1er relato
Después de aquellanoche, empezamos a vernos más como novios y todo lo que ello conlleva. Empecé airme a su casa a almorzar fines de semana de por medio para conocer a sufamilia. Y en su casa conocí a sus 3 hermanas:
La mayor, Guillermina,que en ese entonces tenia 33 años. Separada 2 veces y con un hijo de 3 añosfruto de su ultimo matrimonio: Gabriel. Ernestina, la del medio, de 15 años, yMaricel, pequeña de tan solo 12 años. También conocí a su otro hermano, Aníbal,quien tenía un hijo de 2 años, llamado Gastón (este niño era quien aparecía enlas fotos de perfil que siempre usaba Carolina).
Con todos nosllevábamos bastante bien (pese a que Carolina vivía peleándose con todos sushermanos), y rápidamente me integraron a la familia y me hacían participar detodas las reuniones, cenas, fiestas y eventos. Con esto, Carolina empezaba averme como algo mas serio como para entablar una relación por lo menos larga, yque no solo sea un amor pasajero.
Llevando poco mas de 6meses de relación, evitábamos el tema de que ella pierda su virginidad (sobretodo porque sus padres son muy religiosos y les inculcaron lo mismo a todasellas, primero casarse para luego entregarse a su marido), por lo que solo noslimitábamos a masturbarnos de la forma en que lo habíamos hecho la primera vez;hasta que una vez nuestra pasión fue incontrolable:
Habíamos bebidobastante alcohol en una reunión entre amigos, yo estaba bastante relajado, peroella estaba ansiosa y me toqueteaba bajo la mesa, por lo que esperamos hastaque un amigo a quien me había ofrecido llevarle a la casa decidiera irse.
Tras llegar a mi casaella me abrazó en la entrada y empezó a besarme con mucha pasión, así quelevantándola por las nalgas me la llevé a cuestas a mi habitación, cerré lapuerta con llave y la lancé a la cama. Empecé a desvestirla lentamente y adarle besos y pequeños mordiscos en las piernas hasta que llegué a su vagina.Empecé a besarla con pasión mientras ella se retorcía de placer y me agarrabala cabeza. Tras un rato de darle sexo oral me hice a un lado para terminar dedesvestirnos. Me recosté y ella se subió arriba mío, comenzamos a besarnos y yoempecé a acariciar su vagina con mi pene. La misma estaba mucho más mojada quede costumbre, por lo que resbalaba rápidamente por todo su sexo. En unmovimiento de ella, sentí que mi pene se introdujo un poco dentro de su vagina,ella gimió con fuerza y abrió sus ojos grandes como 2 platos; no podía creer loque estaba sucediendo. Levantó su torso desnudo dejando bambolear sus tetas yempezó lentamente a subir y bajar para que mi pene pueda ingresar por completodentro de su preciado tesoro, a lo que yo también me movía lentamente,acariciándole los pezones y el clítoris. Una vez mi pene completamente dentrode su vagina ella empezó a cabalgar salvajemente, gimiendo cada vez con más ymás fuerza, hasta que tuvo su primer orgasmo. Luego de eso la recosté a mi ladoy mientras la besaba me levanté y la puse de perrito y empecé lentamente aacariciarle su vagina con mi pene. Ella gemía con mas y mas fuerza mientras mepedía que la penetrara; la tuve un rato así hasta que ubiqué mi pene en laentrada y lo introduje rápidamente, provocándole un alarido de placer. Continuédándole estocadas, primero suavemente y luego cada vez mas rápido, hasta quesentí que me venía. Ella sintió que mi pene empezaba a hincharse y se movió,girándose y por primera vez poniendo mi pene completamente erecto en su boca,dándome su primer sexo oral. Fue tan intenso que no me dio tiempo a avisarleque ya estaba por acabar que eyaculé en su boca. Ella tragó lo mas que pudo, perosiendo tanta cantidad se le salía por la comisura de los labios, chorreando unpoco por su mentón. Cuando no pudo mas con mi pene se lo sacó de la boca y elultimo chorro de mi semen salió disparado sobre sus labios y su cara.
--¡Sos un asqueroso! ¡Miratodo lo que me enchastraste! –Me decía mientras corría hacia el baño paralavarse.
Esperé unos segundosmientras me reponía y dejaba que ella termine de limpiarse la cara y fui albaño a meterme en la ducha, cuando pasé por el lavamanos la levanté y la llevéconmigo a la ducha, donde terminé de limpiarle el desastre que le había hecho.
