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Mis experiencias como una mujer escort (IX)

Me seque la  cara y busque mi teléfono para atenderlo. Era mi mama.
—Hola sofí,¿cómo estas? — me pregunto. Mientras hablaba con ella veía el horario en el  reloj, o deberían estar de camino a su casa o por salir del trabajo.
—Todo bien  ma, ¿y vos? — dije eso y me di cuenta que hablaba agitada,  pensé en mis interiores que debía calmarme.Seguramente era de lo que había estado haciendo hace poco tiempo.
—¿Segura?  Te oís como cansada.. ¿Saliste a correr o algo? — me pregunto.
—Sisi eso —me  reí — recién llego y ni me duche todavía.
—¿queres  venir a cenar hoy? — me pregunto.
—Si dale,llevo helado, ¿ te parece?
—Dale  genial.
Nos  saludamos y me despedí. Ahora que vivía sola, en la zona de mi casa al ser  céntrica tenia la mayoría de cosas que necesitaría, pero no me vendría mal  empezar a ahorrar para un vehículo. Hoy tendría que irme en taxi a lo de mis  papas. Solo tendría que pensar en donde compraría el helado. Me había agarrado  una curiosidad, y me dirigí a la mesa ratona del living, donde guardaba el  dinero de mis clientes, lo saque y lo conté, era una suma importante, pensé sino era mejor depositarlo en el banco, para estar segura. Lo volví a guardar yme puse un jogging azul, junto a una camiseta blanca, me ate el pelo y salí del  departamento, fui hasta lo de mi vecina y golpee despacio la puerta.
—¿Si quien  es? — me respondió ella sin abrir la puerta.
—Soy yo,Sofía — sonreí mirando al visor que estaba en medio de la puerta, por si ella  me estaba mirando. Me abrió y saludo agradablemente.
—Un lindo  cambio — miro mi ropa y se rió. Ella estaba vestida con una calza negra, y una  remera larga gris, descalza con su pelo trenzado en sí mismo  — ¿qué paso? Veni entra si queres — me  preguntaba e invitaba a pasar.
—Gracias  pero es un minuto nomás, quería preguntarte si tenes el numero de una heladería  acá cerca.
—Sisi  tengo, pero si queres te puedo acompañar, es acá a dos cuadras.. — me propuso  sonriendo. ¿ Cuál era su motivación en una invitación así? No la entendía.
—Emm bueno  dale —me reí.
Agarro unas  zapatillas negras, se las puso rápido y tomo un manojo de llaves, salió de la  puerta y cerro. Bajamos por el ascensor en silencio, agradable, sin tensión,pero silencio al fin. Llegamos a planta baja, salimos del ascensor, luego del  edificio y emprendimos nuestro camino.
—¿Y que  estas estudiando? — pregunte, ya que ella ya sabia a que me dedicaba me propuse  saber ahora un poco mas de su vida.
—Diseño de  indumentaria, y trabajo algunos días en un local de una conocida — me decía  mientras caminábamos.
—Ah  interesante — me reí — ¿haces tus propias prendas?
—Algunas  si, ¿y vos? ¿Hace cuanto sos Escort? — me miro.
—Poco,desde que me mude, estaba o entre trabajar y estudiar.. Y eso.
Llegamos a  la heladería y entramos, los gustos estaban en carteles de la pared. Decidí  comprar 2 kilos, con los gustos de sambayon, maracuya, tramontana, mascarpone,dulce de leche granizado, y frambuesa. Al pagar me di vuelta como para irme y  mi vecina estaba detrás de mí.
—Aguantame  un segundo — dijo y se acerco al mostrador, pidió un cono con chocolate blanco  y volvió hasta donde estaba yo.
—¿Se te  abrió el apetito? — la mire y reí.
—¿Te llevas  dos kilos y yo no puedo un cono? — nos reíamos juntas y caminábamos de vuelta.
Yo la veía  a ella lamer su helado, había tirado la pequeña cuchara que le habían dado al  salir del lugar. Usaba toda su lengua, y la teñía con un color blanco.
—¿Queres? —me pregunto sacándome de mi trance, de verla mientras caminábamos.
—Pero  tiraste la cuchara — sonreí.
—Dale chupa  tranquila — Se rió y me acerco el cono aun sosteniéndolo ella. Puse mis labios  sobre la punta del helado y tome un poco, acomodando su forma con la lengua. Al  tragar me di cuenta que ella se me había quedado mirando. Rápidamente me agarro  del pelo y me comió la boca, a mi me sorprendió demasiado con lo que no me dio  tiempo para responder de cualquier manera, su lengua era una intrusa  hiperactiva sobre mis labios y por dentro de mi boca. Comencé a devolver el  beso y me detuvo.
—Bueno para  acá no, basta — Se rió.
—Ah vos sos  mala... — la mire sonriendo y seguimos caminando. Llegamos al edificio y  subimos al ascensor, de nuevo al silencio, esta vez si era un poco incomodo.
