Esta secuencia de vida de unmatrimonio, como siempre reservaré quien lo hubo de contármelo desconozco si esun hecho real o simplote una inventada historia fantasiosa, yo le he dado si,unsentido lógico y literario, más con ello solo describiré un lugargeográficamente sin saber y/o afirmar que hubiese aconteció allí
Es simplemente una historiade vida que sí ocurrió o no.
Una historia común de dos persones simples...
Ana y Leonardo desde ya hacía más de cinco años, vivían muycera de la ruta 21.
Ana era una mujer sencilla unamás de tanta que a diario transitan por la provincia de Buenos Aires, a ver si allí podían conseguir mejoresofertas que en su barrio, a veces para ello tomaban un simple colectivo ydemoran en llegar al lugar más de tres cuartos de hora en arribar..
Pero también solía ir almercado central o comunitario con los micros que ponía la nupcialidad deLaferrere.
Cuando se bajó en el iniciode la zona céntrica de San Justo, se dirigiría a la zona donde ella siemprecompraba unas largas calles queterminaba en la plaza de San Justo...
Durante tres horas junto caminadocon un carrito de esos que usan las mujeres para llenarlo y así hacer la comprade la semana o más, dirigiéndose a la zona de siempre que alquilaba un remis yaconocido
Iba a tomar el remis que lallevase a su casa cuando imprevistamente tocan pequeños toques de bocinarepetidamente y también su nombre Ana...Ana.
Diese la vuelta desde dondesalía su nombre y vio que en un coche estaba Ricardo era él un antiguo amigo,de
Un barrio que de soltera mispadres habían alquilado una casa a unostanos ya grande a los siete años la sucesión a la muerte del último dueño de lacasa, nos obligó a mudarnos a San Justo. Ricardo era muy interesante en sucuerpo decencia de una familia que siempre había practicado la natación a untiempo los padres pusieron un importante local de venta de artículos para eldeporte, él había estudiado ingenieríapero nunca terminó y ahora trabajaba para la sociedad de los hermanos de laesposa.
Hola le dijo Ana como estasy en un breve dialogo la llevo a esamujer a su casa acompañada de sus mercaderías-
Hablaron de todo en esos casitreinta minutos hasta llegar a su casa, y un poco intencionado le preguntó aAna, no te comprometo con Leonardo al llegar
No él está de viaje a Tucumán,llega recién dentro de dos días. Era el esposo de Ana dedicado al transporte demercadería de una compañía.
Bajaron las cosas donde vivía Anaque era al fin de un pequeño barrio obrero, ciertamente un barrio de laprovincia donde en la cuadra de ella eran de conchilla, y una zanga donde severtía el agua de riego o baldeo, postes largo de luz y su casa estabaenfrentando la parte trasera de una empresa muy grande de una manzana de sulado eran cuatro o cinco casa pequeñas de gente que casi no estaba en todo el día.
Lo invite a tomar un café a lo queaceptó casi sin evasiva, y tiempo laconversación lisa y llanamente se orientó...
A la intimidad de mi situación conel esposo y ya a un tiempo Ana se fue abriendo al juego propuesto por Ricardo.
Siguió a la hora dos Ganciacon limón y un poco de soda, más adelante se sentaron en un largo sillónque entendió que era la cama matrimonial del matrimonio y a un tiempo sintió laboca de Ricardo en la suya
Antes años atrás Ana ya habíasentido la boca de Ricardo sobre su cuello y besándole los senos, también a untiempo nos habíamos toqueteado en nuestras partes íntimas, y me había quitado varias veces el corpiño y yo le hube de haber masturbado sacándole su miembro y el a mí, con sus dedossobre la bombacha.
Pero esa tarde al sentir su lenguaen mi boca, tan ajena a la lengua de mi esposo que me recorría noté que elambiente en que mi calentura y la de él era especial.
Me fue desnudando lentamente y cadaprenda fue arrojada sin un sentido lógico en el “comedor dormitorio” y yo,aunque dubitativa, accedí. A un tiempo le dije abrí la cama que voy al baño.
Estaba toda mojada y quisehigienizarme, no me gustaba que me presentara así con una humedecida bombachaque era amarilla y marcaba a la vista mi flujo o calentura.
Me la saque y arroje en el piso dela ducha porque no tenía bañadera, sentándome en el bidet y enfríe mi vaginacon el agua, a un tiempo corte ese corro de agua que enfrió mi concha y busquela toalla que colgaba de la pared enfrente del bidet, aun con el roce de latoalla en mi vagina me producía esas descargas eléctricas sobe mi sexo, estabacaliente y mi cuerpo pedía acción. A un tiempo abrí retire de un estante de misperfumes, un extracto que me habían regalo en una muestra de perfumes que unaempresa regalo hace tiempo, esparciendo unas porciones suavemente en mis senosy a lo largo de mis piernas a los costadoscerca de mi vagina.
Cuando volví él había extendido lacama se había desnudado y cubierto con la sabana su pija, cuando llegue a lacama me entregué a él de una forma queyo misma me desconocía.
