La que pensé que iba a ser la mejor noche de mi vida, terminó siendo la peor. Creía que tenía un pene de tamaño medio, pero mis compañeros de curso y mi novia me demostraron que me quedé corto (literalmente).
El corazón me late tanfuerte que siento que va a explotar. Las gotas de transpiración, un poco por el calor y otro poco por los nervios, surcan mi frente.
Con 18 años estoy en una cálida habitación de un hotel de Bariloche (viaje de egresados) a punto de debutar. Mi nombre es Elías, mido 1.69, tengo el pelo negro, las piernas trabajadas de tanto andar en bici, pero también unos kilos de más, que se notan en la panza. Además, soy algo tímido e inseguro, especialmente con las chicas. A pesar de esto, estoy de novio con la compañera más linda del curso, al menos eso creo yo. Se llama Maite: flaca, pelo castaño, 1.63, hermosa de cara, piernas y glúteos torneados, como buena jugadora de hockey. Las tetas no son enormes, pero para ser naturales tienen muy buen tamaño. Como si fuera poco, es de las más inteligentes de la escuela.
Estamos besándonos con intensidad, mientras nos vamos sacando la ropa. A mí solo me queda el boxer, a ella la pollera, la tanga y el corpiño.
A pesar de que estamos hace más de un año, nunca habíamos intimado. Yo le tiré indirectas un par de veces, pero como ella cambiaba de tema no quería presionarla. Estoy enamorado desde la primera vez que la vi. La conocí en mi primer día en la escuela secundaria. Cuando teníamos 12. Desde ese momento hice todo lo que tenía a mi alcance para conquistarla y luego de casi cinco años, lo logré. Después de tanto esfuerzo, me prometí que no la perdería nunca.
Llegó el momento de sacarme el bóxer. Me siento inseguro porque ella nunca me vio totalmente desnudo y encima de los nervios todavía no pude lograr que se me pare. Intento seguir besándola un poco más, pero Maite me acerca las manos a la pelvis para terminar de desvestirme.
MAITE - ¿Queeeeeee?
YO - ¿Qué pasó?
MAITE - No lo puedo creer. ¡Qué mala suerte tengo!
YO - ¿Por qué?¿Estás indispuesta?
MAITE - No, que indispuesta. Estoy recontra puesta, Elías. El problema no es mío sino tuyo.
Mientras dice eso, me mira el pito con lástima.
YO - Tranquila. Son los nervios, en un toque se me para.
MAITE - No es solo ése el problema. La tenés muy chiquita. No creo que me puedas hacer mucho con esa cosita.
En ese instante se me vino el mundo abajo. Si antes me sentía inseguro, ahora no sabía dónde meterme.
YO - Pero es de un tamaño promedio. Me fijé en un estudio publicado en internet.
MAITE - Jajaja, esos estudios son una farsa. Muestran como resultados números muchos más bajos que los reales para que los hombres como vos no se depriman.
YO - ¿Y vos qué sabés? Si no estuviste con otros chicos.
MAITE - Bueno. Si estás tan seguro, no vas a tener problema en apostar. Elegimos al azar tres compañeros nuestros, les medimos los penes en estado de erección y si al menos uno es más chico que el tuyo, me cogés toda la noche. Ahora, si los tres la tienen más grande, estás obligado a ver cómo se las chupo.
YO - ¿Es necesario hacer esto, Maite? ¿No me amás?
MAITE - Obvio que te amo Elías, pero soy mujer y necesito tener una buena pija dentro de mi cuerpo.
YO - Ok. Acepto la apuesta, pero que sean cinco chicos. Mirá si justo salen sorteados los más dotados.
MAITE -Cerramos en cuatro.
Me puse la ropa y le fui a pedir al coordinador la lista de los alumnos. Somos 18 chicos, incluido yo. Maite tomó la lista de apellidos y le puso un número del 1 al 17 a cada chico al lado del nombre (sin contarme a mí, por supuesto).
MAITE - Decí cuatro números del 1 al 17.
YO - 4, 7, 8 y 13.