Después de aquellanoche, empezamos a vernos más como novios y todo lo que ello conlleva. Empecé airme a su casa a almorzar fines de semana de por medio para conocer a sufamilia. Y en su casa conocí a sus 3 hermanas:
La mayor, Guillermina,que en ese entonces tenia 33 años. Separada 2 veces y con un hijo de 3 añosfruto de su ultimo matrimonio: Gabriel. Ernestina, la del medio, de 15 años, yMaricel, pequeña de tan solo 12 años. También conocí a su otro hermano, Aníbal,quien tenía un hijo de 2 años, llamado Gastón (este niño era quien aparecía enlas fotos de perfil que siempre usaba Carolina).
Con todos nosllevábamos bastante bien (pese a que Carolina vivía peleándose con todos sushermanos), y rápidamente me integraron a la familia y me hacían participar detodas las reuniones, cenas, fiestas y eventos. Con esto, Carolina empezaba averme como algo mas serio como para entablar una relación por lo menos larga, yque no solo sea un amor pasajero.
Llevando poco mas de 6meses de relación, evitábamos el tema de que ella pierda su virginidad (sobretodo porque sus padres son muy religiosos y les inculcaron lo mismo a todasellas, primero casarse para luego entregarse a su marido), por lo que solo noslimitábamos a masturbarnos de la forma en que lo habíamos hecho la primera vez;hasta que una vez nuestra pasión fue incontrolable:
Habíamos bebidobastante alcohol en una reunión entre amigos, yo estaba bastante relajado, peroella estaba ansiosa y me toqueteaba bajo la mesa, por lo que esperamos hastaque un amigo a quien me había ofrecido llevarle a la casa decidiera irse.
Tras llegar a mi casaella me abrazó en la entrada y empezó a besarme con mucha pasión, así quelevantándola por las nalgas me la llevé a cuestas a mi habitación, cerré lapuerta con llave y la lancé a la cama. Empecé a desvestirla lentamente y adarle besos y pequeños mordiscos en las piernas hasta que llegué a su vagina.Empecé a besarla con pasión mientras ella se retorcía de placer y me agarrabala cabeza. Tras un rato de darle sexo oral me hice a un lado para terminar dedesvestirnos. Me recosté y ella se subió arriba mío, comenzamos a besarnos y yoempecé a acariciar su vagina con mi pene. La misma estaba mucho más mojada quede costumbre, por lo que resbalaba rápidamente por todo su sexo. En unmovimiento de ella, sentí que mi pene se introdujo un poco dentro de su vagina,ella gimió con fuerza y abrió sus ojos grandes como 2 platos; no podía creer loque estaba sucediendo. Levantó su torso desnudo dejando bambolear sus tetas yempezó lentamente a subir y bajar para que mi pene pueda ingresar por completodentro de su preciado tesoro, a lo que yo también me movía lentamente,acariciándole los pezones y el clítoris. Una vez mi pene completamente dentrode su vagina ella empezó a cabalgar salvajemente, gimiendo cada vez con más ymás fuerza, hasta que tuvo su primer orgasmo. Luego de eso la recosté a mi ladoy mientras la besaba me levanté y la puse de perrito y empecé lentamente aacariciarle su vagina con mi pene. Ella gemía con mas y mas fuerza mientras mepedía que la penetrara; la tuve un rato así hasta que ubiqué mi pene en laentrada y lo introduje rápidamente, provocándole un alarido de placer. Continuédándole estocadas, primero suavemente y luego cada vez mas rápido, hasta quesentí que me venía. Ella sintió que mi pene empezaba a hincharse y se movió,girándose y por primera vez poniendo mi pene completamente erecto en su boca,dándome su primer sexo oral. Fue tan intenso que no me dio tiempo a avisarleque ya estaba por acabar que eyaculé en su boca. Ella tragó lo mas que pudo, perosiendo tanta cantidad se le salía por la comisura de los labios, chorreando unpoco por su mentón. Cuando no pudo mas con mi pene se lo sacó de la boca y elultimo chorro de mi semen salió disparado sobre sus labios y su cara.
--¡Sos un asqueroso! ¡Miratodo lo que me enchastraste! –Me decía mientras corría hacia el baño paralavarse.
Esperé unos segundosmientras me reponía y dejaba que ella termine de limpiarse la cara y fui albaño a meterme en la ducha, cuando pasé por el lavamanos la levanté y la llevéconmigo a la ducha, donde terminé de limpiarle el desastre que le había hecho.
1 comentarios - Mi Historia con Carolina - Parte 2