ConEli primero había cenado en su depto, ella de fina pollera liviana. Luego lo dela playa, ella en fina malla, cremita, todo. Y ahora, me quedaba por salir a untelo con ella, y quizá verla de cuero, porque me había contado que usaba cuandole pregunté en su casa. Luego de la playa, a la noche la llamé para ver cómoestaba, me dijo que hecha bolsa pero bien, me agradeció la cogida, mirá vos quégauchita. Y agregó: "Diegui, te prometí una noche, así que ponete muylindo que si querés el jueves te paso a buscar y vamos". De una y casijadeando dije sí, arreglamos y salimos.
Excitado,me vestí con mi campera de cuero, camisa,pantalón y zapatos, fuerte perfume hasta en las manos, estaba caliente que nosabía si pintarme, Mirá. Y que´te cuento cuando Eli vino a buscarme, abrí y la vi.tremenda: campera de cuero fina negra, blusa, pollera negra y tacos, muymaquillada y perfumada, con un carterón finísimo de cuero que le hacía juegocon su ropa. Tal cual, usaba y usa cuero. es más, capaz que tiene más. Y cómome puse cuando me tomó del brazo, me hizo sentir su fino cuero y su aroma a pinturay perfume, más sus ruidosos tacos. Fuimos a cenar a un restaurante, comimosqueso, fiambre y mariscos, luego helado bien cargadito. Nos mimamos, elogiamosla pinta, yo su cuero y pintura, ella mi cuero y perfume. Le recalqué que usabacuero, ella me contó, detalles, repreguntas, le saqué el cuero nomás, no sóloel que tenía puesto. Y encima, la divina marplatense acotó: "Viste, me puse lo más linda quepude para vos, dulce", mientras me pellizcaba suave la pera.
Despuésde la cena, fuimos a un telo cerca. Yo estaba por conocerla desnuda pero en untelo, una nueva experiencia con la rubia madura. Y tras mimos, besos, caricias,todo, fuimos con palabras fuertes, lengua va, lengua viene, ropita, que tesaco, que me sacás, que dale que estoy caliente, que te chupo, que cogeme. Ycuando nos quisimos acordar, ella en ropita y yo en calzón. Eli estaba entremendo conjunto de corpiño y bombacha, portaligas y medias negras. Enfurecí,la manoseé, ella se me escabulló, se sacó despacito el corpiño, le quiseapretar las tetas pero se volvió a escabullir, y haciendo movimientos de lo másinfernales, Eli se quitó excitada la bombacha, Se me fue la superpijota paraadelante, la rubia lo notó, me lo agarró adentro del calzón y me lo quitó suavemente.Y qué voy a esperar: apenas en pene, la agarré loco, me la acosté en la cama,la abrí enloquecido y se la metí de una hasta el fondo de su espectacularvagina. Eli pegó alarido, yo también, nos dimos, le di, excitado por su aroma acrema y pintura, piel fina, cuerpo perfecto, su buena onda y su entrega total.Mi vecinita gemía que daba gusto, y cómo gritó y rió de placer cuando arrojé monstruososemen en su vagina, eyaculando violentamente y llenándola. Eli largó muchoflujo, nos chupamos todo, y cuando se iba a sentar, no la dejé, la apreté bienen sus tetas, que antes no me había dejado, la di vuelta y por la cola hastallenarla de mi semen. Luego le acabé semen en sus tetas, la unté, la marplatensejadeaba "soy tu tostada, pasame semen, pasame, pasame", y yo loco. Yluego todo: vagina, cola, ambas vías, semen en su cara, pelo, tragué su flujo,ella mi pene, la aplasté contra la pared y le di con bombacha, se la cambió yse la volví a dar mojándole la nueva bombacha, se la sacó empapada y me la dio,y la lamí con gusto. Nos enzarzamos arriba del colchón, yo con mi corpacho,locura y pene grueso y firme a pesar de tanta eyaculada, y Eli excitada, insaciable,sudada, jadeante, prendida fuego con tutti. Así estuvimos más o menos cuatrohoras, y luego, nos dormimos románticos, despertamos, desayuno completo y anuestros deptos, no si nantes besote en la boca. "Diegui, mi dulzura,llamame cuando quieras y voy a verte", me despidió sin saber si nos veríamosde nuevo o no, quizá la llame cuandovuelva.