En este momento, lo único que espero es que no salga Iván. No sé cómo la tiene, pero es muy agrandado y molesto. Es el que durante toda la secundaria me hizo cientos tipos de jodas. Además, es alto (calculo que debe pasar los 190 centímetros), rubio, fachero, musculoso y siempre anda alardeando de que se coge a una nueva chica cada semana. Una vez contó que se empomó a la profesora de inglés. Encima, en algunas ocasiones, me dio la sensación de que le miraba las lolas a Maite.
MAITE - El 4 es… Pablo
El mejor amigo de Iván. Tampoco me cae bien, pero al menos no es Iván.
MAITE - El 7 es…Nicolás
Bien. Entró hace dos años a la escuela, no tengo mucha relación. Ni idea cómo la tiene.
MAITE - El 8 es… Facundo
Puta. Es mi mejor amigo. No se la vi en erección, pero me parece que me gana.
MAITE - Y, por último, el 13 es… tatan tatan… Iván
YO -¡Noooooooo! Es joda. No te creo.
MAITE - Para nada. Revisá. Mirá el papel. Ahora andá a buscarlos, pero no les digas nada de lo que vamos a hacer. Quiero comentárselo yo.
Tardé casi una hora en reunirlos a los cuatro. No fue fácil convencerlos de que vengan sin explicarles la situación. Además, tuve que conseguir una regla. Ya saben para qué. Me la dio el coordinador. Entramos en la habitación. Maite, que por suerte estaba vestida, les explicó el motivo por el que estábamos los seis en el cuarto.
PABLO - Me parece una buena apuesta.
NICOLÁS - Me estoy poniendo caliente.
FACU - Me parece cualquiera. Yo no participo.
MAITE - Mirá que si te vas tu amigo deja de ser mi novio.
YO - Quedate Facu. Tengo esperanzas. No puedo ser último.
IVÁN - Dejemos de perder tiempo. Que empiece el juego.
Arrancó la medición. El primero en bajarse los pantalones es Nicolás, que como había dicho, ya la tenía al palo. Maite toma la regla y mide 20 centímetros. Mierda.
MAITE - Te toca Elías.
Me bajo los pantalones y cierro los ojos. La situación me estaba poniendo caliente.
MAITE - 11 centímetros.
YO - ¿Qué? No. No puede ser. Medí bien.
MAITE - ¿Qué decís? Te regalé medio centímetro. En realidad, es 10.5.
Se me complicó todo. Creía que llegaba a los 14. No sé qué pasó. Llega el turno de Facundo, mientras Iván le pide a Maite que se saque la remera así calienta el ambiente. Yo ledigo que no entra eso en la apuesta, pero ella acepta. A Facu le mide 18 y a Pablo 17. Mi última esperanza es Iván, que se empieza a reir. Mala señal. Se baja el bóxer y se hace un silencio impresionante. A mi novia (un poco a mí también) se le cae la mandíbula. Se lo queda mirando unos segundos estupefacta hasta que reacciona.
MAITE - ¡Por dios! ¡Increíble!¡Más que una polla eso es un palo de amasar! Me parece que no va a ser necesaria la medición. De todas maneras, por curiosidad lo voy a hacer.
25 centímetros. Sí, 25. Justo él. Y encima es tan gruesa como mi brazo.
IVÁN - Parece que perdiste, cornudo. Al menos agradecé que vamos a dejar a tu novia contenta.
Cómo no podía ser de otra manera, Maite empieza por la escopeta de Iván. Se arrodilla frente a él y empieza a jalársela de a poquito. Cuando ya la tiene completamente dura, acerca su boca al glande y lo lame despacio. Mientras le toma con una mano el miembroa Nicolás y con la otra el de Pablo.
IVÁN - Wow. Parece una experta tu novia, Elías.
Unos minutos después, mi novia está a punto de hacer eyacular a Nico con su sensual mamada.
FACU - Así que era todo mentira lo que me contaste de que te follaste a Maite varias veces. Sos un virgen pito chico.
Para qué abrió la boca Facu. Maite se enojó mucho con ese comentario.
