You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Mi timidez y las mujeres de mi familia. 3

Mi timidez y las mujeres de mi familia. (3)

RELATO ANTERIOR :.


Mi timidez y las mujeres de mi familia. (2)

http://www.poringa.net/posts/relatos/3077434/Mi-timidez-y-las-mujeres-de-mi-familia-2.html





A partir de entonces la actitud de mi madre cambió bastante, ya nome mandaba a los recaditos simples, comprar fruta o el pan, ahora ya contabaconmigo para cosas más importantes, me consultaba y le interesaba mi opinión,me hacía sentir más importante.

A los pocos días mi tía Ana vino a casa, estaba guapísima, habíaestado de compras y quería enseñarle a mi madre sus novedades, al saludarse sepercató enseguida del perfume que llevaba, la separó un poco y le dijo…


-        Oye tienes algoespecial que contarme? Llevas un perfume muy sexi, te lo ha regalado alguienmuy especial?


Mientras lo decía volvía a olerle y le guiñaba un ojo. Mi madrele siguió el juego un momento, pero luego le contó la verdad, había sido yo,fue un detalle muy bonito de un “joven”, eso lo dijo con cierta intención, mitía me miró y dándome un besito al aire me dijo…

-        Ya suponía que seríade un hombre, no importa su edad.  

Me puse colorado y salí hacia mi habitación, encendí elordenador y me puse frente a él, no sabía qué hacer, mi cabeza giraba como unapeonza, intente abrir alguna página porno, pero no me centraba en nada, pusejuegos y no acertaba a fijarme, solo oía a las dos hermanas hablar y reír en elsalón.

Me sobresalté cuando oí que me llamaban, cuando llegué mi tíaestaba probándose un vestido, era estampado y le sentaba de maravilla no tuvemás remedio que alabarlo, ella se animó y quiso que viera otra prenda, sindarme tiempo a parpadear se subió el vestido por la cabeza y se quedó en bragasy sujetador, era un conjunto negro de tul, los pezones parecían dos faros decoche, mi madre protestó levemente…

-        Anaaa, que está elniño delanteee.
-        Ah! No importa, esde la familia.

Mi polla empezaba a manifestarse, por lo que me escondí detrásde un sillón, de un paquete sacó una blusa y una falda, la blusa era escotada yse le veían los tirantes del sujetador, mi madre intentó esconderlos peroseguían viéndose, ella se quitó la blusa otra vez y rebuscó otro paquete, sacóun sujetador blanco sin tirantes y sin pestañear se quitó uno y se puso elotro, yo procuré desviar la mirada, mi madre se dio cuenta y sonrió satisfechade mi discreción.
La blusa de mi tía no quedaba bien con el nuevo sujetadorblanco, de mal genio se volvía a quitar la blusa y se quedó mirando elsujetador…


-        Ya veo, el sujetadorme queda un poco grande y me deforma la blusa, a ti te quedaría ideal, tienesmás teta que yo, pruébatelo anda.

Mi madre se quedó cortada, no quería probárselo delante de mí,ni tampoco decirme que me fuera, pero mi tía insistía, por lo que se volvió deespalda y se quitó la camisa, el sujetador que llevaba era bastante sencillo,de estar en casa, de espalda era igual que Ana pero cuando se volvió con elsujetador puesto me encantó, las copas eran del tipo balcón y le cubrían justohasta el pezón, pero lo que ocultaban se podía ver al transparentarse lablonda, eran unas tetas con el tamaño justo para abarcarlas con una mano ydejar salir el pezón entre los dedos. Ana me miró de reojo, sabía el efecto queme haría la escena e imaginaba como estaría mi polla escondida detrás delsillón.
Cuando se volvió hacia mi madre sonreía maliciosamente…

-        Te sienta demaravilla, te lo regalo, tú lo lucirás más que yo.

-        Mmm gracias Ana, telo agradezco mucho, me hace falta renovar mi vestuario, a partir de hoy me voya modernizar, me ayudarás?

-        Por supuesto, yaverás cómo cambian las cosas.


Las dos hermanas se abrazaron estrechamente, yo solo me fijé quesus tetas se juntaron y los cuatro pezones chocaron a cuál de todos máshermoso.

-        Ah! Se me olvidaba,he pensado hacer algunos cambios en los muebles y sola no podré, podría venirManuel a ayudarme algún día, cuando pueda, no me urge, es que quiero sorprendera mi marido cuando vuelva de viaje.

