Nos conocimos en Hamburgo. Yo pertenecía a un grupo de jovenes que habíamos sido invitados a la cumbre de presidentes en Hamburgo, Alemania.
Para mi era una oportunidad increíble, estaba representando a mi país ante el mundo, y como experiencia personal era genial.
En Fráncfort me encontré con Kathy de Chile y Janette de Brasil, también invitados a la cumbre. Y de ahí tomamos otro avión rumbo a la ciudad anfitriona. El hotel era increíble, y el clima estupendo. Aproveche para ducharme y comer algo. Sabía que esta era mi momento de agrandar mi lista de contactos internacionales. Los chicos me pasaron a buscar y fuimos a recorrer un poco, al otro día comenzaría la cumbre, y tendríamos que participar en la conferencia de presa de la Canciller Alemana, Angela Merkel.
Desde el momento uno Kathy me gusto, era muy alto, y rubio. Cuando lo vi supe, que, inevitablemente terminaría en mi cama. Cuando me bañe, imagine su verga, y quise sentirla adentro, apretando con fuerza. Aproveche para usar un buen escote, y me existe cuando me di cuenta que daba resultado, y mi colega no paraba de mirarme.
Los días pasaban, y el viaje se volvía cada vez más increíble. La ante ultima noche fuimos parte de una entrevista al presidente en cuestión. Mi vestimenta incluía una pollera no muy larga, negra, unos tacones negros también, y una camisa blanca con dorado. No era mi intención lucir "sexy", sino formal. Aunque el botón de mi camisa estaba a punto de explotar y entreveraba mi corpiño de encaje negro. Kathy luego me diría que estaba vestida como una verdadera puta. El incluso utilizaría el termino diplo-trola.
Todos teníamos oportunidad de hacerle una pregunta al presidente, al llegar mi turno me puse de pie y él sonrió. Hacía más de dos horas que estábamos en esa sala así que nadie estaba poniendo demasiada atencion. En el momento que duro mi pregunta, y su respuesta el me miro a los ojos. Yo que soy bastante vergonzosa me sonroje rápidamente, y él lo noto. Contesto con la altura de un rey, (o un Zar). Cuando volví a mi silla pude darme cuenta que el botón de mi camisa se había desabrochado y quizás eso miraba el presidente.
Luego de eso se desarrollo un pequeño mitin, en el que, debo confesar, bebí bastante espumante. Aproveche para charlar con todo el mundo, y comer unos blinis exquisitos. También cruce algunas miradas con el presidente. No era joven, pero su estado era hermoso, era bajito, y rubio, tal como me gustan a mi. Nunca estuvimos cerca, ni intercambiamos palabras, aunque yo aproveche para mirarlo, realmente me parecía hermoso. Tan fuerte, seguro, inteligente. Yo, que era consciente de la fama sexual que tenían los hombres de su nacionalidad me babeaba por él.
El mitin termino junto con la noche, y todos volvimos a nuestros hoteles. Los chicos me invitaron a beber al bar del hotel de al lado pero preferí quedarme, estaba cansada y quería estar bien para el cierre del foro. Entre a bañarme, con el agua muy caliente. Llene la bañera y me dispuse a jugar con un pequeño dildo vibrante que había llevado. Fantasee con Kathy, y la imagen del presidente también estuvo en mi cabeza. Cuando termine me lave la cabeza, y me relaje. Casi me quedo dormida en la ducha, cuando golpearon la puerta del cuarto. Me exalte rápidamente y salí de la bañera. Me envolví como pude y grite unos "Ya va" en español. Abrí la puerta un poco y había un hombre y una mujer. Nunca los había visto en mi vida. Les pregunte que necesitaban, y me explicaron que era algo privado, y que les gustaría pasar a la habitación. Les pedí que me disculpen un instante que me vestía y los hacía pasar. Entre rápidamente y destape la bañera. Me vestí rápido, aunque no encontraba nada que ponerme. Termine de remerita y shorts de dormir. Acomode mi cuarto, guardando todo en el closet.
Volví a la puerta y los invite a pasar. Ambos lucían muy serios. Ella se sentó, él no, y comenzó a hablar primero.
Perdón por la irrupción repentina.
No pasa nada- dije yo- En que los puedo ayudar.
