Pasión

Saludos! Este es mi primer post. Sinceramente mi objetivo principal no es que a alguien le guste lo que escribo, más bien es relatar las experiencias que he tenido, aun así, espero que este relato (el cual tendrá segunda parte) les sea entretenido.

Desde que te conocí, todas las mañanas me levanto con ansias de poder mirarte. Finalmente llegas. No puedo evitar quedar completamente hipnotizado al mirar tu hermosa cabellera negra, vaporosa y brillante tus ojos que con una sola mirada podrían hacerme perecer. Cuerpo escultural, delicado, delgado pero con atributos de buen volumen. No puedo hacer mayor cosa que admirarte. Incluso tus ropas resaltan tu belleza, una blanca y perfectamente confeccionada blusa sutilmente adornada con pequeñas rosas y un pantalón negro que estiliza tu magnifica silueta y que a pesar de su nula translucidez, deja poco a la imaginación. Como cada mañana te acercas y yo me estremezco y empiezo a percibir ese delicado Acqua di Parma que embriaga mis sentidos y me hace desearte más a cada instante. Ahora frente a mi, puedo apreciar mucho mejor esos ojos felinos penetrantes, aparto la mirada, pues puedo sentir escalofríos únicamente de percibir tu mirada sobre mi. "Hola, buenos días." tu voz tan melodiosa que refleja tu personalidad tan calmada y sencilla.
Titubeante intento articular una respuesta. Tu presencia me produce tantos nervios y lo notas. Intentas sacar partido de la situación y lo haces perfectamente. Pasas suavemente tus manos a través de tu pelo y dejas caer las puntas con un elegantísimo ademán y este se posa al rededor de tus senos como invitandome a mirar. Logro resistir el impulso, pues en mi mente el que yo mirase te parecería grosero, sin embargo, no te miras complacida. Te das la vuelta y te cubres la cintura con mis brazos. Mi corazón se ha vuelto completamente loco y mi respiración se acelera. "Tranquilo" pronuncias y mágicamente mis signos vitales se estabilizan pero aun me encuentro preocupado de que la corta distancia de tus glúteos en mi pelvis puedan provocar una reacción vergonzosa y antes de que pueda ocurrir me miras de nuevo de frente. Cruzas tus brazos al rededor de mi cuello y colocas tu mejilla en mi hombro. Ahora puedo sentir tu respiración en mi cuello y me muero por llegar más allá te vuelves un poco hacia atrás, me tomas por la barbilla con un par de dedos y acercas lentamente tus labios a los mios, faltan pocos milímetros cuando..."Jóvenes, es hora de empezar la clase." con expresión de desanimo te alejas y yo quedo embelesado, ansioso por otro encuentro.