En el primer semestre de mi carrera en la Universidad llegué a ser uno de los mejores promedios del salón, varios me pidieron asesorías de matemáticas, Metrología y varias otras, lea cobraba bien y por adelantado, pero hubo 6 chicas que dieron un aporte extra.
Daba asesorías por los fines de semana, de Viernes a Domingo y a veces los Lunes en las mañanas y en la escuela, mi primera Alumna fue Andrea, una chica morena, tetas medianas al igual que su culo, su cuerpo delgado pero escultural, le había pedido que viniera a mi casa para poder estudiar, pero ella insistió en que yo fuera a su casa, incluso me ofreció un cuarto para quedarme, esa era una de las condiciones, quedarse el fin de semana, pagar por efectivo, y tener compromiso y plena confianza en mi, así que fui a su casa y resulta que su mamá salía desde temprano entre semana a trabajar, y en fines de semana ella regresaba temprano, ella fue de las primeras en darme un pago especial.
Cuando llegué a su casa me sentí tranquilo, llegué a medio día, y empezamos a estudiar luego luego, pero le dije que quería estar solo un rato, en mi recámara, me quité toda la ropa, fui a su recámara, saqué unas braga del canasto de ropa sucia, y bajé con ellas mientras las olía me la jalaba, ella me miró sacada de onda.
-Qué carajos estás haciendo cabrón? Deja eso y ponte algo de ropa de inmediato.- pero no le hice caso.
-Te dije que si te ayudaba tú tendrías que tener plena confianza en mí y pagarme más- me senté a su lado -o prefieres decirle a tu mamá que tienes que recursar el semestre- se quedó callada le toqué la pierna y poco a poco iba subiendo mi mano hacia su vagina -cuando acabemos aquí tú y yo iremos allá arriba a que me pagues, de acuerdo?- su mirada quedaba abajo en mi pene que se me ponía más duro -quítate la playera y desabrochate el pantalón- lo hizo y quedó al descubierto sus tetas perfectamente alineadas, las toqué y no pude evitar venirme en el momento, empecé a explicarle la lección que quería aprender, mientras realizaba ejercicios yo me la pasaba en mi celular viendo porno, cuando me decía que ya había acabado me acercaba a ella y la acariciaba un rato, le pedí que fuera por un vaso pequeño a la cocina, me trajo uno que se usan para las voladoras, me vine dos veces en ese vaso -tomátelo- me miró con desprecio, yo insistí, le agarré la boca y la bese, luego le dije que lo bebiera, tomó el vaso y fue tomándoselo poco a poco, pero no aguanto las ganas que fue corriendo al baño a escupirlo, se lavó la boca, dejó un poco de semen en el vaso, mis chorros eran espesos, muy espesos.
La llevé a su recámara, cerré la puerta, ella se asustó mucho, me le acerqué lentamente excitado, nervioso como ella.
-Te Amo Andy, entiendelo, quítate el pantalón.- ya no me miraba a los ojos, todo el tiempo hacia abajo pensando si esto podría ser una pesadilla, se dejó sus bragas, la besé lentamente, acariciaba sus tetas mientras yo le jalaba su mano a mi pene para acariciarlo, la volteé hacia la cama, le bajé las bragas y se la metí lentamente sin saliva, ella gimió como perra.
-aaaahhhhgggg, aaaaaauuuu, yyyyyaaaaaa.- la cogía lentamente gozando cada movimiento, cada gemido, cada parte de su cuerpo, saqué mi pene y la aventé a la cama, me puse encima de ella, besando su espalda, luego se la metía por el ano de igual manera que ella gritó más alto, le dolía demasiado, a mi también me dolió, creía que no le entraría completa pero entró, dejé de moverme un rato por el dolor que sentíamos, ella gritaba, lloraba un poco del dolor -cállate, ya casi termino- le dije al oído, de repente escuchamos un ligero ruido en la sala, le tapé la boca para que se callara, el ruido se incrementaba pero luego dejó de oírse, me movía lentamente, aún más lento, le seguí tapando la boca, peto gritaba demasiado, empezó a llorar, yo puse mi mano en una de sus tetas que estaba en contacto con las sábanas que ella jalaba, eyaculé con tres chorros demasiado largos y líquidos que creía estar orinando, sentí un inmenso dolor en mi pene que lo saqué rápido sin pensar que a ella le dolería aún más, la tenía demasiado tiesa y dura, más de lo normal, me quedé viendo el techo, tocándole una nalga, mientras ella estaba llorando hasta quedarse callada.