Trabajamos para el gobierno (del país en cuestión) y alguien de la administración nos ha solicitado verte, ¿estarías dispuesta a recibirlo de manera privada? - realmente estaba muy nerviosa. No sabía que estaba pasando y esta situación me daba un poco de miedo.
¿De quien estamos hablando?- pregunte imaginando que sería algún secretario con los que había hablado temprano.
No podemos darte esa información- Ahora el que hablaba era él. Abrió su portafolio. - De estar dispuesta a aceptar, deberías firmar estos tres contratos de confidencialidad. - me los extendió.Estaban en un idioma desconocido para mi, pero la curiosidad mató al gato, así que los firme. Me explicaron, que nunca podría hablar de lo que paso esa noche públicamente, ni usarlo con fines económicos. También me recomendaron que olvide ese encuentro rápidamente. Realmente, no tenía ni idea quién podía ser. Me saludaron y se retiraron. Yo aproveche para peinarme y ponerme algo mejor de ropa. Me decidí por un vestido de algodón negro, nada demasiado arreglado. El tiempo paso lentisimo, ya no veía el momento de que golpearan mi puerta. Hasta que lo hicieron, cuando abrí no reconocí al hombre que estaba del otro lado, quien entro sin pedirme permiso y reviso la habitación, y me reviso a mi. Yo proteste y lo único que pude entender fue "micrófono". Tan rápido como entró, salió, y volví a quedar sola, un poco shockeada por lo que había pasado. La puerta volvio a sonar. Y casi me avalanche a ella. Abrí, como si se tratase de un asunto de vida o muerte, y ahí estaba parado, solo, con un jean y una camisa azul. A mi se me fue el aire, y creo que me puse pálida porque él lo noto y me hablo en su idioma. Rápidamente me compuse y lo invite a pasar, en español. Había cierto confusión, por lo que me pregunto "in english is ok?" "Of course" fue mi respuesta automática.
-Antes que nada, quiero pedirte disculpas por este lío burocrático, y de seguridad. Creo que debes entender como funcionan los servicios secretos. - yo simplemente asentí. - espero que mi visita no te haya importunado.
-Para nada señor presidente. Me sorprende nada más.
-Llámame Vlad. Por favor. Puedo preguntarte si cenaste, yo tengo hambre y me gustaría hacerlo contigo-
-Sí, claro-dije sentándome y buscando en el cajón de la mesa de luz, la carta del room service.
Él se rió y se sentó a mi lado, diciéndome que desgraciadamente solo podríamos comer y beber lo que su gente traiga. Yo me sentí bastante ingenua, y acepte. El salio un momento a hablar afuera y cuando volvió me dijo que ya estaba todo arreglado.
Le pregunte por qué me había venido a visitar, y me dijo que le había parecido una joven muy "interesante" y quería pasar una noche diferente. La verdad que en ese momento me sentí un poco mal, como una prostituta, de más nivel, pero una prostituta al fin. Él tomo mi mano y me condujo al sillon, nos sentamos ahí, y charlamos. Me pregunto sobre argentina, la comida, me conto que le gustaba el vino, he hicimos algunos comentarios sobre la política de mi país, de nuestro presidente. También hablamos de su país, yo le conté de los cientos de documentales que había visto. Estábamos hablando de arte cuando golpearon la puerta y dijeron algo en su idioma. Él les respondió y pasaron, fue algo bastante raro, liberaron la mesa del cuarto y pusieron un mantel elegante. Había flores, muchas copas y cubiertos, también había un malbec, y dos espumantes. Sirvieron los platos, mientras yo miraba todo con asombro. Hablaron algo que no pude entender y se fueron. Pude escuchar como trabaron la puerta por fuera.
La cena transcurrió bellisima, asi que decido guardarmela para mi. Es un hombre muy interesante.
Cuando volvimos al sillon yo ya estaba casi borracha, y lo único que quería era que me bese. Le miraba los labios, y frantaseaba sobre su sabor.
Había silencio hasta que él lo interrumpió contando un chiste. No si por él alcohol, o por qué, pero yo me reí, me reí mucho, estaba tentada. Fue recién cuando pare, y el me miraba fijo que le dije.
