Mientras Vander se vestía para retornar a su trabajo, antes de que lo echen en falta, acostada y desnuda le expliqué desde la cama que estaba a su disposición por órdenes de Tarlis, quien me había dicho que fuera amable con él y que le diera todos los gustos. Abandonó por un instante la tarea de vestirse y se puso a chuparme las tetas y magrearme la concha. Lo llamé a la reflexión y le pedí que se detuviera para que no tuviera problemas en el trabajo. Yo iba a esperar por él. Ya hacía 15 minutos que estábamos encerrados en mi habitación. Entró en razones, siguió vistiéndose pero me dijo que lo iba a tener que recibir muy seguido en mi habitación, porque yo tenía que cumplir la orden de Tarlis. Accedí a lo que decía, sin poner ninguna objeción.
Mas tarde, siendo las 15.30 horas aproximadamente bajo al lobby con la intención de ir a la playa. Me encuentro con Vander que me pregunta a que hora iba a volver. “A las 19.00 aproximadamente” le contesto. “No” afirmó secamente. “A las 17.30 estarás en tu habitación esperándome desnuda”.
Fui a la playa sin saber que iba a hacer. Pero luego de estar un rato al sol, elevando mi temperatura corporal y viendo cuerpos masculinos torneados y bronceados cual esculturas… me agarraron unas locas ganas de ir al hotel.
Eran las 17.15 cuando entré a mi habitación, me di una ducha y esperé desnuda a quien me iba a hacer compañía. Puntualmente a las 17.30 tocaron a la puerta y salí a recibirlo ansiosa, vibrante y desnuda. “Eu quero sua bunda” (quiero tu culo) repetía una y otra vez. Yo como si no lo escuchara baje al cierre de su pantalón, saque su verga y empecé a complacerlo oralmente. Después de unos segundos me apartó bruscamente y me dijo que no había venido para eso. “Sua bunda”. Lo abrazo y lo beso mientras el se sacaba toda la ropa, conservando en su mano un pequeño frasco que había traído en su uniforme. Abrazándonos y besándonos muy calientes me fue llevando hacia la cama. Me dejé llevar. Llegados al borde de ella me dio vuelta sintiendo de inmediato la presión de su enorme virilidad sobre mis nalgas. Continuamente hablando sin parar de manera lasciva y muy grosera, creo que “puta” fue lo mas lindo que me dijo (no hay nada que me excite mas que el hecho de que me hablen muuuuyyy sucio). Solo paraba de hablar cuando besaba mi cuello y mi nuca metiendo mano sobre mi concha y mis tetas. Luego me empuja, suave pero sostenidamente, hacia delante haciéndome caer despaciosamente, boca abajo, sobre la cama. De inmediato él se sube sobre mí, y se sienta ubicando su culo sobre la base de mi espalda manteniéndome absolutamente inmovilizada. Ahí es cuando entra a tallar el frasco que el había traído en su uniforme. Escucho la tapa de metal desenroscarse del cuerpo del envase de vidrio e inmediatamente siento sus dedos cubiertos de una sustancia absolutamente viscosa y densa jugueteando en mi culo y dentro de él también.
Una vez terminada esa faena, se deja caer sobre mí, manteniendo mi inmovilización, quedando su cara junto a la mía y sigue hablando de esa manera que ya describí, tan grosera, baja y procaz pero que me gusta tanto y que me incendia y que me vuelve loca de placer. Sigue bajando su lengua por mi espalda, por el medio de mi columna, llega hasta la base de ella y sigue….