—¿Hay  descuento de vecindad? — me pregunto de la nada — prometo no ser solo una  clienta que quiere sexo, voy a ser mas que eso.
—Emm.. Si  hay.. — la mire.
Llegamos a  nuestro piso y salimos del ascensor, sin decir nada ella fue a su casa y cerro  la puerta, yo me dirigí a la mía y al entrar fui a dejar en el congelador el  helado.
Ya se había  hecho de noche se acercaba el momento de prepararme para ir, pero todavía debía  asearme. Fui hasta la ducha y lo hice, shampoo en el pelo, acondicionador,luego jabón en todo mi cuerpo y una crema humectante. Corte  el agua y use una toalla para rodearme elcuerpo, y otra el pelo, salí del baño y fui a mi cuarto a decidir que me iba a  poner.
Registre mi  placard y separe una tanga blanca, con un corpiño negro, un pantalón blanco conun top negro, y los nuevos zapatos que me había comprado antes. Me puse una  pulsera y un collar, perfume en mi cuello y ambas muñecas. Le avise a mi mama  que iba en camino y busque el helado, agarre mis cosas y baje a la entrada del  edificio. Me acerque a la calle a esperar por un taxi, tardo unos minutos en  aparecer, mientras tanto desubicados en autos personales habían demasiados,gritaban de todo y ninguno era caballero. Me subí y le di la dirección a donde  debía ir.
Unos quince  minutos después estacionaba frente a la casa. Pague el taxi y baje. Me dirigí  hasta la puerta. Era una casa de dos pisos, elegante, pero no pretenciosa, tuve  la suerte que mis padres me enviaron a escuelas privadas para tener una buena  educación, y esto podría verse por su modo de vida. Toque timbre y momentos  después aparecía mi mama.
—¿No tenias  llave vos? — me pregunto abriéndome la puerta y saludándome.
—Sisi, pero  más que nada lo hice para avisar que había llegado — pasé, la salude y entre a  la casa. Había un gran olor invasivo a lomo de cerdo a la cerveza — mm que rico— exprese y sonreí.
—Ya falta  poco, anda a saludar a tu papá, esta en el living — me dijo sonriendo, tomo la  bolsa de helado que llevaba en la mano y fue hasta la cocina.
Fui hasta  ahí y  el estaba sentado sobre el  sillón, leyendo un diario y tomando su copa de whisky, era de el que me había  copiado el gusto por esa bebida. Me acerque y lo salude.
—¿Hola pa  todo bien? — me acerque a el y me dio un beso en la mejilla, dejando el diario  a un lado.
—¿Hola sofí  todo bien y vos? — me pregunto. Yo me senté en el sillón y me cruce de piernas.
—Sisi todo  bien, un poco cansada. — le dije.
—¿Cómo va  ese trabajo? Contame un poco, no te veía en la rama de leyes — sonreía.
—Es un  secretariado simple, o sea tengo que ir y volver a tribunales, redactar  documentos y etc., por suerte es un trabajo bastante flexible con horarios y  días, tengo de todo tipo —mentía de la manera más convincente que podía
—Ah que  bien, ¿y el sueldo? —me preguntó.
—Es muuy  bueno, tuve suerte que mi amiga me ofreció un lugar — decía mientras escuchaba  a mi mama poner la mesa.
Un rato  después nos avisaba a mí y a mi papa que la cena estaba lista, nos sentamos a  comer juntos y a actualizarnos en lo que pasaba sobre nuestras vidas. Por  suerte estaba todo bien, la cena transcurrió de forma agradable y luego fue el  tiempo del postre que había llevado. Lo consumimos y haciendo la digestión  quería consultarte algo a mi papa antes de irme.
—Pa, siquiero comprar un auto vos me podrías aconsejar y ayudarme a elegir? —pregunté.
—¿No  deberías primero ahorrar un poco? — me dijo él, con mi mama acotando mientras  se reían.
—Tengo mis  ahorros, y con este nuevo trabajo no me cuesta llegar a poder comprar uno —conté sonriendo, y por debajo orgullosa de lo que yo sola sabia.
—Si dale no  hay ningún problema, lo vamos viendo — me respondió él.

Con eso si  termino la visita, los salude y mi mama me acompaño hasta la puerta, salí y fui  hasta la esquina, era una avenida así que siempre había trafico, enseguida paso  un taxi, lo pare y me subí. Una media hora después ya estaba en camisón,pasándome crema por las piernas y los brazos, apagaba la luz y me acostaba, mi  día llegó a su fin.

5 comentarios - Mis experiencias como una mujer escort (IX)

IvanContreras8 -3
te falto ponerle si te gusto el almuerzo ,, !!! QUE PORQUERIA !!!! perdi tiempo leyendo esta wea ....
MIGUELFERREZ
poca accion, pero compensa con buena redacción
elaseel
capitulo de rellenl jajja
masitasexxx
Bien! La vida es estas cosas también y deben ser contadas!