aun en mi boca….

Al verme así, a mi mente regresaron las escenas de esa cogida y empecé a desear otra vez ser poseída por estos rufianes, tuve que acostarme en la cama y masturbarme para calmarme. Empecé a acariciarme las tetas, mis dedos me sobaban mi sexo, me apretaba las tetas y mis manos me recorrían toda, estaba jadeando totalmente excitada, esos malditos me habían hecho esclava de sus vergas… 

Estaba masturbándome y cerré los ojos, no sé cuanto estuve así, porque cuando los abrí estaba parado allí ¡El encargado del hotel! Un hombre gordo, barba de días, grande, al verme así, desnuda y masturbándome excitada cerró la puerta y dijo:
-¡Miren lo que tenemos aquí! ¡Mamacita, estas bien buena! Jejejejeje, ¡Que buena propina me dejaron los señores!

¡Esos malditos! De seguro le dijeron “Aproveche, allí le dejamos una propina”. Intenté cubrirme con la sábana,pero me la arrancó y se abalanzo sobre mí y empezó a lamer mis pezones mientras sus sucias manos me acariciaban toda y sus dedos se metían en mi sexo de manera bestial.
-¡No, no, no, déjame cerdo, suéltame!

Intenté resistirme, pero era más grande y fuerte, me sujetó las manos mientras seguía lamiendo mis pezones, mis suplicas parecían encenderlo más, tomo mis manos con una sola sujetándolas sobre mi cabeza y su otra mano se metió en mi sexo…
-¡Oooooohhhh! ¡Aaaahhhh!

Me hizo gemir y el gordo besó mi boca, más que beso, metió su lengua y mordía mis labios con lujuria.
-Jejejeje, pocas veces tiene uno la oportunidad de cogerse a una muñeca como tú, así que voy a aprovechar…
-No, no, suéltame por favor, déjame, cerdo, déjame ¿Qué me vas a hacer? 

Mis suplicas entre jadeos lo seguían excitando más y más de una manera salvaje, mi excitación me empezaba a vencer, cuando vio que ya no forcejeaba me soltó y metió su cabeza en mi panocha lengüeteándola toda…
-¡Aaaahhhh! ¡Aaaahhhh! ¡Aaaahhhh!

Su lengua me volvía loca, me hacía gritar, era un maestro, al ver mis gemidos se desnudo y se colocó arriba de mí, puso mis piernas en sus hombros y empezó a meter su verga de buen tamaño en mi panocha ardiente. Me la clavó toda y empezó a bombearme toscamente, duramente, de una manera animal, pero me estaba gustando y empecé a gritar
-¡Así papi, cógeme, dame toda tu verga, no te detengas!
-Jejejeje, si mami, te la voy a clavar toda, te voy a coger como nunca te han cogido jejejejeje
-Cerdo asqueroso, viejo sucio, déjame, déjame, suéltame por favor…

Al ver que mis súplicas lo excitaban, lo hacía para encenderlo más, le excitaba tenerme indefensa y suplicante, lo encendía, aumentando la furia de sus embestidas, el cerdo seguía bombeando a un ritmo enloquecedor arrancándome orgasmo tras orgasmo, mientras mis manos acariciaban su panza fofa y agarraba su nalga para acercarlo y me la metiera más profundo. Se inclinó y metió mis pechos en su sucia boca.

Su olor a macho, sucio, su barba y su cuerpo inmenso me hacían sentir dominada, indefensa y eso me llenaba de lujuria y excitación.
-¡AH, AH, AH, AH! ¡OOOOHHHH!- Me hacía gemir con locura y el disfrutaba con mis gemidos y de mi cuerpo a su antojo.

Luego me volteo y dijo:
-¡Cabrona, que rico culo tienes! ¡Qué nalgas tan ricas y redondas! ¡Voy a disfrutar mucho culearte!
-¡Si papi, lo que quieras pero no te detengas!- Le dije totalmente fuera de mí.
Abrió mis nalgas, escupió en mi culo y puso su verga en la entrada, pero se detuvo y me dijo:
-Jejejejejeje, pídeme que te la meta, dile a tu rey que te culee, ruégamelo putita.
Cuando me dijo putita me enloqueció totalmente y le grite:
-¡Ya cabrón, ya métemela, rómpeme el culo, anda papi, disfruta mi culo llénalo de tu verga!