MAITE - Ah, bueno. Así que le vas contando a tus amigos que me follas a pesar de ni siquiera haberme visto desnuda. ¿Sabés qué? Ahora vas a poder contar, pero de verdad, como tus compañeros me follan.
Se saca el corpiño y deja a relucir sus dos gomas mientras sigue succionando la verga de Facu. Iván entendió muy bien lo que quiso decir mi novia y no duda en meter mano. Una para cada teta. Se las amasa mientras me mira.
IVÁN - ¿Te gusta cómo le toco las tetas a tu novia, cornudo? Siempre fuiste un perdedor. ¿Te acordás de aquella vez cuando te bañabas en segundo y te cambiamos la ropa por una tanguita?
MAITE - Naaaa. Jodeme.
IVÁN - Contale a tu novia que tuviste que hacer para recuperarla.
YO - Ya está Iván, por favor.
IVÁN - Ya está las pelotas. Le decis ahora o hacemos lo mismo, pero acá en Bariloche.
YO - Tuve que ira pedírsela a la capitana del equipo de vóley solo con la tanga puesta y paraeso tuve que pasar por el medio del vestuario en el que se estaban cambiandounas 15 chicas de dos o tres años más. Lo único que recuerdo de ese momento son risas y más risas.
MAITE - Jajaja. Me muero. Siempre me pareció que te gustaba usar tanguita.
Nicolás, que la había bañado de semen, le empieza a bajar el shortcito.
FACU - Qué cola que tenés, mami. ¿Te puedo sacar la tanguita?
YO - Esto me parece que no es parte de la apuesta.
MAITE - Eso lo decido yo, manicero. Obvio, Facu. Disfrutá de la conchita de la novia de tu mejor amigo. Está totalmente rapadita para vos.
Facu, sin más dilataciones, empieza a sobarle la vagina. Esto se me fue de las manos.
MAITE - Che Eliás, ¿por qué no te sacas la ropa así nos reímos un rato?
YO - No, mi amor. Por favor.
MAITE - Bajate ya el pantalón o dejás de ser mi novio.
Me acuerdo de aquella promesa de no perderla y accedo.
IVÁN - Jajaja no puedo entender como sos novia de este chizito.
MAITE - Es que no se la había visto.
FACU - Ahora tampoco se le ve igual, jajaja
IVÁN - Jajajajajaja
Me cansé. Estoy desnudo, pero en una desatención aprovecho para escaparme de la habitación con tanta mala suerte que justo hay tres lindas chicas en el pasillo.
CHICA 1 - Jajaja, pero que chiquitín.
CHICA 2 - No sé por qué usas las dos manos para taparte si con el meñique te sobra.
CHICA 3 - Jajaja más que un pito es una maqueta de un pito
Vuelvo a la habitación resignado.
IVÁN - ¿Qué pasó, chizito? ¿te arrepentiste?
MAITE - Si volvés a hacer eso, te quedás sin novia, eh. Ahora repetí: “Soy cornudo y tengo un chizito entre las piernas”
YO - Soy un cornudo y tengo un chizito entre las piernas
MAITE - Bien. Vas aprendiendo. Che, Iván ya tengo muy húmeda la conchita. ¿Por qué no le demostrás al chizito cómo se hace el amor?
IVÁN - Con todo gusto, zorrita.
La inmensa herramienta de Iván va ingresando en el coño de mi novia. Como no tomo alcohol, soy bien consiente de todo lo que está sucediendo. La cara de deseo de Maite me preocupa demasiado. Pablo la toma de la cabeza y se la apreta contra su rabo. Mientra se la folla duro en cuatro patas, Iván le agarra bien fuerte las tetas.
IVÁN - Che Maite, ya que sos taninteligente. ¿Por qué no me decís sinónimos de mi pija?
MAITE - Bueno, dale. Verga, pepino, cipote, mástil, rifle, miembro viril, instrumento, banana, berenjena. Aaaaaah, por dios Iván. ¡Qué bien me cogés!
IVÁN - Eso es porque tengo experiencia. Ahora decime sinónimos del pitito del cornudo.