Media hora después, ella se levantó con un intenso dolor y salió al baño a lavarse la cara, y el trasero, se puso la ropa, cuando se puso el pantalón fui a frotarle mi pene que seguía duro, ella se quedó inmóvil.
-Me pagaste bien, de hecho a sido uno de los mejores polvos de mi vida, tendremos más durante este fin de semana.- se volteó rápido y queso darme una abofetada pero le detuve la mano -ya te lo dije, si no quieres que te ayude, dímelo ahora y yo me iré, si le dices esto a tu madre no creo que ella vaya a creerte, todos saben que eres bien mentirosa...y zorra- le toqué los labios y descendía hasta su bubi, ella no dijo nada, le di un beso. Su hermano había llegado de la secundaria, ella preparó la comida, yo escondía el vaso con el semen, que lo iba rellenando durante el resto del día, y ella lo bebía y lo escupía en el fregadero o en el lavabo.
El Sábado por la mañana entré a su recámara poco después que su mamá se había ido, me recosté detrás de ella y la acariciaba, ella se espantó pero yo la calmé, de inmediato se la empecé a meter pero ella de tapaba la cola, peto le apreté ambas manos para que me dejara seguir, ella cedió y yo empecé a moverme un poco más rápido, volvió a llorar por el dolor que le causaba, esta vez no fue en el ano, lo hice en su vagina y me vine en ella, sólo gimió un poco y suspiró, nos quedamos dormidos un rato, y despertamos a las 10 de la mañana, me bañé y durante todo el día no me habló en lo absoluto más que para preguntarme dudas, y pedirme algunos favores de la casa, en la tarde nos la pasamos en su recámara, me volví a quitar la ropa y cerré la puerta con seguro.
-Empinate.- se quedó inmóvil -házlo ahora.- se puso de rodillas y me la mamó bien rico, le hice garganta profunda y eyaculé luego la puse en cuatro y se la metí, sus nalgas sonaban bien en mis caderas, empezó a llorar de nuevo del dolor -Ya deja de estar llorando, sé que te gusta tanto como yo, lo deseas, todo este tiempo lo has querido.- apreté sus caderas fuertemente que lloró más, saqué mi pene y eyaculé encima.
El Domingo hicimos lo mismo solo que ahora no lloró, solo suspiraba de dolor.
El Lunes fui a su recámara y estaba vez antes de metérsela ella se puso encima de mi y me besó, se levantó un poco y pude ver en sus ojos que ella por fin había aceptado, se metió mi pene y se recostó en mi pecho, moviendo su culo, me vine al poco tiempo y ella solo me besaba el cuello, dormimos un rato más nos despertamos a las 11, cuando ella se iba a levantar yo insistí en que se quedara para otro round, le acaricié el culo y me vine fuera de él.
Su hermano no había querido ir a la escuela, estábamos sentados frente a la tele y ella vino a sentarse en mis piernas, pero antes me bajé el pantalón y me cubrí con una toalla, ella lentamente hizo lo mismo, y luego se la volví a meter por el ano, nos movíamos muy lentamente, y cuando eyaculé ella me apretó el brazo lo más fuerte que podía, cruzó las piernas para tratar de disimular el dolor.
En la escuela le dije que fuéramos a los baños a terminar de pagar, le dije que se arrodillara y se abriera un poco la blusa, me masturbé enfrente de ella y me vine.