-        Por supuesto, puedescontar con Manu cuando quieras, verdad Manu? No sabes lo servicial que es.


-        Estoy segura de eso,si quieres te vienes mañana a comer.


-        Bien tía, mañanairé, espero hacer las cosas como tú quieras.

-        Confío en tu buenhacer sobrino.


Cuando llegue a casa de mi tía iba aleccionado por mi madre, mehabía aconsejado que atendiera bien a Ana pues me apreciaba mucho igual que sumarido, se lo prometí.
Mi tía me esperaba con la mesa puesta, vestía un vestidoabrochado por delante, con un escote redondo de lo más recatado, le di un besoen la mejilla y mientras separaba la silla de la mesa me preguntó…


-        Comemos antes odespués?...
No me senté a la mesa, lo hice en el sofá que ya conocía, peroAna me cogió de la mano y tiró de mi, cuando me tenía pegado a ella me dijo…

-        Ven, estaremos máscómodos.

Me llevó a su dormitorio abrió la cama y se sentó abriendo susbrazos invitándome a subir. Mire a mi alrededor, me impresionaba la habitaciónde mi tía, por una parte era su dormitorio y el de mi tío, y además era elsitio ideal para follar, era como mi puesta de largo.

Me quité la ropa rápidamente, mi tía esperaba pacientementesentada en la cama, cuando solo me quedaba el bóxer subí de un salto, ella setumbó a mi lado, el vestido abotonado le llegaba casi hasta los pies, mearrodille a su lado y la admiré su cuerpo parecía más largo que antes, me bajéhasta sus pies, mis manos los acarició subiendo por los tobillos, laspantorrillas hasta llegar a la orilla del vestido, cuando encontré el primerobotón lo abrí no sin dificultad, mi tía mirando al techo con los brazosextendidos, después del segundo llegó el tercero y así se fueron descubriendolos muslos, luego las bragas, las reconocí enseguida, ya fui más rápido, elombligo y después del estomago el sujetador, efectivamente era el mismoconjunto que vi en mi casa, simplemente abrí el vestido como un libro, en elcentro el cuerpo blando de Ana, no lo toqué, bajé otra vez a los pies y estavez con la boca fui subiendo a lo largo de las piernas, las bragas las moje conla saliva y rodee los labios con la lengua, moje el ombligo y subí hasta elsujetador, solo al llegar a los hombros mordí los tirantes y las deslice a loslados, con los dientes bajé las copas hasta el estomago dejándolas dos tetascasi inapreciables al descubierto, con los pezones me ensañe, con los dientestiraba de ellos hasta casi sacarlos, absorbía y con el aire frio aun seendurecían más con la lengua los presionaba contra el paladar y Ana gemía degusto, su brazos en cruz, se movía sin parar, cuando baje a las bragas tiré deellas hasta los tobillos, según subía sus muslos se iban abriendo sin querercuando llegué a sus labios quise lamer el clítoris, apenas lo conseguí pues mecogió la cabeza y me detuvo.
Me susurró…


-        Tengo que darte unamala noticia.
Me quede helado, no sabía por dónde iba a seguir. Espereexpectante, ella solo separó despacio sus piernas hasta el máximo y me miró concara de pena.


-        Mira, fíjate bien.

Baje hasta poner mi cara entre sus piernas, no vi nada, todoestaba tan deliciosamente apetitoso como el primer día, los labios abiertosdejaban asomar el clítoris todavía encapuchado, los labios menores carnosos yoscuros brillaban, pero me fijé que de la vagina asomaba un cordoncito, apenasvisible, la miré y encogió los hombros, me puse a su lado y me beso en la boca.


-        Lo siento no loesperaba, aunque te confieso que estaba impaciente, la primera vez que me lametiste te corriste tan rápido que no lo pude prever, pero no me podía esperarpara estar contigo, si quieres te haré la mejor mamada que te puedan hacer.


Bajé otra vez entre sus piernas todavía abiertas, estuve besandosu vientre, poco a poco bajaba a su pubis, Ana se movía lentamente según meacercaba pero preparada por si me pasaba, el vello bien depilado me entretuvoun rato mientras Ana levantaba las caderas, el clítoris brillaba húmedo cuandocon la punta de la lengua le quite la piel que lo cubría, mi tía me cogió delpelo tirando suavemente de él, yo seguí entre sus piernas, pasé sobre la vaginavedada y me acerque a las nalgas, con mis mejillas las separé lo suficientepara alcanzar con la lengua el circulo oscuro y rodearlo con saliva.