MAITE - Chizito, manicito, pitulín, miniatura, chuiquitita, pequeñito, enano.
IVÁN - Vamos puta, mostrale al cornudo como te gusta que te la den.
En este momento, Maite está siendo complacida de manera increíble; Iván mete y saca su terrible mástil de manera veloz de la inmensamente dilatada vágina y Facu le frota la pija entre las tetas, mientras que las herramientas de Pablo y Nico se pelean por alcanzar la garganta.
PABLO - Maite, ¡qué espectáculo nos estás regalando! ¡Sos mejor que las actrices porno!
IVÁN - Lástima que estás de novio con este fracasado.
FACU - Nada de lástima. Para algo están los amigos. Y como buenos amigos, tenemos el deber de dejar contenta a la novia de este.
Harto de tanta humillación, me levanto y encaro a Iván como para golpearlo. De un manotazo me deja sentado. Me siento más chiquito que nunca. Ese hijo de puta me gana peleando hasta con la poronga dentro de mi novia.
IVÁN - ¿Qué te pasa? Tendrías que agredecer que estamos haciendo feliz a tu novia. Le damos lo que vos no podés.
Iván para un segundo con el bombeo a Maite para agarrarme del cuello y llevar mi cuerpo desnudo hasta la cabecera de la cama.
MAITE - Desde acá vas a poder ver mucho mejor el espectáculo. Vas a aprender lo que son hombres de verdad con penes de verdad.
Iván pone a Maite bien cerca mío para volver a cogérsela a cuatro patas y a medida que su enorme pija entra y sale de la concha de mi chica yo siento que la mía se sigue achicando. Ya casi no la veo. Maite, que está siendo embestida salvajemente frente a mí, nota lo mismo que yo.
MAITE - En cualquier momento desaparece. Más chiquita no la podés tener. ¿Cómo creiste que me podías coger con algo tan pequeño?
IVÁN - ¿Yo recién dije que siempre fuiste un perdedor, no? Creo que no es del todo cierto. Porque si te presentás al concurso de pitos chicos ganarías algo por primera vez en la vida.
FACU - Jajaja. Che, Maite. Se está haciendo de día. Es la hora de tomar la leche.
Los cuatro chicos rodean a mi novia apuntándoles con sus inmensas herramientas.
MAITE - Vamos chicos. Quiero tragar toda su lefa.
Y el primero en hacerlo es Nicolás, que vacía su contenido entero en la boca de Maite. Después, mi mejor amigo, Facundo no llega a meterle la pija en la boca y le baña la cara de semen. Con los ojos tapados de esperma, recibe la descarga de Pablo, que como ya se había corrido tres veces no era tan abundante. El único que había aguantado hasta el final no podía ser otro más que Iván.
IVÁN - Prepará la boca Maite. Y vos Elías estate atento.
De repente, de la interminable escopeta de Iván empieza a salir una increíble cantidad de lefa. La pija parece una mangera de bombero intentando apagar un ingente incendio. Maite traga lo que puede.
MAITE - Wow, cuanta leche que tenías guardada.
IVÁN - Toda para vos, hermosa.
Mis cuatro compañeros se empiezan a cambiar para irse.
IVÁN - Che, Elías. Me está costando ponerme el pantalón porque no me entra la verga. ¿Por qué no me ayudás?
No me queda otra que ayudarlo a cerrar la cremallera, ver y oler de cerca ese cipote. Aun dormida era mucho más grande que la mía erecta.
IVÁN - Muy bien, chizito. Vas entendiendo quién manda acá. Los dejo para que descansen. Acordate Maite que cuando necesites de un hombre solo tenés que llamarme.
MAITE - Muchas gracias por la noche que me hicieron pasar, chicos. ¿Te gustó amor?
Luego de la interminable noche llena de morbo, empiezo a caer. Me convertí en un auténtico cuckold.
MAITE - Vamos a dejarlas cosas en claro. Si querés seguir conmigo tendrás que aceptar que serás virgen para toda la vida y tendrás que disfrutar como hombres de verdad me cogen cuando lo necesite.
YO - ¿Es necesario que lo vea?