-Cuando quieras volver a tener dudas, dímelas yo te ayudaré.-
Daba asesorías por los fines de semana, de Viernes a Domingo y a veces los Lunes en las mañanas y en la escuela, mi primera Alumna fue Andrea, una chica morena, tetas medianas al igual que su culo, su cuerpo delgado pero escultural, le había pedido que viniera a mi casa para poder estudiar, pero ella insistió en que yo fuera a su casa, incluso me ofreció un cuarto para quedarme, esa era una de las condiciones, quedarse el fin de semana, pagar por efectivo, y tener compromiso y plena confianza en mi, así que fui a su casa y resulta que su mamá salía desde temprano entre semana a trabajar, y en fines de semana ella regresaba temprano, ella fue de las primeras en darme un pago especial.
Cuando llegué a su casa me sentí tranquilo, llegué a medio día, y empezamos a estudiar luego luego, pero le dije que quería estar solo un rato, en mi recámara, me quité toda la ropa, fui a su recámara, saqué unas braga del canasto de ropa sucia, y bajé con ellas mientras las olía me la jalaba, ella me miró sacada de onda.
-Qué carajos estás haciendo cabrón? Deja eso y ponte algo de ropa de inmediato.- pero no le hice caso.
-Te dije que si te ayudaba tú tendrías que tener plena confianza en mí y pagarme más- me senté a su lado -o prefieres decirle a tu mamá que tienes que recursar el semestre- se quedó callada le toqué la pierna y poco a poco iba subiendo mi mano hacia su vagina -cuando acabemos aquí tú y yo iremos allá arriba a que me pagues, de acuerdo?- su mirada quedaba abajo en mi pene que se me ponía más duro -quítate la playera y desabrochate el pantalón- lo hizo y quedó al descubierto sus tetas perfectamente alineadas, las toqué y no pude evitar venirme en el momento, empecé a explicarle la lección que quería aprender, mientras realizaba ejercicios yo me la pasaba en mi celular viendo porno, cuando me decía que ya había acabado me acercaba a ella y la acariciaba un rato, le pedí que fuera por un vaso pequeño a la cocina, me trajo uno que se usan para las voladoras, me vine dos veces en ese vaso -tomátelo- me miró con desprecio, yo insistí, le agarré la boca y la bese, luego le dije que lo bebiera, tomó el vaso y fue tomándoselo poco a poco, pero no aguanto las ganas que fue corriendo al baño a escupirlo, se lavó la boca, dejó un poco de semen en el vaso, mis chorros eran espesos, muy espesos.
La llevé a su recámara, cerré la puerta, ella se asustó mucho, me le acerqué lentamente excitado, nervioso como ella.
-Te Amo Andy, entiendelo, quítate el pantalón.- ya no me miraba a los ojos, todo el tiempo hacia abajo pensando si esto podría ser una pesadilla, se dejó sus bragas, la besé lentamente, acariciaba sus tetas mientras yo le jalaba su mano a mi pene para acariciarlo, la volteé hacia la cama, le bajé las bragas y se la metí lentamente sin saliva, ella gimió como perra.
-aaaahhhhgggg, aaaaaauuuu, yyyyyaaaaaa.- la cogía lentamente gozando cada movimiento, cada gemido, cada parte de su cuerpo, saqué mi pene y la aventé a la cama, me puse encima de ella, besando su espalda, luego se la metía por el ano de igual manera que ella gritó más alto, le dolía demasiado, a mi también me dolió, creía que no le entraría completa pero entró, dejé de moverme un rato por el dolor que sentíamos, ella gritaba, lloraba un poco del dolor -cállate, ya casi termino- le dije al oído, de repente escuchamos un ligero ruido en la sala, le tapé la boca para que se callara, el ruido se incrementaba pero luego dejó de oírse, me movía lentamente, aún más lento, le seguí tapando la boca, peto gritaba demasiado, empezó a llorar, yo puse mi mano en una de sus tetas que estaba en contacto con las sábanas que ella jalaba, eyaculé con tres chorros demasiado largos y líquidos que creía estar orinando, sentí un inmenso dolor en mi pene que lo saqué rápido sin pensar que a ella le dolería aún más, la tenía demasiado tiesa y dura, más de lo normal, me quedé viendo el techo, tocándole una nalga, mientras ella estaba llorando hasta quedarse callada.