-Besame.- lo dije en español, pero más que decirlo se me salió. Y no se si me entendió o no pero lo hizo. Fue un beso muy intenso, duro un rato. Luego nos miramos unos segundos a los ojos y no hizo falta ninguna palabra, aquel hombre me iba a cojer. Como se habrán dado cuenta, soy una mujer ardiente y segura de mi misma, pero la situación y aquel imponente hombre me pusieron algo nerviosa; me levante y le dije que necesitaba ir al baño, sabía que miraría mi gordo culo y eso me calentaba todavía más. Camine muy despacio, entré y hacía como que me retocaba el pelo mientras sentía sus pasos acelerados, cuando lo ví entrar por el espejo, me di rápidamente la vuelta apoyándome contra la bacha, mientras nos besábamos y subía mi vestido para acariciar mi culo y mi vulva por encima de la bombacha, me decía las ganas que tenia de cojerme y yo lo mucho que lo deseaba pero, que vayamos a la cama, que ahí no quería. Antes de salir del baño tenia que ver y tocar su verga, así que lo hice rápido, se la saqué y casi me muero de la impresión, era mucho más grande y bastante más gruesa que la de todos los hombres con los que estuve. Era una preciosidad, estaba muy caliente, su pija y yo. Me arrodille y se la chupe unos segundos, me hubiera quedado chupándola horas pero me levante y le dije que vayamos a la cama. Me baje el vestido y me recompuse saliendo rápidamente no sin antes darme la vuelta y besarle en la boca con el dulce sabor que me habían dejado los fluidos de su verga. Me encaminaba por el pasillo hacia la cama cuando sentí una palmada en mi gordo culo mientras me apoyaba los brazos contra la pared apartándo la braga a un lado y susurrándome al oído lo linda que era, al tiempo que me colocaba su pija en la entrada de la concha; arqueé mi cuerpo sacando el culo para favorecer que del siguiente golpe me la metiera hasta el fondo, di un fuerte grito de placer que poco me importó si el hotel entero lo había oído. Sentí aquella larga y gorda verga cojerme de una manera en aquella postura que además me enloquecía y en aquella situación hizo que siguiera con mis gritos cada vez que me la metía hasta el fondo; esperaba su descarga, me bombeaba tan fuerte que tuve que sujetar mis tetas ,lo sentía , sentía como se iba a correr muy dentro de mí; apretándome las tetas y gritando los dos juntos de aquel polvazo que nos estábamos dando, me saco la pija y descargó todo su semen sobre mi culo. Rebotando sus huevos en mis nalgas y pidiéndole que no parase; sentí perfectamente sus golpes de leche caliente espesa y muy abundante nunca había sentido tanta sobre mí , nos quedamos quietos un rato y muy juntos, respirando agitados.
-Que culo hermoso- me decía mientras lo acariciaba, me ayudó a incorporarme besando mi espalda y mi cuello, me dio la vuelta para mirarme de frente, mientras sentía su leche recorriendo mis piernas. Nos miramos a los ojos unos segundos sin decir nada para de repente besarnos como locos, acariciando él mis tetas y yo su bonito culo.
Teníamos toda la noche para nosotros, lo agarre de la mano y lo arrastré por el pasillo hasta mi cama dándome palmadas en el culo diciéndome lo buena que estaba mientras mis grandes tetas bailaban contentas de un lado a otro , pasamos dos horas cojiendo en todas las posturas, y sí que se la chupe aunque no quiso acabar en mi boca. Estaba completamente desnuda, me decía que estaba preciosa así; me tumbó boca arriba y me montó bombeándome como un loco, lamiendo ,besando y mordiéndome las tetas, que bien garchaba. Me empezó a hacer el orto, cada embestida más fuerte, estábamos ambos en el cielo. Estaba a punto de correrse otra vez, dentro de mí culo, le miré a la cara y le dije lo bien que garchaba, se paró y mirándome a los ojos me besó en la boca para dar los últimos golpes en mi culo y acabo gritando como un leon, nos quedamos quietos con su pija bien metida besándonos, acariciándonos y susurrándonos al oído lo bueno que había sido.
Nos quedamos dormidos, así, abrazados, me despertó mientras se iba, y me beso muy fuerte, muy apasionado, yo le agradecí por la noche más maravillosa.
Se fue, y no volví a verlo. El foro termino, y el viaje estuvo increíble para mi.
Para navidad me llego de regalo una flor y una postal, con su inicial escrita, yo creo que es de él, pero no lo se con certeza.