MAITE - Por supuesto. Tenés que aprender cómo se debe comportar un hombre frente a una mujer.
El corazón me late tanfuerte que siento que va a explotar. Las gotas de transpiración, un poco por el calor y otro poco por los nervios, surcan mi frente.
Con 18 años estoy en una cálida habitación de un hotel de Bariloche (viaje de egresados) a punto de debutar. Mi nombre es Elías, mido 1.69, tengo el pelo negro, las piernas trabajadas de tanto andar en bici, pero también unos kilos de más, que se notan en la panza. Además, soy algo tímido e inseguro, especialmente con las chicas. A pesar de esto, estoy de novio con la compañera más linda del curso, al menos eso creo yo. Se llama Maite: flaca, pelo castaño, 1.63, hermosa de cara, piernas y glúteos torneados, como buena jugadora de hockey. Las tetas no son enormes, pero para ser naturales tienen muy buen tamaño. Como si fuera poco, es de las más inteligentes de la escuela.
Estamos besándonos con intensidad, mientras nos vamos sacando la ropa. A mí solo me queda el boxer, a ella la pollera, la tanga y el corpiño.
A pesar de que estamos hace más de un año, nunca habíamos intimado. Yo le tiré indirectas un par de veces, pero como ella cambiaba de tema no quería presionarla. Estoy enamorado desde la primera vez que la vi. La conocí en mi primer día en la escuela secundaria. Cuando teníamos 12. Desde ese momento hice todo lo que tenía a mi alcance para conquistarla y luego de casi cinco años, lo logré. Después de tanto esfuerzo, me prometí que no la perdería nunca.
Llegó el momento de sacarme el bóxer. Me siento inseguro porque ella nunca me vio totalmente desnudo y encima de los nervios todavía no pude lograr que se me pare. Intento seguir besándola un poco más, pero Maite me acerca las manos a la pelvis para terminar de desvestirme.
MAITE - ¿Queeeeeee?
YO - ¿Qué pasó?
MAITE - No lo puedo creer. ¡Qué mala suerte tengo!
YO - ¿Por qué?¿Estás indispuesta?
MAITE - No, que indispuesta. Estoy recontra puesta, Elías. El problema no es mío sino tuyo.
Mientras dice eso, me mira el pito con lástima.
YO - Tranquila. Son los nervios, en un toque se me para.
MAITE - No es solo ése el problema. La tenés muy chiquita. No creo que me puedas hacer mucho con esa cosita.
En ese instante se me vino el mundo abajo. Si antes me sentía inseguro, ahora no sabía dónde meterme.
YO - Pero es de un tamaño promedio. Me fijé en un estudio publicado en internet.
MAITE - Jajaja, esos estudios son una farsa. Muestran como resultados números muchos más bajos que los reales para que los hombres como vos no se depriman.
YO - ¿Y vos qué sabés? Si no estuviste con otros chicos.
MAITE - Bueno. Si estás tan seguro, no vas a tener problema en apostar. Elegimos al azar tres compañeros nuestros, les medimos los penes en estado de erección y si al menos uno es más chico que el tuyo, me cogés toda la noche. Ahora, si los tres la tienen más grande, estás obligado a ver cómo se las chupo.
YO - ¿Es necesario hacer esto, Maite? ¿No me amás?
MAITE - Obvio que te amo Elías, pero soy mujer y necesito tener una buena pija dentro de mi cuerpo.
YO - Ok. Acepto la apuesta, pero que sean cinco chicos. Mirá si justo salen sorteados los más dotados.
MAITE -Cerramos en cuatro.
Me puse la ropa y le fui a pedir al coordinador la lista de los alumnos. Somos 18 chicos, incluido yo. Maite tomó la lista de apellidos y le puso un número del 1 al 17 a cada chico al lado del nombre (sin contarme a mí, por supuesto).
MAITE - Decí cuatro números del 1 al 17.
YO - 4, 7, 8 y 13.