Sin dudas pude identificar que la sustancia viscosa y densa que desparramó en mi culo era miel. Su lengua jugueteó ante tal desparramo empalagoso, hasta tal punto que entrando y saliendo de mi culo fue lubricando la vía que había venido a buscar. A continuación subió sobre mis piernas y colocando la punta de su verga en la entrada de mi culo, se dejo caer, penetrándome en su primer intento hasta niveles nunca antes experimentados por mí provocando mis gritos y sus jadeos, cuando dejaba de proferir esas groserías tan guarras pero que, desde siempre, son tan excitantes para mí. Antes de empezar el mete y saca, y con su pija absolutamente dentro de mi culo, me toma de la cintura y la eleva dejándome en “cuatro”, toma con una mano suya mis dos manos y las fija sin mucho esfuerzo de su parte en mi espalda, dejándome con el culo en alto y absolutamente lubricado, la cara sobre la cama y con mis manos absolutamente inútiles como para intentar cualquier defensa…en resumen mi orto totalmente expuesto a sus brutales embates, que empezaron en ese momento cuando empecé a escuchar el ruido de sus bolas golpeando contra mi concha, a sentir su pija saliendo totalmente de mi culo y volviendo a entrar cada vez con mas fuerza y mas profundo y por último cuando con su mano libre empezó a darme nalgadas. A los pocos minutos de esta tarea y estando absolutamente quebrada por el placer que me provocaba todo lo que me hacia, le grito “Eu sou muito puta, fale comigo sem delicadeza, isso me aquece muito” (Soy muy puta, háblame sin ninguna delicadeza, me calienta mucho). Creo que con esas palabras lo provoque demasiado, porque a continuación deja caer su peso sobre mi, no pude sostener la posición de cuatro, quedo boca abajo sobre la cama y empieza el brutal “sprint” final, con mis manos en mi espalda y metiendo y sacando totalmente su pija hasta que por sus jadeos, mis gritos y el volcán caliente que sentí en mis entrañas me di cuenta que todo había terminado.
Cuando Vander se dejo caer boca arriba al lado mio, aproveché para limpiar su pija con mi boca antes de que me lo pida, agregando un poco mas de placer a tan ajetreada tarde.
A los pocos minutos, ni bien terminé y cuando el ya se había terminado de vestir me incorporé para ir a despedirlo. En el pasillo, dos metros antes de la puerta, y después de darme un beso muy caliente veo que se agacha y me da vuelta poniéndome de cara contra la pared y abre mis nalgas para ver mi culo en primerísimo plano. Adivino que es lo que quiere hacer. Tenso los músculos del estomago, cierro mi esfínter con la poca fuerza que me queda y siento su exclamación ante un río blanco, caudaloso y aún tibio que se desliza entre mis dos piernas.
Me da una última nalgada, me da las gracias y me dice que volverá “por sua boca”.
Tendré que extenderme en un par de relatos mas para terminar de exponer todas mis experiencias en Buzios 2017.
Agradeceré cada uno de los comentarios.
Mas tarde, siendo las 15.30 horas aproximadamente bajo al lobby con la intención de ir a la playa. Me encuentro con Vander que me pregunta a que hora iba a volver. “A las 19.00 aproximadamente” le contesto. “No” afirmó secamente. “A las 17.30 estarás en tu habitación esperándome desnuda”.
Fui a la playa sin saber que iba a hacer. Pero luego de estar un rato al sol, elevando mi temperatura corporal y viendo cuerpos masculinos torneados y bronceados cual esculturas… me agarraron unas locas ganas de ir al hotel.
Eran las 17.15 cuando entré a mi habitación, me di una ducha y esperé desnuda a quien me iba a hacer compañía. Puntualmente a las 17.30 tocaron a la puerta y salí a recibirlo ansiosa, vibrante y desnuda. “Eu quero sua bunda” (quiero tu culo) repetía una y otra vez. Yo como si no lo escuchara baje al cierre de su pantalón, saque su verga y empecé a complacerlo oralmente. Después de unos segundos me apartó bruscamente y me dijo que no había venido para eso. “Sua bunda”. Lo abrazo y lo beso mientras el se sacaba toda la ropa, conservando en su mano un pequeño frasco que había traído en su uniforme. Abrazándonos y besándonos muy calientes me fue llevando hacia la cama. Me dejé llevar. Llegados al borde de ella me dio vuelta sintiendo de inmediato la presión de su enorme virilidad sobre mis nalgas. Continuamente hablando sin parar de manera lasciva y muy grosera, creo que “puta” fue lo mas lindo que me dijo (no hay nada que me excite mas que el hecho de que me hablen muuuuyyy sucio). Solo paraba de hablar cuando besaba mi cuello y mi nuca metiendo mano sobre mi concha y mis tetas. Luego me empuja, suave pero sostenidamente, hacia delante haciéndome caer despaciosamente, boca abajo, sobre la cama. De inmediato él se sube sobre mí, y se sienta ubicando su culo sobre la base de mi espalda manteniéndome absolutamente inmovilizada. Ahí es cuando entra a tallar el frasco que el había traído en su uniforme. Escucho la tapa de metal desenroscarse del cuerpo del envase de vidrio e inmediatamente siento sus dedos cubiertos de una sustancia absolutamente viscosa y densa jugueteando en mi culo y dentro de él también.