Media hora después, ella se levantó con un intenso dolor y salió al baño a lavarse la cara, y el trasero, se puso la ropa, cuando se puso el pantalón fui a frotarle mi pene que seguía duro, ella se quedó inmóvil.
-Me pagaste bien, de hecho a sido uno de los mejores polvos de mi vida, tendremos más durante este fin de semana.- se volteó rápido y queso darme una abofetada pero le detuve la mano -ya te lo dije, si no quieres que te ayude, dímelo ahora y yo me iré, si le dices esto a tu madre no creo que ella vaya a creerte, todos saben que eres bien mentirosa...y zorra- le toqué los labios y descendía hasta su bubi, ella no dijo nada, le di un beso. Su hermano había llegado de la secundaria, ella preparó la comida, yo escondía el vaso con el semen, que lo iba rellenando durante el resto del día, y ella lo bebía y lo escupía en el fregadero o en el lavabo.
El Sábado por la mañana entré a su recámara poco después que su mamá se había ido, me recosté detrás de ella y la acariciaba, ella se espantó pero yo la calmé, de inmediato se la empecé a meter pero ella de tapaba la cola, peto le apreté ambas manos para que me dejara seguir, ella cedió y yo empecé a moverme un poco más rápido, volvió a llorar por el dolor que le causaba, esta vez no fue en el ano, lo hice en su vagina y me vine en ella, sólo gimió un poco y suspiró, nos quedamos dormidos un rato, y despertamos a las 10 de la mañana, me bañé y durante todo el día no me habló en lo absoluto más que para preguntarme dudas, y pedirme algunos favores de la casa, en la tarde nos la pasamos en su recámara, me volví a quitar la ropa y cerré la puerta con seguro.
-Empinate.- se quedó inmóvil -házlo ahora.- se puso de rodillas y me la mamó bien rico, le hice garganta profunda y eyaculé luego la puse en cuatro y se la metí, sus nalgas sonaban bien en mis caderas, empezó a llorar de nuevo del dolor -Ya deja de estar llorando, sé que te gusta tanto como yo, lo deseas, todo este tiempo lo has querido.- apreté sus caderas fuertemente que lloró más, saqué mi pene y eyaculé encima.
El Domingo hicimos lo mismo solo que ahora no lloró, solo suspiraba de dolor.
El Lunes fui a su recámara y estaba vez antes de metérsela ella se puso encima de mi y me besó, se levantó un poco y pude ver en sus ojos que ella por fin había aceptado, se metió mi pene y se recostó en mi pecho, moviendo su culo, me vine al poco tiempo y ella solo me besaba el cuello, dormimos un rato más nos despertamos a las 11, cuando ella se iba a levantar yo insistí en que se quedara para otro round, le acaricié el culo y me vine fuera de él.
Su hermano no había querido ir a la escuela, estábamos sentados frente a la tele y ella vino a sentarse en mis piernas, pero antes me bajé el pantalón y me cubrí con una toalla, ella lentamente hizo lo mismo, y luego se la volví a meter por el ano, nos movíamos muy lentamente, y cuando eyaculé ella me apretó el brazo lo más fuerte que podía, cruzó las piernas para tratar de disimular el dolor.
En la escuela le dije que fuéramos a los baños a terminar de pagar, le dije que se arrodillara y se abriera un poco la blusa, me masturbé enfrente de ella y me vine.
-Cuando quieras volver a tener dudas, dímelas yo te ayudaré.-
1 comentarios - Págame. (Andrea)