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Mi timidez y las mujeres de mi familia 24

Mi timidez y las mujeres de mi familia 24



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Mi  timidez y las mujeres de mi familia 23

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Mi timidez y mi responsabilidad guiaron mi juventud, hasta que mis tías, mi madre y mi prima y otras chicas me hicieron despertar, pero las circunstancias me abrieron los horizontes.











Los exámenes estaban ya ahí, yo estaba pendiente de mi compañera Emi, de que me volviera a llamar para repasar en su casa, pero pasaban los días y siempre me ponía alguna excusa, yo no le di demasiada importancia, seguro que iría bien con los temas, aunque tengo que reconocer que me apetecía mucho volver a follar en su casa, por si acaso siempre llevaba encima un juego de futbol para Quique.


El día del examen estaba bastante nervioso, aunque los temas los llevaba bastante bien preparados, eran muy importantes, además no había vuelto a hablar con mi profesora Tere, procurábamos ser lo más discretos posible, al repartir los temas que eran anónimos se acercó a mi pupitre y me dejó el mío, yo le miré, pero ella no pareció percatarse, solo cuando fui a abrir el sobre con las preguntas me fijé en que en una esquina había marcado una silueta de los labios impresos con el carmín de Tere, la miré y esta vez si me hizo una mueca de beso.


Salí bastante contento de las respuestas que había dado, pero no fue hasta unos días cuando en las listas de aprobados vi mi nombre, y con una muy buena nota.


A mi lado saltando de alegría también estaba Emi, la habían aprobado también, pero con notable.


Al día siguiente en la cafetería se me acercó Emi, estaba súper contenta, me besó en la mejilla y me dijo que sus padres me invitaban a ir el domingo siguiente a la playa con la familia en agradecimiento de mi ayuda, yo me hice la idea de los padres de Emi, tan severos y serios y Quique danzando por todos lados, no me gustó el plan, pero Emi me insistió, dijo que sus padres no solían hacerlo nunca pero les había caído muy bien y me invitaban, lo pasaríamos bien.


El día en cuestión acudí a casa de Emi, su padre Julio me abrió la puerta y dándome un abrazo me presentó a su mujer Fina, una señora joven más o menos como mi madre, pero se notaba que se cuidaba mucho y tenía una figura muy atractiva, los dos hacían una buena pareja, aunque el semblante era casi siempre serio, Quique bajó como un huracán, me rodeó y se me subió a cuestas, me dijo al oído que el juego le encantaba y había pasado muchos niveles, Emi estaba bonita como siempre, su cara dulce y su cuerpo sensual, bajo la ropa ya sabía lo que tenía y parecía verla con rayos X, me ponía caliente al imaginarla solamente.


El coche de Julio era bastante grande y nos acomodamos muy bien, Fina a su lado con una blusa ligera y una falda que parecía un pareo, Emi estaba a mi lado, yo al medio y Quique detrás de su madre.


Según me contaron iríamos a una playa que conocían, casi siempre iban allí, era tranquila aunque estaba un poco lejos.


Emi me contaba cosas de la playa donde íbamos, me decía que me iba a gustar, Fina desde delante se volvía y también estaba en la conversación, Quique todo era preguntar cuánto faltaba para llegar.


No habían exagerado nada, después de dejar la carretera, por un camino polvoriento se llegaba a una pequeña cala, había gente, pero no estaba masificada, incluso había un chiringuito para tomar algo.


El agua muy clara ya llegaba tranquila, las olas solo iban a morir con poca fuerza y la arena se adentraba suavemente poco a poco.


Emi no esperó a extender las toallas, se quitó la falda y la camiseta que llevaba y salió corriendo en bikini hacia el agua, Fina tuvo que preparar todo, las toallas, los bronceadores, los gafas para el sol, Julio se ocupó solo de clavar la sombrilla y ponerse la hamaca y abrir la prensa.


La chica desde el agua me llamó con los brazos, yo miré a su madre pidiéndole autorización, me regaló una amplia sonrisa, salí corriendo con Quique detrás, me lancé al agua en el momento que me llegaba por la cintura, solo saqué la cabeza cuando toqué el cuerpo de Emi que me esperaba, me volví y vi que Quique se había vuelto cuando le llegaba el agua por las rodillas, estaba jugando en la arena.


