Mi timidez y las mujeres de mi familia 15
RELATO ANTERIOR:
Mi timidez y las mujeres de mi familia 14
http://www.poringa.net/posts/relatos/3086399/Mi-timidez-y-las-mujeres-de-mi-familia-14.html
Mi timidez y mi responsabilidad guio mi juventud, hasta que mis tías, mi madre y mi prima y otras chicas me hicieron despertar, pero las circunstancias me abrieron los horizontes.
Me fui directo a la ducha, cuando salí estaba nuevo, una vez en mi habitación encendí la tableta y busqué la grabación de la mamada de Lisa, sin querer había hecho un encuadre perfecto, la cara de mi prima era todo un poema chupando polla, y mirándome a los ojos, me di cuenta de que ya era todo muy comprometido, las fotos de mi madre, de Lisa, de Tere.
Me entretuve en abrir carpetas y ponerles contraseñas a todas, por lo menos si me cogían la tableta no se descubriría todo, en especial temía a mi prima.
A mediodía bajé pronto al comedor, mi madre tras la barra estaba encarada con la cafetera, los pedidos de los camareros no le dejaban un segundo libre, me puse a su lado y empecé a fregar platos y tazas porque vi que estaba escasa de vajilla, ella me miró y me dio un beso al aire, en un momento bajó la intensidad del trabajo, mi tía se ocupaba de atender a los clientes del comedor de “clase”, era más pequeño y conocía a todos los importantes del pueblo, todos la apreciaban y respetaban mucho, cuando me vio fregando sonrió contenta, quizá por eso cuando se metió detrás de la barra y paso por detrás de mi me frotó sus tetas por mi espalda, o puede que fuera por la estrechura, nunca lo sabré.
Pero la sorpresa del día la dio mi prima Lisa que bajó antes de comer y también se puso detrás de la barra, le preparaba en una fila los platos con el azúcar y la cucharilla a mi madre.
Cuando ya todos estaban servidos se fueron marchando, nosotros montamos una mesa en un rincón y nos sentamos a la mesa, mi madre agotada tenía la cara demacrada, mi tía también estaba cansada, Lisa y yo fuimos quien servimos la comida a las dos hermanas que se miraban incrédulas.
Mi tía a los postres en un rasgo de emoción nos dijo que hacíamos un equipo perfecto entre todos y mirándome a mí me dijo que me lo pensara.
También nos anunció que había estado tratando con los vecinos y posiblemente les iba a comprar el bajo de al lado para ampliar el comedor.
La felicitamos todos, ella no cabía de gozo, se levantó, fue a la caja y nos dio 50 € a cada uno.
Mi prima saltaba de alegría y me dijo que había hablado con su amiga Elena y que me invitaba a una excursión al día siguiente con ellas.
Yo no sabía qué hacer, pero mi madre y Julia me animaron, debía estar con la juventud.
Por la tarde mi madre acababa más pronto, el trabajo era más liviano y mi tía se encargaba del comedor hasta cerrar.
Cuando subía a casa lo hacía cansada, apenas podía mover las piernas y la espalda le dolía micho, le cogí del brazo y antes de llegar a nuestra habitación la dirigí al baño, me crucé con Lisa que toda arreglada salía de fiesta, me dio un cachete en el culo.
Abrí el grifo del agua caliente y la atemperé, ayudé a mi madre a entrar en la bañera, se dejaba hacer como una niña, yo me desnudé rápido y me metí también en la bañera sentado detrás de ella, eché las sales que habían en unos frascos de colores y la espuma cubrió el agua, con cuidado fui masajeando el cuello de Clara, ella se relajaba entre mis piernas, solo asomaba la cabeza, bajo la espuma mis manos le frotaron desde el cuello hasta la espalda, todos los músculos que creía estaban entumecidos, pensé que se había dormido en mis brazos y le pellizqué una teta, apenas se quejó, le besé en el cuello y movió la cabeza hacia el otro lado, seguí mordisqueándole, mis manos en sus tetas notaban la reacción de sus pezones con mis besos, se movía pegándose más contra mí, notaba mi polla rozando sus riñones y me la cogió suavemente, estuvimos un rato relajados, luego la enjuague y la sequé, cuando salimos hacia la habitación estábamos como nuevos.
Nos envolvimos con unas sabanas de baño y al cerrar la puerta tras de nosotros nos las quitamos a la vez, esta vez fue en su cama donde cayó esperándome, pero empujando la mía la uní a la suya, se cruzó entre las dos y me tumbe junto a ella, nos besamos apasionadamente se abría como una gaviota para que le besara por todo el cuerpo, me incline entre sus piernas y al momento las abrió dejándome meter la cabeza entre sus muslos, abrí los labios húmedos con la lengua y levanté el clítoris, me estiró de una pierna y me puso encima de ella, mi polla oscilaba sobre su cara, intentaba cazarla con los labios pero palpitaba tanto que no podía, me cogió los huevos y bajando por el tronco sujetó el glande que desapareció entre sus labios, aspiró y más de media polla desapareció, yo pasé las manos por debajo de sus nalgas y las elevé, ahora alcanzaba desde el pubis hasta el ano, todavía no destilaba sus jugos y sabía todo al perfume de las sales de baño.
Cuando notó que mi polla estaba al 100% me dio la vuelta y se sentó sobre mí, con una mano dirigió el capullo a su coño y se sentó, estuvo moviéndose lentamente, yo le apretaba las tetas en su mejor posición y me preguntó qué había hablado con mi tía, le conté la conversación en su despacho, excepto la breve comida de coño que le di, le gustó, pero me dijo que primero acabara bien los estudios y luego veríamos, la hostelería era muy absorbente y quizá el ofrecimiento de Jorge estuviera mejor, le prometí que estudiaría con todas las ganas.
Le dije que me gustaban sus tetas mucho y que le agradecía que me hubiera mandado las fotos de ellas y de su coño.
- Te habrás hecho muchas pajas mirándolas, seguro, yo también me he acariciado cuanto te echaba de menos.
Mi madre había acertado de pleno, mi polla había expulsado mucha leche en su honor, sus movimientos fueron acelerando y su cara se iba transformando se estaba concentrando y me dijo…
- Manu cómo estás?, yo estoy a punto de correrme, donde quieres correrte tú?
- En tus tetas, quiero regarlas con leche.
- Qué quieres, que me crezcan? Ja ja
- No, me gustan como son.
Me salí en cuanto vi a mi madre apretar los puños, le metí dos dedos en el coño para que no notara el vacío y puse la polla entre sus tetas, ella la fue dirigiendo alternativamente para que las dos quedaran regadas, unas hebras de semen las unían, luego me acerque a su cara y se la metió en la boca limpiándola toda.
Nos quedamos dormidos abrazados, hasta que oímos a mi tía subir a casa y separamos las camas
3 comentarios - Mi timidez y las mujeres de mi familia 15