Excitado,me vestí con mi campera de cuero, camisa,pantalón y zapatos, fuerte perfume hasta en las manos, estaba caliente que nosabía si pintarme, Mirá. Y que´te cuento cuando Eli vino a buscarme, abrí y la vi.tremenda: campera de cuero fina negra, blusa, pollera negra y tacos, muymaquillada y perfumada, con un carterón finísimo de cuero que le hacía juegocon su ropa. Tal cual, usaba y usa cuero. es más, capaz que tiene más. Y cómome puse cuando me tomó del brazo, me hizo sentir su fino cuero y su aroma a pinturay perfume, más sus ruidosos tacos. Fuimos a cenar a un restaurante, comimosqueso, fiambre y mariscos, luego helado bien cargadito. Nos mimamos, elogiamosla pinta, yo su cuero y pintura, ella mi cuero y perfume. Le recalqué que usabacuero, ella me contó, detalles, repreguntas, le saqué el cuero nomás, no sóloel que tenía puesto. Y encima, la divina marplatense acotó: "Viste, me puse lo más linda quepude para vos, dulce", mientras me pellizcaba suave la pera.
Despuésde la cena, fuimos a un telo cerca. Yo estaba por conocerla desnuda pero en untelo, una nueva experiencia con la rubia madura. Y tras mimos, besos, caricias,todo, fuimos con palabras fuertes, lengua va, lengua viene, ropita, que tesaco, que me sacás, que dale que estoy caliente, que te chupo, que cogeme. Ycuando nos quisimos acordar, ella en ropita y yo en calzón. Eli estaba entremendo conjunto de corpiño y bombacha, portaligas y medias negras. Enfurecí,la manoseé, ella se me escabulló, se sacó despacito el corpiño, le quiseapretar las tetas pero se volvió a escabullir, y haciendo movimientos de lo másinfernales, Eli se quitó excitada la bombacha, Se me fue la superpijota paraadelante, la rubia lo notó, me lo agarró adentro del calzón y me lo quitó suavemente.Y qué voy a esperar: apenas en pene, la agarré loco, me la acosté en la cama,la abrí enloquecido y se la metí de una hasta el fondo de su espectacularvagina. Eli pegó alarido, yo también, nos dimos, le di, excitado por su aroma acrema y pintura, piel fina, cuerpo perfecto, su buena onda y su entrega total.Mi vecinita gemía que daba gusto, y cómo gritó y rió de placer cuando arrojé monstruososemen en su vagina, eyaculando violentamente y llenándola. Eli largó muchoflujo, nos chupamos todo, y cuando se iba a sentar, no la dejé, la apreté bienen sus tetas, que antes no me había dejado, la di vuelta y por la cola hastallenarla de mi semen. Luego le acabé semen en sus tetas, la unté, la marplatensejadeaba "soy tu tostada, pasame semen, pasame, pasame", y yo loco. Yluego todo: vagina, cola, ambas vías, semen en su cara, pelo, tragué su flujo,ella mi pene, la aplasté contra la pared y le di con bombacha, se la cambió yse la volví a dar mojándole la nueva bombacha, se la sacó empapada y me la dio,y la lamí con gusto. Nos enzarzamos arriba del colchón, yo con mi corpacho,locura y pene grueso y firme a pesar de tanta eyaculada, y Eli excitada, insaciable,sudada, jadeante, prendida fuego con tutti. Así estuvimos más o menos cuatrohoras, y luego, nos dormimos románticos, despertamos, desayuno completo y anuestros deptos, no si nantes besote en la boca. "Diegui, mi dulzura,llamame cuando quieras y voy a verte", me despidió sin saber si nos veríamosde nuevo o no, quizá la llame cuandovuelva.
0 comentarios - Salí con mi vecina Eli de cuero y me la supercogí