En este momento, lo único que espero es que no salga Iván. No sé cómo la tiene, pero es muy agrandado y molesto. Es el que durante toda la secundaria me hizo cientos tipos de jodas. Además, es alto (calculo que debe pasar los 190 centímetros), rubio, fachero, musculoso y siempre anda alardeando de que se coge a una nueva chica cada semana. Una vez contó que se empomó a la profesora de inglés. Encima, en algunas ocasiones, me dio la sensación de que le miraba las lolas a Maite.
MAITE - El 4 es… Pablo
El mejor amigo de Iván. Tampoco me cae bien, pero al menos no es Iván.
MAITE - El 7 es…Nicolás
Bien. Entró hace dos años a la escuela, no tengo mucha relación. Ni idea cómo la tiene.
MAITE - El 8 es… Facundo
Puta. Es mi mejor amigo. No se la vi en erección, pero me parece que me gana.
MAITE - Y, por último, el 13 es… tatan tatan… Iván
YO -¡Noooooooo! Es joda. No te creo.
MAITE - Para nada. Revisá. Mirá el papel. Ahora andá a buscarlos, pero no les digas nada de lo que vamos a hacer. Quiero comentárselo yo.
Tardé casi una hora en reunirlos a los cuatro. No fue fácil convencerlos de que vengan sin explicarles la situación. Además, tuve que conseguir una regla. Ya saben para qué. Me la dio el coordinador. Entramos en la habitación. Maite, que por suerte estaba vestida, les explicó el motivo por el que estábamos los seis en el cuarto.
PABLO - Me parece una buena apuesta.
NICOLÁS - Me estoy poniendo caliente.
FACU - Me parece cualquiera. Yo no participo.
MAITE - Mirá que si te vas tu amigo deja de ser mi novio.
YO - Quedate Facu. Tengo esperanzas. No puedo ser último.
IVÁN - Dejemos de perder tiempo. Que empiece el juego.
Arrancó la medición. El primero en bajarse los pantalones es Nicolás, que como había dicho, ya la tenía al palo. Maite toma la regla y mide 20 centímetros. Mierda.
MAITE - Te toca Elías.
Me bajo los pantalones y cierro los ojos. La situación me estaba poniendo caliente.
MAITE - 11 centímetros.
YO - ¿Qué? No. No puede ser. Medí bien.
MAITE - ¿Qué decís? Te regalé medio centímetro. En realidad, es 10.5.
Se me complicó todo. Creía que llegaba a los 14. No sé qué pasó. Llega el turno de Facundo, mientras Iván le pide a Maite que se saque la remera así calienta el ambiente. Yo ledigo que no entra eso en la apuesta, pero ella acepta. A Facu le mide 18 y a Pablo 17. Mi última esperanza es Iván, que se empieza a reir. Mala señal. Se baja el bóxer y se hace un silencio impresionante. A mi novia (un poco a mí también) se le cae la mandíbula. Se lo queda mirando unos segundos estupefacta hasta que reacciona.
MAITE - ¡Por dios! ¡Increíble!¡Más que una polla eso es un palo de amasar! Me parece que no va a ser necesaria la medición. De todas maneras, por curiosidad lo voy a hacer.
25 centímetros. Sí, 25. Justo él. Y encima es tan gruesa como mi brazo.
IVÁN - Parece que perdiste, cornudo. Al menos agradecé que vamos a dejar a tu novia contenta.
Cómo no podía ser de otra manera, Maite empieza por la escopeta de Iván. Se arrodilla frente a él y empieza a jalársela de a poquito. Cuando ya la tiene completamente dura, acerca su boca al glande y lo lame despacio. Mientras le toma con una mano el miembroa Nicolás y con la otra el de Pablo.
IVÁN - Wow. Parece una experta tu novia, Elías.
Unos minutos después, mi novia está a punto de hacer eyacular a Nico con su sensual mamada.
FACU - Así que era todo mentira lo que me contaste de que te follaste a Maite varias veces. Sos un virgen pito chico.
Para qué abrió la boca Facu. Maite se enojó mucho con ese comentario.
MAITE - Ah, bueno. Así que le vas contando a tus amigos que me follas a pesar de ni siquiera haberme visto desnuda. ¿Sabés qué? Ahora vas a poder contar, pero de verdad, como tus compañeros me follan.