Nos pusimos a jugar, a tirarnos agua, Emi quería subiese en mis hombros y usarme como trampolín, el resultado siempre era el mismo, bajo la superficie del agua las manos se nos disparaban y siempre iban a parar a los mismos sitios, las tetas de la chica, su culo, mi polla o su coño, continuamente mirábamos hacia la orilla, su padre a la sombra con el periódico en la mano indiferente al entorno, Fina con gafas de sol ojeaba una revista, nosotros estuvimos jugando, de vez en cuando la cabeza de Emi buceaba y después de bajarme el bañador se metía mi polla en la boca hasta que podía resistir sin respirar, yo le ladeaba el bikini y le acariciaba los labios del coño.


Ya estábamos bastante calientes, mi polla ya no la escondía, se veía balancearse entre dos aguas, las manos o la boca de Emi no la soltaban, yo estaba ideando la forma de metérsela en el coño dentro del agua, entramos un poco más adentro, el agua nos llegaba a la barbilla, las olas nos hacían saltar para salvarlas, la braguita del bikini de Emi, ya estaba enganchada en su ingle y las tetas salían por debajo del sujetador, el agua hervía alrededor nuestro.


Desde la orilla se oyó el nombre de Emi, nos volvimos y vimos a su madre como se levantaba de la toalla y se dirigía hacia nosotros, su padre se veía a lo lejos camino del chiringuito para tomarse alguna cerveza.


Rápidamente, nos arreglamos el atuendo, me separé de Emi para que se me bajara la erección, cuando llegaba Fina salimos más hacia fuera a recibirla, ella le dijo…


-        Emi ya estás mucho tiempo en el agua, mira como tienes los labios, morados, y no te has puesto crema para el sol, salte ya y cuida de Quique.


La chica con ojos de pena obedeció, poco a poco con paso lento se fue hacia la orilla, Fina se quedó un momento conmigo, el agua nos llegaba a la cintura, por vez primera me fijé que tenía la piel morena, un bronceado bonito, tenía una melena morena también y unas tetas más que regulares, buena cintura y unas caderas como un cántaro de agua.


Me iba a decir algo, seguramente a reprocharme que aguantáramos tanto tiempo sin bronceador, ella tenía una piel mucho más quemada, se había atado los tirantes del bikini del cuello por debajo de los brazos a la espalda, pero una ola que venía un poco más fuerte que las otras chocó contra mi espalda, casi me tira, pero a Fina le dio de frente, la consecuencia fue que le subió tanto las tetas que se las sacó del bikini, solo dijo…


-        Ooops, lo siento…  ha sido la ola, no la esperaba.


-        Dios mío, -dije yo- mirándola absorto.




Ella estaba tan sorprendida como yo, no entendía mi expresión mientras se las guardaba otra vez.


-        Qué te pasa, no has visto nunca unas tetas? Si solo ha sido un segundo!


-        No son unas tetas, son LAS TETAS, no quiero que se enfade conmigo, no se lo debía decir, pero son el ideal de tetas que siempre he querido tocar, morenas, redondas con una areola oscura como el café y unos pezones como aceitunas.


-        Ja ja ja, que chiquillo, haberlo dicho, me habías asustado!, de verdad te gustan mis tetas tanto?


-        He soñado con ellas desde que tengo uso de razón, son la gloria para mí.


-        Bueno, si es una cuestión de cumplir un sueño, no voy a cargar yo con esa responsabilidad.


Se bajó el sujetador y las dos maravillas saltaron fuera y flotaron mecidas por el agua, mis manos salieron disparadas hacia ellas, pero me contuve a unos centímetros. Fina me cogió las dos manos y se las puso sobre los pezones.


-        Anda tonto, no pasa nada, ves? Te gustan más ahora cuando las tienes en las manos?


-        Son una delicia, tan suaves, tan duras, y estos pezones, ásperos pidiendo ser comidos.


-        Bueno, vamos un poco más adentro que nos cubra más el agua y te dejaré que me los chupes.


Miró hacia la orilla, Emi se había puesto crema y estaba tumbada boca abajo, Quique bajo la sombrilla haciendo torres con la arena y su padre desaparecido en el bar.