Inmediatamente empujo con todo su peso clavándomela de golpe, mordí la almohada para ahogar el grito, se quedó quieto un momento dando tiempo a que mi culo se acostumbrara al tamaño de su verga, cuando mi culo se adaptó, el dolor se convirtió en placer, empecé a moverme hacia adelante y hacia atrás buscando disfrutar ese momento, al ver eso el gordo continuó con sus embestidas que me hacía gritar, me agarraba el cabello y me lo estiraba, me nalgueaba y me decía:
-Ahora yo soy tu amo puta, jejejejeje este rico culo me pertenece-, y me tomaba fotos con su celular, yo volteaba la cara para que no me tomara el rostro, ya excitada no me importaba que fotografiara mi cuerpo desnudo, mi culo, solo gemía y gemía.

Y tuve otro orgasmo increíble. El gordo comenzó a gemir y me dijo:
-¿Los quieres en el culo?- Yo solo gemía, se detuvo, volvió a preguntarme -¿Quieres mi leche en tu culo mamita?- Yo le grité -¡Si papi, dame tu leche en el culo, pero no te detengas!- 

Empezó a aumentar la fuerza de sus embestidas hasta que sentí su verga explotar en mi culo inundándolo de leche, eso me hizo explotar en un tremendo orgasmo que me dejó abatida.

Me acercó su verga a la boca diciéndome –Límpiala- Empecé a lamerla toda hasta limpiarla, su sabor salado me enloquecía.

Se levantó y me dijo: -Cuando quieras princesa, solo ven y tendrás una habitación gratis con “servicio completo” jejejejeje-

Se levantó y se vistió, entonces se acercó a mi bolso y buscó algo, sacó mi celular y marcó un número, sonó el de él y me dijo:
-Ya está, ya guardé tu numero ¿Cómo te llamas? Jejejeje, no importa, le pondré “Putita” Jajajajajajaja. Seguiremos en contacto, jejeje, quiero repetir la culeada mamacita. No, espera, haré algo mejor…

Entonces marcó mi número con su cel, luego tomo el mío y guardo su número como contacto.
-Ahora sí, ya somos contactos jejejeje, búscame zorra, se que lo harás porque eres muy caliente y una hembra con tu cuerpazo necesita la verga de un buen macho, necesita de un macho que te sepa satisfacer, y se como hacerlo mami.

Dicho esto volvió a besarme con lujuria y se retiró dejándome totalmente cansada.
Cuando me recuperé un poco y al fin pude levantarme, antes de vestirme para irme abrí el sobre y sí, eran las fotos. Me bañé y me fui a la casa.

Después me habló Miguel en la tarde que quería verme, me arreglé y fui a verlo para reclamarle que porque le contó a sus amigos, le dije lo que me hicieron y me dijo:
-Pero te gustó ¿No? Ellos me lo dijeron, por eso te hablé, porque me imagino que te dejaron picada y quiero aprovechar para consolarte jejejejeje.
-¿Tú los mandaste? ¡Eres un desgraciado!- Me lancé para golpearlo, arañarlo, pero él me sujeto las manos y me miro con rencor y dijo:
-Sí, yo los mandé, te lo mereces por estúpida, si hubieras aceptado mi oferta de dejar a tu marido ahora vivirías como una reina.
-Tú no pensabas dejar a tu mujer ¿Verdad?- Le dije
-Claro que no, a mi mujer e hijos nunca los dejaría, menos por una puta como tú, tú solo eres diversión y así será hasta que me canse de ti.

No podía creerlo, me estaban haciendo su puta, me estaban usando como a una puta cualquiera. Le reclamé, le dije que se olvidara de mí, pero él me enseñó su celular ¡Había fotos mías desnuda! Miguel me las tomó en nuestros primeros encuentros, me dijo que como recuerdo y ya hasta se me había olvidado.
-¡No quiero nada contigo, entiende déjame en paz!- Le grité
Pero el me dijo:
-Tú sabes, si quieres que te deje está bien, pero sería una lástima que tu maridito viera esto. Serás mía hasta que me canse de ti, hasta ese día vas a estar a mis disposición cuando yo quiera ¿Oíste?

Lloré, ahora no solo me habían chantajeado ellos sino también mi amante. Desde ese día se turnaban para hacerme suya ya que Miguel me obligaba a darles gusto a sus amigos, iban a mi casa cuando mi marido se iba a trabajar para humillarme en mi propia cama, hasta llegaron a llevarme al hotel para cogerme los tres juntos y luego me dejaban a disposición del encargado.
2.Con el mejor amigo de mi marido 2: Chantaje( SexyAracely)

3 comentarios - 2.Con el mejor amigo de mi marido 2: Chantaje( SexyAracely)

Gallo1316 +1
Mmmm que rica paja me hice immaginandote amor muy buen relato
mrblow +1
+10 mi reyna