Se saca el corpiño y deja a relucir sus dos gomas mientras sigue succionando la verga de Facu. Iván entendió muy bien lo que quiso decir mi novia y no duda en meter mano. Una para cada teta. Se las amasa mientras me mira.
IVÁN - ¿Te gusta cómo le toco las tetas a tu novia, cornudo? Siempre fuiste un perdedor. ¿Te acordás de aquella vez cuando te bañabas en segundo y te cambiamos la ropa por una tanguita?
MAITE - Naaaa. Jodeme.
IVÁN - Contale a tu novia que tuviste que hacer para recuperarla.
YO - Ya está Iván, por favor.
IVÁN - Ya está las pelotas. Le decis ahora o hacemos lo mismo, pero acá en Bariloche.
YO - Tuve que ira pedírsela a la capitana del equipo de vóley solo con la tanga puesta y paraeso tuve que pasar por el medio del vestuario en el que se estaban cambiandounas 15 chicas de dos o tres años más. Lo único que recuerdo de ese momento son risas y más risas.
MAITE - Jajaja. Me muero. Siempre me pareció que te gustaba usar tanguita.
Nicolás, que la había bañado de semen, le empieza a bajar el shortcito.
FACU - Qué cola que tenés, mami. ¿Te puedo sacar la tanguita?
YO - Esto me parece que no es parte de la apuesta.
MAITE - Eso lo decido yo, manicero. Obvio, Facu. Disfrutá de la conchita de la novia de tu mejor amigo. Está totalmente rapadita para vos.
Facu, sin más dilataciones, empieza a sobarle la vagina. Esto se me fue de las manos.
MAITE - Che Eliás, ¿por qué no te sacas la ropa así nos reímos un rato?
YO - No, mi amor. Por favor.
MAITE - Bajate ya el pantalón o dejás de ser mi novio.
Me acuerdo de aquella promesa de no perderla y accedo.
IVÁN - Jajaja no puedo entender como sos novia de este chizito.
MAITE - Es que no se la había visto.
FACU - Ahora tampoco se le ve igual, jajaja
IVÁN - Jajajajajaja
Me cansé. Estoy desnudo, pero en una desatención aprovecho para escaparme de la habitación con tanta mala suerte que justo hay tres lindas chicas en el pasillo.
CHICA 1 - Jajaja, pero que chiquitín.
CHICA 2 - No sé por qué usas las dos manos para taparte si con el meñique te sobra.
CHICA 3 - Jajaja más que un pito es una maqueta de un pito
Vuelvo a la habitación resignado.
IVÁN - ¿Qué pasó, chizito? ¿te arrepentiste?
MAITE - Si volvés a hacer eso, te quedás sin novia, eh. Ahora repetí: “Soy cornudo y tengo un chizito entre las piernas”
YO - Soy un cornudo y tengo un chizito entre las piernas
MAITE - Bien. Vas aprendiendo. Che, Iván ya tengo muy húmeda la conchita. ¿Por qué no le demostrás al chizito cómo se hace el amor?
IVÁN - Con todo gusto, zorrita.
La inmensa herramienta de Iván va ingresando en el coño de mi novia. Como no tomo alcohol, soy bien consiente de todo lo que está sucediendo. La cara de deseo de Maite me preocupa demasiado. Pablo la toma de la cabeza y se la apreta contra su rabo. Mientra se la folla duro en cuatro patas, Iván le agarra bien fuerte las tetas.
IVÁN - Che Maite, ya que sos taninteligente. ¿Por qué no me decís sinónimos de mi pija?
MAITE - Bueno, dale. Verga, pepino, cipote, mástil, rifle, miembro viril, instrumento, banana, berenjena. Aaaaaah, por dios Iván. ¡Qué bien me cogés!
IVÁN - Eso es porque tengo experiencia. Ahora decime sinónimos del pitito del cornudo.
MAITE - Chizito, manicito, pitulín, miniatura, chuiquitita, pequeñito, enano.