Yo no me soltaba de las tetas mientras andábamos hacia dentro del mar, cuando el agua cubría por los hombros, metí la cabeza bajo el agua, las dos tetas se balanceaban entre dos aguas, ávidamente  pegue mi boca a un pezón, ella me cogió la cabeza y la dirigía por todo el contorno de su pecho, cuando ya tenía el pezón salido del todo me llevó a la otra, seguí con el mismo trato, estaba ensimismado mordiendo, chupando y lamiendo, aguantando la respiración, cuando le oí decir…


-        Qué tal? Te gustan las mías más que las de mi hija?


Me entró agua salada por la nariz, y al abrir la boca trague una bocanada, tosí, no me atrevía a sacar la cabeza del agua, creí morirme.


Cuando lo hice me sonreía de forma socarrona.


-        No creerás que me tragué que habíais estado solamente estudiando en su habitación, verdad?, de todas formas me aseguré cuando  vi a Quique siempre jugando con la consola con un juego que no era suyo, le pregunté y me dijo que lo había comprado con el dinero que le dio Julio para que os vigilara, pero ese juego vale muchísimo más, al final confesó, me lo dijo todo, los ruidos, la cama deshecha, todo. 


Conozco a mi hija y sé que es bastante selectiva con los chicos, así que si estuvo follando contigo es porque valía la pena o me equivoco?
Sus palabras las subrayó cogiéndome la polla por encima de mi bañador.


-        No, no me equivoco, noto que calzas buen número, pero a mí también me gustaría verlo, otro capricho, comprendes?


No pude responder, solo me bajó el pantalón y la polla saltó como un pez volador, el agua era bastante transparente, pero quiso verla de cerca y buceo, se cogió de mis caderas y se la metió en la boca, yo solo veía su pelo revuelto entre el agua, cuando no pudo aguantar más salió.


-        Emi no me ha decepcionado, seguro que la habrá disfrutado varias veces, sabes hacer el muerto en el agua?, yo sí, mira.


Se quedó tumbada flotando sobre el agua, frente a mí, cuando separó las piernas a mi lado vi que se había quitado la parte de bajo del bikini, paso una pierna al lado de mi cabeza y la otra al otro lado, las fue cerrando y mi cara se iba acercando inexorablemente a su coño, me sorprendió, creí que lo llevaría peludo, enmarañado, pero no, con lo severa que parecía lucía un coño totalmente depilado excepto un triangulito en el pubis, mientras braceaba para mantenerse a flote abrí sus labios y apareciendo el clítoris me lo metí en la boca, tragué algo de agua pero me daba igual, con mis manos le sostenía el culo para que no se hundiera, sobre su pecho podía admirar los dos globos de sus tetas morenas culminados por los pezones puntiagudos mirando al cielo.


Se dejó hundirse abrazada a mí, resbalo por mi cuerpo rodeándome con las piernas, cuando llegó a mi polla se enganchó y hábilmente movió el culo hasta centrar mi capullo en su coño, su hundió hasta casi desaparecer su cabeza, cuando se asomaba respiraba y me decía,


-        Fóllame Manu, fóllame antes que venga mi marido.


La cogí de las tetas, apenas pesaba dentro del agua, ella se movía, lo hacía todo, se corrió braceando como si nadara mariposa, notó como me palpitaba el capullo y se salió, hundió la cabeza y se la metió en la boca, cuando la sacó un hilillo de semen se escapaba por sus labios.


Julio no tardó en llegar, nos contó que había reservado una mesa en el bar para comer, nos encantó la idea, todavía estuvimos jugando con la arena, yo tuve que atender a 


Quique, me vino bien porque las madre y la hija se habían tumbado en las toallas sin sujetador del bikini, contrastaban la blancura de la piel de Emi con el bronceado de Fina, los pezones rosados con las galletas morenas y las caderas estrechas con las redondeadas de su madre, Julio leyendo los deportes.


continuara.....

3 comentarios - Mi timidez y las mujeres de mi familia 24

miraw
moortal, buenisisimo! q lindo q te pase eso!
vaan28
Muy bueno!!!! Van puntos
pito527
👍🏻👍🏻😎😎