Ana dio un respingo, no lo esperaba, pero tras un primer momentose relajó y me dejó continuar, la lengua mojaba completamente el perineo y elano rugoso, las nalgas se separaron y me lengua llegaba fácilmente, intenteintroducir la punta de la lengua pero estaba demasiado estrecho, un dedo vinoen su ayuda, Ana ya no estaba quieta se había sacado el vestido y se habíasoltado el sujetador que le oprimía, de su pecho solo sobresalían los pezonesnegros.

Ana levantó las piernas por encima de mí y con las manos lassujetó por las rodillas, el culo abierto era una tentación demasiado grandepara mi, y la novedad me animaba a investigar más, la primera falange del dedofue una fuerte impresión inicial, pero según iba entrando el dedo notaba comoel esfínter se relajaba y facilitaba la entrada, oí un ruido de mueble y mi tíame alargó un frasco que al abrirlo note la suavidad de una crema hidratante, eldedo con la crema fue un avance definitivo y entró hasta donde pude, me animé ameter dos dedos, la crema ayudo aunque el diámetro era el doble, cuando yahabían entrado los dos intente meter el tercero, la primera falange entró peromi tía suspiraba fuertemente, comprendí que estaba llegando a su límite deaguante, al cogerme la polla con una mano y apretármela me indicó que cambiarade táctica.


-        Por favor Manu, nopuedo más.


Me di la vuelta y me puse sobre ella, mi polla estaba encarada ala vez a la vagina y al culo, para mí era una difícil decisión, pero opte pordarle la vuelta, se puso a gatas, su culo abierto y más abajo el cordóncolgando del coño. Me alargó el frasco de crema para que no me olvidara, carguédos dedos llenos de crema y la repartí por el ano y las nalgas, por dentro lollené igualmente y mi polla fue forrada de crema.


Cuando me acerqué a Ana el contacto de mi polla le hizo dudar,pero sus manos se agarraron a la sabana y se apretó contra mí, apunte el glandeen el ano, me parecía imposible que pudiera entrar ahí, no quise asustarla y mecogí a sus caderas, con suaves movimientos fui apretando, ella respirabasoplando y callaba, yo solo esperaba darle buenas noticias aunque ella ya lohabría notado, cuando ya medio glande había desaparecido entre sus nalgas lepregunté…


-        Ana como estas,quieres que pare?


-        Noooo, ahora no,sigue pero muy despacio por favor.


Lo dijo con un hilo de voz, pero estaba decidida, lo note cuandopor fin el anillo del glande desapareció dentro de Ana, un suspiro de la chicame lo confirmo, pensé que a partir de ahí ya sería más fácil, estuve probandohasta encontrar el camino del recto, la polla se fue adentrando hasta que mishuevos se pegaron al coño de Ana. Note como todo el cuerpo de Ana se relajaba,apoyó su cabeza en la sabana y dejó su culo a mi disposición, mi polla fuesaliendo y entrando lentamente, la crema hacía su trabajo y permitía que mipolla desapareciera hasta los huevos, mi tía suspiraba y gemía esta vez deplacer mientras me buscaba con el culo, me rogó que no parara, que aguantara,quería correrse conmigo dentro, lo consiguió justo en el momento que yo mevaciaba dentro de su intestino, oleadas de leche caliente la llenaron, sedesplomó sobre la cama arrastrándome  sobre ella, aun pude aguantar dentrode ella, pase mis manos por debajo hasta alcanzar sus pezones y los estuvemasajeando durante los espasmos de su orgasmo.


Cuando salí mi polla ya flácida hizo un plop! Un reguero desemen se escurrió entre sus nalgas hasta mojar la entrada de su vagina, cuandose dio la vuelta me atrajo hacia sí y me abrazó estrechamente…


-        Me has hecho muyfeliz, nunca me la habían metido por ahí, pero he confiado contigo, eres muyconsiderado, gracias. A partir de ahora ya no tendré miedo a los embarazos, ala vez de la lencería me he comprado píldoras anticonceptivas por ti. Podráscorrerte dentro de mí sin miedo.


Después de comer mi tía me obsequió con una mamadaimpresionante, después cambiamos dos muebles de sitio para justificar.
Con toda seguridad tenía mucho trabajo que hacerle a mi tía Ana.
   Continuará
[/b]

2 comentarios - Mi timidez y las mujeres de mi familia. 3

kaguna
Excelente, continuare
dantraloco
Buena continuación. Van ocho puntos