IVÁN - Vamos puta, mostrale al cornudo como te gusta que te la den.
En este momento, Maite está siendo complacida de manera increíble; Iván mete y saca su terrible mástil de manera veloz de la inmensamente dilatada vágina y Facu le frota la pija entre las tetas, mientras que las herramientas de Pablo y Nico se pelean por alcanzar la garganta.
PABLO - Maite, ¡qué espectáculo nos estás regalando! ¡Sos mejor que las actrices porno!
IVÁN - Lástima que estás de novio con este fracasado.
FACU - Nada de lástima. Para algo están los amigos. Y como buenos amigos, tenemos el deber de dejar contenta a la novia de este.
Harto de tanta humillación, me levanto y encaro a Iván como para golpearlo. De un manotazo me deja sentado. Me siento más chiquito que nunca. Ese hijo de puta me gana peleando hasta con la poronga dentro de mi novia.
IVÁN - ¿Qué te pasa? Tendrías que agredecer que estamos haciendo feliz a tu novia. Le damos lo que vos no podés.
Iván para un segundo con el bombeo a Maite para agarrarme del cuello y llevar mi cuerpo desnudo hasta la cabecera de la cama.
MAITE - Desde acá vas a poder ver mucho mejor el espectáculo. Vas a aprender lo que son hombres de verdad con penes de verdad.
Iván pone a Maite bien cerca mío para volver a cogérsela a cuatro patas y a medida que su enorme pija entra y sale de la concha de mi chica yo siento que la mía se sigue achicando. Ya casi no la veo. Maite, que está siendo embestida salvajemente frente a mí, nota lo mismo que yo.
MAITE - En cualquier momento desaparece. Más chiquita no la podés tener. ¿Cómo creiste que me podías coger con algo tan pequeño?
IVÁN - ¿Yo recién dije que siempre fuiste un perdedor, no? Creo que no es del todo cierto. Porque si te presentás al concurso de pitos chicos ganarías algo por primera vez en la vida.
FACU - Jajaja. Che, Maite. Se está haciendo de día. Es la hora de tomar la leche.
Los cuatro chicos rodean a mi novia apuntándoles con sus inmensas herramientas.
MAITE - Vamos chicos. Quiero tragar toda su lefa.
Y el primero en hacerlo es Nicolás, que vacía su contenido entero en la boca de Maite. Después, mi mejor amigo, Facundo no llega a meterle la pija en la boca y le baña la cara de semen. Con los ojos tapados de esperma, recibe la descarga de Pablo, que como ya se había corrido tres veces no era tan abundante. El único que había aguantado hasta el final no podía ser otro más que Iván.
IVÁN - Prepará la boca Maite. Y vos Elías estate atento.
De repente, de la interminable escopeta de Iván empieza a salir una increíble cantidad de lefa. La pija parece una mangera de bombero intentando apagar un ingente incendio. Maite traga lo que puede.
MAITE - Wow, cuanta leche que tenías guardada.
IVÁN - Toda para vos, hermosa.
Mis cuatro compañeros se empiezan a cambiar para irse.
IVÁN - Che, Elías. Me está costando ponerme el pantalón porque no me entra la verga. ¿Por qué no me ayudás?
No me queda otra que ayudarlo a cerrar la cremallera, ver y oler de cerca ese cipote. Aun dormida era mucho más grande que la mía erecta.
IVÁN - Muy bien, chizito. Vas entendiendo quién manda acá. Los dejo para que descansen. Acordate Maite que cuando necesites de un hombre solo tenés que llamarme.
MAITE - Muchas gracias por la noche que me hicieron pasar, chicos. ¿Te gustó amor?
Luego de la interminable noche llena de morbo, empiezo a caer. Me convertí en un auténtico cuckold.
MAITE - Vamos a dejarlas cosas en claro. Si querés seguir conmigo tendrás que aceptar que serás virgen para toda la vida y tendrás que disfrutar como hombres de verdad me cogen cuando lo necesite.
YO - ¿Es necesario que lo vea?
MAITE - Por supuesto. Tenés que aprender cómo se debe comportar un hombre frente a una mujer.
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