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La Señora Trabajadora

Conocí online a una mujer casada que buscaba un escape a sus vapores, y acordamos conocernos y tomar algo. Ella me dijo que viene a mi ciudad(Mar del Plata) por trabajo, pero tiene problemas de alcoba con su marido, según ella la tiene muy chica y la tiene un poco desatendida.
Ella es una mujer de amplias curvas, y abundantes pechos, mientras charlábamos ya me imaginaba saboreándoselos muy de a poco con la punta de mi lengua.

Si hay algo que me encanta, es conocer por primera vez a una mujer con pollerita, eso dice mucho y de reojo puede estudiarse que te dicecuando sus piernas cruzadas se mueven, ambos muslos frotándose cuando le digo algo que es excitante. Esta mujer es voluptuosa y llena de pasión, así que acostada en la cama y abierta de piernas,ni siquiera la desnudo para meter mi lengua bajo su pollera. Está depilada, rosadita, jugoza y con ese olorcito a mujer que me vuelveloco. Su clítoris está durito y sus labios ya me dan que bebermoentras le voy arrancando gemidos, luego más rápido,y aún más, hasta que ella me dice: “por favor, ya. Metemela”.

Así como está boca arriba en la cama, la voy desnudando y acariciando. Veo su cuerpo, de piel muy blanca, su blusa, su pollera, todo de apoco como en un sueño. No la dejo verme, comienzo a besarla mientras me desvisto, hasta estar desnudo sobre ella y apollo la cabeza de mi pene sobre su clítoris.
Suavemente bajo mi miembro hasta sentir el calor abrasante de su interior, solo la puntita, y ella ya empieza a gemir y a agarrarme con sus uñas para que no me escape. De a poco se acosumbra a mi piel, y a mis latidos en su interior, lentamente la introduzco un poco más y siendo la inundación de placer en ella, gritos de éxtasis. Pero todavía no la metí toda, así que de otro empujón quedo con todo mi pene bañado en su interior, caliente y dulce. Su boca en una “u” eterna, y sus ojos muy grandes mirando al techo.

Ella dice “La tenes grande morocho, que rica pija” y comienza a contorsionarse para que empiece a salir y entrar, pero no. No es mi plan, ya la tengo toda adentro, de ahí para mas adentro, no hacia afuera. Ella se siente dominada por un segundo, hasta que desiste de su movimiento y comienzo a penetrarla más, y más, y más descubriendo nuevas áreas secretas en su femineidad mientras gime y ríe para sí misma, tal vez sintiendo alguna cosquilla nueva o poco habitual.

Cruzouna de sus piernas sobre mi hombro, y logro ganar más profundidad, ella comienza a gritar “me vas a partir, hijo de puta, ¿mas adentro me la vas a meter?”. Me detengo, así, con mi pene latiendo en su interior, bajo hacia su oído y le susurro: “Me gusta meterla toda… bien, toda.”, ella gime de nuevo mientras reanudo mi movimiento de cadera circular, jamas la saco, solo me muevo desde ese punto hacia un poco mas adentro, como si mi pene se pudiera expandir aun más. Se que eso no es posible, pero ella comienza a mojarse aún más, y más hasta que tengo ambas piernas de ella sobre mis hombros, y ella vuelve a gritar, ahora más fuerte, e incorpora algunas groserías. Busca mover sus piernas pero yo la domino suavemente y hacia sus profundidades. Vas a mover las piernas o a cambiar de posición si yo quiero, mi peso es suficiente para darle esa sumisión que busca.

Su clímax llega acompañado por suaves contracciones en mi, siento cada músculo en ella vibrar con su respiración y la cabeza de mi pene late con fuerza en su abdomen, hasta que llega mi explosión en sus entrañas de pasión seminal, abundante, lo que hace que sus piernas se relajenen mis hombros.

Saco mi miembro de ella lentamente, todavía tieso. Ella se reincorpora ylo lleva a su boca, chupandolo con cariño, cuidado y ternura. Quedotirado boca arriba mientras ella sigue dándome placer con su boca hasta que comienza a masajear mis testículos y vuelvo a ponerme duro, lo cual es inusual tan rápido.


Le digo: “Quiero que te sientes en mi”, ella lentamente se coloca sobre mí, preparada para poner mi pene en ella con su vagina abiertade par en par. Entonces la tomo por las caderas hasta que mi pene queda posicionado en su ano: ”Quiero ese culito abierto para mi”.
La abrazo mientras ella baja la cadera y mi pene empieza a abrirle el culo que cede y sus senos caen sobre mi cara. Comienzo a usar mi lengua en ellos, cubren mi cara, debe tener 120 de tetas naturales, suaves pecas en ellos son un detalle hermoso. Ese vaivén apasionado que acompaña a sus movimientos y gemidos mientras la taladro por la cola me la pone mas y mas dura. Finalmente ella queda sentada completamente sobre mi, mi pene ya encontró todos esos lugares por donde pasar en ella, hasta la base. A hora ella comienza a decir: “que pija, me vas a dejar la cola abierta amor, la siento toda”, cosa que por alguna razón me excita y pone mi pene tieso en su interior. Dolores de placer la atacan mientras sigo chupando esos pechos hermosos y sos muslos caen sobre los míos.Ambos comenzamos a transpirar sobre el otro, ambos inundados de placer, ambos conectados ambos gimiendo y bebiendo los besos del otro.

Luego de un rato, mi pene comienza a latir mas fuerte hasta que siento que su ano me aprieta la base, y empiezo a eyacular dentro de ella como una fuente a presión. Ella se relaja en mi y quedamos un rato sentados asi ambos, hasta que lentamente nos acostamos y ella se recuesta sobre mi pecho. Extasiados, cansados y disfrutando el placer de la union.

Quedamos dormidos unas horas. Me despierto. Ella esta dormida boca abajo, con una pierna hacia el costado. Relajada y placida.



La Señora Trabajadora


Uno de mis dedos va a su entrepierna y lo deslizo dentro de ella lentamente para no despertarla. En sueños ella gime, y disfruta, hasta que me acuesto sobre ella y deslizo mi pene entre esos labios rosaditos, que no la despierta de inmediato, sino cuando siente que TODO el miembro está tieso abriéndose paso. Sus manos son barras en la almohada, un jadeo largo relaja sus piernas un segundo y luego levanta la cola para darme otro ángulo de ingreso y mete su cabeza en la almohada. Lentamente pongo mis manos en sus caderas, veo su hermosos grúteos coronando la basede mi pene, y hasta las estrías en ella me excitan. Muchas mujeres se quejan de la grasa en sus piernas o en sus colas, en realidad cuando ellas empiezan a moverse nos dan una visión hipnótica que nos excita mucho. Su culo golpea contra la base de mis piernas y mi cadera, parece gelatina y mi pija etá más dura aún, mientras bombeo mi pasión hacia ella que vuelve a gritar de placer. Una vez más, ella se llena de jugos de placer y yo la lleno de los míos mientras pongo mis manos sobre sus hombros para penetrarla bien a fondo.

Un hilo de semen uno mi pene a ella cuando la saco, y de nuevo su boca está lista a tomarme todo, cada gota de mi pasión. Quedamos un rato acariciándonos, yo recorriendo sus curvas con caricias y besos, y volvemos a quedar dormirnos, pero abrazados esta vez.


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4 comentarios - La Señora Trabajadora

vaan28
Rica putita. Si quiere yo la atiendo aca en bs as.