Me abrazo muy fuertemente y me acostóen la cama de espala a lo largo de lamismas en cuanto sus dedos comenzaron a rozar mi concha, estaba mirandoel techo extasiada sentí de a poco el típico ruido de mi concha mojarse ychas-chas, en el silencio de la tarde, su legua mientras tanto se metíanrecorriendo toda los lugares en que por ahora esa lengua tenía
Era hábil, si lo sabía hacer si,hurgando mi intimidad, y yo muy puta casi desmaya de la calentura, buscando conmi mano su pija, me asombré cuando la tome con la mano, era mucho más gruesa que la de mi esposo, yalzando mi vista vi una cabeza grande y gorda de donde en su largo veías salir dos venas que circulabanesa pija, más el grosor de la misma me excitó, cuando volví a sentir los labiosde mi amante sobre mis senos le dije
Ricardo no me hagas daño conesa pija, hacelo suave crea en mi ese deseo que me entre ese grosor, es másgrande mucho más que la de mi esposo, hacelo aunque yo me niegue métemela perose prudente espera que ella me habrá despacio mi concha, recuerda que aún no heparido un hijo y tarde en dilatarse, pero amor me has calentado mucho...
A un momento él abrió lo másque pudo mis mi concha, la lubrico con la saliva arroja a la misma...
Yo le pedí, hacelo ahora mela comeré pero espera que mientras entre se dilate mi concha amor
A un tiempo no mucho le pedí ahora estoyrecaliente métemela amor
La verga gruesa conoció mi estrechez,yo nunca había visto como la tenía antes cuando iniciamos un novia corto añasatrás, como la tenía tenía.
Por lo que se incorporó y tomando con una de sus manos su grueso pene,le puso esa cabeza enorme en la entrada de su vagina y empezando un mágico y admirable movimiento conmi clítoris con su verga, que me llevo hasta el fin del mundo, se ve que habíaaprendido sutilmente coger a una mujer y a un tiempo no mucho y de un sólo golpe me la metió hasta el fondo
Yo gemía entre dolor y deseo, pero laaceptaba a esa pija a cada momento en el me entraba a esa cosa inmensa esa cosa en mi concha,a un tiempo rompió el silencio de latarde, creo que de haber pasado alguien hubiese sentido ese grito de placer yde dolor
Amor me la comi toda dije merompiste toda la concha....Ricardo que no me coja mi marido en días porque vaentrarle despacio y se va a dar cuenta, que me la agrandaste...
Pues en verdad era más gruesa alo que yo las tenía acostumbrada; él se dio cuenta de eso e inmediatamente sedio cuenta ya tenía toda su verga dentro
Yo empecé a gimotear de placer, le besé ahora ya metiéndole toda mi lengua dándole misaliva para que él la tome e idiotamente le dije...
Amor me rompiste la concha pero nome importa seguí jamás he de conocernada más lindo que como lo que me hiciste conocer... y comenzó a aumentar el ritmo y con ello losgemidos y gritos de placer... a su vez ella con toda su experiencia le realizósus mejores movimientos, y ambos escuchaban cómo los testículos de él, azotabanen mis nalgas
Comencé a cabalgarlo, gritandoobscenidades y pasando toda mi lengua mientras me cojia por su pecho, como unaputa. A un tiempo ya no reconocía unsegundo de una hora, comencé a convulsionarme presa de mi futuro orgasmo ...... mágicamente comencé a brincar y a ensartarme sacando su pija de miconcha con mayor rapidez, a un tiempo moviendo con la cabeza de él dentro de mimis caderas buscando que esa pija monstruosa se deslizara de modo enloquecidopor mi calentura dentro de mi concha ya dilatada como nunca en mi vida la hubede sentir, notaba así como el flujo iniciados de un coito salía de miinterior casi mágicamente cuando partede él me penetraba lo más que podíaesgrimir, sacando su pija de mi concha y en la caída entraba ese artefacto siniestro haciendotope con el fondo de mi concha
Mis gritos lo habría recogido algún vecino desde lacalle, pero los amortigua la lengua de Ricardo en mi interior
A un tiempo mágico e indefinido sentí unlargo moviendo de su pene impulsivoacompañado de su leche, estocadas mágica que espere sin producir movimiento alguno...me estaballenado mi concha con su leche
El orgasmo,... el cual llegó yme dejé que el mismo llenera todo miinterior, casi ese placer me llevo al infinito, me deje caer desmadejada comosi fuera una muñeca de trapo sobre su pecho.
Epilogo
Ana al segundo mes de estarembarazada se lo comunicó a su marido que estaba, lo cual fue una inmensaalegría, en él y sus familiares que vinieron a una gran fiesta justa al iniciodel tercer mes, desde el interior
Lo mismo ocurrió en losfamiliares de Ana...-
Mi fecundidad “que sabía que era de Ricardo y no de mimarido” se lo conté a Ricardo cuando ambos salimos de un albergue, una tardenoche cerca del segundo mes, en Liniers.
Ricardo nunca me perdonó queno hiciera un aborto, como él me lo indicara, y a partir de allí y eso, ya no tuve sexo NUNCAcon él ni volví a verlo...
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