Siempre pienso que algún día va a llamarme, y espero realmente volver a verlo algún día.
Para mi era una oportunidad increíble, estaba representando a mi país ante el mundo, y como experiencia personal era genial.
En Fráncfort me encontré con Kathy de Chile y Janette de Brasil, también invitados a la cumbre. Y de ahí tomamos otro avión rumbo a la ciudad anfitriona. El hotel era increíble, y el clima estupendo. Aproveche para ducharme y comer algo. Sabía que esta era mi momento de agrandar mi lista de contactos internacionales. Los chicos me pasaron a buscar y fuimos a recorrer un poco, al otro día comenzaría la cumbre, y tendríamos que participar en la conferencia de presa de la Canciller Alemana, Angela Merkel.
Desde el momento uno Kathy me gusto, era muy alto, y rubio. Cuando lo vi supe, que, inevitablemente terminaría en mi cama. Cuando me bañe, imagine su verga, y quise sentirla adentro, apretando con fuerza. Aproveche para usar un buen escote, y me existe cuando me di cuenta que daba resultado, y mi colega no paraba de mirarme.
Los días pasaban, y el viaje se volvía cada vez más increíble. La ante ultima noche fuimos parte de una entrevista al presidente en cuestión. Mi vestimenta incluía una pollera no muy larga, negra, unos tacones negros también, y una camisa blanca con dorado. No era mi intención lucir "sexy", sino formal. Aunque el botón de mi camisa estaba a punto de explotar y entreveraba mi corpiño de encaje negro. Kathy luego me diría que estaba vestida como una verdadera puta. El incluso utilizaría el termino diplo-trola.
Todos teníamos oportunidad de hacerle una pregunta al presidente, al llegar mi turno me puse de pie y él sonrió. Hacía más de dos horas que estábamos en esa sala así que nadie estaba poniendo demasiada atencion. En el momento que duro mi pregunta, y su respuesta el me miro a los ojos. Yo que soy bastante vergonzosa me sonroje rápidamente, y él lo noto. Contesto con la altura de un rey, (o un Zar). Cuando volví a mi silla pude darme cuenta que el botón de mi camisa se había desabrochado y quizás eso miraba el presidente.
Luego de eso se desarrollo un pequeño mitin, en el que, debo confesar, bebí bastante espumante. Aproveche para charlar con todo el mundo, y comer unos blinis exquisitos. También cruce algunas miradas con el presidente. No era joven, pero su estado era hermoso, era bajito, y rubio, tal como me gustan a mi. Nunca estuvimos cerca, ni intercambiamos palabras, aunque yo aproveche para mirarlo, realmente me parecía hermoso. Tan fuerte, seguro, inteligente. Yo, que era consciente de la fama sexual que tenían los hombres de su nacionalidad me babeaba por él.
El mitin termino junto con la noche, y todos volvimos a nuestros hoteles. Los chicos me invitaron a beber al bar del hotel de al lado pero preferí quedarme, estaba cansada y quería estar bien para el cierre del foro. Entre a bañarme, con el agua muy caliente. Llene la bañera y me dispuse a jugar con un pequeño dildo vibrante que había llevado. Fantasee con Kathy, y la imagen del presidente también estuvo en mi cabeza. Cuando termine me lave la cabeza, y me relaje. Casi me quedo dormida en la ducha, cuando golpearon la puerta del cuarto. Me exalte rápidamente y salí de la bañera. Me envolví como pude y grite unos "Ya va" en español. Abrí la puerta un poco y había un hombre y una mujer. Nunca los había visto en mi vida. Les pregunte que necesitaban, y me explicaron que era algo privado, y que les gustaría pasar a la habitación. Les pedí que me disculpen un instante que me vestía y los hacía pasar. Entre rápidamente y destape la bañera. Me vestí rápido, aunque no encontraba nada que ponerme. Termine de remerita y shorts de dormir. Acomode mi cuarto, guardando todo en el closet.
Volví a la puerta y los invite a pasar. Ambos lucían muy serios. Ella se sentó, él no, y comenzó a hablar primero.
Perdón por la irrupción repentina.
No pasa nada- dije yo- En que los puedo ayudar.
Trabajamos para el gobierno (del país en cuestión) y alguien de la administración nos ha solicitado verte, ¿estarías dispuesta a recibirlo de manera privada? - realmente estaba muy nerviosa. No sabía que estaba pasando y esta situación me daba un poco de miedo.