Una vez terminada esa faena, se deja caer sobre mí, manteniendo mi inmovilización, quedando su cara junto a la mía y sigue hablando de esa manera que ya describí, tan grosera, baja y procaz pero que me gusta tanto y que me incendia y que me vuelve loca de placer. Sigue bajando su lengua por mi espalda, por el medio de mi columna, llega hasta la base de ella y sigue….
Sin dudas pude identificar que la sustancia viscosa y densa que desparramó en mi culo era miel. Su lengua jugueteó ante tal desparramo empalagoso, hasta tal punto que entrando y saliendo de mi culo fue lubricando la vía que había venido a buscar. A continuación subió sobre mis piernas y colocando la punta de su verga en la entrada de mi culo, se dejo caer, penetrándome en su primer intento hasta niveles nunca antes experimentados por mí provocando mis gritos y sus jadeos, cuando dejaba de proferir esas groserías tan guarras pero que, desde siempre, son tan excitantes para mí. Antes de empezar el mete y saca, y con su pija absolutamente dentro de mi culo, me toma de la cintura y la eleva dejándome en “cuatro”, toma con una mano suya mis dos manos y las fija sin mucho esfuerzo de su parte en mi espalda, dejándome con el culo en alto y absolutamente lubricado, la cara sobre la cama y con mis manos absolutamente inútiles como para intentar cualquier defensa…en resumen mi orto totalmente expuesto a sus brutales embates, que empezaron en ese momento cuando empecé a escuchar el ruido de sus bolas golpeando contra mi concha, a sentir su pija saliendo totalmente de mi culo y volviendo a entrar cada vez con mas fuerza y mas profundo y por último cuando con su mano libre empezó a darme nalgadas. A los pocos minutos de esta tarea y estando absolutamente quebrada por el placer que me provocaba todo lo que me hacia, le grito “Eu sou muito puta, fale comigo sem delicadeza, isso me aquece muito” (Soy muy puta, háblame sin ninguna delicadeza, me calienta mucho). Creo que con esas palabras lo provoque demasiado, porque a continuación deja caer su peso sobre mi, no pude sostener la posición de cuatro, quedo boca abajo sobre la cama y empieza el brutal “sprint” final, con mis manos en mi espalda y metiendo y sacando totalmente su pija hasta que por sus jadeos, mis gritos y el volcán caliente que sentí en mis entrañas me di cuenta que todo había terminado.
Cuando Vander se dejo caer boca arriba al lado mio, aproveché para limpiar su pija con mi boca antes de que me lo pida, agregando un poco mas de placer a tan ajetreada tarde.
A los pocos minutos, ni bien terminé y cuando el ya se había terminado de vestir me incorporé para ir a despedirlo. En el pasillo, dos metros antes de la puerta, y después de darme un beso muy caliente veo que se agacha y me da vuelta poniéndome de cara contra la pared y abre mis nalgas para ver mi culo en primerísimo plano. Adivino que es lo que quiere hacer. Tenso los músculos del estomago, cierro mi esfínter con la poca fuerza que me queda y siento su exclamación ante un río blanco, caudaloso y aún tibio que se desliza entre mis dos piernas.
Me da una última nalgada, me da las gracias y me dice que volverá “por sua boca”.
Tendré que extenderme en un par de relatos mas para terminar de exponer todas mis experiencias en Buzios 2017.
Agradeceré cada uno de los comentarios.
2 comentarios - Esclava en Buzios (2)