¿De quien estamos hablando?- pregunte imaginando que sería algún secretario con los que había hablado temprano.
No podemos darte esa información- Ahora el que hablaba era él. Abrió su portafolio. - De estar dispuesta a aceptar, deberías firmar estos tres contratos de confidencialidad. - me los extendió.Estaban en un idioma desconocido para mi, pero la curiosidad mató al gato, así que los firme. Me explicaron, que nunca podría hablar de lo que paso esa noche públicamente, ni usarlo con fines económicos. También me recomendaron que olvide ese encuentro rápidamente. Realmente, no tenía ni idea quién podía ser. Me saludaron y se retiraron. Yo aproveche para peinarme y ponerme algo mejor de ropa. Me decidí por un vestido de algodón negro, nada demasiado arreglado. El tiempo paso lentisimo, ya no veía el momento de que golpearan mi puerta. Hasta que lo hicieron, cuando abrí no reconocí al hombre que estaba del otro lado, quien entro sin pedirme permiso y reviso la habitación, y me reviso a mi. Yo proteste y lo único que pude entender fue "micrófono". Tan rápido como entró, salió, y volví a quedar sola, un poco shockeada por lo que había pasado. La puerta volvio a sonar. Y casi me avalanche a ella. Abrí, como si se tratase de un asunto de vida o muerte, y ahí estaba parado, solo, con un jean y una camisa azul. A mi se me fue el aire, y creo que me puse pálida porque él lo noto y me hablo en su idioma. Rápidamente me compuse y lo invite a pasar, en español. Había cierto confusión, por lo que me pregunto "in english is ok?" "Of course" fue mi respuesta automática.
-Antes que nada, quiero pedirte disculpas por este lío burocrático, y de seguridad. Creo que debes entender como funcionan los servicios secretos. - yo simplemente asentí. - espero que mi visita no te haya importunado.
-Para nada señor presidente. Me sorprende nada más.
-Llámame Vlad. Por favor. Puedo preguntarte si cenaste, yo tengo hambre y me gustaría hacerlo contigo-
-Sí, claro-dije sentándome y buscando en el cajón de la mesa de luz, la carta del room service.
Él se rió y se sentó a mi lado, diciéndome que desgraciadamente solo podríamos comer y beber lo que su gente traiga. Yo me sentí bastante ingenua, y acepte. El salio un momento a hablar afuera y cuando volvió me dijo que ya estaba todo arreglado.
Le pregunte por qué me había venido a visitar, y me dijo que le había parecido una joven muy "interesante" y quería pasar una noche diferente. La verdad que en ese momento me sentí un poco mal, como una prostituta, de más nivel, pero una prostituta al fin. Él tomo mi mano y me condujo al sillon, nos sentamos ahí, y charlamos. Me pregunto sobre argentina, la comida, me conto que le gustaba el vino, he hicimos algunos comentarios sobre la política de mi país, de nuestro presidente. También hablamos de su país, yo le conté de los cientos de documentales que había visto. Estábamos hablando de arte cuando golpearon la puerta y dijeron algo en su idioma. Él les respondió y pasaron, fue algo bastante raro, liberaron la mesa del cuarto y pusieron un mantel elegante. Había flores, muchas copas y cubiertos, también había un malbec, y dos espumantes. Sirvieron los platos, mientras yo miraba todo con asombro. Hablaron algo que no pude entender y se fueron. Pude escuchar como trabaron la puerta por fuera.
La cena transcurrió bellisima, asi que decido guardarmela para mi. Es un hombre muy interesante.
Cuando volvimos al sillon yo ya estaba casi borracha, y lo único que quería era que me bese. Le miraba los labios, y frantaseaba sobre su sabor.
Había silencio hasta que él lo interrumpió contando un chiste. No si por él alcohol, o por qué, pero yo me reí, me reí mucho, estaba tentada. Fue recién cuando pare, y el me miraba fijo que le dije.
-Besame.- lo dije en español, pero más que decirlo se me salió. Y no se si me entendió o no pero lo hizo. Fue un beso muy intenso, duro un rato. Luego nos miramos unos segundos a los ojos y no hizo falta ninguna palabra, aquel hombre me iba a cojer. Como se habrán dado cuenta, soy una mujer ardiente y segura de mi misma, pero la situación y aquel imponente hombre me pusieron algo nerviosa; me levante y le dije que necesitaba ir al baño, sabía que miraría mi gordo culo y eso me calentaba todavía más. Camine muy despacio, entré y hacía como que me retocaba el pelo mientras sentía sus pasos acelerados, cuando lo ví entrar por el espejo, me di rápidamente la vuelta apoyándome contra la bacha, mientras nos besábamos y subía mi vestido para acariciar mi culo y mi vulva por encima de la bombacha, me decía las ganas que tenia de cojerme y yo lo mucho que lo deseaba pero, que vayamos a la cama, que ahí no quería. Antes de salir del baño tenia que ver y tocar su verga, así que lo hice rápido, se la saqué y casi me muero de la impresión, era mucho más grande y bastante más gruesa que la de todos los hombres con los que estuve. Era una preciosidad, estaba muy caliente, su pija y yo. Me arrodille y se la chupe unos segundos, me hubiera quedado chupándola horas pero me levante y le dije que vayamos a la cama. Me baje el vestido y me recompuse saliendo rápidamente no sin antes darme la vuelta y besarle en la boca con el dulce sabor que me habían dejado los fluidos de su verga. Me encaminaba por el pasillo hacia la cama cuando sentí una palmada en mi gordo culo mientras me apoyaba los brazos contra la pared apartándo la braga a un lado y susurrándome al oído lo linda que era, al tiempo que me colocaba su pija en la entrada de la concha; arqueé mi cuerpo sacando el culo para favorecer que del siguiente golpe me la metiera hasta el fondo, di un fuerte grito de placer que poco me importó si el hotel entero lo había oído. Sentí aquella larga y gorda verga cojerme de una manera en aquella postura que además me enloquecía y en aquella situación hizo que siguiera con mis gritos cada vez que me la metía hasta el fondo; esperaba su descarga, me bombeaba tan fuerte que tuve que sujetar mis tetas ,lo sentía , sentía como se iba a correr muy dentro de mí; apretándome las tetas y gritando los dos juntos de aquel polvazo que nos estábamos dando, me saco la pija y descargó todo su semen sobre mi culo. Rebotando sus huevos en mis nalgas y pidiéndole que no parase; sentí perfectamente sus golpes de leche caliente espesa y muy abundante nunca había sentido tanta sobre mí , nos quedamos quietos un rato y muy juntos, respirando agitados.
-Que culo hermoso- me decía mientras lo acariciaba, me ayudó a incorporarme besando mi espalda y mi cuello, me dio la vuelta para mirarme de frente, mientras sentía su leche recorriendo mis piernas. Nos miramos a los ojos unos segundos sin decir nada para de repente besarnos como locos, acariciando él mis tetas y yo su bonito culo.
Teníamos toda la noche para nosotros, lo agarre de la mano y lo arrastré por el pasillo hasta mi cama dándome palmadas en el culo diciéndome lo buena que estaba mientras mis grandes tetas bailaban contentas de un lado a otro , pasamos dos horas cojiendo en todas las posturas, y sí que se la chupe aunque no quiso acabar en mi boca. Estaba completamente desnuda, me decía que estaba preciosa así; me tumbó boca arriba y me montó bombeándome como un loco, lamiendo ,besando y mordiéndome las tetas, que bien garchaba. Me empezó a hacer el orto, cada embestida más fuerte, estábamos ambos en el cielo. Estaba a punto de correrse otra vez, dentro de mí culo, le miré a la cara y le dije lo bien que garchaba, se paró y mirándome a los ojos me besó en la boca para dar los últimos golpes en mi culo y acabo gritando como un leon, nos quedamos quietos con su pija bien metida besándonos, acariciándonos y susurrándonos al oído lo bueno que había sido.
Nos quedamos dormidos, así, abrazados, me despertó mientras se iba, y me beso muy fuerte, muy apasionado, yo le agradecí por la noche más maravillosa.
Se fue, y no volví a verlo. El foro termino, y el viaje estuvo increíble para mi.
Para navidad me llego de regalo una flor y una postal, con su inicial escrita, yo creo que es de él, pero no lo se con certeza.
Siempre pienso que algún día va a llamarme, y espero realmente volver a verlo algún día.
1 comentarios - El mejor garche de mi vida. Mst. P.